Partida Rol por web

Ves como Kaleon se acerca lentamente hacia tí, deteniéndose a un par de metros, distancia suficiente para no que no os oigan lo que decís.No me vas a assilat, Thundersword.-te dice respirando de manera enrecortada por el esfuerzo, pero en tono desenfadado. No menciona que él tampoco es capaz de derribarte a tí, pero queda implícito en la idea que te propone a continuación.Estoy dispuesto a rendirme, si te comprometes a darme la mitad del premio. He estado viendo a los otros rivales y creo que tanto tú como yo podemos ganarles con una mano atada a la espalda.-se detiene un momento antes de continuar.-Tengo entendido que los ándalos valorais mucho el prestigio, lo llamais así verdad? prestigio. A mí me basta con haber comprobado que ni los mejores luchadores de aquí sois capaces de descabalgarme. Y con los mekthi dalen venados que me darás cuando ganes, claro.-sonríe orgulloso.-Se me habían ocurrido un par de tácticas poco convencionales para intentar ganarte, pero no estoy seguro de que estuvieran permitidas.-resulta evidente que el dothraki quiere decir "sucias" o "poco limpias" cuando menciona lo de "tácticas poco convencionales".-¿Trato?-te pregunta finalmente.

- Montas bien, pero no olvides que no has sido capaz de rozarme... - orgulloso - haciendome frente no durarías un solo asalto, como los demás - vanagloriandose de su victoria en la contienda 

Termina por asentir a Kaleon

- Si me alzo como vencedor, la mitad de la recompensa es tuya - acepta - agilizaremos lo inevitable - refiriendose a su victoria

Heh-rie el dothraki-Te hubiera podido derrotar fácilmente si no estuviera mermado de fuerzas.Ten cuidado con la chica Yronwood, ella me envenenó ayer por la noche.dice Kaleon muy serio ante el comentario de su rival.-Suerte en el combate final.

Los dos participantes se reunen para discutir sobre algo. Todos los asistentes a la justa hablan unos con otros y se preguntan que está sucediendo.

Tras unos minutos, Kaleon se acerca hacia el estrado real, donde se encuentra el rey, Robert Baratheon, primero de su nombre. Se situa delante de la tribuna y clava su lanza en el suelo con un golpe duro y seco.-ME RINDO.-anuncia gritando el salvaje. Un vendaval de murmullos invade toda la grada, mientrastanto, Kaleon se mantiene impasible esperando la respuesta del rey.

Todo el mundo se giró hacía el Rey, estaban asombrados y perplejos, que no era menos y se encontraba tan asombrado y perplejo como los demás asistentes al torneo. Aquel estaba resultando el mejor combate hasta el momento y era donde se concentraba la mayor expectación de la gente. El dothraki había esquivado con agilidad y magnifico control sobre el caballo las embestidas de Ser Jasper que no había sido menos en ese aspecto.

Con lo que la decisión de retirarse de Kaleon fue más sorprendente, el Rey no comprendía lo sucedido. Si no estaba herido y además estaba luchando a gran nivel sin haber recibido ni un solo golpe. Si tras hablar con el caballero había decidido retirarse la sospecha del combate pactado surcó la cabeza del Rey.

-No aceptaré combates amañados, volved al caballo y luchad como el hombre que se supone que sois. -Dijo el Rey a quien el abandono del dothraki no le había gustado nada.

La Reina que se encontraba al lado de su esposo se levantó con tal rapidez que su largo vestido rojo y su larga melena rubia se sacudieron al unisono en el movimiento.

-Debería recordaos que hay sumas importantes de dinero en este combate, y gente importante que ha apostado por vos. Esta gente espera que de perder su dinero sea de una forma limpia y honorable. A nadie le gusta descubrir que tira su dinero a la basura. -Su mirada se clavó en la del dothraki, la voz era dulce pero entrañaba cierto peligro, la insinuación era sutil pero clara.

Oculta en las gradas, aunque tampoco es que lo estuviera haciendo a propósito, la dorniense siguió observando el espectáculo. En cierta manera algún combate la decepcionó un poco, por el hecho de que uno de los dos caía del caballo demasiado pronto, siendo así la justa rápida. Había estado esperando ese momento durante mucho tiempo, y quería disfrutarlo al máximo.

Cuando llegó la pelea entre el dothraki y ser Jasper, aguantó la respiración unos segundos. Si ambos eran tan buenos como decían, prometía ser una gran pelea. Para hacer honor a la verdad, al comienzo del combate los dos aguantaban muy bien los golpes, esquivando las lanzas con una agilidad tremenda. Estaba tan metida en el combate, que casi saltó del sitio cuando Kaleon se acercó con la lanza baja, creyendo que el combate estaba a punto de finalizar. Escuchó a Yersinia murmurar preocupada algo sobre qué estaría pasando, pero Daphnia esperó pacientemente en las gradas, sin contestarle. Si algo tenía que suceder, ocurriría aunque ella se mantuviera en silencio, tal y como ocurrió.

¿Que se rinde?¿Por qué?

Le hubiera gustado estar más cerca para haberse enterado de todo, pero por suerte, la potente voz del rey se escuchaba perfectamente desde allí. Y la de la reina...

"Esta gente espera que de perder su dinero sea de una forma limpia y honorable."

Las palabras resonaron en la cabeza de Daphnia, mientras los recuerdos acudían a su memoria. Por una vez, y durante un simple instante, una dura sonrisa asomó a su rostro. Una sonrisa muy diferente a las anteriores, con una mezcla de fiero orgullo y venganza.

Te has descubierto a ti misma, Cersei. Acabas de revelar por quién habías apostado, y ahora que lo sé con certeza, tus lágrimas de humillación solo serán superadas por tu orgullo herido. 

Había estado esperando ese momento durante mucho tiempo. Y el juego no había hecho más que empezar. 

Increíble. La sorpresa acudió a mi rostro, no porque no pensara que Jasper podía derrotar a Kaleon... A mi gusto era un combate igualado que podía ganar cualquiera... pero una rendición. Eso sí que era algo que no me esperaba.

Cuando la reina formuló sus sospechas recordé lo que había pasado la noche anterior... había mucha gente con demasiados intereses monetarios en este torneo... Amañar los combates era algo fácil y que en algunos casos resultaba muy evidente... pero si Kaleon se había rendido debía ser por otro motivo, o sino al menos hubiera fingido mejor.

Esperé expectante la respuesta del dothraki.

Jasper se limitaba a esperar, observando en silencio aún sobre su caballo. 

Su rostro era aún más serio de lo habitual tras la conversación con Kaleon, con disgusto pidió otra lanza a su escudero y se posicionó tras la respuesta del rey y la reina. 

Para sorpresa de algunos, en vez de simplemente esperar, habló.

- Herir a un hombre envenenado no es nada honorable - en voz elevada e indignada - deberíais aceptar su rendición, así solo me estáis obligando a manchar mi honor.

¿Envenenado? se le escapó en voz audible.

Esta gente de la capital está toda podrida, los que no conjuran, envenenan o mienten...

Qué ganas tengo de volver a mi adorado norte...

Y se quedó pendiente de la resolución real.

El salvaje no esperaba esa respuesta del rey ni de la reina aunque él sabía perfectamente que la decisión dependía de Robert Baratheon y no de Cersei.

Jasper había resultado ser un contrincante extraordinario y no estaba seguro de poder derrotarlo en aquellas condiciones.-Ninguno de aquí me hubiera plantado cara en un combate a real y con armas de verdad, no con estos palos de juguete sin punta.-Si el rey hubiera aceptado la rendición de Kaleon, éste último habría mantenido su orgullo intacto y además se hubiera repartido el premio con Thundersword en el caso de que el caballero hubiera ganado. Pero ahora, ya nada importaba todo esto, un dothraki jamás contemplaría la posibilidad de dejarse caer del caballo, bajo ninguna circunstancia. No había ninguna otra opción, el combate debía continuar, Kaleon no estaba dispuesto a discutir con un Khal, por muy gordo y borracho que éste sea.

Que así sea.-el dothraki anuncia la aceptación de las órdenes del rey, y tras recuperar la lanza que él mismo había clavado en el suelo, se dirige hacia uno de los extremos de la zona de justas, dispuesto a reanudar el combate.

La gente aplaudió la decisión de continuar el combate pero habían quedado muchas cosas expuestas a la luz. Se había insinuado que había intereses ocultos tras los combates, al parecer la Reina había apostado por el dothraki y no estaba dispuesta a dejar que este se rindiera así como así. El dinero de las apuestas movía a muchas personas. También se había insinuado que Kaleon estaba envenenado, pero aún así el dothraki no lo aparentaba. Todo aquello empezaba a resultar bastante turbio, pero el espectáculo debía continuar.

Jasper espolea al caballo y carga con decisión, aunque sin duda mucho más serio tras la charla con Kaleon. 

Kaleon vuelve a atacar, pero su poco convencimiento provoca que la lanza no pase ni cerca de su rival. Va a tener que hacerlo mucho mejor si quiere derrotar a Jasper.

La justa se retomó con el público algo frío por lo ocurrido momentos antes, todos miraban sin saber que estaba pasando realmente. Vieron a Kaleon subir al caballo nuevamente y cargar para atacar a Jasper y a este hacer lo propio y supusieron que el combate estaba en marcha de nuevo, pero aun seguía el murmullo formado y mucha gente no se enteró de que se había retomado el combate.

Kaleon debía estar desconcentrado ya que falló en su ataque y además no mostró la misma habilidad esquivando. Se escuchó como la lanza de Jasper se partía con un ruido seco y de pronto el caballo y el jinete dothrakis se fueron al suelo. Nadie entendía nada, a muchos incluso todo aquello les pillo por sorpresa.

Kaleon se fue de bruces al suelo e intentó protegerse para no caer en mala postura, pero el golpe contra el suelo fue duro, él tampoco comprendía que había pasado. No había sentido la lanza de Jasper golpearle ni nada semejante. El caballo le había traicionado. Se giró para echarle la bronca a su animal pero este descansaba sobre un charco de sangre alrededor de su cabeza, con un trozo de la lanza de Jasper clavado entre el cuello y el pecho del animal, donde la protección era más débil para permitir el movimiento de la articulación

Resultó que Ser Jasper había bajado la lanza para realizar un ataque a la montura en lugar de a Kaleon, y la lanza se había partido contra el pecho del animal. Era una estrategia poco honorable, pero Jasper estaba montado sobre su equino y Kaleon en el suelo, eso le convertía en el ganador de aquella justa pese a todo el desprestigio que eso pudiera suponerle. El publico miraba en silencio sin saber como decantarse, todavía les costaba entender qué había sucedido.

El porte arrogante de Jasper se había acentuado, su mirada seguía en extremo seria y tras dejar caer los restos de su lanza al suelo y ver que Kaleon seguía vivo... lanzó una breve mirada a Cersei, que algunos incluso podrían considerar desafiante. 

Ahi tienes tu combate... 

Ser Walder Frey estaba siendo atendido de las heridas del combate y su sangre liberada de la ponzoña venenosa que le había invadido. Había sido un combate bochornoso, manchado por el fraude, el deshonor y la vergüenza. Envenenar a un combatiente. Pero no había sido el único, otros habían sido envenenados la pasada noche, incluido uno de los luchadores del combate final, el salvaje. Era formidable que hubiera llegado hasta la última justa con el veneno en su cuerpo.

Desde el interior del pabellón donde le atendía el maestre Ser Walder podía ver algo del combate, o de las gradas, más bien. El Rey exigía que el combate prosiguiera, algo extraño estaba sucediendo, se podían ver las caras descontentas de los asistentes.

Debo salir de esta tienda.

¿Puedo moverme, maestre?

Kaleon se vio en el suelo sin ni siquiera saber lo que había sucedido. Giró la cabeza instintivamente hacia su caballo y lo vio en el suelo, agonizando con la lanza de Jasper Thundersword en la base del cuello.

El dothraki no estaba seguro de que la maniobra de su adversario estuviese permitida, y aunque no estaba dispuesto a reclamar al rey sobre el modo en que Jasper le había vencido, el salvaje tenía una pequeña esperanza de que la reina o tal vez ese tal Meñique intercedieran a su favor.

Finalmente, Kaleon se levantó del suelo y se acercó a su escudero.-Tráeme el Arakh.-le dijo en tono calmado al chico, que se quedó unos segundos titubeando.-Ya!-tuvo que gritar para que reaccionara.

No habían pasado ni treinta segundos cuando el joven escudero llegó con el arakh en los brazos. Asió Kaleon su arma preferida y empezó a andar hacia el caballo que luchaba por respirar, ahogándose con su propia sangre. Se detuvo cuando llegó a él y se agachó para rematarlo con el arakh. Tras poner fin a la agonía del animal, Kaleon se levantó y se encaminó hacia los exteriores de la zona del torneo, ya nada tenía que hacer allí. Mientras andaba, le invadió un fuerte dolor en el costado derecho, tal vez se había roto algunas costillas en la caida. El dolor era muy intenso, sin embargo, lo que más le dolía a Kaleon era la herida en su orgullo de guerrero dothraki.

Ser Jasper estaba en la final... Me lo esperaba... me lo temía quizá.

No sólo era buen guerrero, era un buen jinete también.

Deseché esos pensamientos y me concentré en mi siguiente combate, si quería llegar yo a la final tendría que poner todos mis sentidos en juego.

Aquel extraño combate entre el dothraki y Ser Jasper por fin había terminado, y lo había hecho de manera que nadie habría previsto tras el intento de abandono de Kaleon. El peor damnificado sin duda era el caballo del dothraki que había sido herido de gravedad en una zona comprometida por un golpe de dudosa moralidad pero un golpe vencedor. El caballo agonizaba sobre la arena para horror de los allí presentes y el arakh de Kaleon no tuvo más remedio que ponerle fin a pesar de las miradas sensibles que pudieran verlo. Pero el espectáculo debía continuar y en Desembarco del Rey lo que primaba era eso, y tras retirar el caballo muerto y remover la arena para dejarla como si nada hubiera pasado el heraldo anunció a los dos siguientes contendientes. Y eso era lo importante ahora.

-Los vencedores de los anteriores combates, los otros dos semifinalistas: ¡Ser Dalmau Greyjoy contra Erbin Servulian!