Partida Rol por web

-Aquí estoy.-Respondo al joven.-¿Qué puedo hacer por la ciudad?

Sorprendido por encontrar tan rápido a la denominada Amber, Argot hace una reverencia. - Encantado señorita, mi nombre es Argot Leluar a su servicio, no se si se acordará de mi pero ya nos vimos en la taberna. Me envían de parte de Iborian soldado de la cuidad. Soy un parroquiano que estaba disfrutando de una cerveza en la taberna el Erizo Borracho cuyo propietario es el señor Ankus Alkavin. Allí Un caballero y una mediana han huído de la taberna sin pagar sus consumiciones. Se llamaban Barristan el caballero...(da una descripción póxima a la del caballero) y Angelica la mediana (da su descripción). No dijeron dónde iban aunque estaban buscando una taberna y compar objetos robados a bajo precio. Eso es todo lo que sé, el soldado me mandó a buscarla para que atrapara a esos dos y los llevara ante la justicia. Siento no serle le más ayuda.

-Sea pues, puedo intentarlo.-Respondo al joven.-Pero me será cuanto menos difícil lograrlo sin ayuda. Tendré que buscar a alguien que me sirva como apoyo. ¿Estarías dispuesto a ayudarme?

Dicho esto me vuelvo hacia Lyra.

-Necesitaré una armadura, por pobre que sea. ¿Sabes si podría conseguirla en alguna parte? Apenas si tengo una daga, mi espada y mi escudo, y temo que no basten por sí solos. ¿Sabes si hay metal en alguna parte? Puedo forjarme una si es preciso, aunque me llevará un rato y necesito algo de acero. Puedo vender mi daga si es preciso para conseguir algo de metal, aunque dudo que consiga suficiente acero para un miserable escudo.

Zarus despierta finalmente. Su mirada se nota algo extraviada y de sus heridas aun brotaba el dolor de las heridas provocadas por aquellas estocadas que por poco acaban con su vida. -Que ha pasado? en donde estoy?- con cierta confusión detalla el lugar haciendosele este familiar -Es la catedra... Pero como he llegado aquí?- comienza a buscar desesperado a los compañeros que con él se encontraban -Layla!... Intissar!- su cabeza se mueve de lada a lado y con la desesperación de no encontrales en donde estaba se pone de pie para encontrar a alguien que le diera respuesta de lo sucedido. con algo de dificultad por fin logra levantarse y comenzar a andar... Busca su arco y flechas para que cualquier amenaza no le tomara desarmado.

No demoro mucho tiempo cuando comenzó a escuchar voces que se le hacían conocidas. Avanzó hasta estar lo mas cerca, teniendo cautela para no ser descubierto. Por fin pudo ver a Amber y a la sacerdotisa que custodiaba el tempo. Cerca a ellas un mediano que hablaba sobre una misión para Amber...

Dando unos pasos se mueve para intervenir en la conversación -Amber... Que ha pasado? Donde se encuentra Layla, esta a salvo?-

-Todos estan bien, Zarus.-Respondo al joven cuando lo veo incorporado.-Pero no deberías levantarte aún. Te he curado, pero no estás en las mejores condiciones todavía. Han ido a solucionar unos asuntos... Más tarde podremos verles. Dime, ¿Cómo te hiciste eso?

Apoyandose de las paredes para poder mantenerse en firme, asiente a las palabras de cuidado dadas por Amber. Zarus la mira con regocijo, al parecer había sido ella quien atendió sus heridas y el que le dijera que todo estaba bien le tranquilizó mucho -Estabamos a las afueras de la ciudad cuando comenzó un pleito con unos bandidos... pero para colmo de males los que habiamos luchado contra los bandidos terminamos peliados por un extraño colgante, hay fue cuando caí, me perdí gran parte de la batalla, tambien esta el gigante que estuvo con nosotros en la posada que se quemó, al parecer no estaba del lado de ninguno, pero debió haber terminado por ayudarnos, sino no me explico como es que aun sigo con vida-

-Es decir, que os metisteis en una pelea sin sentido por un pequeño trozo de metal.-Respondo.-Espero que esto te enseñe a no arriesgar la vida por algo tan nimio. Si ese gigante no os hubiera ayudado puede que fuera tu cadaver lo que tuviese ahora frente a mi. En fin. Acuestate. Debo cumplir mis deberes para con el radiante. Si veo a los hermanos les avisaré de que ya estás bien para que vengan a verte.

En ese momento un rápido pensamiento cruza mi mente.

-Una cosa más. ¿Desarmasteis a aquellos con los que os peleasteis? ¿Conseguisteis algun arma o armadura?

-Vaya! yo solo lo tomé, no pensé que esos tipos fueran tan belicosos... Bueno pueden que se allan ofendido un poco por jugar con aquel objeto, vaaa... pero no era para tanto- dice el joven con una inocente sonrisa en su rostro. Zarus termina por acostarse luego del regaño de Amber y a lo de su pregunta sobre las armas y esas cosas... -mmm... pues supongo que Intissar habrá tomado una que otra cosa, aunque su amigo nos dio algo de armamento a cambio de un favor... De momento, tengo arco y flecha y una espada corta y si lo que necesitas es una armadura, puede que ese tipo te la de a cambio de tu servicio o por lo menos te la vendería a un buen precio si le convences de que eres amiga de Intissar-

-Vaya.-Digo entristecida.-El problema es que no tengo con qué pagarla, pero espero que de algún modo todo se solucione. Por eso pregunté si habiais conseguido algo aunque fuera de los hombres que habiais matado.

-Si quieres podemos ir juntos... como fui acompañando a Intissar a visitar a su amigo él no podrán en duda de que le conocemos... Y bueno si es por lo del dinero, aun me quedan varias monedas que espero alcancen para comprar lo que necesitas- Zarus solo pensaba en volver a ver a Layla, tal vez el herrero sabría algo sobre su nueva ubicación.

Argot se quedó esperando mientras la mujer hablaba con un muchacho, hasta que la paciencia se le fué. - Disculpad pero la guardia de la ciudad te ha encomendado una tarea, no deberíais olvidarla. Estos sinverguenzas que se fueron sin pagar no deben quedar impunes.

-Lo se, pero ir a saludarles sin armadura sería un tanto arriesgado viendo como se las gastan en esta ciudad.-Digo mientras señalo a zarus con la cabeza y sonrio.-Podemos ir más tarde. Antes debo prepararme.

Sin mas, Zarus simplemente se queda en reposo esperando a que su salud mejore un poco. El mediano con el que hablaba Amber se veía un poco desesperado, pero aquello de ir por unas personas que se fueron sin paga, era como tratar de buscar una aguja en un pajar debido a la magnitud de la ciudad, sin mencionar que le parecía muy poca cosa para armar tanto alvoroto.

-Vaya no veo el porque tanto problema con eso, si males peores aquejan a esta ciudad, como por ejemplo el tipo que incendió la Cabra de Mildre y con ello acabo con la vida de dos hombre y por poco con la de muchos mas- digo mirando al mediano de reojo, para Zarus la magnitud de las cosas que ocurrían en la ciudad estaban mal percibidas. 

Argot se sintió algo enfadado ante las palabras del muchacho, aunque hizo todo lo posible por mantener en la cara una expresión amable. - Bueno yo sólo tenía que traer la información a mi amiga de parte de la guardia. A partir de ahí lo demás me importa poco y a mi no me iban a pagar por detenerlos. Aunque no me gustaría estar en la situación en la que la guardia me pide un favor y yo lo tenga que rechazar.- Dando una reverencia Argot dió media vuelta y se dispuso a alejarse de vuelta a la taberna de su patrón.

-Puedo curar sus heridas.-Digo.-Pero no tengo preparado ningún conjuro para eliminar venenos. ¿Disponéis de alguna clase de antídoto en el templo? ¿O material para prepararlo? Mis conocimientos de curación son algo rudimentarios, pero creo que serán suficientes.

- Yo solo lo decía porque quizá Pelor te habría entregado algún don con la curación del veneno. Entonces no me queda más remedio que descansar y pedirle para mañana que me entregue algún don para que pueda restablecer al gnomo. Muchas gracias por tu ayuda, ahora si me permitís debo descansar, cuando quieras puedes venir a dormir en la cama en la que antes ocupó Zarus. Aquí tienes sábanas y mantas limpias y esta es la llave del portón, cuando quieras venir podrás descansar, aunque te rogaría que no trajeras a nadie contigo. No hay espacio para nadie más.

No os metáis en líos y regresad aquí cuanto antes. 

-No de momento, Lyra.-Digo apesadumbrada.-Le rezaré para que a partir de mañana lo haga. Así podré serte más útil.

-Zarus, yo te llevaré junto a Intissar y los demás. Ven conmigo.-Acto seguido, hago un gesto a zarus para que me siga y me encamino al lugar donde intissar me dijo que cenarían.

Apoyandose de las paredes, Zarus da los pasos suficientes para acercarse a Amber y seguirle como ella le sugería. 

-Así que fueron a comer!?- dice recordando que el llevaba un tiempo sin probar bocado -La verdad es que ya pasada esta la hora, a mi tambien me ruge la barriga jeje, auu- su risa se detiene en vista del dolor que le aquejaba -A ti tambien te vendría bien comer algo, es pero aceptes mi invitación, si no es mucha la molestia...- con rostro humilde y servicial Zarus invita a su sanadora a comer algo en señal de agradecimiento por atender sus heridas. 

-No, no es molestia.-Respondo a la oferta de Zarus.-La verdad es que me ruge bastante el estómago... supongo que podemos ir a comer algo. Gracias por invitarme... aunque, si tengo que traerte del borde de la muerte para que me invites a comer espero que no ocurra de nuevo al menos en un tiempo. jajaja.

-Bueno, no se diga mas, que ya se debe estar enfriando la comida- y con una cálida sonrisa se dispone a ponerse en marcha evitando pensar en el dolor para que no les retrasara en el camino.

Desgraciadamente para cuando llegaste a la Catedral de Pelor ya había cerrado. Los clérigos de esa iglesia descansaban cuando el sol se ponía y se despertaban al amanecer, por lo que era normal que ya estuvieran descansando.

Aunque cuando miras a tu alrededor te das cuenta de que no eres el único que se ha quedado a las afueras de la catedral. Otro individuo se acaba de ver en la misma situación que tú.