Partida Rol por web

Leinard no iba a ponerse a discutir sobre el honor con un caballero solámnico. Sería como intentar convencer a un kender que no "cogiera prestado" de los bolsillos ajenos los objetos de la gente. El semielfo nunca comprendería el código tan férreo de honor de los caballeros de Solamnia. Era algo que no iba con él. Claro que esperaba que para la próxima Tyriael no actuase de esa manera tan... impulsiva.

Leinard comenzó a inspeccionar como el resto de sus compañeros la sala, claro que su mente estaba aún dándole vueltas a como habría salido la sacerdotisa de allí con tan facilidad. De ahí que decidiese parar y preguntar al respecto.

Laurana, ¿como ha logrado la sacerdotisa salir con tanta facilidad? ¿que hechizo puede ayudarles a hacer tal cosa?

Ahora hemos perdido el efecto sorpresa, abajo seran decenas, puede que cientos. Cuanto mas lo pensaba mas queria abofetear al caballero y mas desesperada se sentía. Un mago o sacerdote no luchara con vos cara a cara, huirá y lanzará demonios contra ti.

Por tu honor seguramente moriremos caballero, y con nosotros miles más. Puedo entender que adoreis mas vuestro honor que vuestra vida, pero lo valorais más que las nuestras, que las de Turok? Y no esquiveis la pregunta, decidme, ¿vale mas vuestro honor que mi vida?

Según Tyraiel abandonaba la estancia de nuevo unas palabras aludiendo a su perosna le hicieron girarse hacia el minotauro y la maga:

-¿Lanzarme al ataque?¿Y qué esperabáis, minotauro? Una cosa es que de la oportunidad de defensa y otra muy diferente que me deje apuñalar. ¿Acaso pensabáis que tras sus palabras nos invitaría a un té? Pensé que alguien de vuestra profesión entendería eso. Ataqué tras ver las sucias artes que utilizaba. Desconocía que vuestro motivo en este lugar era entablar amistad con los servidores de Thakisis. Si es así, preferiría saberlo.

Entonces giró hacia Laurana y contestó:

-¿Merece vuestra vida la prueba de Wayreth? Dejó unos segundos para que la maga canalizase sus palabras. Aunque lejos de ser una equiparación, si que quería que entendiese otros puntos de vista. Aunque poco podía esperar de un mago.

-Tened por seguro que mi sentido del honor no os llevará a la muerte y muy arriesgado me parece vuestro juicio. En ningún momento he arriesgado vuestras vidas. Es más, he acaparado la atención de la sacerdotisa para intentar conservar vuestra integridad. Agradecidos os halláis cuando Solamnia da la vida por vosotros y mis compañeros perecen por asegurar nuestra supervivencia. No creo que merezcamos un juicio tan poco imparcial por vuestra parte por el simple hecho de que estéis asustados.

-Soy coherente con mis actos, milady. No me podéis pedir otra cosa. Sois libres de salir corriendo cuando queráis. El que aquí se queda es por decisión propia. Si veis que vuestra vida corre peligro en estos momentos sois libre de salir por la puerta por la que entrásteis, Laurana. Yo mismo os acompañaré hasta la misma para aseguraros el paso, y os prometo por mi vida que si así lo decidís, saldréis viva de este lugar.

por Sargas, nunca creí vivir para ver caer en una mentira a un caballero de Solamnia. Acaso os tengo que recordar que esa muujer estaba rezando ajena a todo antes de que vos lanzarais vuestro desafio , y repito , me importa una mierda que le hayais avisado a ella , lo que no tolero es que no hayais pensado en ningun momento en avisarnos a los demas que pensabais lanzaros a atacar como a un loco. Ademas , veo que mas que un guerrero parecéis un orador , esquivando las preguntas con la lengua sibilina de los políticos, porque si queréis ser fiel a la pregunta que os ha hecho la maga deberíais haber preguntado si valía NUESTRA vida la prueba de Wayreth , ya que esa ha sido su pregunta. ¿Vale mas vuestro honor que Nuestra vida?. porque es muy loable que os ofrezcais a escoltarla hasta la puerta sabiendoq ue si aparece algun enemigo que amenace vuestro honor partiréis presto a atacarle sin importaros lo que a ella le suceda. o a nosotros puesto sea el caso

¿Creeis que podemos asaltar una defensa organizada caballero? Mi objetivo era conseguir el conocimiento que oculta este lugar, pero ahora hay un mal que eliminar, si la sacerdotisa hubiera muerto en vez de escapar ahora no estaria avisando al resto de hechiceros de nuestra presencia. Si tanto problema te supone no entres en ninguna habitación hasta que te avisemos, ahora sera mejor apresurarnos antes de que se fortifiquen o puedan lanzar demasiados conjuros.

Era un suicidio, Laurana lo sabia, pero al parecer el caballero no.

Mientras voy buscando alguna cosa fuera de lo común en el altar y alrededores voy escuchando la conversación que están llevando mis compañeros, dando lecciones al pobre caballero sobre como no jugar con sus pellejos. De saber que tenían tanto aprecio por sus pellejos quizás lo mejor habría sido avisarles de los peligros que aquí adentro se iban a ocultar. Aunque ni yo misma lo sé con certeza. Asímismo, prefiero este infierno incierto a que "esos malnacidos" me encuentren y me hagan pagar la deuda...

- Bueno, ya está bien. Esa sierva de la innombrable bastarda habrá avisado a todos los draconianos y otros seres de este pozo de mierda y vamos a tener diversión asegurada durante horas. Tanta, que ni vamos a poder acampar para reponer fuerzas. ¿Qué más quereis? -digo de manera un tanto jocosa, incorporándome*. No soy la mejor quitando hierro al asunto ni poniendo paz, pero tal era mi intención. Al menos yo ya me hacía una idea de qué podria pasar aquí si entraba, y aún así lo prefiero a la alternativa. Hay que saber afrontar el destino con entereza... Dibujo una media sonrisa pensando en ello, un tanto resignada y añado- Será mejor que nos movamos; éste es un mal lugar para que nos acorralen.

Al fin alguien con sentido común- pensó tras oír las palabras de Leila- nuestra amiga tiene razón, está discusión ahora mismo no tiene mucho sentido. Lo mejor es que sigamos con lo nuestro. Si la sacerdotisa ha avisado a los draconianos tendremos que estar preparados para la lucha que se avecina. Cuando cumplamos nuestro objetivo y salgamos de aqui ya tendremos tiempo de hablar sobre el código de los caballeros, atacar por la espalda o lo que queráis. 

El minotauro y la maga seguían avasallando al caballero y a punto estuvo de enfadarse por completo, sin embargo mantuvo la calma:

-No tengo por costumbre responder ante un argumento tan demagogo. ¿Mi honor?...¿vuestras vidas? Queréis argumentar razones con falacias. De todo lo que habéis dicho sólo una cosa ha de quedaros clara, minotauro. Nunca...¿me oís? en ese momento su rostro torno serio y furioso...nunca insinueis ni por un momento que un caballero de Solamnia miente. Si teneis menor memoria que un pez es problema vuestro, no mío.

-Sin que sirva de precedente le voy a repetir a vuestro vago cerebro lo que ha pasado. La sacerdotisa rezaba y le he dado la oportunidad de defenderse. En ningún momento...que os quede bien claro...en NINGUNO le he atacado estando indefensa. Si intentáis insinuar que lanzar un desafio es atacar, creo que deberíais volver a estudiar la lengua común, pues al parecer no la domináis.

-Y si me he lanzado al combate ha sido porque he sido atacado con anterioridad por la sacerdotisa. Y en ningún momento os he utilizado como defensa. He atacado bajo mis propias decisiones y siempre he dado la cara. Nunca os he pedido que me acompañéis al combate. Si lo habéis heco ha sido decisión vuestra. Así no me echéis la culpa de vuestros actos.

-Seguir argumentando con demagogia deja muy clara vuestra forma de ser, minotauro.

Tras las palabras de la maga argumentó:

-He entrado con una misión, elfa. Y ni vos ni nadie me impedirá llevarla a cabo. Vuelvo a repetiros que si tenéis miedo, sois libre de salir de este lugar, y os aseguraré la salida. Diga lo que diga nuestro "amigo".

Asintió a las palabras de Leila y de Leinard. En verdad tenían razón y seguir discutiendo les alejaba de su misión. Salió al pasillo para asegurarse la posición.

Vamonos, pero alguien con armadura y armas no esta indefenso, pero puede estar despistado. No volvais a llamarme cobarde, es mucho mejor enfrentarse a 5 draconianos 5 veces que una vez a 25, si no sabeis contar tendreis que confiar en mí.

Dicho esto salió del a habitación preparada para bajar al siguiente piso.

La demagógica retorica en cuanto a la moral, la seguridad y el honor se refiere había alejado al grupo del detalle vinculante de su discusión.

Es entonces, como un recuerdo que súbitamente viene a la memoria, que recuerdas un conjuro transmutador que explica la repentina desaparición de la Sacerdotisa. El sortilegio en cuestión permitiría al lanzador fundirse con la piedra como si se tratara de una balsa de aceite. Todo su cuerpo y su equipo se "sumergen" literalmente en la piedra para luego quedar completamente solidificado. Que recuerdes, el mago no puede desplazarse a ninguna parte ni ver el exterior de la otra cara de la roca aunque sí escuchar y lanzar hechizos sobre su propio cuerpo.

En la sala contigua, solo separada por una cortina correosa se encuentra lo que parecen ser los aposentos del Señor de los Dragones. A parte de un apreciable lujo marginal, ahora decaído con el tiempo salvo pocos utensilios domésticos que evidentemente han sido traídos de fuera, no hay nada relevante. Únicamente cabe destacar que en el centro de la sala hay un pequeño pedestal que contiene un globo cristalino. En el interior del globo se retuerce una luz de color purpura oscuro. 
 

Una vez fuera les hago una señal a mis compañeros para que se acerquen y les hablo en susurros:

La sacerdotisa sigue ahí, puede escuchar pero no ver, aunque si que puede lanzar conjuros beneficiosos sobre ella misma para mejorar su capacidad de combate. Por lo que sé puede estar ahí algo más de una hora. Propongo una emboscada, aunque puede que haya avisado mediante magia a sus complices por lo menos no será una amenaza en nuestra retaguardia. Si esto es un problema para vos caballero, podeis descansar fuera.

Salgo fuera de la estancia, junto con el resto de mis compañeros pero Laurana nos hace un gesto para que nos acerquemos. Una vez junto a ella, nos explica lo que sucede en la estancia que hemos dejado atrás. Arqueo una ceja en gesto de incertidumbre. Me dirijo a ella también en voz baja.

- Pero... ¿nos puede seguir o atacar por la espalda ahora mismo? -pregunto a la arcana en mi completa ignorancia. Conozco algunos trucos para hacer funcionar algunos artefactos mágicos, pero el mundo arcano es demasiado complejo para alguien tan sencilla como yo- Sé que has dicho que no puede vernos, pero de alguna manera está ahí. Quizás tenga alguna manera de seguirnos más allá del uso de sus ojos propiamente dicho. Visto lo visto no me extrañaría nada...

Ante las palabras de la maga Tyriael comenta:

-¿Y bien? ¿Cual es vuestro plan? Susurró para evitar ser escuchado por la clériga

Tenemos que tomar una decisión, esperar a que salga, que puede ser una hora, o atrancar la puerta tan bien como podamos y proseguir.

La decisión se ve súbitamente forzada cuando la mayoría escucháis indiscretos ruidos hacia el otro lado de la sala.

La guardia de draconianos despertó finalmente a causa de los gritos de alerta de la sacerdotisa e intenta acceder al improvisado santuario. Sin embargo, Tyriael  y Kuroth hicieron un buen trabajo atrancando la puerta con maderos y algunos muebles viejos de manera que han quedado retenidos al otro lado de la puerta.

Las voces de las criaturas van incrementándose en señal de protesta al otro lado mientras tratan de forzar la puerta a golpes. Su lenguaje es gutural, en un dialecto áspero que incluye numerosas consonantes duras y siseantes que resuenan como si los reptiles se aclarasen la garganta cada vez que realizan un siseo.

Laurana es la única que entiende algunas palabras de su variante del idioma común y consigue dilucidar que "Aesthyr", repetida continuamente, debe significar "dama" o "señora" y que "Taranthela" debe ser el nombre de la sacerdotisa, o bien algun tipo de apodo relacionado a su rango. Tampoco escasean retalias de insultos y peleas entre ellos acerca de la forma más efectiva de alcanzar a los intrusos. "Pothoc" es el equivalente a estúpido y siempre suele ir acompañado de un sonoro golpe.

Repentinamente los sonidos de draconianos acercándose al otro lado de la puerta que dejamos antes atrás nos alerta. Obviamente, no hemos pasado desapercibidos precisamente. Y al pensar en esto, inevitablemente llevo una mirada hacia el enorme minotauro y el imponente pero metalizado caballero de solamnia.

"Si querías pasar desapercibida has elegido uno de los peores lugares y circunstancias, Leila..." pienso para mis adentros con gran dosis de autocompasión. Y es por ello que una gran sonrisa de resignación asoma en mi semblante. Niego lentamente, tratando de alejarme de aquellos pensamientos.

- Como bien ha dicho Laurana, móvamonos. Atranquemos también esta puerta y que sea lo que los dioses quieran... Nos tienen localizados ya -dije a la desesperada. No nos queda mucho tiempo y aún debemos de avanzar para, al menos, conseguir algo de ventaja- Si alguien tiene una idea mejor es ahora o nunca -digo seriamente.

Es cuestión de tiempo que nos arrinconen como ratones huidizos. Me pregunto qué sucederá entonces.

-¿Y decidis?... preguntó Tyriael a Laurana enarcando una ceja y esperando que se decidiese ante las dos posibilidades que había explicado y ligeramente molesto por el comentario en la anterior sala por parte del minotauro y de la maga.

El caballero sale hacia la puerta y se fija en la puerta atrancada por si fuese necesario tomar la iniciativa. Desenfunda el arma y el escudo y espera paciente a que le digan el mejor actuar según sus compañeros.