Partida Rol por web

Pues si con ser Dalmau tuve que tener mucha paciencia con Ser Jasper... habré de picar mucha piedra...

Pidió otra lanza y la asió con fuerza

Vamos, bonitoo, susurró a su caballo.

Ser Jasper exigió a voces un cambio de lanza antes de volver a cargar, casi sin esperar a que su oponente estuviera preparado

En una tercera acometida los dos jinetes volvieron a cruzarse nuevamente, esta vez Erbin falló al realizar su ataque pero tenía más que controlada la situación dejaría que la lanza de Ser Jasper golpeara en su escudo y no habría peligro de ser desmontado. Sin embargo Ser Jasper bajó su lanza en el último segundo para alcanzar al norteño en su armadura directamente. Aquel golpe bajo fue algo sucio pero efectivo. A Erbin le dolió pero aguantó como pudo la contusión, aquello le iba a dejar un buen moratón.

¡Que perro!

Pero después de ver su anterior combate, no me extraña nada. Debo estar atento a esas tácticas sucias de Jasper...

Apretó los dientes, quizás fuese bueno que fuera un oponente sucio, eso le estimularía más...

Tras el cambio de lanza espoleó su caballo de forma tan enérgica y tenia la mente tan centrada en aquel ataque que descuidó ligeramente su defensa.

Un nuevo golpe bajo de Ser Jasper, esta vez con más fuerza, hizo saltar un par de remaches de la armadura de semiplacas de Erbin. Si el golpe anterior había sido duro este lo había sido aún todavía más, y el daño que le había hecho estuvo a punto de dejarlo sin aliento. Ser Jasper seguía utilizando la misma treta y parecía funcionarle bien.

Erbin también había alcanzado en esta ocasión a Jasper, pero el golpe no fue lo suficientemente consistente como para tirarle del caballo y tan siquiera se tambaleo.

Un momento de duda atravesó su mente.

¿He llegado al final?

¡No!

Giró y encaró de nuevo a su rival con renovado ímpetu

Negó con la cabeza al ver regresar a Erbin hacía el, ¿no iba a rendirse nunca? 

Espoleó a su caballo algo tarde y fue una mala embestida que le costó el recibir de nuevo un golpe. 

Tras un nuevo cruce de golpes, Ser Erbin logró alcanzar a Ser Jasper, y esta vez sí, esquivar su temerario golpe. El norteño estaba siendo más preciso en sus golpes y acertaba la mayoría de las veces, pero le estaba faltando la contundencia que Ser Jasper si que mostraba cuando lograba alcanzarle.

Tras una queja por lo bajo, que por algunos pudo ser interpretada como un gruñido, pidió una nueva lanza y espoleó el caballo de inmediato para volver a la carga. 

Erbin pensó en atacar de manera sucia a su contrincante, tal y comoéste estaba haciendo...

Mmm venga Erbin, tú no erres así, eser un hombre del norte, honorable...

Respiró hondo y se lanzó por su oponente

Los dos jinetes volvieron a cruzarse y partieron las lanzas el uno sobre el otro. Erbin nuevamente lograba alcanzar a Jasper pero el escudo y la armadura del jinete absorbía todo el daño, y su gran habilidad para montar lo mantenía sobre el caballo nuevamente.

Por su parte Jasper seguía atacando bajo, golpeando en la armadura en lugar de en el escudo, y eso ya había ocasionado una herida en Erbin que el norteño trataba de disimular. Sin embargo otro nuevo y duro golpe lo hizo sacudirse en el caballo y en esta ocasión estuvo cerca de perder el equilibrio y caer.

Una media sonrisa al volver a golpear a su oponente y ver saltar las astillas. 

Nunca saben cuando rendirse...

Se giró, el dolor le incomodaba bastante, pero se concentró en su oponente y fue por él.

Un nuevo encuentro con las lanzas en el centro de la arena. Esta vez Ser Erbin erró su ataque por varios palmos. Se notaba que estaba herido ya que su carrera era menos recta que las anteriores veces y apenas lograba levantar el brazo de la lanza. Así pues fue normal que fallara al atacar y también al defenderse. 

Ser Jasper golpeó a Ser Erbin como si el norteño fuera un muñeco de ensayo. Su golpe fue brutalmente fuerte, la lanza se hizo astillas y además el golpe fue nuevamente un golpe bajo y poco honroso dirigido a la armadura de Erbin. Un golpe brutal que de no ser por la armadura habría atravesado al norteño de un lado a otro.

Tras el cruce, Ser Erbin se tambaleaba en el caballo. Parecía haber perdido el conocimiento pues apenas reaccionaba e incluso dejó caer la lanza que sostenía aún. El golpe le había dejado completamente aturdido sin que casi lograra mantener firme la cabeza.  

Ouchhh...

el golpe atravesó y desgarró parte de la armadura desgarrándole el lateral del abdomen.

Como pudo intentó encaminar el caballo... hacia ningún sitio en concreto, pero éste se dirigió mecánicamente hacia el extremo de la pista de justas, como siempre y el escudero de Ser Erbin se acercó a coger las riendas

¡Mi señor! Oh, por los Dioses.. ¿Estáis... bien?

Erbin miraba a un lado y a otro sin fijar la vista, no sabía donde estaba y oía voces una especie de griterío de fondo y alguien que llamaba su nombre..

Mi mu--jer quiero verla... baluceó ante el escudero.

Sentía la pierna derecha caliente por le hemorragia. Su escudero, asustado, le dijo... Mi señor, ese cerdo apunta bajo, abandone, usted ha sido un caballero en todo momento, no siga o no volverá a verla nunca más...

No, eso no, ¡quiero volver a verla ahora!

El escudero, viendo el embotamiento de su señor, sacó un frasquito con un mejunje de fuerte olor y le obligó a olerlo... su potente tufo le hizo reaccionar...

Ahhh, me han dado bien...

Mi señor, ese perro os va a matar si seguís y allá en el norte os esperan...

Esas palabras hicieron reflexionar a Erbin, lo que más quería estaba en el norte y en el campo de justas ya había demostrado su valía y honor, no valía la pena exponer la vida...

Miró a su oponente que estaba ya presto a enfilarle y tomó la dura decisión, no estaba en condiciones.

Se sacó como pudo el casco, que se colocó bajo el brazo.

Haciendo la señal de abandono se dirigió delante del rey y la mano.

Majestad, señor, en mis condiciones no puedo seguir, ruego me disculpéis.

Girándose a Ser Jasper le mira a los ojos y le dice Ser, sois el campeón... y acto seguido escupe al suelo con desdén.

Se gira y vuelve hacia las caballeriza, se vuelve a sentir realmente débil...