Partida Rol por web

Jukka compra toda la indumentaria, se dirige a un callejón donde pueda ponerse las ropas encima de las propias, claro antes embadurnándolas un poco con lodo. se puso el sombrero y salio de ahí fingiendo una cojera.

Jukka va cojeando por el mercado y toma camino a la primer posada que le queda de paso a la "pesuña en la boca", su paso es lento y va atento a todo lo que en el camino parezca extraño, al tiempo busca entre la gente al mentado "Argot".

El olor de Jukka es terrible, ademas de tiempo en tiempo se acerca a la gente en busca de una moneda, - Una ayuda, por piedad - dice con voz temblorosa y lastimera a los que se topa en el camino.

Esta franja de terreno abierto es el mercado principal de Tormentos Cristalinos. La mayoría de mercaderes de la villa no se puede permitir un local, por lo que alquilan este espacio al gremio de mercaderes para anunciar sus mercancías. Si buscas comida, vituallas u otras compras variadas, aquí encontrarás todo lo que busques. Las únicas estructuras permanentes del lugar son una gran fuente, erigida a imagen y semejanza de una gran sirena levantando un barco en el aire, y una pagoda abierta empleada por los rancheros locales para vender caballos y ganado.

Filos llegó al mercado dispuesto a vender la ballesta del desconocido pero se lo pensó mejor y se dió la vuelta. ¿Quúien sabe si podría llegar a anecesitarla.

Esta franja de terreno abierto es el mercado principal de Tormentos Cristalinos. La mayoría de mercaderes de la villa no se puede permitir un local, por lo que alquilan este espacio al gremio de mercaderes para anunciar sus mercancías. Si buscas comida, vituallas u otras compras variadas, aquí encontrarás todo lo que busques. Las únicas estructuras permanentes del lugar son una gran fuente, erigida a imagen y semejanza de una gran sirena levantando un barco en el aire, y una pagoda abierta empleada por los rancheros locales para vender caballos y ganado.

Tras una buena caminata y preguntar a varios ciudadanos madrugadores Dan consiguió lo que quería, llegar al mercado de Tormentos. Comenzó a caminar por el lugar con las manos pegadas a sus muslos y volviendo a sonreír, estar en un lugar así le recordaba a lo poco bueno que tenía para él el trabajar junto a su padre, regatear con los compradores, le gustaba pues al final siempre solía salirse con la suya y acababa imponiendo su precio por encima del que le daban en un principio, esperaba que con un poco de suerte aquí le ocurriera lo mismo.

Si había llegado hasta el mercado no era para ponerse a comprar, aún podía aguantar con el dinero que lleva encima su intención era otra, enterarse de lo que ocurre en la ciudad, a pesar de que el tabernero le había fallado sabía que en un mercado podía conseguir buena información igualmente, y quizás también podría encontrar alguna persona despistada a la que cogerle monedas prestadas, ese lugar era una buena oportunidad para que su día comenzara a mejorar.

Apoyó ambas manos en la nuca haciendo que sus brazos formaran un triángulo alrededor de su cabeza, a falta de poder meter la mano en los bolsillos debido a su armadura aquella era su segunda manera preferida de pasear por un lugar. 

Caminó por el lugar buscando alguien con quién hablar, para ello ese alguien debía darle buena impresión desde un principio, sabía que las apariencias podían engañar, pero cuando no conocía a nadie prefería fiarse de estas. Hasta que encontró a una persona que entraba dentro del grupo de personas con las que podía acercarse a conversar aprovechó para ir echando un vistazo por el mercado en busca de algún puesto desprotegido o alguna presa fácil, pues con tanto guardia no pensaba arriesgarse.

–Buenos días tengas– saludó alegremente tras acercarse finalmente a alguien. –¿Qué tal la mañana? ¿Buenas ventas?– preguntó después de su saludo sin perder la sonrisa.

Buenos días, pues aún no ha llegado mucha gente. Hace poco que hemos abiertos. ¿Se le puede ofrecer algo, señor?

De todas las personas allí presentes durante su paseo Dan se decantó por una anciana, calmado y sonriente se dirigió hasta ella para conversar. –Sí, parece que en esta ciudad a la gente no le gusta madrugar– comentó para romper el hielo antes de continuar charlando. –Pues busco hablar con alguien de aquí, he llegado hace poco a la ciudad y como comprenderás estoy muy perdido, solo sé alguna cosa que he escuchado por los caminos y ninguna ha sido buena– al terminar de hablar se fijó en el puesto de la anciana que tenía enfrente, quizás tuviera algo que le resultara útil conseguir gratuitamente, pues no estaba para seguir regalando dinero.

¿Y en qué puedo ayudarle? Dijo la anciana sin comprender qué era exactamente lo que quería de ella.

¿Es que en esta ciudad hay que decirlo todo directamente? Pensó al escuchar la respuesta de la anciana, le iba quedando claro que o hablaba claro o iba a perder más tiempo del que debería con cada persona que hablaba, aunque quizás era una manera de pensar un tanto precipitada, pues solo había hablado con dos personas de toda Tormentos.

–Pues puede ayudarme contándome cosas de la ciudad, ya sabes, dónde se encuentran los sitios importantes, con qué debo tener cuidado y esas cosas que son útiles conocer– guardó silencio unos segundos, pues pensaba callarse, pero quiso añadir algo más. –Y saber también si puedo ayudarte en algo estaría bien– terminó diciendo, era su manera de pagarle a la anciana, aunque solo ayudaría si esta le decía algo interesante, eso lo tenía claro.

La anciana se quedó sorprendida ante las preguntas de aquel hombre, seguía sin saber bien qué responderle.

En cada puerta de entrada de la ciudad hay un mapa que te indica los lugares que hay en la ciudad, allí hay una leyenda que indica cada número y el lugar al que corresponde.

Lugares que no te recomiendo, pues... dijo pensativo, el lenguado macerado es bastante desagradable, el dueño del Erizo Borracho es demasiado gracioso y hace bromas a los recién llegados de muy mal gusto, Blagh, que es el dueño de la Pezuña en la boca, parece que siempre anda de muy mal humor, por lo que tampoco te recomiendo.

Dicen que el cementerio es peligroso también, los astilleros también porque parece que hay orcos matando gente o gente matando orcos, no recuerdo bien.

Y en general deberías tener cuidado con tus bolsillos, porque cuando quieras darte cuenta, es posible que te hayan robado hasta la ropa interior.

En su segundo intento consiguió que la anciana hablara y le contara ciertas cosas, nada demasiado interesante con lo que Dan pudiera sacar provecho, pero al menos ahora sabía que lugares era mejor no pisar por el momento, o quizás los mejores, pues en lugares de mala fama podría encontrarse amigos de su profesión que le ayudaran a prosperar en Tormentos, y con suerte hasta podría enterarse de si en esta ciudad tienen un gremio o algo parecido donde los ladrones se reúnan, de existir él quería encontrarla, eso le facilitaría mucho las cosas.

–Agradezco la información, señora, seguro que me viene bien saber lo que me acabas de contar en un futuro– sonrió como siempre hacía. –Si no necesitas mi ayuda me iré ya, tengo que seguir explorando esta ciudad– antes de decidir su siguiente acción esperó la respuesta de la mujer, momento que aprovechó para mirar si pasaba alguien que fuera cargado de monedas, así aprovecharía la estancia en el mercado.

La anciana agradeció la oferta del joven pero la rechazó porque no la necesitaba. Después Dan echó un ojo por el mercado, pero no tuvo suerte y fue incapaz de encontrar a alguien interesante. El mercado no era lugar de señores ricos, normalmente enviaban a sus lacayos a trabajar en un lugar así.

Ante la negativa de la anciana Dan se despidió de ella amablemente, no le había servido de mucho hablar con la mujer, pero al menos había sido amable, ya era algo, por lo que no tenía demasiadas quejas.

Tras echar otro vistazo a la zona descubrió que si quería hacerse rico el mercado no era un buen lugar para ello, pues apenas vio nada interesante que quedarse ni mucho menos a alguien a quién le sobrara el dinero, así que decidió que era hora de marcharse ya de un lugar que le gustaba como era el mercado, y su nuevo rumbo era una de las tabernas que había mencionado la anciana, el Lenguado macerado.

Esta franja de terreno abierto es el mercado principal de Tormentos Cristalinos. La mayoría de mercaderes de la villa no se puede permitir un local, por lo que alquilan este espacio al gremio de mercaderes para anunciar sus mercancías. Si buscas comida, vituallas u otras compras variadas, aquí encontrarás todo lo que busques. Las únicas estructuras permanentes del lugar son una gran fuente, erigida a imagen y semejanza de una gran sirena levantando un barco en el aire, y una pagoda abierta empleada por los rancheros locales para vender caballos y ganado.

El Kraken paseo a grandes zancadas por el mercado de la ciudad, aspirando el aroma cosmopolita de la urbe. Se acerco a un puesto de fruta y examino las naranjas.

-EL KRAKEN NECESITA COMER NARANJA Y ZANAHORIA PARA SEGUIR BRONCEADO - dijo a pesar de estar mas blanco que la leche. CUANTO PIDES POR UNA DE CADA, QUERIDO AFICIONADO?