Partida Rol por web

Tu "pincho" no era fiable, porque, la distancia, si eran pocos, se podía entender, pero si eran muchos, y además, de varias razas, se complicaba la cosa.

Brillaba bastante. (Tanto en fuerza, como en color----es)

—Mh. Brilla mucho. O bien son pocos y están cerca o son muchos y lejos. Yo diría que muchos. Y por el brillo, seguramente no tan lejos. Ahora deberíamos averigüar la dirección. Movámonos con cautela a ver cómo brilla o deja de brillar.

Es inútil seguir intentando. Me movería y haría ruido. Voy a dejar de hacer el tonto antes de que nos descubran. Lo dejo en vuestras manos. Yo solo he sacado en limpio que hay varios tipos de enemigos, ¿veis?: la hoja brilla con varios colores.

Si,.... lo notais. Pero los brillos son hipnóticos e incluso marean. Menos mal que no tarda en cerrarla en su vaina.

- Permanezcamos callados y sin movernos - comentó Raban mientras intentaba escuchar y vislumbrar algo

Iba a desenvainar mi espada para estar preparado ante un posible ataque, pero escuché a Raban decir que nos quedásemos quietos y obedecí al instante. No sé si conseguía verme, pero asentí con la cabeza.

Era mejor dejar pasar el peligro y proseguir nuestro camino con la mayor calma posible.

Estáis bien ocultos. O al menos eso pensais.

Es como un grupo de pastores. Un orco grandote vigila y les dirige. Porta una cota de malla y unos refuerzos de metal. Además, podeis ver que porta un gran mazo, y los músculos de sus brazos son prominentes. Junto a el, vistiendo un peto de cuero, un orco parecido, pero mucho más delgado porta un arco extraño, hecho de tendones y huesos, y porta un carcaj en cada lado y otro a la espalda, a parte de un finísimo y precioso alfanje, que solo las manos de un elfo herrero habrían podido crear. Otros ocho orcos más hacen de pastores. Manejan un rebaño de unos 20 bichos, parecidos a vacas, pero obesos, peludos y con un color como un gis pálido. A mayores, uno de los orcos pastores tira de un ejemplar un tanto mayor, con cuernos enrocados a lo carnero y un aro de bronce en la tocha, tirando de él. Los pastores parecen más protectores del rebaño que para evitar que se pierdan "bichos" de esos.

Fram decidió permanecer oculto y pasivo. Esto era una misión de exploración. De nada valía dejarse ver y alarmar a todas estas bestias. Permaneció tranquilo esperando a que pasaran y tomando nota de cada detalle.

Al ver a los orcos, Raban toca instintivamente la punta de la empuñadura de sus armas, pero permanece quieto y en silencio.

Si estuviera solo no dudaría en atacarles por sorpresa, pero no podía arriesgar la vida de mis compañeros y decidí quedarme quieto y en silencio, por muy fuerte que fuera el deseo de derramar sangre orca.

16 de marzo 1812 T.E. 08:00. -1ºC. Por la noche. (Ya amaneció, pero las copas evitan la llegada de verdadera luz al interior del bosque. Eterna penumbra). Despejado y sin viento. A medio camino entre Rosgobel (Bosquecillo) y la Montaña Pelada (Dol Guldur). Gran Bosque Verde (Bosque Negro).

Dos horas de tensión, entre que llegaron los primeros ruidos y aquellos que ya no sois capaces de escuchar. El despertar ha sido un tanto "tensos", pero, tras el susto, el hambre, las ganas de mear y todo eso os llegan a todos casi de golpe. Alguno igual se había olvidado de respirar y todo, pero, ya no. El suspiro es generalizado.

—Eso me suena a avituallamiento de muchas tropas. —La meada estaba siendo de lo mejorcito. —Habría que averigüar dónde están esas tropas. Si viene un mal del norte, parece que también lo hay por aquí, y para los beijabar sería una tenaza. Solo falta que los trasgos de las Montañas Nubladas... Por mi, les seguiría al menos hasta saber un poco más.

- Estoy de acuerdo contigo. Deberíamos seguir a esa tropa, por si esto es más de lo que parece. Y en tal caso dar aviso. Aunque tenga ganas de acabar con orcos, si se juntan muchos no creo que entre los tres podamos hacernos con todos ellos.

- Eso sí mantengamos una distancia más que prudente.

- Sigámosles, pero a una distancia prudencial y con cuidado de los que estén vigilando de la caravana.

Raban desentumeció sus músculos, dispuesto para continuar la marcha.

Sigámosles. Fram se estiró y se dispuso a avanzar en completo silencio. Puso sobre sus otras ropas la capa élfica, ajustó sus botas especiales y dejó a la vista un dedo de su espada mágica, para que le avisara de un exceso de proximidad de criaturas malignas.

Tiradas OCULTAS para todos: (Y no pongan modificadores)

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PERCEPCIÓN

y

OTRA MÁS POR SI ACASO.