Partida Rol por web

Se puso a hablarme en el Mercado. Estaba tan loco que lo pillé hablando por ahí. No tenía muy claro si era a mi... y bueno, ahí empezó todo... dice mientras se encoge de hombros.

Los hombres lagarto que había por allí hubieran erizado sus pelos de haberlos tenido. Los gritos del jovencito no fueron del agrado de ninguno de ellos y tan solo uno se puso en pie agarrando una escoba que no tenía muy lejos.

Cuando se acercó hacia ellos, les mostró la escoba en señal de que iba a golpearles con ella y después mostró sus dientes.

Aquel reptiliano tenía claras intenciones de echarles de allí, ya fuera por las buenas o por las malas.

Con la vegetación Tirk no había visto a los hombres lagarto hasta que empezaron a moverse, pero ahí estaban, Y aunque Tirk nunca había visto a uno antes le pareció que estaban descontentos, Tirk se pregunto si los había despertado de una siesta, tal vez los hombres lagarto durmieran de día, después de todo no sabia nada de ellos.

Un hombre lagarto se acerco con una escoba en la mano, y Tirk tubo la certeza de que sin duda, les había despertado, y no les había gustado, Tirk se sentía culpable a la vez que impresionado al ver a un hombre lagarto de cerca, su rostro sin duda era algo casi indescriptible, tenia esa cara de no haber roto un plato en su vida, con los ojos abiertos, con una mirada entre un niño que sabe que ha hecho algo mal, pero a la vez esta bien algo increíble.

Tirk dio un paso al frente con la cabeza gacha.- Lo siento señor, no quería despertarle se su siesta, pero nunca había visto a uno de los de su raza y tenia tantas ganas de conocer a uno, por cierto es increíble como se camuflan entre la vegetación, hasta que se han movido no les he visto, sin duda tienen unas habilidades extraordinarias, y esas escamas? parecen tremendamente duras, yo soy muy blandito-Tirk se presiono en un moflete para mostrarlo- sin duda no tendría nada que hacer contra uno de ustedes en una pelea, parecen muy fuertes.- Parecía que a Tirk le había ganado la impresión por conocer a un hombre lagarto- Aunque no es que yo me pelee mucho, por cierto, unos dientes muy bien cuidados, yo también me los cuido.- Tirk endeño sus perfectos y blancos dientes, luego como si recordara lo que acababa de hacer, despertar a los hombres lagarto, o eso creía el, dejo de enseñar los dientes, se puso mas serio e hizo una reverencia al hombre lagarto mientras volvía a mostrar su arrepentimiento- Siento mucho haberlo despertado señor.- y se callo manteniendo la cabeza ligeramente gacha, pero levantando la mirada para ver al hombre lagarto y aquel maravilloso nuevo lugar.

¿Y para qué narices habéis venido a molestarnos? ¿Qué es lo que queréis? Dice el hombre lagarto de forma un tanto malhumorada. Quizá porque estuviesen durmiendo, quzá tan solo por haberles invadido el territorio.

Tirk se queda pensativo un rato, sin contstar.- Bueno, yo he venido como acompañante, la verdad es que no se muy bien que hacemos aqui, creo recordar que buscabamos a una tal Lu, Lu.... empezaba por Lu, esto seguro, no he prestado mucha atencion.-Tirk se gira apartando su mirada del hombre lagarto y pasando a mirar a Lydia.- Como se llamaba la persona a la que buscabas?- Tirk se quedo mirando a Lydia esperando respuesta.

Lydia estaba impresionada y contenta de conocer al fin a un hombre lagarto, aunque por los modales que presentaba, él no pareciera tan contento de verles.

Viendo los problemas de Tirk, la mujer dio un paso adelante e hizo una leve reverencia.

-Mi nombre es Lydia. Él es Tirk -señaló al joven inquieto- y él Grey. -dijo señalando a su vez al hombre de negro-Apenas le molestaremos, estamos aquí buscando a una amiga mía. Se llama Lucrecia y por lo que sé debería haber venido por aquí... ¿Podría decirnos si la ha visto? Es una joven rubia como yo, y más o menos de ésta estatura, -dijo levantando la mano a la altura aproximada de Lucrecia- con una voz grave y rasposa...

El hombre lagarto bajó la escoba pues se había percatado de que las intenciones que tenían esos recién llegados no eran hostiles. Así que simplemente se encogió de hombros, pues no sabían muy bien de lo que les estaban hablando y dándoles la espalda se marchó hacia una de las piscinas que tenían en la embajada.

Tirk miro como se alejaba el hombre lagarto, sin duda su aspecto era curioso, luego se giro y miro a Lydia con una pequeña sonrisa.- entonces... damos una vuelta por aqui a ver si vemos a tu amiga Lucrecia? o puede estar en otro lado?... por cierto, perdona, casi te meto en un lio, es que nunca me he alejado mucho de la granja de mis padres, y me encanta descubrir las muchas cosas que hay en el mundo que yo desconocia, a veces me entusiasmo demasiado.- Tirk esta vez sonrió de oreja a oreja.

Lydia hizo un pequeño mohín, contrariada ante los malos modales del hombre lagarto. Pero rápidamente recuperó su sonrisa amistosa al hablarle Tirk.

-No te preocupes Tirk. -le contestó- Yo misma llevo en esta ciudad apenas unas horas. También he vivido toda mi vida en un pequeño pueblo y sé cómo te sientes.

Luego bajó la voz y se acercó al joven rubio.

-Y yo tampoco esperaba ésta actitud por parte de ellos... vayámos a dar un paseo a ver si encontramos a Lucrecia aquí. Sino iremos a una taberna en la que quizá podamos hallarla.

Luego se giró hacia Grey y le indicó que se acercase.

-Vamos a ver si está Lucrecia por aquí.

Los hombres lagarto no os dejan que cotilléis mucho por el lugar, pues realmente, aquello más que una embajada parecía su oásis dentro de la ciudad. Pero si algo teníais claro, es que Lucrecia no estaba por ningún lugar.

Sin duda fue un breve paseo, apenas se adentraron en la embajada, pues no parecia que nadie estuviera por alli ni que a los hombres lagarto les gustara demasiado que pasearan por su lugar de descanso. -Si quieres podemos seguir paseando juntos, pero creo que aquí no vamos a encontrar a nadie, sera mejor que vayamos a esa taberna que dices, y de paso tal vez encuentre alojamiento barato, aunque se me ocurre que si tu también has llegado hoy , y no tienes alojamiento podiamos compartir una habitacion, eso seria mas barato-también se giro hacia Grey- y si tu también te apuntas ya somos 3- Tirk sonrio a sus dos compañeros, sin duda compartir habitación era una gran idea para ahorrar dinero.

Lydia se acercó a Tirk.

-Sí... lo cierto es que no parece que les haga mucha gracia nuestra presencia aquí... si Lucrecia vino, se topó con lo mismo y posiblemente haya vuelto a la taberna. -dijo asintiendo a las palabras del joven- Pero yo no me alojaré en ella... dormiré en la catedral de Pelor. Pero gracias por el ofrecimiento. -agregó con una inclinación de cabeza. Luego se giró hacia Grey, en espera de si deseaba seguirles.

Este gran edificio de ladrillo rojo parece bastante reciente. Dos estatuas gemelas de hombres lagarto de aspecto noble flanquean su entrada.

Hace varios años, la Villa de Tormentos Cristalinos estuvo a punto de ir a la guerra contra una gran tribu de hombres lagarto del sur. La guerra fue evitada por una banda de héroes, quienes descubrieron que los hombres lagarto estaban reuniendo fuerzas para combatir a una tribu de sajuaguines. Para evitar posibles malentendidos entre las tribus de hombres lagarto de las marismas Hool y Tormentos Cristalinos, el consistorio construyó este edificio como embajada para los hombres lagarto.

La mayoría del edificio está abierto al cielo, con grandes patios inundados llenos de vegetación y piscinas para los hombres lagarto. Alrededor de estos patios hay habitaciones y camaretas, así como una perrera para los diversos varanos que actúan como guardianes.

Entro dentro del imponente edificio hasta encontrarme con alguien que me reciba en la entrada. Si me emcuetro una puerta, llamo hasta que alguien me abra.

Tu llegada a la embajada no causó ninguna sensación. El edificio estaba abierto al público por lo que no era necesario que nadie te abriera, así que, simplemente entraste y te encontraste con todos aquellos hombres lagarto relajándose en lugar, sin dar importancia a tu presencia allí.

Me adentro en la embajada y tras unos instantes observando a los hombres lagartos sin percatarse apenass de mi presencia, me dirijo a uno de ellos:

- Hola, estaba buscando a una chica rubia llamada Lydia que se dirigía hacia aquí acompañada de otros señores, ¿saben donde puedo encontrarla? le pregunto si en mi inspección por el recinto no logro visualizarla.

Chica rubia venir y chica rubia irse con Silark. Ir a posada de Kailee, posada de Bote Lagarto.

- Muy amable, digo cansado de ir de un lado para otro sin reunir ninguna información útil. Parece que nadie sabe nada, y cada paso que doy es esteril. Intentaría averiguar algo más de este hombre lagarto.

- ¿y podría decirme a qué vinieron aquí y qué es lo que averiguaron? 

Ellos buscar a Silark, Silark ser Embajador de Tormenos Cristalinos. Ellos querer hablar con él.

Nosotros no saber nada más.

Gracias por su ayuda, iré a la posada a buscarlos, adiós. Ya estaba harto de dar palos de ciego y encima solo y sin conocer a casi nadie en esta maldita ciudad, cada vez me arrepiento más de haber venido, con lo a gusto que estaba. En fin, iré a esa posada de Bote Lagarto.