Moris recogió tantos trozos de espejo como pudo antes de dirigirse a la puerta que no habían abierto todavía.
- Pueden tener uso, quizás el mago o algún mostruo aquí odie su propio reflejo.
Phenios examinó la otra puerta, la de la izquierda, antes de abrirla para que pudiesen acceder los demás.
- Ánimos, con suerte no habrá muchas más de estas, jejejejeje
Tirada oculta
Motivo: Buscar trampas (dif máxima 20)
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+7)=19 [12]
Después de que nadie parecía haber encontrado nada en aquella habitación decidieron cruzar el rellano para dirigirse hacia la otra puerta. Phenios le echó un rápido ojo por encima y juraría que no había ningún tipo de trampa.
¿Hay alguna puerta que salga de la biblioteca, aparte de la que hemos atravesado al entrar?
No, no hay más puertas que la de entrada.
Phenios trató de abrir la puerta y acceder al interior, prestando atención inmediata a los alrededores.
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+2)=20 [18]
Moris trató de tener cuidado recogiendo trozos de espejo antes de seguir al resto.
Dagmar se acercó a la puerta junto a Phenios, con la espada desenfundada, y el ojo y los oídos bien abiertos.
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+7)=11 [4]
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+2)=17 [15]
Todos se estaban acercando a la otra puerta, pero Kenshi decidió quedarse en la retaguardia. Desconfiaba de aquella puerta, de la misma forma que desconfiaba en dar la espalda a la biblioteca por pensar que no había nada.
No envainó su estoque por si algo les atacaba de repente y estaba atento en el caso de escuchar algún ruido sospechoso a su espalda.
Thorgus siguió a sus compañeros que se dirigieron hacia la puerta, hubiera tratado de fijarse en lo que había dentro, pero al llegar un poco más tarde que la mayoría solo podía ver al grupo y muy poco de la nueva habitación, aun así desenvainó su cimitarra, aunque deseando no tener que blandirla y poder tener unos minutos de respiro en aquel castillo.
Con las armas aún desenvainadas, y viendo que en la biblioteca no habían encontrado nada, se dirige junto con sus compañeros a la otra puerta cruzándola esperando que por fin encontraran al malnacido del señor del castillo.
-Vaya...- murmuró Zila mientras miraba al/la nuevo Moris haciéndole una reverencia a modo de saludo. Se quedó un instante más largo de lo normal mirando el nuevo aspecto del Karuth.
Pareció salir de su ensimismamiento con la pregunta de Kalikalwe y negando con la cabeza. -Nada, aparentemente...- Le ocurría como a Kenshi, no se fiaba ni un ápice de aquel mago, druida o lo que fuese el tipo al que se enfrentaban. Y viendo que el elfo se mantenía alerta en la retaguardia hizo lo propio, manteniéndose a su lado y entrando en la siguiente sala cuando el resto ya hubiesen pasado.
-Habrán más sorpresas, no creo que demos con ese mago ni tan pronto ni tan fácil...-murmuró. Solo esperaba que el enemigo estuviese mágicamente agotado y pudiesen derrotarlo, aunque seguramente no estaría solo.
Los primeros rayos del sol iluminaban la habitación que acababan de abrir y con ellos los aventureros podían sentir el gran cansancio que llevaban encima por haberse pasado toda la noche en vela y combatiendo.
La sala se trataba de una gran alcoba toda ella llena de lujos y de detalles, digna del Señor del Castillo que habitaba aquel lugar. La sala tenía una enorme cama con dosel, multitud de cuadros, alfombras de gran valor y cabezas de animales colgadas en las paredes.
Era realmente hermosa y digna de un rey o un príncipe. Lo que parecía más extraño era el fuerte olor que había en su interior, pues la sala parecía llevar tiempo sin ventilarse y olía a animal, quizá a bestia salvaje o a alguien que llevaba siglos sin darse una buena ducha. Olía incluso peor que ellos mismos. Además, la sala estaba inundada por los fuertes ronquidos de algo que parecía estar durmiendo en la hermosa cama...
Aquellas personas que no hayan dormido en todo el día, o hayan dormido al raso tendrán junto a su nombre el estado: Fatigado1. No podrá ni correr, ni cargar. Sufre -2 a la FUE y -2 a la DES. Cualquier acción que pueda causar fatiga le dejará exhausto.
Phenios se cubrió los labios el dedo índice mirando a los demás.
Tras esto llamó su atención abriendo los brazos para que no avanzasen hasta que hiciese su último gesto:
Con los dedos índice y anular gesticuló el caminar con una mano sobre su brazo contrario para luego señalar la cama.
Dagmar se quedó callada ante el gesto de Phenios, aunque dudaba que lo que fuera que estuviese en esa cama fuera capaz de escucharles, pues sus ronquidos empequeñecían cualquier sonido. Pensó la mujer que había de tener un sueño profundo como el Pozo de Bel, del cual se decía que atravesaba todos los mundos antes de alcanzar su fondo, para no despertarse a sí mismo. Más le preocupaban los primeros tenues rayos de sol que se colaban por la ventana y besaban al ocupante de la cama adoselada.
¿Era hombre o bestia el durmiente? La alcoba era lujosa, apropiada para un noble o un rico mercader, mas el hedor que les había azotado al abrir la puerta era más propio del cubil de un animal o la guarida de un monstruo. Dagmar se quedó un instante junto al elfo, asomándose por encima de su hombro.
De nada sirve aguardar a las puertas, susurró. Mejor entrar antes el que la luz del alba le despierte.
Viendo que ninguno de sus compañeros tomaba la iniciativa y cansado ya con ganas de que esto terminase y descansar como es debido, Kalicalwe se acercó sigilosamente hasta la cama de aquel ser con las armas preparadas y esperando a que algún compañero le ayudase a atacar a la bestia por sorpresa a la vez que él.
Tirada oculta
Motivo: Moverse sigilosamente
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+3)=7 [4]
Pues eso, Kalicalwe se acerca sigilosamente hasta la cama y espera a que alguien le ayude flanqueando a la bestia.
He restado uno a mi tirada de sigilo por el cansancio.
Dagmar siguió a Kalicalwe, rodeando la cama por el lado opuesto al elegido por el elfo.
Tirada oculta
Motivo: Moverse en silencio
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16 [12]
Phenios asintió y se dio unos pasos atrás para acabar en la puerta de la habitación de la derecha antes de conjurar.
A distancia que todavía me dé al turno que viene para llegar a la cama.
Conjuro Ataque verdadero
El olor y el sonido eran típicos de las porqueras de las ciudades, aunque el sonido era mucho más amenazante que una piara de cerdos luchando por una mazorca. Thorgus puso su mano en el hocico de Darko para avisarle que permaneciera en silencio para no despertar a lo que fuera que estuviera en aquella cama. Se acercó sigilosamente hacia la cama junto a Dagmar y Kalicalwe para tratar de ayudarlos si, como pensaban, allí había algo peligroso y tenían que acabar con ello.
Tirada oculta
Motivo: Acercarse en silencio
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+1)=10 [9]
Me acerco a la cama para ayudar con los flanqueos.
Moris iba con algo de recelo en el cuerpo, aquellos ronquidos le pondrían los pelos de punta si los tuviera.
Un pasito tras otro se acercó a la cama y examinó qué tipo de criatura dormía sobre ella. Fuera cual fuera, de tratarse del mago que tenía en jaque a la región, cruzaría los Portones de la Muerte y conocería la furia de Socar al otro lado, pues el vengativo paladín de Hextor seguro aguardaba su oportunidad para devolver la gracia que se le hizo.
Tirada oculta
Motivo: Moverse sigilosamente hacia la cama
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+2)=21 [19]
Tirada oculta
Motivo: Avistar para apreciar lo que hay en la cama
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+3)=6 [3]
Dado que todo el mundo tenía las armas en sus manos y tenía claro qué iba a hacer. Barrabás recogió su cadena para acortarla y acercándose a la cama con ella en alto propinó un golpe dispuesto a partir a la bestia, al mueble, a las baldosas y a aquel que tratara de interponerse en su camino.
Motivo: Cadenazo a la bella durmiente de la cama
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+8)=28 [20]
Motivo: Cadenazo critico
Tirada: 2d4
Resultado: 5(+8)=13 [3, 2]
Fatigado1. No podrá ni correr, ni cargar. Sufre -2 a la FUE y -2 a la DES.
26 de daño a lo que haya durmiendo
Dagmar hubiese dado ocasión al ser de la cama de despertar y rendirse, y si se trataba de quien buscaban, de explicarse. Sin embargo, el orco había deshecho esa oportunidad. Así que se unió a la acometida contra el durmiente indefenso.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+7)=14 [7]
Motivo: Daño
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+3)=11 [2, 6]