Partida Rol por web

Mientras avanzaban por aquél corredor oscuro y siniestro, la mente de Sonia trabajaba meditando la mejor forma en la que podían avanzar en esa situación. Un acto al que no estaba demasiado acostumbrada pero que, como oficial, debía comenzar a realizar. Finalmente, pareció venirle a la mente una idea que le parecía sorprendentemente buena y le costaba pensar que se le hubiera ocurrido a ella. Avanzando con el mayor sigilo posible (de hecho, mejor que antes incluso), volvió a susurrar por radio.

- Señor , tengo una sugerencia táctica. Creo que la mejor formación en la que podemos avanzar es una con dos alas al frente, con uno o dos infantes en cada ala. La mayoría quedaría en un grupo principal en el centro que sólo debería preocuparse de avanzar y dar apoyo. A retaguardia iría un grupo reducido para prevenir sorpresas por parte del enemigo. Como este camino parece tener muchos recovecos y posibles bifurcaciones, recomiendo encarecidamente que las alas no sólo vayan por delante de manera que faciliten el avance del grupo principal, sino que además vayan alternando el movimiento entre una y otra, para así poder ir estando atentos en cualquier esquina antes de sobrepasarla - se tomó un momento para tomar aliento -. Dadas las funciones de las alas, señor, necesitarían componerlas infantes con buen ojo y capaces de moverse muy silenciosamente, además de, tal vez, saber adaptarse a este nefasto terreno. El problema que le veo, sin embargo, a esta formación que propongo... es que uno de los infantes que cumpliría esas características es el soldado Canowicakte... y es precisamente la última persona que debería estar en las alas en esta misión.

CANAL DE MANDO:

- "Señor, necesitamos avanzar ahora mismo, rápido y en silencio. Contactos enemigos dispersos a setenta y cinco metros. No nos han descubierto aún.

Necesitamos encontrar el Nido, y entonces establecer una posición de defensa siciliana en forma de punta de flecha, con los explosivos hacia la punta. Una posición estática para cubrir a los dos infantes que colocarán los explosivos, Señor." -
 

La lógica de Sonia en la táctica es muy acertada, algo en lo que ya había pensado el sargento.-Exactamente Sonia, para eso estamos la vanguardia.-Con un movimiento rápido levantó el puño señalando a los demás que mantengan la posición.-Contacto confirmado a 75 metros. Movimiento errático del enemigo.-Al igual que Gawein, Evans también tuvo oportunidad de ver a los bichos y actuar en respuesta.-Vanguardia iremos en columna de a dos, Mckoll y Mackeyn por la izquierda del túnel, Wimger conmigo por la derecha, nos adelantaremos un poco para explorar el terreno. Utilizar las sombras y salientes para cubriros. Adelante.-    

James, de momento estaba de acuerdo con los consejos tácticos que sus compañeros más veteranos estaban dirigiendo al mando, así que se concentró en avanzar sin perder a su cabo ni a las personas a las que debía proteger con su cuerpo, los que llevaban las cargas, así que trotó teniendo mucho cuidado de no tropezar con algo y provocar ruido. Procuró cambiar el sitio en la fila con su artificiero, para cumplir esa función, y quedar en la capa exterior del pelotón, de manera que si al cruzar una esquina les daban estopa, se la llevara él. La perspectiva le hacía estar bastante nervioso.

Somos tus niñeras, compañero, ¿te importaría ponerte a cubierto? Susurró en un tono tenso a Sonny.

Asiente ante las órdenes del sargento, y hace un gesto a Mkoll para que avance con él. Sus ojos observaban el frente, esperando localizar a posibles enemigos y dar el aviso a sus compañeros.

Asintiendo para sí, Burnette siguió moviéndose lo más sigilosamente posible, aprovechando las sombras para fundirse con el entorno. Al menos, se dijo, no estaba cometiendo muchos errores. Tampoco podía permitírselos, estando tan cerca de su objetivo.

Antes de continuar me tomo la pastilla como ha hecho el resto del grupo. No me gusta nada la idea de la droga, pero en estos momentos toda la ayuda es poca.

-Solo espero que no perdamos reflejos...

A la orden del sargento Evans, avanzo tras él.

Tengo claro que hay que acabar con los bichos que nos encontremos de forma silenciosa, un cuchillo y un machete contra garras duras como el acero...esperanzador...

Las palabras del Sargento Evans confirman lo que ha escuchado y es que hay enemigos antes de 100 metros que, de momento, no saben de su presencia pues tienen un movimiento errático, como haciendo sus quehaceres normales de la colmena o quizá preparándose para salir a la superficie, quién sabe.

Se mantiene a la par avanzando junto al grupo de retaguardia, al lado de la Cabo. Es de ser muy optimistas que consigan llegar a la Reina sin que ninguno de esos bichos se de cuenta de su presencia y por su parte, lo que es derribar a un insecto gigante a cuchillazos o con fuerza bruta no es lo suyo... a ella que le dejen las máquinas que entonces sí que será eficiente.

Espera no meter la pata.

Mkoll asintió, y procuró tener a mano su cuchillo. No le gustaba no hacer las cosas con el rifle, pero no les quedaba más remedio. Realmente, en aquel momento lamentaba mucho no haber intentado obtener algún arma de cuerpo a cuerpo más contundente...

"O un maldito silenciador... Qué útil sería eso aquí abajo..."

Aunque algo menos sutil que antes, el explorador siguió avanzando en silencio, dirigiéndose hacia un saliente delantero. 

Si me dejan sitio, avanzo hacia el frente.

Bockman iba el último de la columna vigilando por que no los siguieran y atacaran por la espalda. Tenía el morita en la mano pues no parecía haber bichos a sus espaldas y el grupo tenía suficientes problemas por delante. Puso su espalda a la de Sonia o eso intentó mientras iba andando un paso de espaldas y otro mirando donde pisaba. No quería hacer ruido pero tantas armas y tanto mirar atrás hacían que no pudiera evitar todos los sonidos que hacía la armadura en aquellos túneles. - Despejado por ahora a las seis. - Dijo por el canal general, aquello tal vez conseguía relajar un poco a los tensos infantes.

El grupo avanza arrastrando los pies con mucho cuidado. La ansiedad ahora se traduce en un siseo apenas perceptible y en órdenes concretas. Camino como ensoñado, el peligro que nos espera se siente distante e irreal. como si no pudiera hacernos daño realmente, como si pronto fuéramos a despertar, secos y cálidos en nuestros catres. ¿Por qué no tome esta pastilla antes?

Wayan continua avanzando con sus compañeros intentando ser lo más sigiloso posible, aunque no es ni de lejos su especialidad. La armadura le molesta y la sensación de tener a la reina cerca no le permite concentrarse en otra cosa.