Partida Rol por web

Asquerosos monstruos... por qué no caes de una vez maldito. A pesar de haber atravesado el pecho del no muerto aún se mantenía en pie. Esquivó como buenamente pudo el ataque y volvió a plantar con firmeza los pies en la putrefacta madera del suelo. Levantó su espada, contó mentalmente hasta tres y descargó toda su rabia y su desesperación contra el draug que aún quedaba en pie.

Thyra utiliza toda su concentración y furia en el último golpe, a pesar de que el bloqueo de la criatura es casi perfecto, Thyra rompe el escudo y atraviesa la cota de malla rompiendole la columna y haciendo que caiga al suelo doblado de una extraña forma.

El silencio embarga el barco durante unos segundos, seguido de un siseo como el que habeis podido oir de los cadaveres a los que os habeis enfrentado. Finalmente la voz grave que os ha hablado antes os dice:- Sois grandes guerreros, espero que seais tambien igual de honorables. Buscamos al que nos llevo a la ruina que se oculta en este pueblo, tiene que hacer nuestro viaje con nosotros, han pasado muchos años por lo que debe ser un anciano y recuerdo que le faltaban 3 dedos de una mano.- La escala vuelve a bajar para permitiros subir a vuestro bote, pero no antes de que os conmine:- Si dentro de una semana no obtenemos lo que queremos arrasaremos la aldea hasta que lo encontremos, espero que no llegue el caso...- En tanto la niebla se disuelve y veis que estais enfrente de la muralla donde los guerreros que estan vigilando os miran con asombro ante vuestra valentia de subir al barco maldito...

La Volva,a un con el temor en el cuerpo balbucea:

-Cre...creo que deberíamos bajarnos ya.

Heldir se recompone un poco y luego se dirige hacia el lider de los draugr.

Os agradecemos el honor que nos habeis hecho y nos comprometemos a honrar la deuda. No descansaremos hasta encontrar a esa sabandija y traerosla. Ante el ojo de Odín, yo os lo juro.

Bjondir, con el pecho henchido tras la victoria suelta una risotada al aire para deshacerse de los restos de tensión que quedara en su cuerpo. Como por costumbre y siguiendo las leyes del mar reclama sin pensarlo los restos útiles que pudiera tener el cadáver, más para exhibirlos de trofeo que otra cosa.

Cansada y sudorosa la mercenaria envainó la espada sonriendo satisfecha ante aquella victoria, cuando habían comenzado no las tenía todas consigo pero ahora que había visto el resultado... se podía sentir orgullosa de su hazaña.

Guardó silencio al oír tanto las palabras del que parecía el jefe de ese grupito de seres como las de la volva, y ante lo que escuchó su mente empezó a funcionar a toda velocidad intentando buscar imágenes de alguien que encajara en la descripción, pero no se le ocurrió quién podría ser el culpable de aquella situación.

La niebla se disipó y los draugar permitieron su regreso a tierra soltando de nuevo la escala, Thyra se acercó a la borda para salir de allí lo más rápido posible y, dándo media vuelta, se dispuso a alentar a sus compañeros para que espabilaran, pero...

- Bjondir no... -aquello podía acarrearles problemas.

La palabras de las Volva son bien acogidas por el lider de los no-muertos que os dice:- Asi sea, prefiero no hacer efectiva mi amenaza... ¿Que está haciendo ese hombre?- Por supuesto se esta refiriendo a Bjondir, que esta con su hacha buscando un posible tributo a su triunfo, algo con lo que poder adornar sus historias de este combate, cuando intenta coger una de las manos del no-muerto que ha partido por la mitad, esta le agarra, incluso estando en este estado todavia sigue con "vida, mientras que sus huesos se están regenerando poco a poco. La voz del espectro que comando a esta horda de seres del más alla exclama:- Deja a mi hombre en paz y te dejare salir de mi barco con vida, que puede que hayas ganado la batalla contra uno de mis hombres, pero si sigues tomando lo que no es tuyo seremos todos los que nos enfrentaremos a tí- Thyra y Herdis miran tensas a la espera que la escena termine bien...

A regañadientes deja de rebuscar en el cadáver dándose cuenta de que sus acciones podrían fácilmente llevarlos a todos a la tumba.

- ¡En mi tierra quien vence se lleva la gloria! Pero bueno... tu barco, tus reglas ¡Ja! -acompaña las palabras con bajar del barco, no tiene intención de dar opción a que haya más problemas, bastantes tienen ya con la noticia macabra que les han dado. Si no encontraban al dos-dedos ya tendría tiempo de cruzar aceros de nuevo mientras la aldea ardía. Aquel pensamiento  le hizo estremecerse, debían evitarlo a toda costa.

El scalda había seguido el duelo tragando saliva apretando los dientes y los dedos de las manos de sus puños cerrados, de tal forma que se estaban poniendo los nudillos blancos. Cuando el combate acabó, respiró tranquilo. Hemos salido, gracias a los dioses, una loable canción merece esta acción de bravura. No obstante, su momentáneo alivio se ve truncado por el hecho y alarde de orgullo del berserker que amenazaba la seguridad de todos.

- ¡Bjondir, nó!¿No lo hagas!

Heldir, abandonando todo temor, agarra al guerrero del brazo.

-Bjondir! Por tus ancestros! ¿Has perdido el juicio? ¿Te parece este un duelo normal? Deja de ofender a estos guerreros y ayudame a descolgar la escalerilla para regresar a la barca.

La mercenaria respiró tranquila cuando su compañero accedió de mala gana a no recoger la parte del botín que él consideraba bien ganada. Apremió a sus compañeros para salir lo más rápido posible de allí, antes de que aquellos seres cambiaran de idea.

- Venga vamos... rápido, ir bajando. Mientras tanto esperaré aquí por si surge algún problema y bajaré la última. -Miró al scalda qe se había quedado quieto al ver actuar a Bjondir.- Espabila Audun, no te quedes rezagado.

Con un ojo observó cómo echaban la escala por la borda y sus compañeros descendían y con el otro no perdía de vista a los draugar que quedaban en cubierta.

Con Bjondir mordiendose los nudillos por no haber podido conseguir unos trofeos para mostrar su batalla, baja la escala  junto con Herdis hasta la barca que sigue al lado del barco. Todo el grupo baja del fantasmagorico barco, lo más deprisa posible, puede que hayais derrotado a dos de sus guerreros, pero pensar en enfrentaros a todo un batallón de ellos ya sería otra cosa. Cuando Bjondir se hace con el control de la barca y os alejais del barco, veis como este empieza a moverse hacia el mar, volviendose a cubrir con esa fantasmagorica niebla ocultando su perfil, hasta simplemente desaparecer entre las aguas con un sonido de succión. En el puerto podeis ver la figuras de los guardias que al avistaros en el combate contra los no-muertos han venido para recibiros, puede que ahora los remisos en el Thing comprendan que están ante unos autenticos heroes.

A medida que se iban acercando al pequeño embarcadero, Thyra miraba con ojos cansados el barco que poco a poco iba desapareciendo envuelto en aquella extraña niebla hasta desaparecer en las profundas y oscuras aguas. La algarabía que se encontraron al llegar contrastaba con la severidad que acababan de dejar y, una vez que sus pies se posaron en el suelo firme, los golpes a la espalda, los vítores y las exclamaciones de admiración sonaban a su paso. Los pocos soldados que aún quedaban para vigilar la aldea habían intentado seguir, con ojos asustados, el combate desarrollado en aquel fantasmal barco.

La mercenaria, con una cansada sonrisa en la boca, se dejó arrastrar por aquellos hombres necesitados de cualquier noticia heróica que los animara en aquellos malos tiempos.

- Tranquilos, tranquilos... ahora os contamos todo, pero antes necesito un buen trago para reanimarme. ¿Quién se anima a invitarme?

Audun permaneció en silencio durante todo el trayecto hasta la orilla. Se sentía un inútil, aunque respiraba tranquilo por haber sobrevivido. Aquellos hombres deseosos de noticias merecían una canción que relataba los hechos acontecidos, pero estaba cansado y necesitaba tierra firme bajo sus pies y hidromiel en su boca. Permaneció unos segundos en la embarcación vacilando pero instantes después sus pies tocaron el suelo.

No vamos a contar nada- dijo en tono autoritario heldir. Cuanto menos se sepa de lo pasado en el barco, mejor para todos.
Creo que deberiamos recluirnos y discutir lo que vamos a hacer a continuacion.

- ¡¿Que vamos a hacer?! -dijo el guerrero en tono muy elevado- ¡Pues queda bien claro! Encontrar a quien describían lo antes posible. ¿Que quieres discutir niña? Hay que encontrarlo cuanto antes mejor, y estos hombres conocen mejor que nadie a los habitantes del pueblo ¡Que mejor que preguntarles!

De un salto Bjondir cayó sobre la playa mojándose las botas de piel mientras a cada paso en dirección a los guardias. Aquel pueblo no merecía unos héroes callados ni dubitativos sino unos decididos y eficaces que resolvieran el problema de raíz. De nada serviría hablar más, lo único que podía ocurrir es que aquella cría, con las palabras sosegadas y aparente sabiduría que desprendía, lo liara otra vez para hacer lo que quiera que ella quería.

- Lo siento jovencita pero estoy de acuerdo con Bjondir. Además creo que nos hemos ganado un buen trago y pasar el resto de la noche divirtiéndonos, por lo menos yo es lo que tengo intención de hacer. No tenemos porqué contarles todo, pero sí me gustaría pavonearme un poco con mi hazaña.

Me alejé detrás de Bjondir en dirección a los soldados que guardaban la ciudad.

Las puertas del pueblo se abren y unos cuantos jovenes guardias llegan para felicitaros y daros la bienvenida tras la siniestra aventura. Estos jovenzuelos que se han visto obligados a llevar los trabajos de unos hombres os cercan ansiosos de noticias, aunque llegaron a ver vuestro combate prefieren escucharlo de vuestra misma voz. Uno de ellos apenas es un jovenzuelo de trece años, aunque su cuerpo es alto y fuerte, al parecer lo han escogido por esas dos actitudes, porque se solaza al ver a los guerreros comentando su batalla:- Por los dioses, habeis destrozado a esos monstruos como si fueran peleles de paja, nunca volvere a pensar que una mujer no es capaz de enfrentarse con la misma fuerza o más que la de un hombre.- Otros dos, unos gemelos rubios que intentan llevar algo parecido a una perilla a falta de barba que son familiares de Bjorn le empiezan a gritar:- Esto se lo vamos a contar al viejo, ¡Bjorn a destrozado a un no-muerto con un único hachazo!. El último guardia de pelo rojo y algo más descarado que el resto, le dedica una  sonrisa picara a Thyra, no debe tener más de 17, pero ya se le conoce en el pueblo por ser un peligro con las mujeres:- Claro, que lo celebraremos, sino lo hace el Thing, ya te invitare yo de mi parte...- Parece que la recomendación de la Volva a quedado en saco roto y el resto de los guardias se quejan, aunque es el más joven el que habla, que como siga asi, será un buen lider en el futuro:- Volva, en estos dias tan tristes saber que hay alguien que pueda ayudarnos es lo que más necesitamos.-

La puerta del poblado os aguarda y arriba del pequeño monte esta el edificio donde se reune el Thing, hay luces encendidas como cada noche siguen elucubrando sobre los problemas del dia pasado y los del dia que va a venir.

Trataba de alejar de su mente el recuerdo de los no muertos. Trató de acariciar las cuerdas de su fiel instrumento, más no pudo. Decidió que no era momento de música, necesitaba un trago para despejar la cabeza. Cuando las puertas se abrieron y el poblado los recibía con el calor del hogar, sus labios musitaron una pequeña plegaria de agradecimiento y su rostro reflejó una sonrisa. Estaba vivo.

Bjondir disfruta de los halagos y la atención que reciben tanto él como su compañera mercenaría. Para el guerrero ha quedado claro que es una mujer que bien vale tener a la espalda si los enemigos los rodean.

-¡Os contaremos todo si nos invitáis a un trago! -dice en voz alta tratando de hablar por encima del gentío- ¿verdad que si Thyra? ¡Ja! ojo con esta mujer ¡Os cortará el brazo si no andáis con cuidado! ¡Ja! -​dejó que los vítores siguieran mientras invitaba con gestos a sus compañeros para que los acompañaran.