Partida Rol por web

Entro mirando todo el cuarto con una mezcla en mi mirada de curiosidad y nostalgia pense que no volveria tan pronto a subirme a un barco...,me apoyo en la pared con los brazos cruzados, observo que "Boon" esta en la misma posicion que yo y esbozo una sonrisa

Me dirijo hacia la silla sin ocupar y me siento, aunque tenga un antiguo oficial ingles en el barco notan como estoy un poco tenso:

-Bueno Frank cuando quieras responda las preguntas.

Frank se apoyó en su mesa, a continuación entraron varios tipos más, unos catorce.

Ah, aquís estais. Estos son los que reclute antes de encontraros a vosotros, seran parte de la tripulación también. dijo señalando a ambos grupos.

Bien, primero hablaremos de los puestos que ocupareis. Habra dos grupos, uno llevara el turno de noche y otro el de día, este turno cambiara cada semana, los que tengan el turno de noche dormiran de día y se encargaran de mantener el rumbo y de tareas ligeras como cuidado de las bodegas y revisión de los cañones, etc. Los que lleven el turno de día os repartireis entre la mesana, el mayor, el trinquete y el bauprés para hacer labores en el velamen cuando naveguemos. Todos contribuireis a mantener el buen estado del barco reparandolo y cuidando su estado y en caso de batalla unos os encargareis de los cañones cuya supervisión esta a cargo de Anton Castella y otros de estar listos para cuando de la orden de abordar. Miró a Reiko La señortia Usnavy será la vigia y subira a la cofa cada hora para otear el horizonte. El resto del tiempo lo pasara con el velamen.

Una vez llegado a ese punto miró a todos para comprobar que no tenían ningún inconveniente. ¿Alguien sabe manejar el timon? Necesito a alguien que lo maneje cuando no lo use yo y que conozca los instrumentos y las cartas de navegación para ayudarme con el rumbo.

Otra cosa más, eligire un contramaestre cuando os haya conocido a todos bien y sepa de vuestras capacidades.

Me siento atraída de la cintura por Kraken y sonrío, parece que no va a desistir en su intento pero no me molesta; luego escucho con atención las palabras de Frank. Parece que lo tiene todo muy bien planeado y no le veo sentido a reclamar algo acerca de esos turnos que sin duda para algunos serán matadores.

-Yo sé, aunque...-miro a Wellintong fijamente en ese punto.-Aunque no sé si les parezca bien que una mujer se ponga al timón. Ya he oído muchas de esas tonterías de la mala suerte y los mil diablos.

Pongo mi codo en el hombro del Kraken y vuelvo la vista a Frank con una sonrisa.

-Si te sirvo, capitán, cuenta con ello.

Lucy escuchó a la chica y respondió:
-Yo también tengo conocimientos altos sobre navegación y manejo del timón, capitán.-dijo sonriendo levemente.

Lucy estaba apoyada sobre la pared con un pie, y una mano en la cintura.

Thomas entra a la habitacion tranquilamente, observando todos los detalles de la nave. Mira con cierto desdén como los marinos toman asiento sin el permiso del capitán. Tendré que acostumbrarma a está... falta de disciplina... Se mantiene en pie, firme, como si de un almirante de Armada Britanica se tratara quien los guía.

Escucha el comentario de Maddy, y le hace un gesto respetuoso con la cabeza.

P... Permiso para hablar señor..., estaba por decir. Pero se frenó a tiempo. Obviamente no hacian falta esas formalidades en aquel entorno. Capitán, he timoneado el Queen Ana, el Endurance, y el Saint George, todos buques de linea de la Royal Navy. Si asi lo quiere podría hacerlo tranquilamente con El Tulipán. Su voz se altera casi imperseptiblemente ante aquello. Probablemente orgullo, pero orgullo del sano, de saberse que se había ganado aquellos honores con años de labor incansable bajo el sol.

Perfecto, tenemos tres candidatos para el puesto. Pero creo señor Wellington que su experiencia naval sería mejor aprobechada en los mastiles coordinando los movimientos de todo el grupo para que se cumplan las directrices que yo ire diciendo.
Asique quedan dos para un puesto. Frank las miró pensativo. Haremos un reparto salomonico de momento, a ver que tal va. La señorita Bones manejara el timón y usted. dijo refiriendose a Lucy Me ayudara con los instrumentos de navegación.

-No tendrá quejas, señor...-respondo con un gesto de mi cabeza.

Ciertamente espero que no los tengamos. Vuelvo a pararme cerca del Kraken, me gustaría saber qué hará él y los demás. Aunque tengo una idea bastante acertada de lo que haremos la mayoría.

Thoma oye la desición de Huurt, y le parece justa. Asiente con la cabeza, enegico y decidido.

Como mande mi capitán.

Bueno, lo siguiente pues es hablaros del rumbo. dijo sin preambulos.

Hace tiempo llego a mi conocimiento una historia de cantina, que hablaba de la pelea de dos piratas miticos, que muchos consideraban solamente historias de borracho. No os aburrire con esa historia, pero cuentan que guardaron un tesoro en una isla llamada Azaila, en alguna parte en medio del Mar Caribe. Siempre salgo hacia el sur buscando esa isla y nunca la encuentro. Siempre hay tormentas u otras situaciones que me hacen tener que volver...

Enarqué una ceja y sonreí. La historia era buena y muchas veces, más valía lo que decían un par de borrachos que un par de hombres en su sano juicio. Lo único que me causaba un poco de aprehensión, era darme cuenta que Frank muchas veces había tenido que volver, por causas del tiempo en general. ¿Sería aquello una maldición? No lo sabía y por el momento no iba a especular, no hasta estar en el ojo del huracán.

-¿Cuándo partiremos, capitán?-pregunté con mesura pero sabiendo que era lo que todos queríamos saber.-¿Hay algo más que tengamos que hacer en tierra antes de irnos?

Se levanta del suelo en el que estaba sentada, apoyada contra la pared para acercarse mas a la mesa.
Pues no se los otros, pero yo si que lo voy a preguntar; ¿acaso estás queriendo decir que el tesoro está protegido por una maldición?
Porque si tengo que ser sincera..., no soy creyente de esas tonterias.

Se sienta en cualquier silla mas cómoda que esté mas cerca de ella y entrecruzando las piernas entre ellas se echa el pelo para atrás.

-No ha de ser necesariamente una maldición, eh... Reiko -dice, viniendo rápidamente su nombre a la cabeza. -Simplemente puede ser una zona de clima inestable. Suele ocurrir si se mezclan muchas corrientes marítimas distintas en un mismo punto... simplemente hay que saber por dónde ir. Y -mira al capitán- algo de más peso que una historia? Hay algún mapa o algún libro que hable de ello?

Le gustaba el olor de aquella madera. No parecía excesivamente vieja, y tenía un olor especial. Con la espalda apoyada, pasaba las manos, con las palmas abiertas, por las tablas.

Efectivamente señorita Boon, hay algo mas de peso que una simple historia. Sería una locura partir a tantas desventuras simplemente por una historia de borracho. Pero tengo una porción del mapa del que se habla en la historia. Eso me da la certeza de que al menos la parte que habla del tesoro sea cierta. dijo sonriendo.

-Y qué hay de... los demás trozos? [B] -pregunta, notándose a si misma un poco inquieta. -[B]Están perdidos o destruídos?

Lo importante es el día de partida digo tajante Las demás inquietudes las comentamos en nuestro camino, así el tiempo de espera será...menor!
Sonrío a los demás con cara de vicio.

-Si quieres ir a la aventura, me parece bien, pero yo no me embarcaré sin saber qué estoy buscando -dice, mirando a el Kraken de Rlyeh fijamente. -

Desconozco el paradero de los demás trozos. Contestó Frank, puede que los tengan sus legitimos dueños.. o puede que se perdieran...

-Se conoce la ruta a la isla, correcto... -musita para sí, para después hablar en voz alta: -¿Y una vez en la isla? ¿Alguna idea del paradero del tesoro?

Algo le decía que la respuesta no iba a ser la que esperaba.

La porción de mapa que tengo solo nos muestra una parte de la isla. Hay que tener los cuatro trozos para saber el paradero del tesoro. He aquí la trampa.