Partida Rol por web

-Teniente-La estática del comunicador resonó en el canal cuando habló el sargento.-Es su turno. ¿Derecha o Izquierda?.-

Iban demasiado lentos, Burnette lo sabía pero también imaginaba que si empezaban a desplegarse y sufrían una emboscada, serían presas fáciles. Sin embargo, el tiempo corría en su contra, y era el momento ideal para que los mandos coordinaran los movimientos. Los demás escuadrones dependían de ellos. 

- Recibido, señor - dijo, en cuanto escuchó las palabras del Sargento Evans, sacándole de sus pensamientos y aclarando sus ideas. Con paso rápido, adelantó a sus compañeros y se parapetó contra el muro, mirando a uno y otro lado, sin saber bien de dónde vendrían los enemigos.

Los tiempos aprietan y todo el grupo lo ha notado. Vamos demasiado despacio y la Cabo tiene toda la razón, cuentan con nosotros allá afuera. aprieto el paso a la par de Ramírez. La ansiedad me hace desear que esto termine, aunque se que puedo arrepentirme de ese deseo.

-Abandono mi posición para acercarme a Wimger, Cabo.

Para que no pierdan terreno recorrido, o, al menos, no demasiado, se acerca a la posición de su compañero para ver si pueden solucionar el problema con el visor. Le pide que le enseñe el casco... es peligroso quitarlo en una zona hostil así que comprueba si puede solucionar el problema con éste sin tener que retirarlo.

-Déjame comprobar el casco, Wimger. Espero que no necesitemos que te lo quites... sería bastante peligroso.

Con el avance de Gawain, los infantes Mkoll y Burnette se unieron al mismo en el frente a la espera de ordenes de avanzar. Ahora, para los que estaban más adelantados era claramente visible la presencia de un bicho obrero que parecía estar removiendo piedras y no le prestaba atención a nada más.

Mas allá del bicho obrero, el camino a la derecha estaba bloqueado por completo por lo que no había otra opción que tomar la bifurcación a la izquierda; la cual habría que decir, doblaba radicalmente al norte sin que los infantes pudieran darse una idea de que había mas allá.

Hago señas a Mkoll y a Burnette de que me sigan en silencio y avanzo hacia el túnel de la izquierda, girando después hacia el Norte para explorar el corredor.

Espero que los demás nos alcancen enseguida, pues me temo que vamos demasiado lentos.

Al empezar a moverme, piso una piedra suelta, desplazándola y haciendo algo de ruido. Maldigo para mis adentros.

Dereck decidió avanzar con mas rapidez, haciendo el menos ruido posible. Estaban perdiendo mucho tiempo en ese avance, y tiempo era lo que iban a necesitar para que el ataque tuviera éxito. 

Seguían yendo demasiado lentos, pero ya Sonia no podía hacer ni decir más. Dependía de sus superiores y de sus compañeros el hacerla caso (aunque sabía que algunos estaban de acuerdo con ella) y empezar a apretar el paso como cabrones.

Lo que sí intentaba ocultar era que, claramente, la herida le estaba molestando, haciéndola moverse de forma algo torpe y haciendo más ruido del debido a causa de ello. Lllevaba ya así un rato y no sabía si al final se convertiría en un problema. Esperaba, sin embargo, que al menos cuando llegara el momento de la pelea no tuviera problema alguno.

Asintiendo a su compañero de escuadrón, y a sabiendas de tener el beneplácito de sus superiores al adelantarse para explorar, Thomas avanzó en silencio por el corredor, alejándose de aquel túnel sin salida. Al menos, se dijo, aquel obrero estaba distraído y no pudo alertar a los demás. O al menos, eso pensaba.

A James le estaba saliendo todo bien, de momento. Caminaba a la par de su cabo, con un ojo puesto en los compañeros a proteger. No tropezó con piedras ni hizo ruido. Llevaba su morita bien agarrada. Las manchas de la gama del rojo que se dibujaban en la pantalla de su casco, indicando las temperaturas, no le daban especial problema. Miró con un vistazo al obrero que iba a la suya, sin darse cuenta de la amenaza que se cernía para él y todos los suyos.

Sigue cavando, criatura, pensó.

Todos avanzan en movimiento mientras espero pacientemente, -así no puedo seguir...si no se soluciona, tendré que apagar el visor...- mis pensamientos desaparecen en cuanto la técnico Wallace llega a mi posición y con una rapida observación y un par de toques soluciona el problema del visor. 

-Gracias Wallace- Digo escuetamente al tiempo que asiento con la cabeza y me dispongo a volver a la vanguardia de la formación.

-Sargento, estoy activo al cien por cien, vuelvo a la cabeza.

Con cuidado avanzo rápidamente para situarme junto a los de cabeza. Obvio el bicho que trabaja a mi espalda pues el resto lo tendrán controlado si ocurre algo.

El casco de Wimger no supone ningún problema pues es un fallo simple en el sistema del visor que no necesita de mucho para solucionarlo.

-De nada, Wimger. De todas formas, cuando acabemos la misión, si fuese tú, revisaría todo el equipo para futuras misiones. Quizá haya sido un golpe cuando el aterrizaje del taladro, pero no está de más asegurarse del buen funcionamiento.

Es hora de avanzar. Están haciéndolo demasiado despacio para su gusto y están poniendo en peligro todas las visiones y las vidas de sus compañeros, que luchan fervientemente en la superficie helada. Localiza a su grupo y trata de acercarse lo máximo posible a ellos y a la Cabo.

Un bicho... Mal asunto. Pero parecía no estar en su camino, así que bastaría con evitarle, al menos de momento. Además, sólo parecía haber un túnel por el que seguir avanzando, así que el explorador se adelantó un poco más, con intención de seguir con el avance lo más silenciosamente que pudo. El rifle, con su peso tranquilizador a pesar de saber que no podía usarlo, estaba en sus manos, y sus pasos eran firmes y silenciosos, sin mover una roca ni apenas arena. 

Pese al riesgo, decido avanzar un poco más, procurando hacer menos ruido con mis pisadas.

Se nos acaba la paciencia y hasta donde yo entiendo estamos bastante acéfalos. Nos falta organización y algunas órdenes. No me corresponde darlas así que tomo iniciativa propia. Es necesario avanzar más rápido o no llegaremos nunca a la reina. Las fuerzas que persiguen el taladro van a volver y a atrarnos en cualquier momento.

- LA TENGO - la voz del teniente apenas podía contener la emoción - La tengo - repite algo más calmado - Tenemos que correr o estamos muertos, siento un peligro terrible acercarse a la reina, si llega antes que nosotros estamos perdidos. Hay que olvidar las precauciones. Al frente, luego izquierda, derecha y... derecha otra vez y ya estamos- dice mientras empieza a correr en la dirección que señala - Vamos, vamos - anima a sus compañeros sin mirar si le siguen.

Bockman esperó a que el Sargento mayor hiciera caso o no de lo que había dicho el loco psíquico. De ser así no perdería su posición en la retaguardia pero comenzaría a correr intentando que los de la ligera no perdieran el ritmo. - Vamos muchachos! o es que queréis vivir para siempre? Matemos al bicho!