Partida Rol por web

Ya han llegado a la zona crucial. Ahí parece estar el guardián de la cámara y no es que inspire mucha confianza... sobrevolando sus cabezas y con la posibilidad de ataques aéreos en ese lugar. Camina tras su grupo, siguiendo a la Cabo. Necesitan avanzar lo máximo posible hacia la reina.

Y justo en ese momento nota que vuelve a cagarla. Espera que el ruido pase desapercibido para todos esos insectos. No quiere que todo se tuerza por su culpa. Vaya momento ha elegido para hacer ruido.

La inmensa caverna hacía sospechar que cerca se encontrarian no solo la reina y otro tipo de bichos de aspecto horrible, si no una legión de los conocidos tigre y warriors. La tonalidad verde de la visión nocturna hacía que todo fuera mas tétrico y el aspecto de esos bichos no ayudaba mucho.

Sin duda comenzaban a hacer ruido. Todos se estaban dando cuenta. Ya fuera por el tipo de terreno o por que estaban cansados, la protección que les brindaba el sigilo desaparecería pronto.

Evans sujetó firmemente el morita y siguió avanzando con la mandíbula apretada lo mas pegado a la pared posible. 

El escuadrón Fox junto con el escuadrón Alfa de la infantería móvil se encontraban ahora inmersos en una amplia cámara sumamente vigilada. En su camino habían dejado ya atrás a obreros y aun guerrero, ahora alcanzaban a ver a una amplia diversidad de bichos que vigilaban o patrullaban los alrededores. Quizá lo mas preocupante al adentrarse en aquel lugar era la presencia de un par de Ripplers merodeando los cielos; si estos pasaban por sobre de ellos los verían con suma facilidad.

Para suerte de todos una amplia neblina se cernía en el lugar hacia el norte y hacia el sur; no sabían que había hacia allí pero según lo visto por el explorador Mkoll, allí había un par de caminos; luego al centro con una tenue neblina diferente a la densa que se presentaba al norte y sur, se encontraba un tercer camino que avanzaba por el centro y que se notaba oscuro y solitario, aunque curiosamente en este había dos guerreros plantados cual centinelas inmóviles.

Por suerte también, los guerreros no les habían visto dado que aquella neblina, aunque era tenue allí, hacia borrosa su visión a la distancia; y eso dejaba en claro que avanzar de frente a ellos no sería la mejor opción si querían evitar el combate directo. De hecho, si querían esquivar a los guerreros y los bichos voladores que pudiesen verlos con facilidad al pasar por sobre de sus posiciones, tendrían que avanzar hacia el sur, solo ese camino parecía despejado de momento. Aunque cierto era que no sabían que podía haber mas adelante y que una densa neblina que iba del suelo hasta cerca de un metro de altura inundaba aquella zona.

Con ello, en palabras de Mkoll, tenían 3 túneles por los cuales adentrarse uno desconocido al norte en que Mkoll había divisado también neblina, otro con neblina al sur que se presentaba frente a ellos despejado, y un camino central sin neblina y con bichos vigilando justo en la dirección por la que se acercaban. Lo problemático de aquella situación no era cual túnel tomar para no correr riesgos, si no cual tomar para dar con la reina; no obstante la idea de aquella cámara donde ahora se encontraban fuera solo una antesala a la verdadera cámara de la reina se empezaba a acrecentar en la mente de los infantes, y es que cierto era que hasta el momento no habían divisado a ninguno de los múltiples huevos que tendrían que encontrar ni muchos menos a sus supuestos guardianes.

CANAL DE MANDO

Señor, el sigilo sigue siendo prioritario, a pesar de la dificultad. Repito: prioritario. Si tan peligroso es llevar la bomba armada, debemos armarla en secreto cuando estemos en rango, ya que las reinas de la especie son muy inteligentes. Son, como si dijéramos, el nexo de comunicaciones de todo el enjambre, y de ahí la importancia de la misión, aparte de exterminar dicho enjambre. Si cortamos sus comunicaciones sembraremos la confusión en el enemigo y salvaremos cientos de vidas de compañeros en la superficie.

Despacio, despacio... después de dar el parte por el canal de mando, intentaba ver qué narices era esa neblina que les estaba salvando el pellejo. Los dos guerreros que había podido vislumbrar encarados hacia ellos no se habían movido con su característica carrera homicida, pero el asunto podía estar listo en cuestión de segundos.

Un poco más, Dios mío, un poco más.

¿Cómo iba a volver a la normalidad después de esto? ¿Cómo, Dios mío? Si al principio cada segundo le parecía largo, ahora tenía la impresión de que llevaban una eternidad en estos túneles. El accidentado viaje en el taladro era cosa de un remoto pasado, las entrevistas con el mando y la preparación del operativo, prehistoria.

Durante un segundo estuvo a punto de saltar gritando, empuñando su morita para vaciar lo que le quedaba del cargador en cualquier cosa. ¿Qué impidió que el pánico de cagarla le llevara hacia la locura?: hábito. Pura y simplemente el hábito creado durante las largas, agotadoras y aburridas sesiones de entrenamiento con temor a un castigo, a un arresto, a una humillación del sargento instructor. Hábito de rezar mecánicamente padrenuestros cuando se sentía confundido.

Le vino a las narices, como si estuviera ahí mismo, el apestoso café de la máquina de la nave.

Mierda. Me tomaba un café ahora mismo, pensó. Con whisky, narices.

CANAL DE MANDO:

- "La aproximación por el túnel central parece un suicidio. Hay dos bichos voladores y miran en nuestra dirección. Sería imposible que todo el pelotón pasase entre ellos sin que se diesen cuenta. Por otro lado, que esté tan custodiado parece indicar que es la ruta más rápida y directa.

Por otro lado, señor, el túnel sur parece el más despejado y en vista del ruido que estamos haciendo, quizá sea la opción más aconsejable." -

La cosa se estaba complicando demasiado, al tener ahora tres túneles por los que seguir y enemigos en varias direcciones. Un paso en falso podía suponer iniciar un combate demasiado intenso y demasiado pronto, disminuyendo drásticamente sus probabilidades de éxito.

Ahora la cabo aguardaba la decisión de sus superiores sobre qué dirección tomar, con la intención de que su grupo la siguiera inmediatamente.

El teniente examina los tres túneles con calma, intentando averiguar cual es la mejor opción.

Cada vez se ponía mas interesante. Caminos y túneles salían y entraban por todos lados. Atrás dejaban cavernas con bichos y posiblemente los mandarían para liquidarlos cuando la reina estuviera amenazada. Era igual que un hormiguero.

-Con un demonio, prefiero tenerlos cara a cara que estar así durante horas ¿por dónde vamos?-  

Esperando la orden de su superior esperó impaciente. 

Mkoll se quedó quieto a la espera de órdenes, deseando con todas sus fuerzas que tomaran el camino correcto. Sin embargo, sus ojos lograron penetrar levemente en la niebla, quedando claro que aquello podría ser incluso más difícil. Susurrando de nuevo por el comunicador, advirtió de su descubrimiento al resto del escuadrón.

-Cuidado con la niebla. Aunque en el norte y sur podría cubrirnos totalmente a nosotros, creo que no seríamos sus únicos inquilinos... He visto movimiento en ella. El túnel central, por el contrario, parece vacío aparte de los dos guardias...

Estamos completamente rodeados. El corazón se me acelera y necesitamos tomar una decisión. Espero poder colaborar con ello. Con cada giro en la cabeza de los bichos me sobresalto. Intento ignorarlos al tiempo que me tomo un instante para analizar aquella extraña neblina que nos rodea y, por ahora, nos oculta.

- Necesitaré un momento para ver mejor esta neblina. - Anuncio casi en un susurro.

Avanzo manteniendo mi mirada fija en el bicho que nos sobrevuela. Llego hasta la posición de vanguardia, hasta estar junto a Focker, le observo un instante y espero una decisión sobre el camino a tomar.

-¿Por donde seguimos?

Hay dos bichos a pocos pasos de mi posición. En cualquier momento nos podrían detectar y echarse sobre nosotros

Se agacha para quedarse cubierta en la neblina que se hace presente a esas alturas del recorrido. Ahora tienen tres caminos para escoger, pero tiene la sensación que el correcto es el del centro, donde dos bichos vigilan la entrada sin moverse de sus posiciones. Es solo una corazonada, pero es posible que ese sea el camino. Otra cosa extraña en ese lugar es la neblina que llena el lugar... ¿un lago subterráneo cálido? ¿O quizá sea otra cosa? Quizá no deberían arriesgarse a adentrarse en la niebla sin saber que es.

Como sus compañeros no parecen muy convencidos del camino a elegir, decide que quizá sea una buena decisión analizar la niebla que les rodea. Si es algo peligroso, no podrán adentrarse en ella.

El teniente se queda callado. Todo el mundo pregunta el camino y no sabe que responder. Empienza a sudar profusamente, para su carrera y se queda totalmente quieto.

- No, no, no puede ser - dice mientras intenta evitar los ojos de sus compañeros. Finalmente casi llorando dice simplemente en un tono de derrota y desesperación - La he perdido.

Ahora empezaba a ver mas tránsito de bichos por los alrededores, lo que era un problema para el grupo. ¿Cuanto tiempo les duraría pasar desapercibido?

Y justo en ese instante, oye las palabras de Wayan "la he perdido"- macho, ya puedes hacer algo por encontrarla, porque sino estamos jodidos. 

Bockman comenzó a ver la gruta, no la había visto hasta ahora pues sus compañeros bloqueaban su visión. Ahora comenzaba a ser consciente de dónde se había metido. Se preparó y centró su atención en no hacer ruido. Pronto eso se convertiría en un nuevo fuerte helado. Esperó a que dieran la orden de continuar mientras apretaba su mano al fusil.

Haciendo caso a la orden siguió al sargento

La jugada actual es sumamente arriesgada, pero no tenemos mucho más que hacer pues nos dirigimos directamente al centro del infierno. Dos guardianes en el túnel que imagino necesitamos tomar, el norte repleto de bichos y el sur sin mucho que decirnos.

El Teniente Speedy duda e indica que no tiene la solución, por lo que no hay tiempo para quedarnos en nuestra posición sin nada que hacer. Estamos expuestos y estamos sin un norte al que avanzar, debemos movernos y rápido.

Sin darme demasiado tiempo para pensar, reparto órdenes:

 - "No podemos quedarnos donde estamos. ¡Todos al túnel sur! ¡Ahora!"

Acto seguido avanzo para salir del radio de visión de los bichos y metiéndome en el túnel a pesar de la neblina. No me gusta del todo, pero la verdad es que cualquier lugar en el que nos metamos es mejor que el lugar en el que estamos en este momento, con bichos a nuestro alrededor y bichos voladores acechando nuestro camino y nuestra supervivencia.