Partida Rol por web

Lucas tiró de ella mientras un dolor intenso le desgarraba la pierna. Esa cosa borrosa le había hecho algo, algo parecido a un mordisco.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-gritó hasta que su voz se quebró por el dolor que le hizo sacudirse violentamente contra lo que la apresaba y, cojeando por el intenso dolor intentó coger a Lucas y tirar de él como él había tirado de ella y había echado a correr sin apoyar casi la pierna herida mientras sentía algo caliente deslizarse por ella. Respiraba entrecortadamente por el llanto y los mocos le taponaban la nariz, las gafas, con los cristales rotos, daban botes sobre el escuálido pecho de la niña que tiraba de su amigo como podía.

Maaamiiii Mamiiiiiitaaaaaa, Maaaaaamiiiiiiiii, quiero irme con mi maamiiiii

María, con una contundente patada se quito de encima a aquella monstruosa cosa y tras levantarse con una rapidez inusitada empezó a correr, tanto que en un instante dejó atrás a sus dos amigos. Parecía que la cojera que tenía no le impedía moverse. El miedo era un buen acicate para ello. 

Hector iba por detrás, seguido de Lucas, el cual era el mas rezagado de todos y al cual fue aquella niña... y no tuvo dificultades en alcanzar al muchacho. Extendió sus brazos en un intento de agarrarle. 

Mientras tanto, los zombies salieron de sus tumbas dispuestos a ir a por el resto de los chicos. 

Esto es una locura, cada vez escucho más cerca a esa cosa que ha salido de la tumba... No quiero estar aqui, quiero volver a mi casa. Todo es una maldita pesadilla eso es, cuando llegue a la puerta podra todo terminar. Entonces miro un poco hacía atrás , me doy cuenta de la situación que hay en realidad y le grito a Esteban:- ¡¡¡Esta detrás de ti, corre!!!- En tanto yo hago lo mismo, con todas mis fuerzas.

María corrió y, al girarse para decirle a Lucas que corriera tropezó mientras un dolor agónico le subía desde la pierna, arrancando un nuevo grito que le raspó la garganta.

María vuelve a caer al suelo, pero afortunadamente para ella está lejos de los zombies, por lo que no tiene que preocuparse demasiado. Hector le ha dado velocidad al asunto y pone buena distancia contra aquella cosa que le sigue...

No podía creer que María y Hector estuviesen tan lejos de mi. ¿Por qué no corría más deprisa? Mis piernasparecían funcionar a cámara lenta. Lo peor fue cuándo noté algo tirándoseme encima, cómo un abrazo por la espalda, pero para nada afectuoso. 

Con un grito mas de niña que de niño, me giré por completo dando un manotazo a lo que me agarraba y librandome de ella*. O sí, era ella. La niña zombie horripilante. Aún con mis ojos hinchados por el polvo que emergía junto al resto de zombies, podía verla. Y eso hizo que mis piernas dejasen de ir a cámara lenta y echasen a correr tras mis amigos hasta mi último aliento.

María sollozaba con muchísimo miedo.
Y dolor.
Y cosas que no sabía que podría sentir.
El suelo estaba frío y duro, por muchas veces que cayera no iba a acostumbrarse a él. Se levantó como pudo, preguntándose por qué no la habían atrapado. Al mirar hacia atrás abrió los labios con horror al ver que los zombies o lo que fueran ganaban terreno.
¡Corre!
Avanzó cojeando, lo que no le daba una velocidad importante.

Lucas tiene una facilidad para esquivar a la zombie y seguir corriendo. El resto hace lo propio, y poco a poco van llegando al muro del cementerio... María la última. Lo bueno es que estaban a un trís de salir de allí. Lo malo es que había que buscar alguna forma para ello -no encontraban por donde habían entrado-. Lo peor era que la chica zombie y el resto de zombies se acercaban mas y mas. 

Al ver que la salida no está en el mismo sitio de antes, les digo:- Recorramos la pared, debe de haber una entrada en algún lugar del cementerio.- Eso si, hago una marca en la pared, por si no la hubiese, rezo por que ese no sea el caso y corro hacía la derecha, siguiendo el muro.

Por el miedo y la esperanza de estar próximos a la salida María aceleró el paso, tanteando la pared con las manos en su avance, pues, aunque ella no pudiera ver gran cosa, sus dedos no mentirían al encontrar la puerta.

Tardé en darme cuenta de lo que ocurría: la salida no estaba ahí. Pero no podía estar lejos...

Siguiendo a María y Hector, para que no nos separásemos, corrí por las paredes buscando algún agujero con el que trepar, o tal vez uno por el que pudiesemos salir. Qué más daba si no había puerta, se podía salir de otras maneras.

Solo la niña es consciente de donde se encuentra la salida, y corre hacia allí avisando a sus compañeros. Desgraciadamente, estos se mueven lentos, y la niña zombie se encuentra a su alcance, pero no lo suficiente para lograr agarrarle. 

Me doy cuenta de que María ha encontrado algo, quizás todo sea una ilusión para engañarnos y que no podamos encontrar la salida, por lo que me giro y me doy cuenta de la monstruosa niña que esta a nuestro lado, dispuesta a llevarnos a la tumba con ella, cojo saliva y hago lo posible por esquivarla para llegar donde María.

Suelto un grito de terror cuándo veo que, por segunda vez, la niña quiere agarrarme. ¿Por qué está obsesionada con agarrarme a mí? ¡Hector siempre ha gustado más a las chicas! Afortunadamente está vez también la esquivo por poco y en ese momento escucho a María gritándonos. ¿Ha encontrado la salida? ¡Sí, por fin!

Sin dudarlo, me pongo a correr hacia ella, intentando además poner distancia entra la niña zombie y yo. Sería lo peor que ahora que ya tenemos la salida en nuestras manos me agarrase...

-¡ábrete, vamos!-protestó la niña golpeando la puerta y forcejeando con ella, mientras lo hacía miró sobre su hombro esperando encontrar cerca a sus amigos-¡ya casi está!-creo.

María logra abrir la verja, mientras sale al exterior. Héctor esquiva los zombies que intentan atraparle sin más éxito... pero lucas es el que lo tiene mas complicado. La niña corre mas que él e intenta agarrarle de nuevo, mientras el resto de zombies ya están encima de ellos...

La puerta terminó por ceder y María se precipitó hacia delante sintiendo los aguijonazos de dolor.

-¡¡SE ABRIÓ!!-graznó de puro alivio  cruzando el umbral.