Partida Rol por web

El secreto del lago

Escena uno: La carrera

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19/03/2019, 03:55
Director

La carrera empieza en el momento en que os lanzáis todos calle abajo. Se escucha con fuerza vuestro grito de guerra.
-¡SIENTE EL TRUENO!

Quien toma la iniciativa es Jacobo, que rápidamente os adelanta, seguido de cerca por Héctor. El resto avanzáis deprisa pero con algo de miedo a la cuesta abajo que se os viene encima. Quizás frenando demasiado, para evitaros problemas. Todos pasáis la primera curva... todos menos Borja que se pasa la curva y acaba en una calle que solo es de subida. Eso le hace perder mucho tiempo, tiene que dar la vuelta y los demás ya le sacan mucha ventaja.

La cuesta abajo del segundo tramo es muy empinada, todos bajáis frenando con miedo. Todos menos Jacobo que baja como una exhalación sin parar de paladear y tomando la curva con maestría. Tal vez rememorando las imágenes del televisor del gran Federico Bahamontes, conocido como el Águila de Toledo. Los demás han dejado de verlo desde hace rato.
Quien no termina de verlo es Héctor, que pilla un bache y se choca contra un muro. Por fortuna para él, la única persona que lo ha visto es Borja.

El último tramo es más fácil, la cuesta es menos pronunciada. Un señor que va caminando con un burro se para para dejaros pasar mientras os saluda efusivamente. Jacobo le saluda mientras avanza alegremente pedaleando y silbando. ¿Estará intentando recordar como era la melodía de Verano Azul?
Por detrás aparece, aún bastante lejos, Ana. Seguida de cerca por Clara y Maria, y más atrás vienen Héctor y Borja.

Sin embargo, antes de llegar al punto final de la carrera aparecen un grupo de chavales en bicicleta que bloquean el camino. Jacobo intenta frenar, pero va muy rápido y acaba en el suelo. Los demás llegan a su alcance a tiempo de verlo levantarse contrariado. Entonces frenáis todos delante del grupo de chavales que se os ha puesto delante, y os dais cuenta del detalle que todos ellos son gitanos. Son seis, cuatro chicos y dos chicas. Se están riendo de Jacobo, señalando la parte de su ropa que se ha roto. Finalmente las risas cesan, y uno de ellos se os encara. Parece ser el líder de esta banda.

- ¿Quienes sois vosotros y que hacéis en nuestro pueblo? - os pregunta desafiantemente.

- Tiradas (2)

Motivo: Daño

Tirada: 1d3

Resultado: 1

Motivo: Conducir Jacobo

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+1)=5

Notas de juego

Borja, tu fallo ha sido más leve porque ha sido al principio de la carrera. Aún no habíais cogido velocidad, y era el tramo menos malo.

Héctor, pierdes un punto de vida. Ya te lo he quitado yo. La bicicleta esta bien después del golpe, aunque tú si que has quedado algo magullado por el golpe. Pero no es nada serio.

Jacobo, he hecho yo la tirada de conducir por ti para aligerar. Así avanzamos más rápido, no te haces daño pero al ir al suelo te has desgarrado la ropa. Los abuelos no van a estar contentos con tu aspecto cuando vuelvas a casa. Dime tú que parte se ha roto. Podría ser el pantalón, la camiseta o una zapatilla. 
Lastima que no llevaras puesta la cazadora de Michael Jackson xD

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19/03/2019, 04:36
Héctor Torres

Ya se os acabo el circo ¿No? - digo encarando al líder del otro grupo.

Nosotros somos el Clan del Trueno y estamos aquí para pasar el verano. No buscamos problemas, pero tampoco vamos amilanarnos ante un gallito que viene a buscar pleito.

Así que, de ustedes depende como va a terminar esto. Por las buenas o las malas. - respondo bajando de la bicicleta, para ayudar a Jacobo a ponerse de pie.

Notas de juego

¿En serio me estampaste con un muro jefe? Eres cruel, mil cosas imagine, pero nunca un muro en toda la cara. XD.

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19/03/2019, 12:23
Director

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19/03/2019, 23:02
Borja Tejedero

Con la lengua casi fuera por el esfuerzo de pedalear a fin de no quedar el último, contemplo como un obstáculo parece haber interrumpido nuestra competición.

“Bien, así será carrera nula y no tendré que limpiar la bici de nadie jeje”

Pero cuando por fin llego y detengo la bici, veo que son unos gitanos con ganas de bronca. Hector toma la iniciativa, cosa normal al ser el que conoce el pueblo, pero me siento en la obligación de apoyar a mi amigo. Me aproximo a él y con una sonrisa amplia le doy un codazo a nuestro líder.

- No me habías dicho que los burros en este pueblo hablaban ¡Y de que manera! – Entonces encaro a los camorristas – Este ERA vuestro pueblo, pero ya no tenéis que preocuparos más por él, ya nos encargamos nosotros. –

Entonces me apoyo en el sillín y comienzo a buscar un petardo en mi bolsillo trasero por si las cosas “se caldean”.

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20/03/2019, 00:46
María Ortiz

Jacobo que se cayó, Héctor que se dio contra un muro, veníamos con nuestras pequeñas dificultades hasta que aparecieron estos chicos, que tenían aires de grandeza. Detuve la bicicleta, mi frente estaba transpirada, pero me sentía bien. Quitando esos momentos, había sido bastante divertido.

Veo como Héctor toma la iniciativa y Borja lo apoya, noto a éste último buscar algo en sus pantalones y me le pongo al lado, con el objeto de cubrirlo un poco de la mirada de aquellos tontos.

Zopencos, son una panda de Zopencos.

No dije nada, tenía toda la intención de insultarlos de una forma elocuente pero la osadía no era lo mío.

Zopencos que se creen la gran cosa, Ay sí…

Me fije si los chicos que se habían golpeado o caído poseían algún signo de lastimadura, pero  supuse que no era el momento de hacerme la enfermera, así que solo permanecí junto a Borja con cara de mala.

O algo parecido a eso.

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20/03/2019, 07:27
Ana Gil

Jamás lo habría creído pero no era la última del grupo. Ana estaba contenta, le gustaba ver a Jacobo ganando. Ya podía imaginárselo haciendo uno de sus bailes a los Michael Jackson cuando ganase. ¿Como conseguía que le saliera el moonwalker?Era un paso complicado... Un frenazo y... un momento, ¿un frenazo? ¿en medio de una carrera? -Buah! dijo simplemente al ver la situación y escuchar al supuesto líder de los otros chicos, se volvió a montar en la bici y les rodeó tratando de seguir hacia la supuesta meta de la carrera y esperando que los otros hiciesen lo mismo que ella. -Venga peña, que aún no ha acabado la carrera. comentó a sus colegas dejando claras sus intenciones.

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20/03/2019, 09:52
Clara Vega

Me lo estaba tomando con calma, quizás con demasiada calma. Aunque no parecía ser mala estrategia, vistods los éxitos de los chicos. Igual ganaba la carrera por descalificación del resto. Vi como Jacobo paraba de golpe al cruzarse con aquellos otros chicos. Héctor y Borja corrieron hacia allí también. Ay madre, allá vamos otra vez. Pedaleé rápido para llegar allí antes de que sucediera nada más y con decisión, metí la BMX en medio de los dos grupos.

-Venga chicos, aquí nos se nos ha perdido nada, y como ha dicho Ana, -no me lo podía creer, Ana y yo de acuerdo en algo- la carrera no ha terminado. -Clavé mi mirada en Borja, que evidentemente, ya tramaba alguna de las suyas. -Dejadlo estar. El pueblo es lo bastante grande como para que juguemos todos. 
 

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20/03/2019, 18:29
Jacobo Arrieta

Yo era el mayor y, por lo tanto, tenía que demostrarles que era el más valiente por ese motivo me lancé cuesta abajo sin pensármelo dos veces, ganando velocidad a cada metro que avanzaba y sintiendo el aire silbando en mis oídos. Aquello sí era libertad y me encontraba tan emocionado que incluso me permití silbar una cancioncilla que se me había pegado de la tele.

Cada vez iba más rápido pero yo ni me daba cuenta, de hecho ni me enteré que mis amigos habían quedado muy atrás. Yo estaba feliz en mi mundo, tanto que incluso me permití acelerar un poco más viendo todo pasar ante mis ojos a toda pastilla. Hasta que apareció aquel grupo salido de la nada.

Entre el susto y que no me daba tiempo esquivarlos a la velocidad que iba, lo único que se me ocurrió hacer fue frenar para no llevármelos por delante, con el riesgo hacia mi persona que eso suponía. Y menudo riesgo. El batacazo fue tan colosal que seguro me dolería el cuerpo el resto de las vacaciones.

Cuando me levanté, ayudado por mis amigos que ya habían llegado y vi mis pantalones vaqueros rotos, una rodilla sangrando así como los rasguños del codo y el brazo, lo único que pensé fue en la bronca que me llevaría por parte del coronel y la suerte que había tenido al no llevar mi cazadora fetiche.

Iba a enfrentarme a aquellos chicos que habían interrumpido la carrera cuando me fijé bien en ellos. Gitanos con ganas de bronca, eso estaba claro por su actitud. Lo que nos faltaba.

¡Ey, ey, ey! Tranquilidad ¿vale? —No era yo muy dado a meterme en peleas pero tampoco tenía pensado echarme atrás. Michael no lo haría, al contrario, él enfrentaría sus miedos sin pensarlo—. No creo que vosotros seáis los dueños del pueblo. Además, aquí hay sitio para todos. Así que ya podéis ir haciendo caso a las damas y dejarnos continuar la carrera —en algún libro había leído algo parecido y me había quedado con esa fabulosa frase que debía encandilar a las chicas.

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21/03/2019, 01:37
Director

El chaval sonríe al escucharos hablar. Los demás no os quitan la vista de encima, pero se mantienen juntos, y bloqueandoos el paso. Aunque Ana sigue avanzando, pero se para al ver que nadie más la sigue.

Es entonces, cuando se produce vuestro silencio, que el cabecilla vuelve a levantar la voz.
- Así que sois... ¡LOS MIERDERS! - su pandilla le ríe el chiste mientras vosotros empezáis a poneros nerviosos y enfadados. ¡Que no te enteras, contreras! Niñatos, no os queremos ver más por aquí. Largaos de vuelta al lugar del que habéis salido. O va a haber aquí, hondanadas de hostias.

Notas de juego

Pandilla, no parecen estar por la labor de querer conversar. En este punto podéis:
- Largaros sin dar la espalda a vuestros rivales.
- Quedarse y plantar cara.

¿Qué hacéis? Podéis negociar vuestra reacción, supongo que como pandilla no os vais a separar.  

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21/03/2019, 02:31
Héctor Torres

Al ver que aquel idiota quería pasarse de la raya con mis amigos, decidí que era hora de darle una lección y de las realmente duras.

Lentamente agacho la cabeza con actitud sumisa y finjo girara con la intención de alejarme, sin embargo mi intención real era otra, conseguir un mejor ángulo para partirle la jeta al gitano.

Mis músculos se tensan y..

Sin previo aviso intento plantarle una hostia en la cara al cabecilla del grupo, pues ya había tenido suficiente de sus bravatas.

Lamentablemente mi swing fue demasiado amplio por lo que a menos que logrará tomar al idiota ese por sorpresa, lo más probable era que lograra esquivar mi golpe, pero no tendría tanta suerte con el siguiente.

- Tiradas (1)

Motivo: Hostia va

Tirada: 1d20

Resultado: 2(-1)=1

Notas de juego

Intento un ataque sorpresa.

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21/03/2019, 19:09
María Ortiz

Las cosas empezaron a empeorar cuando la banda de Zopencos no tuvieron mejor idea que mutar nuestro nombre de pandilla por los Merders y, a partir de ahí, sentí como si estuviéramos en esas películas de acción chinas, solo que no éramos karatecas.

-Woau! Y seguro que para idear ese nombre usaste las 3 neuronas que habitan tu cerebro.

Y Héctor se fue a los golpes… yo es que no tenía un físico apto para aquello, pero que no me iba a cortar en apoyar a mis amigos.

Lo que hice fue buscar alguna piedra cercana para al menos defender al grupo.

Lo único que falta es que mande a uno al hospital… mi tía no me hablará en una semana. Se supone que soy pacífica…

Notas de juego

Todavía no tiro, solo busco la "munición"

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21/03/2019, 23:21
Borja Tejedero

No acabamos casi de asentarnos en el pueblo y parecen que las cosas ya se ponen interesantes. Y por supuesto Hector parece leerme la mente y yo la suya. Le veo lanzar el puño y yo, con el petardo aun en la mano, cojo el mechero y lo enciendo con un rápido movimiento. Lanzando una carcajada, lo tiro contra el resto de idiotas que nos cortan el paso.

- Bailad pringaos, ¡Bailad! –

El lanzamiento es magnífico, pero es que son muchos años ya utilizándolos, casi parecían una extensión de mi mano.

“Si así es como empieza el verano, va a ser condenadamente divertido”

Voy preparando un segundo petardo por si no han tenido suficiente con uno.

- Tiradas (1)

Motivo: lanzar petardo

Tirada: 1d20

Resultado: 19

Notas de juego

Vamos ese lanzamiento guapo jaja

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22/03/2019, 17:10
Clara Vega

Suspiré. No sé ni para que lo intento. Era evidente que, como tantas otras veces, aquello iba a acabar mal. Después del pobre intento de ataque sorpresa de Héctor, corrí a ponerme junto a él. Si esos chicos querían aprovecharse de él, al menos tenía quien le iba a defender. De refilón, veo la mecha prendida del petardo volar por delante de mí. Ay, mecachis. Este niño está zumbado. Como le diera a alguien, ya nos veía a todos detenidos por la policía. ¿Había policías en el pueblo? Íbamos a estar todos castigadísimos...

Notas de juego

Pues eso, me quedo junto a Héctor defendiéndole de cualquiera que intente nada.

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23/03/2019, 01:32
Jacobo Arrieta

Si habíamos tenido la opción de una retirada medio digna, la habíamos perdido cuando Héctor se decidió a ser él quien iniciara la pelea. Pero nosotros no solíamos ser una pandilla de matones como los chicos que teníamos enfrente y prueba de ello fue el patético puñetazo que lanzó el pobre Héctor. No importaba, si había que darse de tortas con los chicos del pueblo nos dábamos de tortas. Lo que no tenía pensado hacer era dejar a mis amigos en la estacada.

Ya me estaba preparando para liarme yo también a puñetazos, a pesar de saber que ese no era precisamente mi fuerte, cuando vi un petardo salir de la nada e ir directo a la pandilla que nos cerraba el paso. No tenía que mirar para saber quién lo había lanzado, lo único que podía pensar era en lo oportuno que había sido y ni siquiera me preocupé en pensar que aquello podría hacerles daño, lo único en lo que pensaba era en que se largaran por donde habían venido y nos dejaran seguir con la diversión. Para una vez que yo iba ganando algo...

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26/03/2019, 01:55
Director

Mientras la banda local intenta intimidaros, vuestra reacción acaba siendo más bien caótica y poco organizada. Héctor lanza un triste ataque al cabecilla rival que se limita a esquivar con un paso lateral. Entonces vosotros cerráis filas en torno a vuestro compañero. Es entonces cuando un petardo cae desde el cielo justo donde esta la otra pandilla, con todo lo que esta pasando la mayoría ni se ha enterado de lo que esta ocurriendo. Pero cuando explota se abalanzan sobre vosotros, y se organiza una batalla campal en la que todos acabáis por el suelo, sucios, con daños en la ropa y la cara. Unos instantes después una voz seria llama a la calma.

- ¿Pero que mierdas esta pasando aquí? - el adulto empieza a tirar de vosotros separandoos con fuerza. Los de la otra banda se apartan al ver quien ha intervenido pero vosotros, que no lo conocéis pensáis que os esta agrediendo y se lleva una patada. ¡COÑO! ¡PARAD YA!

Unos minutos después la otra banda se larga del lugar, cuando el adulto los expulsa del pueblo, pero no dejan de girarse para miraros. Y tenéis claro que esa gente no os va a perdonar lo que ha pasado aquí. Más os vale estar atentos, por lo que pueda pasar, que los gitanos tienen muy mala fama.

Cuando la situación se calma, que viene a ser cuando se van los demás, os fijáis en el recién llegado. Viste de blanco, un traje barato de verano, junto con un gorro de color crema del que se puede ver unas gotas de sudor que le caen por la frente. Es un hombre de mediana edad, algo más mayor que vuestros padres pero no tanto como vuestros abuelos.
El hombre os sonríe, aunque sigue quejándose de la patada que ha recibido de alguien de vosotros.

- Muy bien chicos, le habéis plantado cara a esos gitanos. Sois gente valiente, me gusta. Tengo que irme, pero si me acompañáis a la piscina os invito a un refresco o un helado. Vuestro gesto atrevido, bien se merece una recompensa.

Se gira hacía la carretera, y podéis ver la piscina municipal no muy lejos de aquí. Hay varios vehículos aparcados, aunque os llama la atención una de esas caravanas. Una casa móvil, que te permite viajar llevando tu propia casa contigo.
El hombre empieza a andar hacía la piscina sin esperar a comprobar si lo seguís o no.

Notas de juego

El primero que quiera puede tener el placer de haber sido el que le ha pegado la patada. Si no sale un voluntario, saldrá al azar xD

Con la trifulca os habéis llevado algunos golpes, ropas estropeadas y seguramente una regañina cuando volváis a la granja. Pero al menos os habéis mantenido firmes como pandilla. Aún con lo que ha pasado, todos estáis un poco orgullosos de vuestros compañeros.

Sois libres de acompañar a este señor o no. Igualmente podéis acompañar el grupo pero sin entrar en la piscina, o largaros de aquí pasando de él.

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26/03/2019, 02:13
Director

Y tú no dejas de mirar al tipo este comparándolo con el videoclip famoso de Michael Jackson vestido de blanco. Aunque este hombre es más obeso, y dudas mucho de que baile como él. Pero no puede ser casualidad que vaya vestido así.

Notas de juego

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26/03/2019, 07:47
Ana Gil

Ana había sido la última en entrar en la batalla pues al principio había tratado de alejarse con la bici.Sin embargo se alteró bastante cuando vió que Héctor intentaba pegar al líder del otro grupo,si le pegas a mi...a Héctor te vas a enterar niñato. Piensa esperando que el otro no le devuelva el golpe y todo quede en nada.Y de repente, llega el sonido de uno de los petardos de Borja y el caos se desata.Sin pensar muy bien en que está haciendo se lanza contra la marabunta lanzando patadas a diestra y siniestra, ni siquiera está de segura de no haber dado a alguno de sus compañeros sin querer.
Cuando el desconocido les separa y consigue que la otra pandilla se largue se detiene a observar a sus amigos.Parece que la refriega no ha causado grandes daños y que todo se quedará en un par de magulladuras aunque Ana tiene claro que volverán a pelearse.
Cuando el tipo comienza a andar después de invitarles ella se dirije de nuevo hacia su bici.-La verdad, prefiero un helado a terminar la carrera.Y vosotros?
 

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26/03/2019, 23:30
Clara Vega

Por lo menos, lo que rápido había empezado, rápido se terminó. Di gracias a que apareció aquel señor y puso paz antes de que llegáramos a mayores. No sabía muy bien de donde había salido ni que pensar de él. Que, bueno, puso paz, pero nadie nos libró de que acabáramos todos enmarranados. Nos iba a caer una buena al llegar a casa de Héctor. Ya lo estaba viendo. 

El señor misterioso propuso ir a la piscina y Ana no se lo pensó dos veces antes de seguirle. Odiaba que fuese tan impulsiva. En mi caso, me lo iba a pensar un poco más. 

-Chicos, ¿no os dan dicho vuestros padres nunca que no os vayáis con desconocidos? Y menos si se ponen a gritar y decir tacos. Y menos si justo después dice que nos va a regalar helados por pegarnos con otra banda. -dije al resto. La actitud de aquel señor me olía a chamusquina.

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27/03/2019, 01:50
Héctor Torres

Los eventos se precipitaron rápidamente luego de que intenté tumbarle los dientes a aquel capullo, se desató el caos, pues el petardo lanzado por Borja fue el detonante para la primera pelea campal del verano.

Por unos segundos, todo fue caos y locura, golpes y patadas iban de un ladona otro hadta que un adulto llegó para separarnos, los gitanos pusieron pies en polvorosa y nos dejaron solos con aquel hombre.

El tío parecía alguien majo y luego de esa pelea, de verdad se me antojaba un helado, así que decidí que la idea de Ana no estaba para nada mal, además, con algo de suerte hasta podríamos nadar en la alberca.

Chicos, yo estoy con Ana, un helado me vendría muy bien, además ¿Qué nos puede pasar en la piscina pública? 

Siempre que permanezcamos juntos, todo irá bien.

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27/03/2019, 03:51
María Ortiz

Tenía una roca en la mano derecha que no llegué a usar, un raspón en la frente y la mano izquierda cerrada en un puño de los nervios. Las rodillas estaban llenas de arañazos y mi cabeza seguía intentando entender cómo terminamos a los golpes. Entonces estuvo este señor que nos ayudó, o algo así, más bien nos separaron… y ahora venía esta propuesta.

Me acomodé la gorra que estaba tan torcida como mis lentes y comenté:

-Est… estoy con Clara, perdón señor pero yo no sé quién es usted…

Y me he metido en suficientes problemas por una semana, espero no parecer tan zaparrastrosa cuando me vea mi tía.

Estaba nerviosa y con ganas de llorar pero solo por la emoción desmedida que todo esto había sido para una simple gusano de biblioteca como yo. Todavía recordaba la mirada de alguno de los gitanos que hacía que la bilis hiciera volteretas en mi estómago, era como un anuncio de que esta pelea solo era el comienzo.