Partida Rol por web

El explorador se quedó quieto y en guardia, esperando a que el primer regalito estuviera plantado. Esperaba que se dieran prisa y no hubiera muchos problemas a la hora de colocarlo, porque algo le decía que, si eran descubiertos, la reina no les iba a dar muchas opciones de sobrevivir. 

"Pero, si todo sale como debe... Pronto harás BOOM, hija de puta... Tú y una parte considerable de tus huevos".

Había huevos hacia el norte, podía ver la niebla que solía haber sobre ellos, y vagas formas redondeadas. Recordó lo que antes había descubierto. Mientras caminaba, siguió rellenando con los pocos cargadores que le quedaban su cinturón de combate.

Señor, otra posible vía de escape debería ser hacia arriba. Los huevos que dejamos al sur tenían un sistema de calefacción-ventilación que tenía que ver con esa niebla, y todo ello estaba comunicado con la superficie por algún tipo de chimenea.

Cerca de esta masa de huevos tenemos el peligro de no ver venir a los bichos, por culpa de la niebla. Recomiendo que nos movamos algo más al oeste. No vendría mal preparar un lanzamiento de granada por ese camino que tenemos al este, si vienen por ahí, estarán apretados.

Bockman avanzó hacia el norte mientras recargaba su arma y guardaba su cargador sin terminar en su cinturón. Echo esto colocó a su espalda el morita mientras que hacía un esfuerzo por colocarse en la posición que se le habían encargado. Comenzó a emplazar su arma en el lugar indicado en el suelo intentando colocarla a nivel. El trabajo era trabajoso colocando piedras y cargadores vacíos como contrapeso para mantenerla en su lugar.

Comienzo a mover al Sargento Evans junto a Popov y nos movemos lo más rápido que podemos a la posición decidida para defendernos. Contesto a James y a todos:

 - "Negativo, los veremos llegar si aparecen y barreremos hasta lo que no veamos. ¡Esos huevos me estorban así que destruyanlos de inmediato! ¡Usen granadas que es más rápido! ¡No tenemos tiempo! ¡Alguién lance una granada ahí, ahora!"-Digo mientras apunto a la zona con una mano rápidamente.

Al llegar al lugar, deposito en el suelo a Evans, quien por lo menos parece estable. Comienzo a sacar cargadores de mi bolso y los deposito en mi cinturón de combate. Recargo mi escopeta y hago acopio de las municiones en mis cartuchos para dejarlas todas juntas. Luego recargo mi rifle, listo para disparar cuando llegue el momento.

- "¡Mi Sargento Mayor! Le ruego que reconsidere la orden de destruir los huevos en este momento, siempre estamos a tiempo de tirar esa granada y destruirlos en nuestra retirada, pero de momento nos sirven de excelente cobertura. Los bichos son extraordinariamente cuidadosos con sus huevos, y no lucharán con total libertad si corren riesgo de destruirlos, Señor." -

Contesto a Gawain al instante:

 - "Esta vez nos arriesgaremos. No quiero esas mierdas al lado nuestro bloqueando nuestro paso. ¡Elimínenlos!"

Sigo moviendo a Evans en la dirección, esperando a que alguien lance una granada para despejar.

Ya he hecho todo lo posible por el Sargento Evans. Con la ayuda del Sargento Mayor trasladamos al malherido a un lugar un poco más seguro. Una vez allí me apresuro  a ver cómo se encuentran los infantes ligeros, algunos de ellos se ven bastante mal trechos. Intento vendarlos y sanarlos pero mis intentos no son muy fructíferos.

Se arrodilla en el suelo en la posición en la que colocarán la bomba y saca la carga con cuidado. Mira a Sonny para comenzar cuando esté listo. Una vez se ponen, comienza a manipular la bomba. Tiene unas ganas tremendas de acabar con esa maldita zorra que tenemos detrás.

Otro de los puntos de la misión es acabar con los huevos. Si consiguen derrotar a la reina y hacerla pedazos quizá esa neblina que los envuelve y mantiene la temperatura desaparezca, pero cuantos más huevos hagan explotar por los aires mejor. Así que el plan de pones las cargas a cierta distancia es perfecto.

-Tenemos que recordar que también nos teníamos que deshacer de los huevos. No vaya a salir otra maldita reina de ellos. Creo que la neblina que los mantiene a una temperatura alta desaparecerá con la muerte de la reina, pero no podemos asegurarlo.

- Estaría encantado, señor Popov - dijo el artillero mientras terminaba de ajustar en su bandolera las granadas y la munición que el sargento Evans ya no iba a utilizar - Aguante Sargento, vamos a salir de ésta.

Lo dijo sin mucha convicción, ya que su frente perlada era como un anuncio de neón, indicando el dolor que sentía por dentro. El joven apretaba los dientes para no quejarse como una niñita asustada, pero sabía que si el médico no le echaba un vistazo, esa herida podía volverse mortal.

Burnette, espero que des buen uso de todo esa munición- dijo a su compañero al ver como recoge todo aquel material- a decir verdad, usa una de tus granaditas de repuesto para destruir esos huevos. Eres el mas indicado para ello- siguió avanzando, observando donde se coloca Bockman- creo que me toca cubrirte compañero- le dijo mientras le daba una palmada en su hombro y se colocaba cerca de su posición.

- A sus órdenes, Sargento - dijo Burnette, apartando un momento a Popov para que no resultara afectado por el ataque, y lanzando una granada al grupo de huevos que le habían ordenado. Hacía unos minutos había pensado en hacerlo, y ahora el Sargento le ordenaba expresamente que disparara. ¿No eran maravillosas las casualidades?

Me mantengo en la posición que focker me ha indicado. Casi puedo notar cómo se acercan los bichos por los túneles y por si fuera poco el teniente...

un novato nos tiene que proteger de la reina...¿y Si se vuelve contra nositros?

No puedo hacer otra cosa que preparar las armas, recargar la belcher y poner a mano toda la munición. Va a ser un combate muy intenso y antes de morir pienso quemar toda la munición posible.

Mientras el grupo de demoliciones hacia su trabajo y todos confiaban en que dicho trabajo diera frutos pronto, los infantes del escuadrón Fox y compañía, terminaban de posicionarse en la entrada del túnel norte. El sargento Focker había planeado un defensa estática con la Derringer barriendo toda la zona frente a ellos y siendo apoyada por varios infantes junto a ella. Lo esperado era que los bichos que viniesen directo al arma fueran frenados por la misma mientras los infantes terminaban de rematarlos.

A la par infantes como Gawain y Burnette estarían listos para participar en caso de ser necesario a la par de cubrían por ahora el otro extremo del túnel. A su vez, Popov se apuraba a atender heridos, el teniente seguía en lo suyo y el sargento Evans recostado en el suelo probablemente soñaba con poder ver un día más.

El combate a lo lejos parecía haber  cesado, o al menos ya no se escuchaba aquella intensidad de disparos, mas aun, casi no se escuchaba nada. Y eso no era del todo bueno pues el ruido distractorio había cesado. Luego entonces se escucho una explosión hacia el norte seguida de mas silencio. Lamentablemente los infantes al sur no podían saber que sucedía allá a lo lejos.

Su trabajo por lo pronto estaba en proceso. Sonny y Wallace trabajaban arduamente en montar el primer explosivo al tiempo que Mkoll y Ramírez vigilaban temerosos de que las cosas fueran a salir mal.

Tras coger dos cargadores de la infantería auxiliar, me sitúo donde el Sargento Mayor me ha ordenado. Esperando, naturalmente, que el lugar sea despejado de huevos por la granada.

Mientras los dos especialistas trabajaban, aparentemente sin demasiados problemas, Ramírez tenía toda su atención centrada en su zona, vigilante ante el más mínimo detalle que la hiciese pensar que los habían descubierto. Tan cerca de la Reina, dudaba que la aguantaran más de unos segundos si les pillaba y mejor que eso no sucediera de ninguna forma.

- Billy, primero ocupaos de esa y luego vemos cómo lo hacemos. Quizás podaís poner otra al otro lado de la entrada de esta caverna y luego la última en mitad de la sala por la que hemos venido. Eso debería hacer pedazos los huevos también, ¿no? - aventuró Sonia bajito.

Qué ganas tenía de acabar ya con todo eso.

Mkoll seguía a la espera, tenso pero sin saber muy bien qué hacer aparte de vigilar. Ojala todo esto saliera bien y consiguieran volar en pedazos a la reina. Pero conocía su suerte, algo acabaría saliendo mal. No podía evitarse. 

-Yo no sé mucho de estas cosas, pero, ¿de verdad queréis gastar uno de los regalos en los huevos? No creo que puedan sacarse reinas de la manga con mucha facilidad...

- Dominar es tener la capacidad de extender tu progenie y alimentarte de toda la galaxia. No solo este planeta, si no millones, para ti y tus hijos. ¿No has venido de otro planeta?. ¿No quieres llegar a otros lugares?. Todos estos mundos son para vosotros, todos menos uno que me quedaré yo. Todo para tus hijos. - añade intentando jugar la baza maternal - En otro caso el planeta será destruido y no quedará nada de ti.

No se oye nada. No hay disparos, no hay nadie que haga una distracción... a lo lejos una explosión y poco más. ¿Eso es bueno o malo? Espera que sea bueno y que sus compañeros hayan conseguido sobrevivir al ataque y que nadie haya muerto. Solo tienen que esperar un poco más y podrán reunirse con ellos y salir de ese puto planeta helado e infestado de bichos. ¿Y si hay más de una maldita reina en ese lugar?

-Bueno, trataremos ese tema cuando estemos a punto de acabar con ésta. Necesitamos concentrarnos para acabar lo antes posible.

Ya comenzamos a situarnos en la zona en la que nos defenderemos y veo que estamos tomando buenas posiciones defensivas. Corrijo a algunos miembros para así volver más sólida nuestra defensa:

- "Wimger, ponte donde está Popov. Popov, más atrás, junto con Burnette. Los ligeros pónganse al otro lado, los pesados les cubriremos así que estarán entre nosotros y la retaguardia. Mackeyn, un paso más hacia el oeste. Mackeyn, James y Wimger, rodilla al suelo. Allá atrás armen una defensa más ordenada. Gawain, ordena eso que no quiero ser atacado por la espalda."

Me muevo un paso hacia el este, buscando una posición más alineada y reviso una última vez a que todo esté en orden y listo para recibirlos. Cuando estoy convencido de estar preparado, sujeto con fuerza mi rifle, pongo una rodilla en el suelo y me preparo para recibir lo que venga.