Partida Rol por web

Si es que hablaba y no le escuchaban. Los elfos se mostraban mas indecisos de lo que podria esperar, y Darian, que parecia una veleta, ahora si, ahora no, ahora si... no tenia muchas ganas de ir. Se veia solo... solo con Azeneth... ¿tendria que sentir algo especial? Pues no. Tenia su vacio de siempr.. o quizas no. Eran tiempos tumultuosos para el chico, por las cosas que pasaban, que eran muchas y dificiles de digerir. En verdad, ahora era la Farian era quien centraba su atencion:

-¿Y no quieres venir aunque vaya yo? Quizas haya bastantes historias que contar o alguna aventura que vivir, Darian...

A su manera, la Farian era algo refrescante y le gustaria que fuera con el una temporada, seguro que estaria muy entretenido... aunque, ¿no estaba siendo egoista? Ironicamente, la persona mas peligrosa era el mismo, por los enemigos que habia hecho... se lo habia contado y apenas le habian creido...

Al escuchar lo que dice Darian dice:

- Pero no se lo que es una Farian, asi que ahora is que me gustaria conocerte un poco mas y que me cuentes cosas de vostros, porque no se muy bien que es lo que sois.

Se pone en pie y añade:

- Bueno, ahora tengo que irme, ya si quereis venir mañana os espero a primera hora en el barco, es de los dos que hay el comercial humano, ah y no os acerqueis demasiado al de los elfos son algo irritables por lo que me han dicho

Tras esto comienza a andar hacia la otra mesa para indicar a los marineros que se van a ir

La libélula vino volando y Darian se subió en ella, después se posaron en la cabeza de Katsu. ¿Quieres que vaya contigo? Preguntó inocente. En mi bosque nadie quiere ser mi amigo, dicen que soy extraña, por eso me fui.

Sus ojos estaban tristes, aunque sonreía, se notaba algo de nostalgia en su voz.

Melissent miró a Darian: -Pobrecita, pues tú no te preocupes que cambiarán de opinión. Y por amigos no te preocupes, aquí tienes una voluntaria y seguro que el resto también quiere serlo. Pero te pido un favor: sonríe siempre que puedas, ¡todo es mejor de esa manera! Luego miró a Fineas y al resto: -Yo... creo que entonces podemos ir con ella aunque no me gustase su actitud al principio. Y la verdad es que la idea de visitar el Templo de la Tierra me parece genial, a ver si hay suerte esta vez jiji. La chica intentaba dar ánimos al grupo con su voz alegre, sintiendo que todo el mundo parecía ocultar un pasado muy triste. Pero tenía claro que ella lucharía para que ayudarles siempre que pudiera. Sobretodo a Fineas, con el que quería estar siempre y sentirle feliz, y a menudo se le veía tan serio y dolido... 

El chico sonrio un poco laconicamente a la Farian y alzo sus ojos hacia arriba como si quisiera verla pero no podia porque estaba en su cabeza. El queria compañia, de cualquier tipo, y asi el tiempo se le pasaria mas ameno. Quien sabia... a lo mejor la extraña Farian, fuera una sabia a su extraño modo pero... ¿no habia aprendido muchas cosas de las personas mas inesperadas?

-Claro ¿porque no? De hecho, he decidido pasar la noche en esta taberna... si quieres pasar la noche bajo techo, estas invitada... ¿ok? Y asi ire pensando en algunas historias para contarte durante el viaje en barco... si te decides... aunque seguro que tambien puedes ir con Melisent y Fineas... solo te pido que me dejes un rato para meditar...

Ahora que Azeneth se habia ido, era hora de poner las cosas claras. Les dejaba la noche para decidir lo que harian. Quizas a los elfos les viniera ese tiempo extra. El ya habia dicho y decidido que iba a hacer. Estaba cansado. Necesitaba descansar, poner sus pensamientos en regla... sobre todo eso. Seria conciso:

-No os molestare mas... pero creo que es una buena oportunidad para llegar rapido a Drasenloft... y alli esta uno de los Templos, uno de los lugares con mas conocimientos, yo ire, tengo cosas que resolver, pero de verdad, creo que si lo visitais podreis sacar de provecho... si se parece al del Viento, habra sacerdotisas, paladines y una biblioteca enorme... yo tengo preguntas que deben ser respondidas. Si venis, os las explicare...  ahora, buenas noches... si necesitais cualquier cosa, estare aqui... no ire a dormir hasta dentro de un rato...

Katsu estaba siendo sincero. Le importaba algo la decision que tomaran los elfos, no se la discutiria pero tampoco queria parecer insensible. Quizas ellos tuvieran que tomar otro camino para llegar a sus metas, pero el tenia claro, que ahora mismo, Drasenloft era su mejor oportunidad. Un Templo y la Adivina a tirar de piedra. Del Templo no creia que tuviera problemas, la Adivina... era asunto de otro costal. Sea como fuere, por algun sitio tenia que comenzar.

Se levanto de la mesa, le habia hecho señas a la Melsen para que prepara una habitacion para el. Su oferta para los elfos seguia de pie, pero eso ya era cosa suya. No podia decirse que no fuera generoso, pero las buenas obras no debian estar reñidas con la educacion...

- Wiiiiiiii gritó la Farian dando saltitos en la cabeza de Katsu, después cuando indicó que se iba a descansar, se montó en su libélula y bajó hasta su rostro para darle un besito en la mejilla. Buenas noches. dijo con una preciosa sonrisa.

Después se acercó a la chica, Gracias dijo también muy sonriente. ¿Puedo dormir contigo esta noche? Este lugar... es extraño para mí y aunque no necesito las mismas cosas que los "grandes", refiriéndose a las razas que no eran como ella, prefiero estar con una amiga. Estaba frente a ella esperando una respuesta, pues se movía mucho, como solía ser el caso, su voz era tan bajita que se perdía y no la escuchaban.

Fineas al escuchar la respuesta de Melissent, hizo un gesto a Katsu de afirmación, para que le quedase claro que irían con él; y se levantó para dirigirse hacia la mesa donde estaba aquella mujer y la dijo:

- Al final iremos todos, pero quiero saber que tipo de resistencia habrá, dudo que estéis buscando guardaespaldas con tanto ahínco si el viaje en principio no supone ningún riesgo. - Fineas prefería estar preparado y alerta, a pensar que sería un viaje tranquilo.

Melissent sonreía a la vez que miraba a Darian volar frente a ella: -¡Claro que sí! Siempre que quieras, además, que veo que te gusta descansar de vez en cuando. Ahora tenemos que esperar a que Fineas termine de hablar con aquella mujer y enseguida nos vamos a dormir.

Luego le da una caricita con el dedito en el pelo, con una sonrisita tierna: -Me alegra verte más contenta, en serio, ¡así es como debe ser! 

A veces la mejor manera de manera de ser feliz, era ser muy simple. Era encomiable aquella caracteristica, Melissent la poseia, ser feliz con poca cosa, pero ¿podria ser a costa de otras personas? Bien por ella, o realmente disimulaba muy bien. Aquellas personas eran una bocanada de aire fresco. El tenia esa frescura, pero recientemente habia perdido mucho. Agradecio de sobremanera el gesto de Darian, pero ya que las chicas se lo pasaban tan bien, mejor dejarlas, esos momentos habia que atesorarlos. El lo hacia... y esperaba volver a pasarlos. ¿Parecia tan cascarrabias? Quizas, ahora podria pensar, pensar en las cosas...

Entro en su habitacion, y poco a poco dejo sus pertenencias cerca de la cama, y luego se quito la armadura. No se quito el extraño medallon del Templo, le gustaba el habalorio aunque no tuvieran un poder real. Le recordaba lo pasado, no debia olvidar. Una vez estaba libre, se quito la parte de arriba de la ropa y la tiro encima de la cama... agradecia el fresco. Podia empezar.

Se sento con las piernas cruzadas entre si, los brazos estirados y los dedos cerrados. Inspirar, expirar,inspirar y expirar... cada vez mas lento, mas profundo... cerro los ojos y puso la mente en blanco. Era el ejercicio de iniciacion, se paso asi unos 10 minutos largos, sin pensar en nada, concentrado. Le costo un poco mas de la habitual...chasqueo la lengua aquello no deberia... se calmo. Se tenia que concentrar, no despistar.

Realmente lo consiguio. Lo notaba, esa extraña e inexplicable fuerza escondida. Le ayudaba a detectar a las personas, le habia ayudado a hacer poderosos ataques, a moverse de manera increible, y ver los ataques que iba a hacer el enemigo.. muchas de esas cosas, las habia descubierto contra Liath... Con el Ki fluyendo, era hora de hacer introspeccion.

Primero recordo el Valle, lo acaecido en el. Eran momentos intensos pero agridulces y ambivalentes. Alli Yui habia roto con el, pero alli tambien habia pasado ratos con ella muy agradables. Habia reconquistado a su hermana... y ahora estaba separado de ella... otra vez.  Incluso la elfa samurai... le gustaria que la elfa samurai le tomara como discipulo como su maestro, pero ahora no era imposible...pero por extraño que fuera, sonrio.  El balance del Templo era positivo, queria creerlo... las palabras de Melissent eran cierta, habia que sonreir, era lo unico que no les podian quedar.

Habia prometido tener fe y esperanzas. El Varander, apenas habia entendido que habia pasado y menos que se habia conseguido. Queria creer, que de alguna manera, se habia salido con elllo... recordo las palabras de la valkyria, aquel parecia el mismo mundo, ignoraba si habia cambiado algo...pero no era o no parecia el mundo que queria la Orden. De momento, solo lo de los shamjim, le habia sorprendido...habia una verdad subyacente pero lo acabaria descubriendo con el tiempo... Suspiro. El Varander. Nadie le creeria si lo explicaba. Llevaba a sus espaldas esa responsabilidad carcomiendole pero de momento, las cosas no parecia ir mal.  Dejaria para mas adelante su evaluacion...

No iba a ignorar lo pasado en el Valle, ni lo que habia hecho Yui y aunque le doliera lo pasado, no se rendiria. Ella lo habia, tenia recuerdos de Yui sonriendo, feliz... lo habia sido y podia volver a serlo. Tenia fe. Tambien habia pensado en lo de los sacrificios, si Miyu se le volvia a aparecer, atajaria aquello de manera inmediata. No sabia que le habia hecho la diosa a Yui, pero si el problema era ser un colmillos, por ella, lo haria... ademas tenia un par de preguntas para la Diosa.

Tenia el medallon del Templo en su mano izquierda, ni se habia dado cuenta.La verdad es que ¿esperaba algo en especial de esto? Sin abrir los ojos, Katsu empezo a repetir en voz baja un conocido mantra en arisiano:

-Namu amida, Shiryu... namu amida, shiryu...

Que traducido, era "protegenos y guianos, dragon sagrado"... estaria un rato mas, asi, concentrado...

La mujer mira al elfo y dice:

- Espero que ninguna, pero nunca se sabe, ya se sabe por mar pueden aparecer piratas y en tierra bandidos, ademas como vamos por una zona normalmente usada por comerciantes no me extrañaria que aparecieran salteadores.

Se queda pensando y añade:

- Ah, ademas el desierto es bastante peligroso porque es epoca de reproduccion de los gusanos de arena y bueno, suelen estar alterados

La mañana amanecio fresca, el rocio de la mañana caia erizando la piel por el frio, pero tambien se notaba el aire fresco, la brisa del mar soplaba con frescura y llenaba el ambiente del salado aroma de este. La ciudad estaba despertando, la principal actividad podia observarse en la zona del pequeño puerto en donde toda clase de pequeñas barcas estaban saliendo ya hacia el mar para pescar, sin duda sus tripulantes ya llevaban bastante tiempo despiertos y esa era la rutina diaria.

En un extremo del puerto la gran nave elfica estaba atracada, un par de guardias vigilaban y miraban especialmente mal a cualquiera que se acercara lo suficiente como para poder siquiera escuchar levemente algo; por otra parte el barco humano era todo un hervidero de actividad, los marineros subian a los mastiles para desplegar las grandes velas, un par de hombres en el puerto se dedicaban a quitar las grandes cuerdas que amarraban el barco a este y un chico daba vueltas de un lado a otro con varias cajas.

La pasarela era de madera sin barandillas y tenia una pequeña pendiente que los marineros subian y bajaban como si fuese el puente mas robusto que nunca habian visto, un detalle que llamo la atencion de todos los no habituados al mar era ver que practicamente todos los marineros que estaban en cubierta estaban descalzos.

En la noche tampoco nada especial, el chico se fue a descansar y madrugo. El descanso siempre era reparador y Katsu durmio de un tiron. Por la mañana, a parte de fresco, estaba concentrado. A diferencia del dia anterior, se mostraba un poco mas confiado y sereno. En su rostro habia un gesto sereno, casi afable, parecia otra persona... pero realmente recordaba y era como el viejo Katsu, el de siempre... pero bueno. Recogio sus cosas, desayuno con prisas y apenas espero a nadie.  Habia decidido que se vieran en el embarcadero... el habia decicido eso por su parte.

Seria la segunda vez que se subiria en un barco. No era su habito pero ahora, tenia un par de trucos y de cosas para hacer en el viaje... si se aburria o si Azeneth no le necesitaba para nada...meditaria o hablaria con los elfos o la Farian. Quizas fuera a ser un poco mas introspectivo de lo que habitualmente seria... Tampoco sabia que hacian los elfos por alli, pero una vez en el muelle, y estando en silencio, quizas pudiera escuchar algun comentario de los marineros humanos..

Y de hecho, Katsu no estaba quieto, pues aunque esperando que Azeneth apareciera o los otros compañeros, el chico, estaba haciendo estiramientos... que le venian para mantener la forma. De hecho, habia recordado algo de su maestro hacia poco. El siempre se estaba ejercitandose aunque no fuera ejercicios puros... casi siempre estiraba pues decia que con ejercicio continuo, los musculos ganaban elasticidad y potencia un monton... asi que habia decidido hacerlo, siempre que pudiera, y ese era un muy bien momento... mientras esperaba a alguien. El habia cumplido, era temprano, y habia ido, ahora quien tenia que cumplir era la patrona y aparecer, sino, no habria negocio...

Fineas permaneció despierto casi toda la noche, vigilando cualquier movimiento sospechoso, sobre todo si provenía de alguno de los barcos. A pesar de haber sinceridad en las palabras de Azeneth, no terminaba de fiarse, pero si querían hallar respuestas en cuanto a la madre de Melissent, no les quedaba otro remedio. Aparte de que el hecho de viajar con algún aliado garantizaba algo más su seguridad.

Almare mientras se mantuvo oculto, Fineas se lo recomendó así debido al barco élfico. Sabía que los elfos dorados odiaban a los elfos grises, y si era posible, Fineas prefería que no supieran que él se encuentra en la aldea.

A la mañana siguiente Fineas estuvo esperando pacientemente a que su compañera despertase, viendo desde donde estaba descansando junto con Almare, como el primero en salir de la posada era Katsu.

Melissent durmió placenteramente toda la noche, sin casi preocuparse por nada más que descansar. En cuanto se despertó enseguida salió a mirar por el resto de sus compañeros con una ligera sonrisa y en cuanto vio a Fineas se acercó a él , aún con un poco cara de sueño: - ¿Has dormido bien? Espero que sí porque hoy nos toca un largo viaje.   

Mientras decía esto se peinaba con ambas manos su larga melena y tenía una mirada seria: - Espero que por fin encontremos respuestas a todos nuestros problemas. Katsu siempre está con la mirada perdida, la pobrecita Darian únicamente quería aceptación... Y tú, que rara vez sonríes... Pero todo eso tiene que cambiar ¿vale?

En ese momento esbozó una sonrisa a la vez que acarició el pelo de Fineas con ánimo de alegrarle ya que sabía que su compañero sufría mucho más de lo que se notaba.

Hombre, si la parejita habia decidido presentarse. Se lo habia tomado con calma...pero bueno. Hoy estaba algo mejor de humor. o como minimo mas estable. De hecho, los elfos podrian ver que el chico no se quedaba quieto... y si, quedaba raro verle haciendo estiramientos. Pero bueno, se lo podia perdonar. cuando se acercaron al barco, el chico les saludo efusivamente con su brazo siniestro y les dijo algo:

-Hombre, parejita, habeis decidido venir al final... me alegro... asi el viaje sera mas interesante... me gustaria que pensarais bien lo del Templo, os puedo hablar del del Viento, merece la pena de verdad...

Se quedo esperando la respuesta de los elfos, a ver si tenian algo interesante que contar, sino se veia el viaje meditando y con Azeneth... y no, no tenia ningun libro con que leer. Ahora echaba de menos la compañia de Yui y Elenaide, entre las dos, siempre habia algo que hablar o algo que preguntar... y el tiempo, se pasaba volando. No comprendia a los elfos, pero comprendia la situacion. Melissent y Fineas, eran una pareja que llevaria su tiempo junto, y el estaba solo pero aquello no minaria su animo hoy...

La pequeña Farian y su libélula habían dormido en el mismo cuarto que Melissent, pero despertó mucho más temprano que la joven.

Darian estaba acostumbrada a despertar al alba, solían dormir mucho menos horas que un ser más grande.

Así que desde su lugar en un cojín junto a la ventana, observó a Fineas, también él había dormido muy poco o nada, y el dragón había permanecido oculto. Estaba claro que se ocultaban, la pequeña no supo muy bien por qué. Ella solo quería jugar y divertirse, pero también tenía miedo de emprender un viaje demasiado lejos del bosque, era el único lugar seguro que conocía, por lo tanto, irse tan lejos era algo que la hacía sentirse insegura.

Sabía que si iba con ellos tendría muchas aventuras y probablemente se expondría a otros peligros que ni siquiera podía imaginar, pero también sabía que la protegerían. El problema era hasta qué punto... apenas acaba de conocerles.

Se acercó en silencio a Fineas, sentía que podía confiar en él, pero... era tan grande y silencioso. Al final no dijo nada.

Cuando partieron hacia el barco, la Farian partió con ellos, volando cerca de Melissent. Pero siguió en silencio.

Almare que volaba cerca se comunica con Fineas, el dragon parece asustado y nervioso en cierto sentido:

- Fineas, algo se acerca, siento una gran inquietud, algo que no he sentido nunca, algo..

El dragon guarda silencio instantaneamente

Todos esperan en el muelle dispuestos a dirigirse hacia el interior del barco, cuando algo sucede, todos pueden ver como Almare el dragon de Fineas aparece a lo lejos volando a gran velocidad, el dragon vuela a gran velocidad hacia el barco, es como si algo o alguien le persiguiese, en ese instante uno de los vigias del barco grita:

- Dragon!!! nos ...

El hombre enmudece de terror cuando todos escuchan un rugido el mas poderoso y aterrador que nadie habia escuchado antes, todos los presentes siente como su cuerpo se congela durante unos segundos, su corazon late con una gran fuerza, como si fuera a salirse de su sitio, el terror puede verse en las caras de algunos marineros, instintivamente todos miran hacia el lugar que miraba el vigia y es alli donde pueden ver algo increible, bello pero al mismo tiempo lo mas terrorifico que nunca hayan visto, un dragon, pero el mas grande que jamas hayan visto, una criatura de un tamaño irreal, mas grande que una ciudad y sin duda de un gran poder se acerca volando lentamente hacia la ciudad.

El dragon parece mirar la ciudad, el barco humano comienza a moverse a gran velocidad, algunos marineros gritan que deben marcharse cuanto antes, otros parecen tratar de esconderse, el terror se apodera de todos, incluso los habitantes de la ciudad parecen estar paralizados por el miedo.

No muy lejos de alli el barco elfico esta comenzando a despegarse del puerto, todos pueden ver como sus armas estan dispuestas apuntando a la enorme criatura, un dragon negro de impresionantes dimensiones

La enorme criatura tiene alrededor suyo una gran cantidad de seres mas pequeños que vuelan rodeandole, y que siguen el mismo rumbo que el, no saben realmente porque pero con solo ver a la gran bestia todos pueden sentir un gran terror y aquellos conocedores de la magia sienten una energia magica, tan poderosa e intensa que hace que sientan mareos y nauseas.

Los ojos de Katsu se quedaran petrificados, como el. No sentia miedo, sentia terror. Habia visto cosas monstruosas pero aquello sobrepasaba todo. Golems, la Orden, monstruos... pero aquello, aquello... no tenia palabra. Una monstruosidad alada, tan grande como la ciudad capital de Arisu, quizas mas...¿quien demonios era? Y aquello, ¿magia? Era abrumadora... solo dos veces, habia sentido un poder superior... con Miyu y durante el Varander... Tambien estaba boquiabierto y patidifuso...

Apenas, a duras penas... el chico consiguio balbucear algo:

-Bendito Shyryu....protegenos..que esta pasando aqui...

Querria decir algo mas pero...no podia. Todo iba horriblemente mal. Aquel ser evocaba sus miedos mas profundos, infundia terror. A su cabeza, vino todo de sopeton, soledad, miedo... todos los momentos de miedo y dramaticos juntos. Era dificil de explicar... quizas inenarrable. Desesperacion... se imaginaba cosas que no fueron... ¿o si? Liath empalando a Yui... el mundo de la Orden, todo ruina... Pero no pestañeaba, aquello era digno de ver...de alguna manera. Sobrevivir a tantas cosas... para aquello... No hizo nada, no podia... Si hubiera tenido una arma en sus manos habria caido al suelo...

No era consciente de lo que hacian los otros, o de lo que pasaba... Aquello era tan... que no podia dejar de mirar... Era el solo y esa leyenda viva...

Fineas se quedó por un momento petrificado al ver semejante monstruosidad... estaba acostumbrado a ver dragones, los había visto grandes, e incluso había luchado con sus antiguos compañeros contra algún dragón negro... pero esto escapaba de toda lógica posible. 

El aviso de Almare sirvió para sacar a Fineas del trance que al ver como la gente a su alrededor se quedaba petrificada rápidamente fue a ver como estaban el resto.

- ¡No os quedéis parados, corred! - grito Fineas a Katsu y al resto mientras buscaba a Melissent.

- ¡Almare! Busca rápidamente a Melissent y recógela, yo mientras me aseguraré de que Darian y Katsu se encuentren bien... - dijo con cierta resignación, los acababa de conocer y no sabía mucho de ellos, pero no iba a dejar que terminasen devorados por semejante ser.

Al ver a Katsu paralizado le puso la mano sobre el hombro, moviéndolo un poco para sacarlo de su trance... - Katsu, no es momento para quedarse parado, ¡tenemos que salir de aquí! - le gritó mientras buscaba con la mirada a la pequeña Farian y a Melissent.