Partida Rol por web

Milakahá había descubierto que sus proyectiles mágicos eran bastante efectivos contra la criatura, así que no dudó ni un instante en lanzar otro contra ella, provocándole una fuerte quemazón en una de sus escamas. Inmediatamente después el virote que lanzó Zarus se clavó en la misma escama.

Lomenar tenía que dar las gracias al clérigo, pues a pesar de que era un animal el que estaba en peligro, no dudó en curarle sus heridas para que no muriera desangrado. Después se acercó a él para cubrirle con su cuerpo y evitar que la rana se lo terminara comiendo.

Lictea había convocado un águila que revoloteaba alrededor de la rana tratando de arrancarle los ojos, sin mucho éxito. El mismo que tuvo Lictea al lanzarle el pedrusco de su honda. Sanya disparó su arco, y aunque impactó no logró clavarse en su dura piel. Después Riku también intentó golpearle, pero no logró alcanzarle. 

Finalmente Akatosh lanzó un rayo de escarcha que heló otra de las escamas de la bestia.

La rana iba a volver a por el lobo, lo había dejado ya bastante blandito para terminar de ingerirlo, pero un águila molesta le estaba intentando sacar los ojos, así que sin dudarlo, estiró su lengua y finalmente el conjuro de Lictea se disolvió en la boca del batracio.

Zarus estaba complacido con su último disparo, pero al intentarlo una vez mas, la bestia logró moverse lo suficiente, para que el virote se extrañara contra una zona lo suficientemente escamosa para no ser penetrada.

Nuevamente era prudente buscar algo de cobertura. Si aquella criatura se liberaba de la mañana, las cosas se pondrían bastante feas.

Kranjstar había logrado salvarle la vida al compañero animal de Lomenar y esta salió a su encuentro para resguardarlo, solo que el clérigo se adelanto, incluso, al mismo sapo.

Muy bien amigo, te vas a poner mucho mejor. dice mientras usa un poco mas de su magia para devolverle el vigor al salvaje can.

Vengan conmigo. Les sugiere a Lomenar y a su lobo, para que entren a la niebla.

Milkahá sonríe al notar que sus ataques hacen daño a la rana, pero no le dura mucho el gusto pues por mas daño que parece recibir la criatura esta no deja de atacar y su brío no parece menguar. La hechicera da un pequeño suspiro - tengo tres ataques mas y si no funcionan tendré que acercarme para atacarle con mas magia - piensa. Luego desentume sus dedos de la mano derecha y apunta con su dedo una vez mas, dice las palabras correctas y un nuevo proyectil sale de su dedo directo al monstruo con un ligero zumbido.

Sanya no podia creer que su anterior disparo no hubiera penetrado la dura piel del animal. Era un disparo casi perfecto. Su siguiente disparo, sin embargo, surgio muy, muy desviado y la enana suspiro cuando vio que no le daba a nadie por suerte.

Lomenar tenía entre sus brazos al pobre Arvak que estaba inconsciente y al borde de la muerte. Totalmente aturdida hace caso y se deja llevar por Kanjstar.

Lomenar solo tiene ojos para su lobo, ignorando a todos los demás excepto al clérigo.

Pero porque no te mueres de una vez maldita rana grito el guerrero desesperado cuanto mas vas a resistir por lo que nuevamente empezó a conjurar y de su mano sale un chorro verdusco que impacta nuevamente en el batracio y empieza a corroer su verde y resbaladiza piel.

La niebla empezaba a cubrirme por completo al igual que a la criatura y a pesar de mis esfuerzos por intentar golpearla, en ésta ocasión ni siquiera sentí que el bastón llegara a impactar.

- Arf, arf, arf.- Lictea jadeaba pro el esfuerzo pero aún así no se amilanó ante lo que quedaba por venir. Al parecer sólo los usuarios de magia estaban haciendo un trabajo efectivo. Aún así, aunque fuera un desperdicio de los poderes de la Madre, el águila convocada había sido al menos una distracción para que el lobo de Lomenar sobreviviera.- ¡Saca a Arvak de allí de una vez!- De nuevo se puso a gruñir, a murmurar, a soltar palabras extrañas y ruidos guturales desde los más profundo de su garganta.- ¡Plumas, plumas y más plumas, muahahahaha!- Estaba fuera de sí.

Por desgracia, Zarus y Sanya volvieron a errar con su disparo, mientras que Kranjstar seguía curando al lobo de Lomenar y les invitaba a introducirse en la niebla de oscurecimiento que habían creado para protegerse y que no dudaron ni un minuto en hacerle caso. 

Afortunadamente, Milkahá, que había venido para ayudarles, estaba haciendo un buen uso de su magia y poco a poco iba debilitando a la gigantesca rana. Akatosh también continuaba usando su magia, con el mismo efecto que su compañera, logrando hacerle una fuerte quemadura en otra de sus escamas. 

Finalmente Lictea volvió a convocar a un águila para que sirviera de señuelo o para que ayudara a sacar a Arvak del peligro.

Pero la rana, esta vez no atacó, simplemente dio un gran salto por encima del grupo de aventureros rompiendo las enredaderas que la tenían enmarañada y se marchó saltando de allí. Se sentía gravemente herida, así que huyó para esconderse entre la poca maleza que quedaba en el parque.

¡Lo habían conseguido! Al menos de momento, porque por desgracia, esa rana seguiría suelta por el parque y la ciudad y podría suponer un peligro para sus habitantes.

Sanya abandonó la cobertura del árbol y caminó hacia el agujero del que habían salido. Quería comprobar si los temblores habían cesado y podía, al menos, llevarle el cadáver de su hijo al Sr. Mezzia. 

Tampoco estaba de más averiguar el origen de aquella cosa monstruosa.

-Bueno, ¿Alguien nos puede explicar de donde demonios ha salido esa cosa?

Zarus, observo como la rana-monstruo dio un salto luego emprendió la huida -Maldita sabandija, no te vas a llevar a Argot!- dice desvanesiendose de la visión de la criatura y de la de muchos, para luego disparar un último virote, el cual contó con la desfortuna de estrellarse contra un árbol que se interpuso en el recorrido de su disparo y la rana. -Maldición!- espeto mientras se hacia visible. 

Zarus guardó sus arma y luego se dispuso a buscar si alguna de sus flechas y virotes aún gozaban de utilidad. En eso escucho a la chica que había salido de... quien sabe donde -En serio han salido de debajo de la tierra? Que rayos hacían ahí?- dice mientras saca una de sus flechas entre la corteza de un árbol.

Luego se dirigió a donde estaba Akatosh hasta quedar frente con frente -Ya te he visto antes, venías con Argot, cierto? esa maldita criatura se llevo consigo a uno de los pocos que puede dar pista sobre la extraña enfermedad que acabo con mis amigos. Vamos, dime si algo te contó. Debo dar con lo que sea que este propagando esa peste.- 

También dedico un momento para saludar a Milkahá -Lo has hecho muy bien... Gracias- dice dedicandole media sonrisa. 

Kranjstar observo como aquella difusa. pero gran figura, se alejó dando un salto y emprendió la huida. El clérigo dio un profundo respiro, se puso de rodillas en el suelo y dio las gracias a su dios; Pero en realidad debía alegrase de que escapara? Su vida estaba a salvo, la de todos estaba a salvo; todos menos uno, aquel mediano de nombre Argot -Que Obad-Hai, guarde tu alma en este recinto- pide en relación al mediano.

-Debemos avisar a las autoridades cuanto ante. Es una criatura muy peligrosa para esta ciudad y todos sus habitantes.-

El clérigo hizo una pausa para escuchar a una de las últimas en llegar, sin duda, el gran numero de colaboradores, fue lo que hizo la diferencia para luchar contra la monstruosa rana. -No sabemos de donde salió, Lomenar y yo llegamos a este lugar buscando al druida que cuida el templo de Obad-Hai, pero a su ausencia decidimos indagar sobre unos ruidos que nos dirigieron a este lugar, sabíamos que era algo contra lo que no podíamos hacer mucho y decidimos ir a la catedral de Pelor a pedir ayuda, pues esa criatura amenazaba con destruir todo el parque. Jamás nos imaginamos que se tratara de uan criatura tan monstruosa.- dice con cierta preocupación en su rostro.

-Pero ahora es muy poco lo que podemos hacer, lo que soy yo, no doy para mas y es demasiado peligroso seguir a esa criatura. Hay que dar aviso a las autoridades, en eso no hay que perder tiempo.- dice decidido a ir el mismo si nadie mas se ofrecía.

-¡¡QUE NO SE TE ESCAPE, GRRRRRR!!- Rugió Lictea al águila convocada que se lanzó, los pocos segundos que le quedaban en aquel plano, a la caza del batracio. Después, tan fácilmente como había llegado, desapareció. Lico elevó el hocico al cielo y aulló victorioso. Sin embargo Lictea, a pesar de que el peligro se había alejado, no estaba contenta. Una enana pasó a su lado preguntando sobre la criatura.

- Lo que te puedo decir es que eso no era una rana, por mucho que lo pareciera de lejos. Yo diría que es un ser convocado de otro plano. Quizá un puto demonio.- Pero si era un ajeno alguien tenía que haberlo traído allí. El caso es que este aguantaba y estaba enrabietada porque sus convocaciones, aunque poderosas, sólo aguantaran unos segundos.

- Esa pescadilla está remuerta.- Le dijo a Zarus con muy malos modales. Pero es que no sentía lástima alguna porque aquel ladroncillo hubiese tenido su merecido. Después se acercó al bueno de Krajstar que tenia una aspecto que daba pena verlo.- Yo me encargo. Les contaré qué ha pasado y tendrán que evacuar el parque. Vosotros id a descansar.- Se refería a él, Lómerar y el valiente Arvak. No era un lobo de su clan, pero aún así respetaba su narturaleza valiente.

Lomenar mantenía a su compañero herido en sus brazos. El animal se había comportado con valentía y la druida estaba orgullosa del mismo, pero el precio había sido muy alto.

Necesitaban descansar y que Arvak pudiera sanar sus heridas. Ella misma apenas se podía tener en pie después de no haber dormido y la batalla que habían tenido, su naturaleza semielfa le permitía aguantar un poco más, pero había llegado a su límite.

Estuvo tentada de ir a la Catedral de Pelor para ver si podían cuidar de Arvak, pero no tenía dinero con el que pagar a los cuidadores ni el alojamiento. AL final se decidió por La Capilla de Obad-Hai, era un sitio tranquilo que, además, estaba muy cerca. Aún le quedaban raciones de viaje que le alimentarían y acostumbrada a la vida en el bosque seguro que podría dormir allí un rato.

Lanzo un nuevo conjuro sobre Arvak, una curación ligera que permitiría que el animal recobrase la conciencia. En cuanto descansase podría intentar una cura mejor.

- Gracias a todos por salvar a Arvak. Creo que iremos a La Capilla de Obad-Hai a descansar y reponernos, necesitamos un poco de reposo. Cuidado con ese ser, ya habeis visto lo peligroso  que es. Dejarme alguna pista donde encontraros en cuanto estemos recuperados.

La hechicera estaba a punto de soltar otro proyectil cuando la Rana se fue de ahí, así que no termino su hechizo y se conformo con que entre ella y ese monstruo hubiese mas distancia.

Milkahá se alegro de ver a Zarus, no había notado de donde salió, pero a fin de cuentas él si estaba ahí. Zarus le felicita y Milkahá le agradece y le hace una pequeña reverencia con la cabeza a modo de saludo y de aceptar su felicitación 

¿En donde estabas Zarus? - le pregunta - ¿que era esa cosa? resistió tres de mis ataques y ni siquiera se inmuto ¿y como es que entro a la ciudad? - La chica estaba llena de preguntas y a su alrededor todos opinaban que habría que dar aviso a las autoridades, pero ella aun no entendía que era lo que ahí había ocurrido y seguramente las autoridades tendrían mas preguntas que ella, por lo que decidió no ser ella quien diera información a las autoridades, mejor se quedaría ahí para averiguar que había acontecido.
-¿Argot? ¿dijiste Argot, Zarus?¿esa bestia se lo comió? - le pregunta sorprendida de nuevo a Zarus al ver como interroga a Akatosh.

La criatura escapó de un salto y seguramente provocando otro temblor más en el subterráneo, por si no habíamos tenido ya suficientes. Desgraciadamente, con ese último salto sabía que sería imposible sacar a ninguno más con vida de allí abajo.

- Sanya, el resto...

Comenté intentando recobrar el aliento y no caer dormida antes de intentar hacer algo.

Hay que intentarlo, Riku. Aunque sea para enterrar los cuerpos -dijo con una mirada febril mientras apartaba escombros con las manos desnudas. Hay que encontrar a Bruno y llevárselo a su padre... Ayudadnos, por favor. Tenemos compañeros enterrado ahí abajo.. -dijo la enana con los ojos húmedos y la fatiga haciendo mella en su cuerpo.

Cuando Akatosh observa como la rana gigante abandona el campo de batalla por una parte se siente aliviado, pero por otro lado con mucha irá maldita cobarde vuelve y muere! grita con todas sus fuerzas.

Después se percato de que uno le estaba preguntando por Argot que pasa con blue? Si veníamos los dos para ver si el druida de este templo había conseguido una cura para su enfermedad, pero luego apareció esa maldita rana y se lo comió. No pudimos hacer nada para rescatarlo. Una vez respondida la pregunta a Zarus observo al grupo que salió del agujero Hay mas gente ahí abajo? Que demonios hacían allí? Vamos tenemos que sacarlos cuanto antes. Entonces el guerrero se presto a ayudar a esas personas para sacar a quienes se quedaron allí atrapadas.

No añado nada más y, aunque muy cansada, me pongo a retirar rocas. Al menos podríamos enterrar los cuerpos...