La mujer se posicionó entre Boon y la masa de carne, con los ojos muy abiertos, fulgurantes, de tal forma que era imposible no mirarla a los ojos.
-Tenemos un barco que tomar. Tienes que dejarnos salir -le miraba fíjamente a los ojos, con una voz inaudible salvo para los que estaban suficientemente cerca. -Apártate.
Y aquel hombre, que difícilmente tendría 30 años, hipnotizado por la voz y la magia que envolvía aquellos ojos, se aparta de la puerta y les abre el tablón que hace de tal. Todos salen por la puerta, siendo Ekao la última.
Una vez en el otro lado, le susurra al aire: -Despierta cuando las demás luces se enciendan. Mientras, duerme...
Se oyó un golpe brutal contra el suelo: el de la masa de carne que se había desplomado, y comenzó a roncar plácidamente a pesar del jaleo, dificultando la salida del local.
-No quiero oir una palabra hasta llegar al barco, sólo vuestros pasos ligeros contra la madera del puerto. Vamos, hijo -dice, animando a Sam a superar el cansancio.
Thomas suspiró, completamente sorprendido.
Ok, podria no venir mal una bruja...
Miró a la mujer con cierta desconfianza aún, y se puso delante del grupo sacando su espada.
Vamos!
Sam no termina de hablar cuando comienza a balbucear turbado por lo que está viendo. Un grandullón tumbado, por una mujer y .. sin ni siquiera un golpe! Vaya con la amiga de Boon y el gran Basha..-la miró sin saber si sentir miedo o admiración y asintió varias veces a lo que dijo. Después de lo visto no creia que a nadie se le ocurriera abrir la boca hasta el dia siguiente por lo menos.
Empezó a correr tras los demás hacia el barco.
Llegaron al barco exhaustos, pero estaban a salvo del tumulto que ya era visible desde cubierta: se había formado una marea de gente que iba y venía, incluso lanzaban gente al mar en uno de esos arrebatos inenarrables cuando el exceso de alcohol ya comienza a hacer efecto.
-Tenemos que hablar con el capitán, Ekao -dijo, haciéndole un gesto con la cabeza. -A vosotros supongo que os veremos mañana. Que descanséis...
Dicho esto, se adecenta un poco, y se dirige al camarote del capitán.
Cuando lleven un par de minutos dentro del camarote del capitan, Sam se acerca y pega la oreja y el ojo a la boca de la cerradura para cotillear como se toma el capitán la llegada de la bruja.
Esto en secreto :P
Thomas puso cara seria y negó repetidamente con la cabeza.
Nonono... nadie descanzará hasta recivir ordenes del capitán. Con semejante tumulto afuera, el pirata mas asqueroso del mundo en nuestros calabozos, y una bruja a bordo no creo que sea apropiado descanzar. Vamos al camarote del Capitán.
Aquello se ponía cada vez mas feo. Ya no solo tenían una amenaza puertas adentro. Si no que tambien corrían riesgo desde afuera.
-No llegarán hasta este barco, señor Wellington. Pero si quiere entrar con nosotras, sea bienvenido. Tú también, chico. Vamos -dice, secundando a Boon, que ya estaba llamando a la puerta del capitán.
¿eh? Oh, vale vale! -sonríe rascandose la nuca y les sigue.
La puerta del capitán se encontraba abierta, cuando entraron vieron que todo estaba revuelto, papeles y pergaminos de navegación por los suelos, objetos y cristales rotos también. Parecía que unos ladrones poco cuidadosos habían puesto todo patas arriba, y estuvieron a punto de creer eso si no es por algunas gotas de sangre que había en el suelo y arañazos de espada en las paredes y otras marcas.
Se había librado una dura batalla en aquel camarote, eso lo pudieron adivinar solo con ver la estancia. Pero esta se encontraba vacia y no había rastro de nadie por ningún lado.
Oh oh..
Tragó saliva examinando alrededor en busca de alguna pista del paradero del capitán.
Tirada: 1d100(+40)
Motivo: Percepción
Resultado: 46(+40)=86
Sam se percato de que un reguero de gotas de sangre seguía por el suelo, habían entrado a la habitación sin percatarse de ello, pero las gotas estaban ahí tan claras como el oceano a los ojos del pequeño Dewly.
Solo para Sam.
Mirad..!
Sam señala aún un poco pálido un sútil reguero de gotas de sangre y se pone a seguirlo a ver donde les llevaba.
La mano de Thomas frenó se apoyó firmemente en el hombre del joven Sam, frenándolo. Saco su espada y se puse delante del él, siguiendo las gotas. Si Dosespadas había escapado era la noche mas peligrosa que vivieran...
Shh... Llevó su dedo a la boca para hacerlos callar.
Yo te estaba esperando, jefe... por eso no he entrado todavía, LOL xD
El reguero de sangre continuaba saliendo del camarote del capitán hacía unas escaleras que bajaban a la bodega, la puerta estaba entreabierta, y las gotas caminaban hacía adentro.
Allí la oscuridad era profunda y el silencio sepulcral.
Tengo problemas con internet, lamento la tardanza.
Desenvainó la espada, y cargó el arma que llevaba en la izquierda. Se posicionó junto a la puerta entreabierta, intentando captar algún ruido distinto de sus respiraciones. Se lamentaba por haber tardado tanto en salir de la taberna...
Mi internet ya funciona correctamente, pero no veo por aquí mucho movimiento, salvo el mensaje de Boon.
Thomas le hizo un gesto a Sam, señalándole una antorcha para que a encendiese. Debían bajar con alguna luz, o estarían en desventaja si alguien ya estaba acostumbrado a la oscuridad de alli abajo.
Sam coge la antorcha y la prende iluminando el camino pero quedándose el último de la fila. No quería morir...