Partida Rol por web

De algun lado le sonaba el nombre de Ishtar. Claro, ¿no era ese el nombre del libro contrario al que ella misma tenía, el Ereshkigal? El ambiente estaba cargado de energía blanca. Tranquilizadora para la mayoría, pero a ella le resultaba algo dolorosa. Se frotó el hombro, intentando apaciguar un poco la quemazon que le exigía alejarse de aquella fuente de santidad.

Se preguntaba si no se habían dado cuenta de que tenían una persona técnicamente maldita entre sus muros.

-No, sinceramente no recuerdo. Tengo la certeza de que estaba muy lejos de aqui, en un lugar llamado el valle del viento creo...

Se hace un poco hacía atrás con el golpe, del cuál no sintió dolor alguno debido a su peculiar condición, sin embargo, pudo calcular la fuerza de esté debido a los sensores conectados a su armadura, los cuales le indicaban el indice de daño y dolor que había recibido. El golpe no fue un problema, pero como lo indicaba la pantalla, había dolido, aún tras la armadura, lo que indicaba que el sujeto era más duro de lo que aparentaba. 

Sonrió de lado dentro, con su rostro oculto bajo su casco. Estiro el cuello, mientras enfundaba su arma, dando un par de pasos de trote en su propio sitio, preparandose para pelear.

- Así que, ademas de feo, también tienes músculos... -

Extendió sus brazos a los costados, mientras de su mochila salio disparado un par de cestus, que al quedar a la altura de sus antebrazos, se anclaron y ajustaron a las extremidades del mercenario, listo para golpear, levantando la guardia. 

Muestramé lo que tienes, muchachon. -

Ducky el cual se veia algo superado por la situacion dice al hombre del escudo que tiene frente a el:

- Aunque logréis deshaceros de mi, jamás os haréis con la carreta. El mercader es un mago poderosísimo, capaz de convertir el plomo en oro y vuestros culos en escarcha. Vuestra única solución es que alguien cercano a él le de muerte de improvisto, alguien como yo. ¿Y bien, que me dices?

El hombre se queda unos segundos pensando con el escudo preparado, tras unos pocos segundos dice:

- Umm has  matado con facilidad a Roger mientras corrias, por lo que eres un buen tirador y ahora necesitamos un arquero, no se no

Pero en ese momento algo sucede, un hombre aparece de entre los matorrales y se lanza a por uno de los perseguidores, el que estaba mas lejos, este hombre lleva una daga que clava en el costado del asaltante que gracias a su pequeña armadura de cuero resiste el ataque lamentandose un poco unicamente, pero sin sangrar, el hombre del escudo grita:

- Maldito has intentado engañarnos

Saliendo de la maleza y con un objetivo claro, Tenebrae pronto se daba cuenta que luchar con una daga no tenía los mismos resultados que con una espada... Con su espada "Eliza" aquel golpe hubiese sido una muerte segura, incluso el cuerpo hubiese sido cortado en dos, pero mientras se preparaba para el siguiente cruce de armas, dispuesto a no darle respiro a su rival inmediato, lograba escuchar las palabras del Drow.

Por lo que podría llegar a suponer, era que los hombres a los que estaba atacando en esos instantes, eran asaltantes mientras que el Drow una especie de escolta... Claro que no podría confiar mucho en el juicio de quien lo contrató si lo que decía era cierto, pero por el momento ahora estaba obligado a continuar con la lucha.

You will learn to fear the darkness in me...

Murmuraba de pronto clavando su mirada en aquel hombre que pudo soportar su ataque sorpresivo, momento en el que imponía su voluntad y la exteriorizaba, dejando que un aura oscura empezara a envolverlo... Los Guerreros de la Temple no sienten miedo, pero no significaba que no supieran usarlo en batalla, crear caos en sus enemigos para proteger el Equilibrio.

No había tiempo para hablar, había que luchar y eliminar la leve ventaja numérica antes que pudiera organizarse, por lo que Tenebrae se lanzaba al ataque nuevamente intentando ser mas rápido y mortal. Debía tomar la espada del futuro cadáver y cargar contra el líder si es que el tercero no se volvía un obstáculo que no pudiera ignorar.

Cuando el nuevo atacante aparece me crea un segundo de confusión. No es hasta que mi asaltante reacciona diciendo que he intentando engañarlos que me doy cuenta que debe ser de los "buenos". Sin dar tiempo de reaccionar al hombre del escudo le lanzo un tajo a la altura del cuello. El corte es preciso y letal, un chorro de sangre baña su cuerpo mientras cae de rodillas. En ese momento clavo la espada en el suelo y monto un birote en la ballesta dispuesto a prestar apoyo al nuevo.

Bastante extrañada la sacerdotisa, pero con un tono amable dice:

- El valle del que hablas esta a varias semanas de viaje, esta en la parte mas sur de este continente y nostros estamos al norte, de hecho estamos en la capital del reino Shanjim de Lodoss

La mujer parecia extrañada pero sin duda en su mirada no habia ningun sintoma de estar mintiendo

-Ya veo...realmente no tengo explicación entonces. Me gustaría saber quien me ha traído y si he estado durmiendo durante tantas semanas.

Se sentó al pie de la cama y examinó como se sentía, si tenía alguna herida o malestar. Se sentía mal aún por el tema del asesinato que había presenciado, y aunque podía hacer de cuenta que había sido un sueño, no colaba del todo por el hecho de haber aparecido sin mas allí. Recordó otro detalle.

-Tenía cosas conmigo, ¿verdad? -dijo mirando alrededor.

La llamarada casi no le hizo nada, así que le volví a atacar apuntando a los ojos e intentar cegar al marinero. Ahora con las manos extendidas empecé a pronunciar cosas y unas bolas de mis manos se aparecieron. Entonces las fui disparando una a una con un perfecto dominio.

Los acontecimentos pasa a una gran velocidad, Teenbrae tras realizar algun tipo de conjuro a ojos de los atacantes y del Drow se lanza a por el hombre que tiene delante, con gran ferocidad le consigue clavar la daga en el cuello de forma que esta se introduce con fuerza haciendo que la sangre salga con fuerza y llene a este y su arma de sangre, el hombre cae al suelo totalmente muerto.

El hombre del escudo que lucha con Ducky trata de interponer su escudo pero no lo consigue recibiendo un ataque en el absomen del arma del drow que comeinza a sangrar, sin embargo, parece que no es suficiente para acabar con este que decide lanzar un golpe con el escudo de nuevo, el golpe es tremendo y consigue que Ducky caiga al suelo con un fuerte dolor y mareado, ademas ha perdido su arma que ha caido junto a el.

Viendo la situacion el otro asaltante se gira hacia Tenebrae y dice:

- Tu quieto si no quieres que tu amigo muera a manos de mi amigo

La mujer señala la mesa de al lado, ahi esta todo lo que tenia Scire salvo lo que cogio del almacen del templo, la sacerdotisa algo extrañada dice:

- Apareciste ayer en el suelo al lado del altar, todas esas cosas estaban a tu lado, e incluso tu ropa estaba a tu lado, una novicia te encontro y te hemos traido aqui, te limpiamos el cuerpo que tenias muy sucio pero afortunadamente sin heridas y lavamos tus ropas.

Scire entonces se da cuenta que sus ropas tambien estan entre las cosas de la mesa y que ella lleva puesta una tunica de color blanco con detalles en violeta, la mujer entonces continua:

- Esperabamos que despertaras, gracias a nuestra madre Ishtar lo has hecho, pero me temo que no sabemos como has llegado hasta aqui, creiamos que tu nos lo podrias explicar

Pausando un momento el sentimiento de culpa, una alarma surgió en Scire.

¡El libro!

Si, el libro que era tan vital y lleno de saberes, pero tan volátil en cualquier otra mano que no fuese la suya (o eso consideraba ella). Se sintió frustrada y molesta. Quería una explicación de como había llegado ahí o donde estaba el preciado tomo, pero no tenía nada mas que el aire para reclamarsela. Se calló su urgencia, y decidió que primero lo primero.

-Bueno, en tal caso estoy muy agradecida. ¿Habría algo que pudiera hacer para expresar mi gratitud?

Matar, eso es lo que Tenebrae sabe hacer sin que un rastro de emoción se dibujara en su rostro, pretendía hacerlos huir para poder facilitar las cosas luego de asesinar a su primera victima del día. Pero cuando la sangre de su rival lo manchaba y su mano reclamaba con rapidez la espada de su rival dejando atrás la daga, escuchaba las palabras del otro rufián... La situación parecía haber cambiado, pero aquel asaltante no lo conocía en nada y eso estaba claro cuando intentaba amenazarlo.

Aquel Drow parecía tener algo de agallas al intentar nuevamente defenderse, pero terminó en el suelo y eso demostraba que posiblemente no sea de la clase guerrera. Era una situación complicada en el sentido que su vida estaba en peligro, pero si lo que dijo era cierto, aún había alguien mas con vida y además, tampoco había garantías de que se cumplieran las promesas de esos bandidos... La solución para Tenebrae era simple, un golpe, una muerte y el restante deberá elegir entre morir o correr... Cobardes, ellos siempre elijen la vida.

Sin dudarlo se lanzó de nuevo al ataque contra aquel hombre que había hablado, era el que estaba mas cerca y al que planeaba matar sin dudarlo. Debía hacerlo con toda su fuerza y determinación, si lo lograba matar en aquel cruce de acero dejaría claro que no se puede negociar con él y así, el restante deberá emprender la huida enfrentarse al final de su camino.

Muerte es lo que les espera si no corren lejos de mi!

Le espetaba de pronto cuando al tenerlo al alcance, su mirada inexpresiva se clavaba en aquel sujeto antes de trazar un arco descendente con su nueva espada, era mas liviana que Eliza por lo que todo dependía de la fuerza de sus brazos. En aquel momento la vida del Drow dependía de su propia habilidad y el azar, tampoco podía estar seguro que aquel otro fuera a irse sin reclamar una vida...

Con las manos echadas al suelo y panzarriba cual gato mal herido me lamentaba de mi burda situación. "Joder, que torpe he sido".

Cuando el extraño decide atacar al otro asaltante, miro rápidamente mi espada aún clavada en el suelo a escasos pasos de donde estoy. "Si pudiera ganar algo de tiempo..." Decido probar algo bastante viejo y tosco pero que suele dar resultado. Aprovechando que estoy en el suelo con mi asaltante cerca, hago fuerza con las manos contra el suelo y agarrando todo el impulso posible le arreo una patada en la entrepierna para luego intentar rodar hasta la espada.

La mujer se queda unos segundos pensando y entonces dice:

- Si, si pudierais entregar una carta a una persona seria suficiente.

La mujer observa a Scire y a continaucion añade:

- Pareceis un poco preocupada, no os preocupeis, podeis descansar mas tiempo aqui si lo deseais, a fin de cuentas no deseamos que partais estando en mal estado

-Me siento bien realmente. Puedo entregar la carta y luego continuar mi camino, ¿donde es el destino?

Scire pestañeo. Realmente quería unos minutos a solas para examinarse a si misma, pero no dijo nada.

Parece que la combinacion de movimientos y ataques hace mella en el hombre, primero el ataque de Torween que hace que el marinero se despiste por el dolor y despues los movimeintos de Gabriel que finalmente consigue que caiga al suelo de un fuerte golpe.

La cubierta aparentemente esta tranquila, sin embargo, se escucha ruido proveniente del interior del barco y sin duda no tardaran en aparecer varios marineros mas

Rapidamente Tenebrae se lanza a por su rival meintras Ducky lanza una fallida patada a su atacante, el ataque de Tenebrae noe s muy bueno, pero logra rozar al bandido, este al escuchar lo que dice se aleja de un salto mientras tira le rma y dice:

- No, no, deja, estas loco

Parece asustado mirando a Tenebrae el cual desprende un aura oscura, el hombre del escudo parece ver que se encuentra solo y maldice:

- Malditos, maldita sea

Y comeinza a correr assustado pero sin soltar sus armas

La mujer sonrie levemente y rebusca entre su tunica meintras habla:

- Hace unos dias un elfo nos trajo esta nota, nos pidio que se lo diesemos a un elfo dorado de nombre sallyrion, segun el entre hoy y mañana tendria que llegar a la ciudad y posiblemente se dirigiria a este o al templo de Zaibacher, nos dijo que le dieramos la carta en nombre de su hermano

La espada seguía siendo liviana, un poco fuera de balance y no dudaba que la hoja no era perfecta como la de Eliza, pero era un arma y en sus manos un arma como aquella seguía siendo mortal aunque la hoja no pudiera resistir el choque contra la roca mas dura. Pero en el momento en que veía que no lograba herirlo como quería, que se veía presionando para intentar que el otro hombre no intentara matar al Drow, veía como su simple presencia bastaba para espantarlo.

Son simples rufianes, atesoran la vida mas que las riquezas que buscan.

Eran sus pensamientos luego de notar como el hombre del escudo empezaba a correr para escapar, pudo haber tomado la vida de aquel drow y en cambio, como él esperaba al lanzarse al ataque envuelto en aquella aura oscura que reflejaba la fuerza de su voluntad, se alejaba de ellos prefiriendo usar el tiempo que tenía para conservar la vida.

En esos instantes él miraba por unos momentos la hoja de la espada que blandía, se la quedaría al igual que la otra para asegurarse tener algo con que luchar hasta conseguir algo mejor o recuperar lo que es suyo. Pero había algo mas importante que mirar las armas ganadas tras la breve confrontación, un asunto sobre el Drow y la deuda que tenía con él por haberle salvado el cuello.

Cuando caes al suelo, lo primero que debes hacer es rodar y alejarte de tu adversario, incorporarte para luego atacar.

Le decía a medida que caminaba hacia el con aparente calma, sin mostrar emoción alguna en su rostro aunque aquella aura oscura que lo envolvía como una bruma negra, empezaba a desvanecerse lentamente. Aquel Drow no era un enemigo, era una fuente de respuestas por lo que antes de dejar que le dijera nada, decidió hacer la pregunta mas importante de todas.

En donde me encuentro?

-No veo problemas en llevarla, pero, ¿esta bien que confie en mi un recado así como así? -respondió tranquilamente. Aparentemente en aquel templo realmente los moradores eran buenas personas, demasiado inocentes quizá.