Partida Rol por web

Como de costumbre las brújulas se rompían cuando unos e perdía en una zona desconocida. Eso les había sucedido a los infantes, su guía se había perdido justo cuando llegaban a la zona más apremiante. Ahora el grupo se había desintegrado en dos dejando al artillero a las puertas de la niebla espesa viendo cómo el resto del grupo se había quedado estáticos. Las órdenes habían sido precisas pero algunos no habían sabido reaccionar a tiempo o pensaban que sus ideas eran mejores que las del sargento mayor. Por su parte sólo rezaba por que no vieran al resto del equipo y estos llegaran pronto a la niebla. Cuando la Cabo habló, hightower se dio cuenta de la verdadera cagada del grupo, las cargas se habían quedado atrás con billy y sonny. Éstos se habían quedado en el grupo de retaguardia algo lejos del resto.

- Ligera malditos seáis, venid aquí! No escucharon las órdenes del sargento?
Bockman como último encargado de la retaguardia creyó ser el que debía hacer a la ligera despertar de su letargo ya que si lo tenía que hacer uno de los oficiales tal vez tuvieran un problema más gordo y creía que los oficiales debían aprovechar el tiempo en cosas más apremiantes que hacer de niñeras de la ligera.

Dereck fue directo hacia la niebla, esperando no encontrarse nada con garras ahí adentro. 

Pues espero que no, sino vamos a estar jodidos- responde a su compañero.

Evans no se lo pensó dos veces y a la orden del sargento camino a paso rápido por entre sus compañeros adentrándose en la niebla.-¡Vamos todos los rezagados entrad en la niebla y pegaros a las paredes lo que podais. Los bichos voladores no se arriesgarán a ir cerca de las paredes con la niebla.!-O eso espero.-Pensó. La voz del sargento denotaba urgencia pero era firme. Se adentraba cada vez mas en la niebla con el morita apuntando a la negrura y llegó a una zona donde casi no podía distinguir a sus compañeros.

Eso le trajo alivio por que la cobertura podía ser una buena aliada, pero la niebla dificultaría la coordinación visual frente a un ataque.  

No ha servido de mucho quedarse rezagada para tratar de averiguar un poco más sobre esa niebla rara que parece rodear el túnel sur, así que se da la máxima prisa posible por adentrarse con sus compañeros dentro de la niebla. Lo que tiene claro que es algo antinatural, a pesar de estar compuesta por vapor de agua.

No se fía mucho de lo que puedan encontrar en la niebla, pero quizá deban comenzar a plantearse otro plan de ataque para entrar en la cámara de la reina. Quizá el plan de la distracción no fuese tan malo como en un principio había parecido. Al fin y al cabo, con esa niebla poco van a poder ver y es posible que haya insectos hasta debajo de las piedras.

Algo se mueve por el túnel central, no he visto muy bien que es, pero concuerco con Mkoll en lo de las varillas metálicas. El teniente informa de que un peligro tiene que ver con el túnel, pero podría ser eso que hemos visto.

-¿La detecta a ella o simplemente un peligro?- pregunto ante las palabras del teniente. Estamos rodeados de peligros y lo que necesitamos encontrar es a la reina, no un bicho, ni un nido de gran tamaño. Aun así, sin mucha confianza avanzo como ha ordenado el mando hacia la niebla con cuidado.

-¿Podemos estar seguros de que no nos han detectado y nos llevan a una trampa?- me pregunto mientras la niebla comienza a absorverme.-¿Qué bicho será el del túnel...?

CANAL DE MANDO

O'Flaggerty informando: lo primero es que esa niebla no es natural, como tampoco la caverna... Aparte de lo evidente, que ha sido agrandada por los obreros, este calor no es natural, sino artificial. Lo que produce el calor está relacionado con la neblina. Si se dan cuanta, también hay más luz de la que debería. Por el movimiento de las corrientes, pienso que la luz viene de la superficie: hay algún túnel que conecta con el exterior. Es interesante, ya que en caso de que la evacuación se complique, sería una vía adecuada.

Diría que estamos entrando en una incubadora. Si decide usted crear una distracción, sería ideal dejar que los artificieros y alguien con buena capacidad de ocultación se retrasaran mientras los demás rompemos unos cuantos huevos. Se desatará el infierno. Sin embargo lo más normal es que entonces esos guerreros que guardan el acceso a la cámara de la reina abandonen sus posiciones y dejen vía libre al equipo de artificieros.

James dio su informe por el canal de mando. Movía los labios mientras corría, pero no salía sonido alguno por el canal común. Avanzó con precaución y en silencio a través de la niebla, en una vía paralela a la de Ramirez y puso la rodilla en el suelo, apuntando con la morita a uno de los bichos que había algo más allá.

Adentrándose en la neblina, los infantes de la federación pertenecientes al planeta Sirius su pusieron bajo el resguardo que ésta les proporcionaba. Estando allí, esperaban poder eludir a los vigías aéreos que el imperio arácnido mantenía en aquel lugar. Hasta ahora no habían sido detectados en absoluto; mas que nunca su entrenamiento militar dejaba por sentado su eficiencia al comprobarse que como unidad lograban todos mantenerse en sigilo y unidos.

Ahora se encontraban ante una nueva encrucijada, los caminos estaban vigilados, la neblina aunque les ocultaba también ocultaba el camino, había vigilantes en el aire y lo más importante, no sabían donde estaba la reina. El sargento mayor Focker y compañía, tenían que decidir pronto como proceder pues quedarse allí implicaba poner en demasiado riesgo la misión.

Llegaba el momento de la verdad, y debían actuar de algún modo y rápido. Por lo poco que había visto el explorador, las patrullas de bichos les localizarían tarde o temprano, y más les valía haber avanzado para entonces. 

-¿Cual es el plan? Desde luego eso son huevos, pero, ¿y la reina? Habría que avanzar más, pero cruzar entre los bichos ya es otro nivel de sigilo. Quizás yo podría. Otros, no lo sé. 

El momento ha llegado y el grupo debe separarse, quizás para siempre. La misión que tenemos es la más difícil de todas las que hemos hecho en toda nuestra vida y aquí estamos, sabiendo que muy probablemente moriremos aquí. Mi único consuelo es que al morir sepa que la misión ha sido cumplida con éxito.

Miro a mis hombres sé que al momento de elegir quienes harán qué cosa, también estoy eligiendo quienes vivirán y quienes no. No muestro una expresión muy clara en mi rostro, pero es pena y orgullo a la vez lo que siento en mi interior. Doy las instrucciones que ameritan antes de continuar:

 - "Mkoll, si es como dices, quiero que esquives a los guerreros y al otro bicho y me digas por comunicador qué hay al final el túnel. Si me dices algo bueno, el equipo de demoliciones te seguirá y hará su trabajo..."

El comienzo de la lista de las labores resuena antes de cada nombre y me parece que sonase un ruido sordo de fondo en el momento en que elijo el posible destino de cada uno:

 - "Sonny y Billy llevarán las bombas. Les acompañarán el Teniente Speedy, Gawain, Sonia y Wimger. Su misión será poner las cargas y proteger el proceso, no se enfrenten a la Reina si no es necesario. Recuerden el sigilo. Si una vez las cargas están puestas y no pueden volver a reunirse con el resto, deben buscar otro camino. Gawain y el Teniente deberían llamar al transporte y encontrar el camino. Cabo Ramírez, tú irás al mando. El resto nos quedaremos acá."

Miro al resto de los hombres, sonrío tristemente antes de volver a hablar:

 - "Nuestro trabajo es despejar todo lo que veamos y meter todo el ruido que podamos para asegurar el paso de los demoledores. Si ellos nos dicen que no pueden volver, nosotros nos quedaremos y nos aseguraremos que puedan huir. Bockman, sitúa la derringer ahí."

Mantengo la mira puesta hacía los soldados que están al sur, preparándome para disparar y limpiar ese camino apenas Mkoll me diga que ese camino lleva a Reina.

- "¡A sus órdenes Cabo! ¿Empezamos a maniobrar o esperamos al reporte de Mkoll?" -

El momento de la verdad había llegado, y ahora le tocaba avanzar rápido, y rezar porque tuvieran suerte y pudieran cumplir la misión pronto y sin demasiados contratiempos. Una cagada a estas alturas sería desastrosa, y el explorador no pudo evitar recordar su "papel" en el despliegue al salir del taladro. Sin embargo, pronto apartó esa idea de su cabeza. No era conveniente pensar en esas cosas ahora mismo, simplemente debía centrarse en avanzar por aquel lugar.

Empezó a andar, y comprobó con gran satisfacción que sus pasos eran ligeros y veloces como en sus mejores momentos, mientras se dirigía, con el pulso acelerado, en dirección a aquel túnel, procurando ignorar los bichos que en él se encontraban. 

Había que mantener la posición, así que procuró dar un paso a un lado para que el sargento mayor tuviera campo de tiro (con el rabillo del ojo le veía apuntar su arma hacia donde estaba él) y se preparó para cubrir la misma zona, alineado con el sargento Evans.

Suerte, compañeros. Susurró por el canal común.

Levantó el periscopio para tener oportunidad de ver por encima de la niebla si lo necesitaba, procurando no descuidarse con el arma. En realidad, atendió a su arma, más que al periscopio. Parecía también un bicho, pero con una sola antena.

Mkoll tiene que avanzar, nos la jugamos todos permaneciendo aquí, pero tampoco sabría cuál es la mejor opción.

-Tres caminos distintos y la reina en algún lugar cercano...

El sargento mayor me ha nombrado para el grupo de las bombas. La niebla nos ayudará, pero aun así ¿qué nos encontraremos junto a la reina? ¿seremos suficientes?

Aprieto las manos alrededor de mi arma y me encojo y estiro un par de veces, necesito mis músculos despiertos, necesito agilidad...todo depende de nuestros movimientos, es mucha responsabilidad. Vamos a hacerlo

Se mantiene en su posición a la espera que Mkoll confirme la posición de la Reina. Tienen dos opciones claras: el camino central o ese envuelto en niebla. Seguramente sea alguna especie de protección para evitar que encuentren algo de valor. Se mantiene vigilante hacia la zona del túnel. Igual que ellos no pueden verles en esa zona de niebla espesa, ellos tampoco pueden verles.

-Suerte también a vosotros. Quiero veros para tomar esas copas en nuestro honor tras la misión.

Así que así terminaba todo, sirviendo de distracción para que sus compañeros pudieran llegar hasta la Reina. No era mal plan, al fin y al cabo, la misión había comenzado siendo quienes probablemente morirían para salvar al resto de Ejércitos. Al menos ya no tendrían que preocuparse por seguir el ritmo y en silencio.

Apoyando una rodilla en tierra, Thomas se preparó para lo que viniera.

El teniente queda en shock durante unos segundos ante las ordenes del sargento, mientras intenta digerirlas. Una palabra sale de sus labios:

- Devotio - tras eso echa a andar por el túnel sur.

- "¡Diablos! ¿A dónde va el Teniente?" - Susurro contrariado viendo que se va hacia el túnel Sur.

Le sujeto por un brazo.

- "Serénese, Teniente, este no es el mejor momento para perder la calma..." -