Partida Rol por web

-Saludos de nuevo buen amigo. Tengo excelentes noticias, he encontrado a mi amada hermana y brazos para nuestra causa. Pero estos brazos aún no son fuertes y confíaba en que me pudieses ayudar.

Como sabrás, ha habido varios incendios en la ciudad. Mis compañeros y mi hermana sufrieron uno de ellos. Han perdido todas sus pertenencias. Me preguntaba si nos podrías ayudar a conseguir algo de material.

Intissar se mantiene a la espera de que su viejo amigo se lo piense.

- Claro que sí que puedo, pero me gustaría que me hicierais un favor mientras tanto. Yo puedo terminar de hacer las armas sencillas que me pidáis, tengo unas cuantas ya que están a punto, pero antes me gustaría que me ayudaras tú. Si mientras temino me hicierais un favor, tanto tú como tus amigos os lo agradecería y yo os entregaría armas para ayudaros. ¿Qué me dices? y oye... ¿Dónde está tu hermana? Dila que venga a verme algún día, quiero verla.

-Por supuesto, dame un segundo, está Layla fuera y nos cuentas a todos lo que necesitas.

Sin más salgo a la calle a buscar a mis compañeros.

Intissar sale a la calle donde está su hermana y Zarus.

-Chicos, parece ser que he llegado a un acuerdo, pero desearía que vosotros estuvieséis presentes. No nos saldrá gratis, pero no tendremos que pagar con dinero, si no con un trabajito.

Sin esperar respuesta, Intissar vuelve a donde Lucan, aunque asegurándose de que tanto Layla como Zarus le sigan en el laberinto en el que a veces se convierte el Gremio.

Tras las palabras de Intissar sin mediar palabra, cojo la mano de Zarus y voy siguiendo a Intissar por aquel lugar, tirando de Zarus...

Vamos... no debemos perdernos... a ver cuál puede ser ese trabajillo... Digo casi insistiendo a Zarus aunque en verdad hablaba conmigo misma.

-Espe...-  Zarus no opone mucha resistencia y se deja llevar por Layla en el afán de alcanzar a Intissar... era un alivio que ella estuviese tan concentrada en sus propias emociones y se le escaparan esos detalles que no dejaban de incomodar al joven Zarus. 

En realidad el ver tanto entusiasmos en Layla le empezaba a contagiar, ya después de adentrase un poco en el gremio, Zarus se sintió menos tensionado -Como será este amigo de Intissar?- pregunta movido por su imaginación en un viejo gordo, de baja estatura que usa un martillo y con un humor de perro. Ahora estaban a la expectativa de que tratara aquella tarea que les encomendara dicho personaje. 

- Oh! ¡Santo Cielo! ¡Cuanto ha cambiado tu hermana! ¡Estás hecha toda una mujer ya! Imagino que no te acordarás de mi, eras muy pequeña cuando os fuisteis. Pero no temas, no diré nada. Solo tenía ganas de volver a verte. Menuda preciosidad estás hecha. Después se queda mirando a Zarus. ¡Vaya! Layla, parece que en este tiempo te has echado un noviete y todo, no?

Bueno, decidme que armas sencillas necesitaréis? En cuanto cumpláis el trabajito que os pido os las entregaré, no creo que me lleve mucho tiempo ya... ¿Qué necesitais?

No reconocía a aquel hombre... después hablaría con mi hermano para que me recordase quien era... Ahora me limitaría a responder la pregunta que nos realizaba:

Pues en mi caso creo que dagas estarían bien... Miro a Intissar y digo: ¿Los otros necesitarán algo?... Miro a Zarus y digo ¿Y tú, no necesitas nada Zarus?...

Mientras espero la respuesta de mi hermano y de Zarus le pregunto al hombre: ¿Se puede saber cuál es ese trabajillo?...

Estaba aún algo sería... no lo reconocía a pesar de querer buscarle algún parecido... parecía que el tiempo lo había borrado de mi cabeza...

La mente de Intissar intenta dar una respuesta rápida, pero lo cierto es que no hay mucho que se le ocurra.

-La verdad Layla, no sé qué pueden necesitar, intentaremos llevar algunas dagas y quizás algún arma algo más grande, como una maza o algo similar. -Pasando a Lucan. -¿Sería posible algo así, Lucan? ¿Una maza o algún arma contundente así? ¿Alguna armadura? No quisiéramos abusar, pero estamos necesitados de material. Te juro por mi honor que todo esto te será recompensado. -Tras las palabras de Layla, Intissar también insiste. -Sí, Lucan, ¿de qué trata el trabajo?

-Vaya, tiene un poco menos de barba y esta mucho mas entrado en años, pero es casi como lo imagine...- piensa a visualizar al amigo de Intissar.

Zarus no disimula mucho el hecho de entrar a detallar al herrero y todo lo que hacía pare de su taller, era la primera vez que estaba en uno de estos y algunas metalicas figuras  si que le parecieron extrañas -Y eso para que será? me pregunto si habrá problema en que lo tome prestado-

Cuando el herrero se le queda mirando, Zarus creyó que le había descifrado el pensamiento, se disponía a disculparse cuando Lucan le atina con algo que le dejo confundido -Novio?- voltea lentamente su rostro tratando ver en dirección de  ojos del herrero, tal vez hubiese alquien mas detras de él por ejemplo. Se auto-señala con su dedo preguntando si se refería a él. No pareció darsele importancia a los confusos gestos del joven y la conversación siguió en torno a los materiales que se necesitaban y a la misión que se les iba a encargar...

-Si mal no lo recuerdo Amber nos encargo una armadura y si tiene un bonito escudo que le acompañe no creo que le moleste- dice a Layla y Intissar tratando de recordar si sabían algo de lo que necesitaran el resto de sus compañeros.

Me había olvidado totalmente de aquello... menos mal que nos lo has recordado Zarus...

Aún esperaba la respuesta del herrero y mientras este buscaba las palabras correctas para explicarnos aquel trabajo volví a preguntar a Zarus.

¿Tu no necesitas nada?... Has hablado de Amber... pero de ti no has mencionado nada...

- Bueno, puedo daros ahora algún arma que necesitéis o alguna armadura. Puedo hacer las armas marciales que me pidáis, creo que cuando regreséis las tendré listas. Por el momento, si me hacéis el favor que ahora os contaré os podré prestar algunas armas sencillas y armaduras ligeras. Pero solo para vosotros tres. 

Cuando llevéis a cabo el encargo os aprovisionaré de las cosas que os hagan más falta, como mejores armas o armaduras.

La misión es sencilla, recientemente llevo esperando una caravana que vendría con un cargamento de mithril, pero tendría que haber llegado ya y aún no lo ha hecho... quizá alguien la haya interceptado por el camino... Me gustaría que me ayudarais yo ya estoy mayor para ir a buscarla...

Zarus dedica una sonrisa a Layla por hacerle recordad que él también necesitaría estar mejor preparado, no es que estuviese acostumbrado a aceptar cosas de extraños sin pagar, por lo general prefería tomarlo sin avisar, pero esto era mas una especie de trabajo -Entonces estará bien si me llevo algunas flechas y unas dagas? en todo caso si tienes algo que se pueda empuñar y que sea ligero y preciso como una flecha, bienvenido sea jajaja- ríe sin tener muy en claro si el herrero podría tener entre sus creaciones -Y no es que quiera abusar, pero hay algo que me gustaría conseguir...- dice mientras busca con la mirada algo que se le parezca -Es que es un arma que mi abuelo me trajo del otro continente, creo que se llaman nuncha...-kusss, si, eso, nunchakus! Por lo que sé, hay que buscar bien para encontrarles en una tienda-

El herrero declara por fin de que se trata su dichosa tarea. Zarus intenta contener su expresión de sorpresa, pero lo cierto era que el podría tener una idea de lo que ocurrió con aquel cargamento -Esto debe ser obra de...- piensa mientras mira a Layla para saber si ella estaba pensando lo mismo que él, si podía recordar aquel incidente antes de llegar a la ciudad.

Intissar se acerca a Lucan, su amigo, y se agarran el brazo por las muñecas el uno al otro, a modo de acuerdo, mientras dice:

-Lo que aflige el corazón de un amigo, aflige al mío. Dalo por hecho, no descansaré hasta haberte traído lo que legítimamente es tuyo. -Dirigiéndose ahora a sus compañeros. -Si necesitáis algo, pedidlo. Deberíamos marchar cuanto antes a investigar. Quizás podamos sacar algo en claro con las preguntas adecuadas.

Me acerco a la mesa de exposicición y cojo una ligera armadura de pechoy una daga...

Necesito protegerme para eso que nos pides... no te preocupes que nos pondremos con ello ahora mismo... Mientras me ciño el corse de la armadura que afina mis curvas y eleva mi pecho miro a Intissar y a Zarus...

Creo deberiamos buscar a Amber y a los demás... si se trata del grupo que nos interceptó a nosotros en el camino es demasiado numeroso para nosotros tres...

Y esta vez no contamos con los idiomas de un bardo para poder hablar con ellos...

Intissar se queda perplejo ante las palabras de su hermana.

-¿Qué grupo, Layla? ¿Qué sabéis o creéis saber?

Zarus asiente a las palabras de Layla, mientras intenta ignorar el hecho de lo bien que le hace ver esa armadura -cof, cof-  toce un poco para poder hablar -Si, es cierto, si se trata de ellos son lo sufientemente numerosos para tomarse estos con cuidado, y no es muy probable que se pueda negociar esta vez-

Sea lo que sea ya Intissar había aceptado el trabajo, en realidad era un tipo bastante impetuoso, aceptar un trabajo sin pedir mayores detalles... este tipo de cosas hay que tomarselas con calma -Necesitaremos la mayor cantidad de ayuda y un buen plan- dice Zarus luego de ponerse en acuerdo con Layla sobre los posibles responsable y esperando a que ella sea quien responda la pregunta de su hermano.

- Oh, pequeño, lo siento los nunchakus son difíciles de conseguir, pero si me das algo de tiempo puedo hacerte unos. No es un arma muy común y se solicita poco porque hay muy poca gente que sepa usarlas, pero a tu vuelta seguro que te los he conseguido hacer. No tengas preocupación alguna, ya lo verás.

Y en cuanto al grupo del que habláis, ¿qué es lo que sucede?