Partida Rol por web

Eso fue todo, la paciencia de Gabriel se fue a un valor negativo con el solo comentario de aquel grotesco marinero. Frunció el ceño, y apunto con su arma al sujeto, directo a la cabeza, jalando luego el gatillo para tirar a matar.

- ¡¿A QUIÉN CREES QUE LE VAS A DAR ORDENES, PUTO ANIMAL?!

Fineas no pudo evitar sentir algo de simpatía por el chico al escuchar esas palabras, pero el chico aún podía recuperar lo que había perdido, él en cambio no, Fineas solo tenía una opción y cuando llegase el momento idóneo la culminaría, pero todavía necesitaba ver más cosas.

- Si hemos terminado aquí deberíamos ir pensando en nuestro próximo destino, y la verdad es que esta zona la conozco poco o nada. - dijo el elfo mientras se acercaba a Almare y al resto del grupo.

Darian no comprendía muy bien las palabras del joven rubio, pero unas palabras no dejaron de sonar en su mente "animales esos raros" ¿A qué se estaría refiriendo?

Sin duda tengo hambre, pero tengo que mantener la cortesía si no quiero espantarla. A fin de cuentas es mucho mas agradable cenar con ella que solo. Y por lo visto no solo a ella le interesa la conversación... Tendré que tener cuidado con lo que diga en adelante.

Espero paciente a que el humilde hombretón prepare mi pedido, con una sonrisa educada. No es un plato adecuado a mi estatus, pero el camino va a ser largo, y aún más larga mi búsqueda de un modo de obtener ingresos. Soy consciente de que el sucio dinero que me entregara mi hermano terminará por consumirse, como lo ha hecho mi amor por él.

Cuando el tabernero regresa, le hago entrega del dinero como pago a sus servicios, saliendo de la taberna con una sonrisa. El camino que emprendo me llevará justo al consejo de los dioses, y algo me dice que si confío en su cuidado no estaré desamparado.

NO entendía lo que pasaba entre ellos. ¿Porque se enfadarían. De pronto miré a Arween a ver cómo estaba. - ¿Estás bien Arween? Tranquila que no pasará nada. - Le dije con una sonrisa.

Ducky sigue corriendo escuchando a sus perseguidores, es entonces cuando el drow parece ver un lugar entre la maleza que le permitiria esconderse, al verlo no lo duda y se lanza hacia el interior, tal vez por fortuna, tal vez por habilidad, no mueve apenas los matorrales por lo que no queda constancia aparente de que haya pasado por ahi, aguantando la respiracion y tratando de que no se le escuche recargar su arma cosa que aparentemente logra escucha como los pasos se acercan y pasan corriendo.

Ducky no termina de ver bien a las personas, pero son tres, el primero de ellos lleva una espada y sigue su camino, al igual que el segundo, el ultimo de ellos tiene un escudo en la mano izquierda y un garrote en la otra y va algo mas despacio pero sigue alejandose al igual que sus compañeros

En una de las mesas Yui responde cortesmente a su acompañante meintras se lleva algo a la boca:

- Curioso que yo una maga practicamente de la magia negra me haya encontrado con alguien usuario de magia blanca, realmente me parece curioso, las casualidades del destino sin duda.

Yui de pronto pone mala cara, como si lo que hubiese comido, unas verduras asadas con bastante buen aspecto no le gustasen nada y le sentasen especialmente mal, la mujer hace entonces grandes esfuerzos por tragar y trata de ocultar el hecho a su acompañante:

- Pues os agradezco mucho la oferta, tal vez pueda recuperar mi memoria con el uso de la magia blanca, ya que es una magia curativa que tal vez pueda sanar mi memoria no creeis?

Subitamente los usuarios de la magia notan algo, una subita energia oscura, los magos notan que no es de ninguna magia que habian sentido antes, lo que para Sycnus supone bastante, es etonces cuando este recuerda algo que le dijo su maestro, sobre un tipo de magia mas oscura que la magia negra y la magia nigromantica, le habia llamado magia demoniaca, por su parte Eliddor habia sentido esa misma energia en un momento muy concreto de su historia, un momento que le hizo emprender su viaje. Esa magia se siente solo durante unos segunos.

Beremode al parecer tambien lo habia sentido ya que iba a empezar a hablar cuando sintio esa energia, mira a Sycnus y dice bastante seria:

- Sycnus habeis sentido eso, se me ah erizado todo el cabello, sabeis que es?

Mira a su guardian y dice:

- He sentido algo extraño, una energia magica extremadamente oscura

Eliza asiente ante el comentario de Belyye, este puede darse cuenta facilmente que la niña no reacciona al uso de la magia lo cual puede indicar que muy dentro de ella puede ser conocedora de ella o simplemente no le parezca algo tan extraño. La curiosa pareja no tarda demasiado en salir de las ruinas ya que aparentemente solo ese golem guardaba el lugar o al menos ahora era el unico que quedaba.

En el exterior el sol estaba en lo alto y se notaba algo de calor ademas de una ligera brisa que hacia que el dia fuera bastante agradable, la pareja podia ver ante si no demasiado lejos como el sendero que salia de las ruinas se unica a un camino principal con aspecto de ser algo mas transitado.

Eliza tras sacudirse el polvo de encima dice:

- Gracias por ayudarme. 

Mira todo a su alrededor, se queda unos segundos tomando aire profundamente y añade:

- Sabes donde nos encontramos? si hay un camino a lo mejor hay gente cerca que pueda conocerme o algo no?

El marinero observa el arma de Gabriel el cual no lo duda y dispara, por fortuna para el marinero habia decidido moverse justo en el momento en el que era disparado, algo asombrado y desorientado ya que no habia visto nunca un arma asi decide atacar a Gabriel mientras deja a las hadas, corre hacia este mientras desenvaina su arma y la levanta preparado para atacar.

Mientras tanto una de las hadas dice a su compañera:

- No lo se, porque, pero ese hombre de ropas rara nos esta ayudando, deberiamos intentar ayudarle no crees?

El pago al tabernero y los primeros pasos del viaje no suponen mucho para el elfo, por suerte el dia aunque calido no es demasiado caluroso ya que una agradable brisa sopla lo que hace que sea facil refrescarse, ademas no tarda demasiado en internarse en un bosque con lo cual la sombra de los arboles hace que sea mas sencillo caminar. Los campos de cultivo y las casas diseminadas de los humanos han quedado atras, por lo que puede ver el camino de tierra es bastante transitado, e incluso se encuentra con algunas personas a caballo o en carretas que le adelantan.

Tras varias horas de andar el elfo lleva bastante tiempo sin encontrarse con nadie, lo cual le permite estar mas tranquilo, pensar en sus cosas, o simplemente contemplar el bosque que era mas grande de lo que parecia, en una de sus miradas puede ver como no muy lejos del camino hay lo que parecen los restos de un edificio antiguo, por lo que ha estudiado por la forma de la estrutura deben ser restos Shanjim, pero estan demasiado destruidos, es entonces cuando se escucha un derrumbe, casi por inercia observa el lugar del que proviene el sonido pudienod ver en lo que debe ser la entrada de las ruinas dos figuras, se tratan de un hombre y una niña

¿Cómo hago las tiradas para los hechizos?

Oh dios... no ahora.. no ahora no... Me levanto de golpe, como si la habitación estuviese inmersa en llamas, y como el perro que encuentra un rastro de repente, intento moverme por la habitación buscando de nuevo la misma sensación. Odio tanto ésta sensación como me odio a mi mismo... pero por otro lado, tengo que saber de donde viene. Necesito cómo ha podido aparecer aqui, en medio del aire. Me muevo de un sitio a otro de la sala, tratándo de encontrar de nuevo ésa sensación. De hecho, me empieza a desesperar la idea de no volver a contactarla. No... no me esperaba que apareciese asi, en un momento asi. Salgo del comedor al exterior y me doy una vuelta...

Observo el edificio con genuina curiosidad. La raza Shanjim es la única que merece realmente el respeto de mi pueblo, pues su habilidad para la magia los sitúa bastante cerca de nosotros mismos. Los elfos dorados sabemos reconocer la valía ajena, al contrario de lo que muchos creen en su bárbara incultura. Es solo que nuestro respeto se obtiene por motivos distintos a los que los salvajes esperarían.

Un sonido hace que me gire, un derrumbe de alguna pared en mal estado. El edificio parece en un estado deplorable, desde luego dista mucho de ser un refugio adecuado salvo caso de extrema necesidad. Preferiría la sombra y cobijo de cualquier árbol que internarme en ese edificio.

Dos figuras permanecen junto a lo que parece la entrada del edificio. Un hombre y su hija, probablemente. Desconozco sus intenciones para con las ruinas, pero mal progenitor será si tiene intención de permitir a su retoño internarse ahí. Claro que hablamos de salvajes, no debería esperar demasiado sentido común.

Miro alrededor. Llevo ya horas sin ver a nadie en el camino, y no se cuanto falta para llegar al pueblo. Quizás estos desconocidos puedan ofrecerme alguna indicación. Me encamino hacia ellos, manteniendo las manos bien a la vista para no levantar suspicacias. Lo último que deseo es que mi mano en la empuñadura de la cimitarra provoque un enfrentamiento evitable.

Bien hallados, buena gente -Digo, levantando la voz, mientras me acerco con una sonrisa educada- Mi nombre es Saryllion Lionforge, encantado de cruzar mi camino con el suyo. ¿Tendrían la amabilidad de indicarme si voy bien por este camino para llegar al pueblo? Deseo hacer algunas compras allí antes de poner rumbo a la capital...

En el momento en que el elfo dorado se dirigió al grupo de dos personas que se encontraba al lado de las ruinas, uno de ellos reacciono instantáneamente girándose hacia él, posiblemente para el elfo uno de los primeros detalles a percibir de forma casi natural fueran las orejas de aquella persona que indicaban que no se trataba de un elfo.

A pesar de eso su cabello tenía un color blanco como la nieve con algunos destellos plateados según como se mirara, pero había algo que llamaba mucho más la atención que el tonalidad de su cabello y eran los iris de sus ojos totalmente teñidos por un amarillo puro que no acostumbraba a ser natural para la raza humana, teniendo en cuenta que el joven parecía pertenecer a esa raza.

Sus ropajes parecían los de un viajero, una larga gabardina negra se extendía desde su cuello hasta casi llegar a los pies ocultando totalmente su cuerpo, a pesar de eso era fácil intuir su complexión delgada y que no parecía demasiado musculada a primera vista, todo eso acompañado por una bandolera que le colgaba a un lado y que parecía estar llena de objetos para poder viajar.

A su lado se encontraba una niña de cabello negro rodeada por una capa negra que seguramente contrastaría con los ropajes blancos que llevaba debajo, también portaba un enorme libro lo cual parecía formar un peculiar grupo, sobre todo porque el joven no parecía tener más de unos 20 años de edad hablando en términos humanos.
Pasaron unos segundos en silencio mientras el joven peliblanco parecía pensar algo por dentro y finalmente respondió al elfo con un tono sereno.

“Es cuestión de seguir el camino” Tras eso se volteo un segundo para mirar a su acompañante para responderle a la pregunta que ella también le había hecho anteriormente pero no había podido responder antes de que el elfo les llamara la atención “Si, tengo más o menos una idea de donde nos encontramos, simplemente tendremos que seguir el camino”

Tras eso volvió a mirar a la otra persona y dijo:

“Supongo que vamos a tomar el mismo camino” Y tras esas últimas palabras se volteo para mirar en la dirección en la que pensaba que se encontraba la siguiente zona civilizada y se puso a andar mientras le hizo una suave señal a la niña para que la siguiera aun que posiblemente no hiciera falta.

Espero una distancia prudencial, para que me de tiempo de hacer dos disparos, uno por perseguidor y al tercero lo pueda batir en combate cuerpo a cuerpo. Cargo un birote procurando no hacer ruido y me asomo por encima de los matorrales.

Quizás sea la maleza del bosque o la tensión del momento, pero calculo mal la distancia y realizo un disparo apresurado. Mientras el virote vuela y lo oigo quebrar ramas y hojas es cuando me doy cuenta que no tendré tiempo para otro disparo. Solo me queda esperar que al menos el último perseguidor caiga.