Al llegar al muelle observo a los demas, sin soltarme de la dama con la que he compartido la noche y todo mi afecto.
En mi nombre siempre se me borra R'lyeh y sale R
Observo con antencion al britanico y el resto del puerto por si encuentro alguna guardia real o tal vez un galeon ingles.
Me mantego firme y espero haber que dice el ingles.
Sí... no entiendo porque.. igual es por el apostrofe o que?
Pondre con una coma a ver.
-Vaya...-me vuelvo al Kraken.-Parece que llegamos en excelente momento, cariño.
Con una sonrisa de medio lado observo al británico y a Frank. En un principio pensé que se conocían, pero quizás me equivoqué y con más razón al ver esto. Me da gusto ver las mismas caras de anoche en la taberna, excepto la del tabernero y eso también me da gusto.
Thomas observa con gracia como lo miran con desconfianza. El murmullos de Castella y los demas. Mira nueamente a Hurrut.
Perdió a toda su antigua tripulación, probablemente por incompetencia en la navegación. Ahora junta toda estos nuevos... marinos. Y osa salir al mar con la mitad del barco cargado de mujeres? Puede que yo sea un demente, si. Pero parece entonces que estoy en el lugar indicado, entre pares... Sonríe irónico, esperando la reacción de las mujeres. Sinceramente me da mucha curiosidad ver que surge de esta locura... Y usted necesita un verdadero oficial para su barco.Thomas Wellington, oficial retirado de la Royal Navy, 21 años en el mar. A su servicio... Capitán.
Se creía de muy mala suerte llevar a mujeres en una embarcación. Henry Morgan, por ejemplo, castigaba con la muerte a quien subiera una mujer al barco disfrasada de hombre.
-¿21 años en la mar y te unes a la primera tripulacion de la historia del Caribe casi compuesta de mujeres?, haber ingles no me lo trago, es muy raro que un oficial retirado se haga pirata y sobretodo un noble britanico puede ser que tengas mucho dinero y incluso un barco propio con marineros y soldados leales, de eso he visto mucho lo puedo asegurar ingles.
Pero espero que me conteste a estas preguntas:
¿Porque dejastes la Armada Real de Britania?.
¿Porque te interesa enrolarte en la tripulacion del Capitan Frank Van Huurt, tendras algun motivo?.
¿Vienes acompañado de una guardia de soldados leales asta la muerte?.
Espero respuesta ingles.
Termino de hablar y le observo atentamente.
Frank atajó las preguntas de Castella. Tranquilo, no dudes que respondera a tus preguntas, pero se ha dirigido a mí primero y merece una contestación. dijo sin apartar la vista del ingles.
Es cierto, no solo he perdido una tripulación, he perdido varias. He visto morir a hombres leales en este barco y por alguna castigo divino él y yo seguimos vivos. La mar no me quiere, no de momento al menos. Frank cerró los ojos bastante dolido al recordar su pasado. Pero te puedo asegurar que no fue incompetencia. Las aguas que vamos a navegar son peligrosas... No obligo a nadie a que me siga... De ese tema hablaremos más tarde.
Respecto a las mujeres, ha de saber que he navegado con algunas muy valientes y buenas marineras. Incluso mejores que hombres, por eso desde entonces no tomo tal distinción, para mi estos que veo aquí son marineros. Se que las mujeres pueden rendir competentemente como un hombre. Lo se muy bien. Demasiado bien... murmuró finalmente.
Por otro lado. Añadió. Si quieres formar parte de este barco, no tengo inconveniente alguno.
Escucha las palabras de Castella sin mirarlo, con los ojos fijos en el capitan, sin darle importacia a las preguntas inquiridas. Cuando Huurt interrumpe a Castella, Thomas sonríe levemente para si. Le gustó el gesto, el capitan mostró tener algo de liderazgo al no dejar que habalran por él. Disciplina, era fundamental para aquello, aunque fuera entre piratas.
Entonces tenemos algo en común. A mi tampoco me quiere en sus fauses... Por cierto, en ningún momento dudé de las habilidades femeninas. De lo contrario no estaría aquí.
Mira de costado a Castella unos segundos, hasta que finalmente habla. En cuanto a sus preguntas señor... seguirá esperando respuestas, ya que hoy no las daré, salvó al capitán si quiere saber algo de mi...
Vuelve su mirada a Huurt. A sus ordenes capitan. Poseo grandes conocimientos de navegacion, cartografía, asi como de artillería. Espero me asigne usted puesto y rango...
Interesante todo lo que se decían, los miraba con una sonrisa incrédula; seguía creyendo que se conocían, solté suavemente la mano del Kraken y rodeé a los dos hombres que hablaban. Sí, podía ser que después de todo y aún a pesar de la altanería con que Wellintong venía, consiguiera un buen puesto y todo.
¿Veamos qué le depara el destino?
Mira de arriba a abajo al nuevo integrante.
Pues vaya, sigo sin fiarme lo mas mínimo, en fin, la decisión es del capitán.
Empieza a jugar con sus cabellos, agitados por la brisa, enrredandolos lentamente.
Se coloca mejor el lazo rojo que tenia atado al brazo, para que no se fuera en medio de una batalla y se sienta, apoyandose en la primera columna que pilla.
¿Y cuando zarpamos?
Creo que ya es hora de tener una reunión sobre como estaran las cosas a bordo y el rumbo a tomar en el camarote del capitán. Seguidme por favor.
Frank los guió por la cubierta hasta el puente de la popa, allí había dos escaleras para subir a la cubierta del puente y entre ellas una puerta doble de madera. Frank abrió esa puerta que daba a un estrecho pasillo horizontal, a la izquierda estaba la escalera que conducía a las bodegas del barco y a la derecha en la pared había otra puerta. Esta tenía alguna ornamentación, dibujos de tulipanes recorriendo su superficie y el pomo con forma de flor. Frank la abrió y dejo que todos pasasen dentro.
Allí pudieron ver un despacho bastante bien organizado, con una mesa que contenía utensilios como cartas de navegación y demas instrumentos y algunos documentos. Detras de la mesa había otro cuarto que tenía la puerta abierta y allí podía verse la cama y una cristalera que dejaba ver todo el puerto.
Cuando Lucy fue a entrar Frank pusó su mano en el marco de la puerta para impedirle hacerlo.
Aún no me habeis dicho vuestro nombre. susurró.
Lucy miró fijamente a los ojos al capitán y le sonrió, susurrándole:
-¿tanto interés tiene en saberlo? quizás...tienes que ganártelo.-dice intentando apartar el brazo del chico para entrar, mientras sonríe.
Frank miró a la misteriosa chica sonriendo.
Quizá seais una espia y por eso no quereis decir vuestro nombre... apartó el brazo y la miró fijamente.
Al escuchar aquellas palabras tras de mi, debido a que ya había quitado el brazo, me volví sonriéndole:
-quizás también deba averiguar eso...-le dijo al oído de una manera muy sensual.
Frank la dejó pasar y sonrie.
Habra que investigar entonces. Dijo en bajo.
Entro al camarote con parsimonia, cerca de Maddy.
Al encontrar un asiento lo tomo sin permiso y me relajo, tengo sueño pero no espero descansar hasta dentro de unas horas.
Miro a los demás, ahora sin los grados de ron en mi sangre y luego vuelvo a Maddy que la cojo por la cintura sin levantarme, acercándola a mí.
Entra, detrás del capitán, riendo para sus adentros ante la reciente pareja. -Veréis que pronto os aburrís del otro en altamar -piensa-.
Una vez que todos están dentro, se sitúa relativamente cerca de la mesa, apoyada la espalda en la pared, y con los brazos cruzados. -¿Por fin va a responder a todas las preguntas que queramos, Capitán?-pregunta. -Porque realmente no sabemos nada, ni del tesoro, ni de su localización... confío en que nos saque de dudas -dice, mirándole fijamente-.