Partida Rol por web

No me extraña que la gente no se quede, deberíais cambiar esa forma de hacer las cosas. Si curáis a los heridos en vuestra arena, seguro que estarían dispuestos a seguir combatiendo, tendríais más guerreros en la arena y más gente en las gradas dispuestos a ver un gran espectáculo. Yo también me voy. Gracias por las monedas.

Mi oferta de cena y cervezas todavía sigue en pie.- el joven Gruguer miró a sus dos oponentes

Khrirm se detuvo a escuchar las palabras del muchacho. Era joven pero sabía lo que se decía y por Tymora que sabía usar la espada. Por un momento se preguntó si no sería mas de lo que aparentaba.-Acepto de buen grado esa cena, a mi estómago le vendrá bien recibir algo que no  sea una estocada.-

-¿Que tal si vamos a la pezuña en la boca?. Tengo una habitación alquilada allí y se oyen bastantes chismorreos.-mago le hizo Khrirm se encogió de hombros y una punzada de dolor en el estómago le hizo doblarse.

Por mí de acuerdo, quizás encontremos trabajo para tres brazos armados.- el joven sonrió ante la expectativa de trabajar en lo que esperaba fuese su futuro.

Te sigo, que yo no sabría llegar hasta la posada desde aquí...  después miró a su último contrincante, el tal Urk.- ¿Te vienes Urk???

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Entro con cierta parsimonia mientras observo los impecables trabajos de cantería a mi alrededor. Ciertamente es una verdadera obra maestra.

-Ya tenemos algo en común.-Pienso con cierta sorna.

Una vez dentro, busco un lugar tranquilo donde rezar.

Un gran hombre embutido en una armadura completa se acerca a ti y te hace una reverencia.

Mi nombre es Nestor, soy el sumo sacerdote de la catedral del dios Kord. Ya es algo tarde para disputar el torneo, pero si quieres tan solo tienes que entrar en la capilla y darnos sus datos para el torneo. Después si usted lo desea puede hacer una plegaria Kord y darnos alguna ofrenda. Cuando surja el primer combate nos pondremos en contacto con usted para que lo realice. Pero eso ya será mañana.

-Sois muy amable, pero no tengo mucho que ofrecer a Kord.-Respondo a Nestor.- Mi nombre es Córax, vengo del sur, de muy al sur y a penas si puedo ofrecerle al gran dios Kord algo más que mis victorias en combate. Decidme, ¿Kord valora la raza de un guerrero o sus orígenes?. 

- ¿A qué te refieres cuando hablas en si valora la raza? Kord acepta a cualquiera que le rece y siga sus credenciales, no le importa ni la raza, ni su estilo de vida, ni su forma de ser, siempre y cuando siga su dogma.

-Me alegro.-Respondo al sacerdote con cierta sequedad.-Hay dioses que no son tan clementes con aquellos que intentan rendirle culto. Y decidme. ¿Cual es exactamente el dogma de kord? No os ofendáis, pero sois el primer sacerdote del dios que conozco y me gustaría contrastar mi experiencia con vos.

- Kord ama las competiciones y los desafíos físicos, y fomenta deportes no letales como un método para resolver disputas entre sus seguidores. Sus enseñanzas dicen que el fuerte y preparado debería dirigir al débil, y que la bravura es la mayor cualidad que alguien puede tener, tanto gobernantes como ciudadanos. Kord dice que todo el mundo debería despreciar la cobardía.

-Bien dicho.-Apunto tras las palabras del clérigo.-Veréis, la verdad es que yo nunca he servido a ningún dios. Nunca los he conocido ni he tenido contacto con ellos, así que estoy buscando un dios fuerte y digno al que ofrecer mis servicios y mi devoción. Heleido cosas sobre los distintos dioses, pero aún no me he decidido por uno.

Con gusto participaré en el torneo. Así conoceré mejor vuestro culto y a vuestro dios.

- Bien, pues mañana al Atardecer te esperamos aquí. Y ahora, por favor, vamos a cerrar las puertas de la Catedral, es tarde para seguir despiertos y tenemos que descansar. 

Ande con cuidado por la ciudad, a estas horas y andando solo por la calle puede ser peligroso.

-No os preocupeis por mi.-Digo con agradecimiento.-Puedo cuidarme solo. De todos modos os lo agradezco. 

Dicho esto, salgo de la catedral en dirección a la taberna "La pezuña en la boca"

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Cruzo las puertas de la catedral mirando al frente y con aire despreocupado. Según parece los que estaban conmigo en la posada intentaron participar en el torneo sin demasiado éxito.... No pasa nada, yo triunfaré donde ellos fracasaron.

Una vez entro busco a Nestor con la mirada.

-Saludos.-Digo sin alzar demasiado la voz.-Vengo a participar en el torneo.

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

En el interior de la catedral había también un hombre recién llegado que preguntaba a cerca de un torneo. Y sobre su inscripción.