Partida Rol por web

El reinado de los Strigoi: Capítulo I

Prólogo: Una búsqueda fructífera

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08/10/2015, 12:00
Abraham "El Anciano" Setrakian

-Los strigoi no saben dónde fueron a parar su antiguos amos tampoco, si os siguen quizás sospechen y el viaje es largo. Seguramente encontraréis dificultad. Ya sabéis que no podréis volar con regularidad al lugar. Y aunque quizás podríamos hacernos con un helicóptero de la antigua Unión Soviética, no contamos por el momento con ningún piloto que unir a vuestro grupo- el hombre quizás había contemplado todas las posibilidades de aquel viaje, tomar un avión iba a ser difícil cuando la mitad de vosotros erais proscritos buscados por los chupasangres, sus devotos y sus esbirros.

Después escuchó la pregunta del hematólogo y negó levemente.

-No tenemos ni idea de cómo es la sangre de vampiro, los escritos indican que ellos existen, pero no hemos encontrado ninguno hasta ahora para probar o testear su sangre. Por lo que hemos leído su sangre era capaz de crear esclavos leales, agudizar los sentidos, dar mayor fuerza y resistencia... Usted mismo ha examinado la sangre de los strigoi y sabe que no tiene nada de esto, quizás ese suero blanco pueda aumentar la fuerza y alargar la vida, pero es algo muy débil si comparamos con lo que dicen los escritos que hablan de super humanos.

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09/10/2015, 15:21
Syria Keogh

¿Como nos movilizaremos hacía allí entonces? - era obvio lo de que no podemos coger un vuelo convencional, y lo del helicoptero no era seguro, y no había piloto. Jodido. Espere una respuesta mientras el resto aseguraba que íbamos a encontrar todo, y blablabla. - ¿Alguna información importante más que debiéramos saber? ¿Cuando partiríamos?

Syria quería estar ocupada, ocupar su mente y no pensar, para ayuntar todos los demonios por unos instantes.

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11/10/2015, 21:16
Damon Gates
Sólo para el director

Plantea la doctora Huygens en su interesante El nuevo aullido del nuevo lobo que la nictofobia ya no puede considerarse como tal. No es para menos, y cabe preguntarse si es posible encontrar hoy en día aunque sea a un único paciente que tenga miedo a la oscuridad desde un punto de vista irracional. La noche ya no es un enemigo vacío, y quizá ahora el hombre moderno se enfrente por primera vez al auténtico terror nocturno como un peligro tangible, desde que salió de las cavernas. El lobo, el oso, las fieras de la noche, acompañaron a nuestros antepasados en su periplo. Pero ese terror real se ahuyentaba con fuego. Hoy, cuando la noche cae, millones de personas sienten auténtico terror. No mero miedo a la oscuridad. Auténtico pavor. En las estadísticas de la OMS de 2036 sobre salud mental se confirmaba el aumento de problemas mentales relacionados con los miedos nocturnos. Un 200% más respecto a 2025, y un 700% más sobre 2020. Las cifras del International Psichiatric Journal son mucho más dolorosas. Algunas fuentes no oficiales tachan esos números de ridículos y deliberadamente manipulados. Cito de memoria, pero algunas de esas fuentes sugieren que el 85 o 90% de la población sufre problemas mentales, y de esos, el 65% sufre nictofobia.

¿Podemos seguir hablando de “miedo irracional” cuando nos referimos a la nictofobia? El terror a la noche no puede tener hoy causas más racionales: el convencimiento de que la noche trae depredadores imbatibles contra los que no es posible vencer. Sugiere Huygens, y yo me adhiero a esa opinión, que no es posible considerar la nictofobia como un delirio ni miedo irracional. Es posible, quizá, considerarla de facto un tipo de psicosis de guerra. Y por lo tanto quizá sea necesario valorar el terror a la noche según el nivel de inhabilitación del enfermo. Pero nunca, dice Huygens, debe considerarse una patología irracional. Dentro de las posibilidades de la psiquiatría, más que curar ese miedo (una cura que, en esencia, podría acabar convirtiendo a una persona temerosa en una alegre e ingenua víctima), deberíamos observar cómo salvar sus paralizaciones. Porque quizá esconderse en casa sea una medida de seguridad más que necesaria, pero se conocen muchos casos de catatonia nocturna, paralización, inconsciencia y por supuesto, insomnio crónico que acaba en muerte. Quizá dejar de considerar el miedo a la noche una patología sea un primer paso para la sensatez: no se trata de considerar loco al nictófobo, se trata de que su afección no lo convierta en un vuokruolin. Porque el miedo a morir no puede convertirse en causa de muerte.

 

De los diarios de Damon Gates.

-Extracto 236

 

 

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11/10/2015, 21:38
Tobías Quinn

—Que no sepan donde fueron a parar sus antiguos amos quizá arroje algo de luz a sus comportamientos... siempre han dedicado recursos y tiempo a cosas que no comprendíamos. Quizá también estén buscando o se preparen por si aparece alguno... Además que sean una raza servidora encaja en que no parece que tengan juegos o placer, el menos excepto unos pocos. Y cada vez más, creo, ahora las sanguijuelas se liberan, se desmelenan más con sus juegos y comidas, un poco más cada vez. 

Sí, cada vez había más informes de macabros juegos, fuentes de alimentación exóticas, lugares donde hacían comer a la gente cierta comida para que la sangre tuviera cierto sabor... peleas de gladiadores con armas de sacaban bien de sangre... de todo. Aumentaba cada vez más. 

—El suero es maravilloso de por sí, siempre que se prepare correctamente. A veces puede llegar a matar, es algo impredecible. 

Sin contar que los gusanos a veces sobrevivían y beber el suero era como convertirse voluntariamente en strigoi... y los problemas de recoger la sangre... sólo era buena idea en gente al borde de la muerte, y sólo prolongaba la vida un tiempo, y sólo mientras seguías bebiendo. Era algo muy arriesgado, aunque siempre venía bien tener algo para una emergencia. Si alguno de nosotros tenía, no lo sabía. 

—Si la sangre vampírica es todavía mejor, no se que cosas podrán hacerse con ella. Yo lo que espero es que no tengan el mismo ansia que los Strigoi, que se puedan contentar con beber de frascos si los encontramos... o no conviertan a todos los que beban... no quiero tener otra plaga más. 

No debían convertir a todos de los que bebieran, como los Strigoi, si fuese así, hubiera habido plaga muchos años antes, había tanto que teníamos que aprender...

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11/10/2015, 22:02
Damon Gates

Gates escuchaba al hematólogo con las manos sobre la mesa y los dedos entrelazados. Asentía.

-Todavía está por ver que de verdad hayan existido los vampiros, aunque para lo que nos ocupa lo mejor es que asumamos que sí. Otra cosa es que exista algún ¿cadáver? o ¿momia? de alguno de ellos. ¿O están pensando ustedes en buscar a un vampiro vivo? Y vivo, muerto, o no-muerto, sea como sea ¿luego, qué? -dijo Gates. Lo que estaba proponiendo Setrakian parecía una búsqueda arqueológica. No tenía muy claro si se le estaba proponiendo buscar un vampiro en Lesbos o un halallazgo arqueológico que diera más pistas a la resistencia sobre cómo luchar contra la plaga-. Respecto a lo que dice la señorita Keogh... supongo que si no podemos ir por aire, tendremos que hacerlo en barco. Quizá sea más discreto bucar pasajes poco llamativos en transportes de pasajeros normales, o mejor, ir discretamente en un mercante amigo.

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11/10/2015, 22:28
Dutch Velders

La rubia se removió en su asiento y bajó las piernas de la mesa y se inclino sobre esta, apoyando los codos. Las cosas se habían puesto serias, parece que iban a buscar vampiros. Vamos, que estaban tan desesperados que lo que parecía una locura sin sentido era la mejor opción.

Entrecerró los ojos, evaluando al anciano, tratando de dilucidar si es que había perdido la cabeza del todo o aquello era una broma. Finalmente soltó todo el aire en una exhalación, no les quedaba otra. Como fuera estaban condenados a muerte, ¿por qué no probar cualquier opción que se les presentara?

-Pienso que lo mejor será que bajemos como sea hasta la costa y ahí cojamos un barco. Seguro que por algo de dinero algún pescador nos acerca a la isla, con suerte- señaló también el susodicho lugar en el mapa. -Ahora solo queda saber qué habilidades tiene cada uno, pues tenemos que pasar por un cojón de sitios sin ser descubiertos, es decir... Yo soy informática, ¿alguno sabe hacer algo que nos sea útil o sois todos doctores?- señaló al doctor Tobías como ejemplo.

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11/10/2015, 22:46
Damon Gates

Gates la miró y le sonrió levemente.

-Supongo que puedo decir que soy un perfecto inútil, señorita Velders. Pero no se preocupe, intentaré no serle un estorbo. Si algo se me da bien es ser discreto y dejar que los demás hagan lo que saben hacer.

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12/10/2015, 11:03
Heikki Mäkelä

Nuevamente se quedó callado con un silencio y respeto casi reverencial cuando el anciano habló y expuso los datos de su nueva misión, cometido, trabajo... lo que fuera. No le dejó indiferente, hablaba de leyendas que le contaba su padre para intentar asustar a Heikki cuando era niño. Eso le hizo sonreír.

El tema del transporte parecía un problema, pero para él no era para tanto - si hay mucha prisa - comentó cuando sus compañeros hubieron intervenido antes que él, a los cuales también escuchó con paciencia y respeto - se tendría que conseguir un avión o helicóptero por todos los medios... sino es así, el mejor modo es ir a tierra y una vez cerca - miró a la otra rubia, Dutch - lo propio es lo que ella ha dicho, es lo más sensato - dijo mostrándose de acuerdo con esa parte en concreto.

Pero fue la pregunta que formuló ella lo que más le hizo detenerse a observar a los demás, se había fijado pero sin saber la naturaleza del trabajo no llegó a preocuparse hasta hora - todos parecéis eruditos, hombres de saber y de la ciencia... - no era un cumplido, lo decía como un problema, que era lo que Heikki pensaba, ya había hecho frente a Strigoi en su viaje desde el norte y sabía de buena tinta que no era nada fácil acabar con ellos - ¿serán capaces de luchar? - torció un poco el gesto lo que movió toda su frondosa y rojiza barba acabando por suspirar - por mi parte... yo soy cazador - dijo sin más y una vez en silencio, sus dedos volvieron a tamborilear sobre su muslo. 

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12/10/2015, 13:36
Tobías Quinn

Tocaba planificar, como ir, para qué servíamos cada uno de nosotros.

—Los mejores guerreros del mundo no acabaron con los Strigoi, de hecho acabaron siendo Strigoi ellos mismos. Tácticamente, creo que sería ideal esquivar todas las peleas excepto las que tengamos ganadas de antemano, nuestra misión es demasiado importante para arriesgarnos.

—Respecto a mis habilidades, yo soy médico, aunque contra el arma de los monstruos no cabe medicina alguna, de niño me llevaron varias veces al campo de tiro y se disparar y limpiar un arma. En la resistencia me enseñaron a usar una buena cuchilla contra esas bestias, pero sin una de plata es complicado luchar— la de plata les cortaba como si no estuvieran, como si fueran de mantequilla, las normales, era como cortar carne humana, sólo que mas dura y las heridas se les curaban enseguida. 

—Se me da bien cualquier cosa mecánica, cualquier aparato, ya sean los contadores geiger de aquí, reparar un coche, un barco, hacer explosivos con jabón y grasa...— sí, que me dieran un poco de tiempo y podría montar un pepinazo capaz de mandar a los Strigoi al infierno. —De hecho es la mejor manera de matar a un inquisidor, conseguir que se acerque a un buen paquete de mierda y volatilizarlo. 

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12/10/2015, 13:46
Damon Gates

Esa tendencia de algunos de mirar por encima del hombro a la erudición le disgustaba. Si algo se había demostrado es que solo el conocimiento, más que la fuerza, podría para a los strigoi. El doctor Quinn lo había resumido muy bien. Podrían enfrentarse a un monstruo en situaciones de ventaja táctica y numérica, pero cazar uno, dos o diez strigoi no solucionaba nada. Por mucho que lo creyeran así los cazadores que se veían a sí mismos protagonistas de una épica. Una épica condenada al fracaso, como ya se había demostrado. Cazar strigoi solo servía para salvar el propio ego, no para salvar a la humanidad.

-Señor Mäkelä, me alegra que sea usted un asesino experimentado. Así podrá dedicarse al trabajo sucio y demostrarnos lo poco que valemos los demás. Por mi parte, como tantos en la resistencia, me defiendo lo justo con las armas. Lo suficiente para saber usarlas y comprender que ante los strigoi una huida a tiempo vale más que un calibre .50.

Estudió a Mäkelä. Parecía un hombre peligroso, tanto por sus habilidad como por sus intenciones. Como Syria Keogh, quizá estuviera alimentado por la ira homicida y la venganza. Una carrera hacia adelante huyendo de los propios fantasmas, como tantas veces había visto.

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12/10/2015, 14:05
Heikki Mäkelä

Ni los mejores médicos consiguieron una cura - respondió ante la pulla con un leve encogimiento de hombros - no se si alguna vez ha hecho frente a los Strigoi, cara a cara... pero dificilmente se rehuye una lucha contra ellos si lo que quieren es verte muerto... y créame, lo querrán - negó con la cabeza levemente y alzó una ceja en el proceso - todo se irá viendo sobre el terreno

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12/10/2015, 14:10
Damon Gates

-En ese caso, nos alegra tenerle entre nosotros -concluyó. No iba a entrar en una discusión sobre quién tenía más méritos, pero tampoco iba a aceptar que se le mirara con desdén. Todos serían necesarios en la misión, incluyendo a él mismo.

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12/10/2015, 17:07
Syria Keogh

Creo que deberíamos centrarnos en en objetivo, y dejar en segundo plano los prodigios y desventajas de la erudición, piques, conflictos y demás tonterías más propias de guarderías - hombres...hombres tenían que ser- Yo no soy ni erudita, ni soy una asesina mortal. Solo soy una infeliz más que le toca lidiar con esta mierda y le hecha cojones. No soy un cerebrito, ni se preparar bombas, ni hablar de forma rimbombante...Todo lo que tengo son las nociones que me dió Fred Merkel y el tesoro que me dejó mi padre: sus escritos sobre largos estudios a los strigois. Y me importa una mierda lo que se piense, pero si de echar ovarios se trata, voy a echar un buen par. Ahora vamos a organizar el asunto. La idea de bajar a la costa como sea, y luego barco, me parece bien. -hablaba en semblante serio, como solía. Aunque esbozó media sonrisa en la última frase.

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12/10/2015, 17:52
Damon Gates

Media sonrisa recogida y devuelta mientras asentía. La muchacha de cabello claro tenía razón.

-Si el señor Setrakian no ha planeado nada todavía, propongo dirigirnos hasta Odessa o Mykolaiv, vía Kiev. El puerto de Odessa es grande y no será difícil conseguir un pasaje hacia Estambul, como pasajeros o en un pesquero. Repetiríamos la jugada en las costas de Turquía hasta recalar en Lesbos. Siempre que no podamos hacernos con un avión o helicóptero. Y si lo conseguimos ¿alguien aquí sabe pilotar? Setrakian dice que no tenemos algún piloto amigo y no creo que secuestrar un avión sea muy discreto.

Se dirigió a Setrakian.

-Una vez en Lesbos ¿qué? ¿Nos espera algún contacto? ¿Cuál es el destino?

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12/10/2015, 22:07
Director

24 de diciembre de 2054, 11:13 a.m.                                                                                       Prípiat, Ucrania

 

Vuestra afiliación a La Resistance os había llevado a Prípiat. Ahora una ciudad fantasma y antes relativamente moderna. Fundada el 4 de febrero de 1970 expresamente para dar hogar a los trabajadores de la Central Nuclear de Chernóbil y a sus familias. Debido a su estratégica posición geográfica en un clima relativamente templado y un suelo muy fértil, cerca de una estación de tren, una autopista, y por supuesto el río Prípiat, la ciudad comenzó a desarrollarse, convirtiéndose en una de las zonas más agradables para vivir de la antigua URSS. La población en sólo 16 años creció hasta más de 40.000 personas.

Una ciudad grande, en expansión, próspera... Hasta que ocurrió el desastre. Todos los libros de historia hablaban de la explosión de la central de Chernóbil en 1986, de la posterior evacuación de toda la zona y de cómo un lugar con tanto futuro había quedado abandonado y fantasmal. Hace casi dos décadas desde aquella catástrofe y desde entonces nadie se ha atrevido a repoblar aquella zona, lo que la hacía perfecta como un buen escondite. Los niveles de radiación no desaparecerían de allí hasta dentro de 24.000 años, la tierra ya no era fértil y el río seguía contaminado. Pero qué era peor, ¿morir libre de un cáncer o subyugado como una bolsa de hemodonación viviente?

Y bajo esta ciudad fantasma, accediendo al alcantarillado varios kilómetros fuera de la ciudad, se podía llegar a uno de los búnkeres de la resistencia. Había que estar muy loco para estar metido en un sitio así, pero más loco aún para meterse a La Resistance. Solo aquellos con convicciones fuertes, gran determinación y ciertos pensamientos suicidas en su cabeza podrían meterse a hacer frente a los Strigoi. Algunos dirían que no eran deseos suicidas, sino un fuerte sentido del deber, el honor y de hacer lo correcto. Todos sabemos que el cementerio está lleno de héroes, eso lo explica todo.

Un pesado y grande portón se esconde tras uno de los intrincados túneles del alcantarillado de Prípiat. Al abrir la puerta el interior es más que decente, nada que ver con la humedad exterior para entrar. De no ser por la radiación el lugar estaría infestado de ratas o cualquier otra alimaña amante de la oscuridad, esto incluía a las sanguijuelas de las cuales se quería librar la resistencia.

Tras caminar por los pasillos revestidos de metal, os plantasteis frente a una puerta. Al otro lado había una sala de juntas y os pidieron sentaros. Un mapa de Europa dominaba la pared del fondo, presidiendo la mesa. Sobre el mismo muchas anotaciones de pequeños pueblos perdidos al completo, lugares infructuosos descartados, posibles lugares por explorar... Allí era donde realmente se cocían todos los planes a gran escala de La Resistance. Había otro lugar donde La Resistance se reunía, en un subterráneo en Courrières, por alguna razón era otro lugar donde los strigoi preferían no acercarse.

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12/10/2015, 22:10
Elena Pérez

Llegabais tarde y una chica con pintas de militar os había acompañado justo hasta la puerta de aquella sala. Llamó antes de daros paso y asomó dentro. La chica era baja, pero bastante musculada, sin duda debía ser militar por su forma recta de caminar.

-Disculpe, señor Setrakian, traigo a dos más para la reunión y debo hablar con el señor Darrell- dijo con un acento español muy marcado. Hizo un gesto al hombre de pelo rizado y ojos claros, que asintió y salió de la sala, dejándoos entrar antes, como buen caballero.

En aquella sala os encontrasteis cara a cara con Setrakian, que os inspeccionó de arriba a abajo. Con un gesto os invitaba a tomar asiento a la larga mesa de juntas. Además había dos mujeres y tres hombres, cuatro si contabais al que salía por la puerta.

            

Abraham Setrakian, el verdadero cabecilla tras La Resistance. Antiguamente fue un afamado profesor en la universidad de Viena, hace ya 40 años, hasta que según todo el mundo "se volvió loco". Sus clases de historia medieval europea se volvieron paranoicas, en ellas hablaba de seres de la noche, de vampiros, despotricaba contra nobles familias del continente adjudicándoles titulaciones de herejes y chupasangres... Aquello le pasó factura, no tardaron mucho en echarlo de la universidad. Sin duda el profesor se había enajenado, había pasado por un estado quijotesco, los libros de antiguas leyendas le habían nublado la razón...

... Pero nada más lejos de la verdad, aunque fue demasiado tarde cuando esto se supo. Quizás los augurios de Setrakian habían sido demasiado tempranos e inesperados, pero ciertos. No se habían despertado los grandes señores vampiros de sus tumbas, pero lo habían hecho sus viles sirvientes. Aquellos seres, ahora desatados, no tenían quien los parara.

El Anciano se había vuelto un verdadero cazador contra los strigoi desde el momento que aparecieron, a pesar de su edad se decía que era realmente diestro con la espada. No solo eso, circulaban todo tipo de rumores sobre su persona entre la Resistance, pero pocos lo habían visto realmente.

El profesor debería ser el mayor conocedor sobre vampiros y strigois que existía sobre la faz de la tierra, también el humano más buscado por el enemigo. Y allí estaba ante ellos, no era imponente, pero tenía buena planta y un aura de seguridad. 

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12/10/2015, 22:18
Elena Pérez

Una chica con pintas de militar llamó a la puerta, tras ella iban otro hombre y otra mujer. Parecía que no erais los únicos invitados a la fiesta. La joven miro a Setrakian, luego a Benjamin y habló.

-Disculpe, señor Setrakian, traigo a dos más para la reunión y debo hablar con el señor Darrell- dijo con un acento español muy marcado. Hizo un gesto al hombre de pelo rizado y ojos claros, que asintió y salió de la sala, dejando a los nuevos entrar antes, como buen caballero.

    

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12/10/2015, 22:20
Abraham "El Anciano" Setrakian

-Adelante, que pasen, os estábamos esperando...- dijo el hombre con un ademán cansado. Seguramente tenía que repetir todo desde el principio, pero esta sociedad actual estaba reñida con la puntualidad. Sobre todo cuando nunca sabías qué contratiempo podía cruzarse en tu camino: desde strigois por la noche hasta traficantes de sangre o fanáticos por el día. 

El anciano hizo un gesto, invitando a los nuevos a sentarse en la mesa. -Tomen asiento y preséntense al resto, si son tan amables.

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13/10/2015, 07:58
Richard Collins

Si tenía que ser sincero consigo mismo debía admitir que ante toda la marabunta de sentimientos que lo embargaban se sentía doblemente emocionado. Por supuesto que sentía temor, curiosidad, impaciencia, alegría, incertidumbre... pero disfrutaba de aquellas sensaciones como el primer día que había entrado en la universidad o más bien los dos primeros días, hacía muchos años de alumno y algunos menos como profesor. Ante él se abría una nueva etapa en la vida, determinande como las anteriores e importante para su propio futuro, pero también para el de la humanidad, o al menos eso era lo que esperaba, lo que le había hecho dar el paso definitivo hasta llegar allí y uniser a la resistencia contra los Strigoi. El primer motivo de emoción para el profesor Richard Collins era aquel paseo por las calles de Prípiat. Como arqueólogo sabía que estaba caminando sobre un resto fascinante de la historia humana, algo que en el futuro podría compararse a otras ruinas archiconocidas. Observaba cada edificio y como el paso del tiempo había ido deteriorando poco a poco la ciudad pero aún se conservaba ese encanto entre las estructuras de hormigón. La mayoría seguían en pie y Richard sabía que si pudieran entrar se encontrarian las casas totalmente amuebladas, una oportunidad perfecta para ver como vivían realmente aquellas gentes. Tenía ganas de desviarse o pedir que le dejaran mirar pero no estaba allí de turismo o de expedición, de hecho los niveles de radiación seguían siendo peligrosos y por eso los strigoi no se acercaban, esa era la cualidad que hacía de ese lugar un sitio perfecto para esconderse de ellos. Una ciudad de solo dieciseís años de vida... fascinante. Una prueba viviente del poderío y del declive del imperio soviético. Mientras recorría los pasadizos y túneles inferiores hacia el bunker que servía de base de operaciones de la resistencia comenzó a aflorar el segundo motivo de emoción. Por fin iba a poder colaborar directamente con el único grupo que se oponía al dominio mundial por el que se veían subyugados. Quería ayudar, no le importaba el coste, ni en la radiación que podía afectarle o si algún chivato, comisario o strigoi loco le terminaba matando, debía librar a la humanidad de ellos o al menos intentar ayudar. Caminó en silencio observando cada detalle con curiosidad. En el último tramo una chica hispana que parecía una militar les acompañó hasta una sala de reuniones. Apenas había intercambiado unos saludos de cortesía con su otra acompañante, demasiadas cosas que ver y pensar, por no hablar de la sensación de secretismo que se había apoderado de él desde el mismo momento en el que le comunicaron que iban a reunirse, prefería pecar de prudente en cualquier caso. Dejó entrar primero a su acompañante y despidió con un gesto a Elena cuando se marchó. En la sala había seis personas, cinco le eran totalmente desconocidas pero la sexta llamó poderosamente su atención. Antes de tomar asiento decidió acercarse al profesor Abraham y estrechar su mano. -¡Profesor Abraham! Es un placer para mi conocerlo, es usted una leyenda viva ¿Lo sabe? Admiraba a ese hombre al que muchos habían tomado por loco. Nadie había sido capaz de predecir lo que se les venía encima excepto él, pero cuando le quisieron hacer caso ya era demasiado tarde. Richard se volvió hacia el resto y ajustó sus gafas para enfocarlos correctamente. Buenos días a todos, encantado de conocerles. Soy el profesor Richard Collins, experto en historia antigua de la universidad de Oxford. También he participado activamente en algunas expediciones arqueológicas e investigaciones sobre civilizaciones perdidas. En los últimos años me he especializado en buscar indicios de vampirismo en las civilizaciones anteriores y a recopilar posibles historias sobre ellos. Dejó de hablar, sabía que aquella no era una de sus clases y como presentación era más que suficiente. Además se había dejado llevar por la emoción del momento y el encuentro con el profesor Abraham y ni siquiera había dejado a la mujer que le acompañaba que se presentara primero como mandaba la etiqueta. -Disculpen mi excesivo entusiasmo, estoy algo nervioso.

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13/10/2015, 17:04
Heikki Mäkelä

Heikki le dedicó una larga mirada al hombre de color que se había mostrado cortés y conciliador... asintió al hombre a modo de agradecimiento por sus amables palabras hasta que la mujer rubia, la de aspecto feroz, intervino con una ración de bilis amarga para todos. Aquello provocó que entrecejo del norteño se frunciera con gravedad sin comprender del todo esa actitud tan sobrada; torció un poco el gesto - huevos no es lo que te salva de esos monstruos... seguro que sabes hacer cosas - le respondió manteniendo un tono neutro, tratando de evitar más conflicto, y menos con una mujer tan beligerante. 

Cuando los nuevos hubieron entrado, Heikki los miró e, inevitablemente, se fijo muy mucho en la otra mujer, su forma de vestir, su actitud, la expresión corporal... reconocí esos movimientos, y no por nada, sino porque él mismo los usaba. Sonrió agradecido de que al fin hubiera alguien que supiera algo más del mundo que de libros - Heikki Mäkelä - se presentó a ambos después del a tan entusiasta presentación del profesor de historia - ¿de verdad? ¿profesor de historia? - preguntó en voz alta, obviamente se trataba de una pregunta retórica pero tan pronto como salió de sus labios, un destello de culpabilidad asomó en su fría mirada - discúlpeme... es que veo mucho intelectual y poco músculo... tendremos que tener mucho cuidado sobre el terreno... no me malinterpreten - miró a todos menos a la rubia cabreada, antes no dejaba de mirarla, pero ahora, prefirió evitar el contacto visual con ella, Heikki era un inútil con las mujeres - no dudo de sus capacidades, solo que allá donde vamos el peligro acecha en cada sombra, les ayudaré en todo lo que pueda