Partida Rol por web

Oscuro y desagradable, el desierto villorio cercano al arroyo Imeryds parece ser el contrapunto directo al encantador Tormentos Cristalinos. Las estructuras están hechas de tepe, ladrillos de barro, toscos maderos o madera reutilizada (probablemente saca de botes o de otras contrucciones). Muchas de ellas están derrumbadas y todas están invadidas por la vegetación mientras el bosque engulle el mugriento e inmundo lugar como si nunca hubiera existido.

Mordrogath contempla el pueblo aparentemente abandonado que era su destino con cara escéptica...."¿y éste es nuestro destino? Me pregunto qué tipo de destinatario recibe cartas en este lugar.....me da mala espina." 

Conforme termina la frase, golpea con su pie una piedra pequeña del camino, yendo ésta a parar contra uno de los tablones de madera reseca y apoyada en uno de los laterales de una de las casas cercanas, produciendo un sonido sordo al golpear.....

"En fin, nos han contratado para entregar un mensaje, así que hagámoslo cuanto antes y vayámonos de aquí, está claro que éste sitio está abandonado." dice mientras otea alrededor por si ve algo o alguien que llame su atención...

La expresión que tenía Dimdel estaba entre asombro y decepción. Aquel lugar no parecía para nada un lugar interesante para descubrir cosas nuevas, a no se que a uno le gustara diferenciar entre tipos de musgo, moho, formas de clavar tablones torcidos y un sin fin de cosas de poco interés para él.

-Así que este es...nuestro destino...-dijo al tiempo que buscaba un sitio para sentarse y descansar un poco los pies. El camino había sido entretenido, pero esperaba una buena posada.

-No te preocupes Mordrogath, este lugar parece totalmente desierto, probablemente tengamos que entregar el mensaje a un árbol o algo así. Creo que me molesta que nos hayan tomado el pelo de esta manera.

-O eso, o que nos mandaran por ese camino por algún motivo o porque como dice MOrdrogath esto es una trampa...

-Mai cor, tu que ves bien, ¿te das una vuelta para ver si encuentra a alguien?

Observando el lugar, estoy totalmente de acuerdo con Mordrogath. Aquí hay algo que falla. Saco una flecha de mi carcaj y la preparo en el arco, prevenido para que ocurra cualquier cosa.

-Voy a echar un vistazo a esas casas-digo señalando las más cercanas-tiene que haber algún motivo para que todo esté así.

Me dirijo con cuidado a las casas. Su construcción es muy primitiva y me pregunto quién viviría en un lugar así. Cuando la piedra que el caballero golpea la madera, me sobresalto y miro en todas direcciones por si algo cambia, pero lo que más me interesa es intentar descubrir si hay marcas de uso en todo lo que hay por allí.

Aquel lugar parecía estar sumido en una constante llovizna azotada por el viento que agitaba los toldos de los edificios y las verjas de las casas.

De pronto Mai Cor observa un extraño jirón de tinieblas que se mueve y les sigue, parece tener una forma más o menos humanoide, pero en cuanto es descubierto parece dispersarte y esconderse entre las sombras de los edificios.

-Aquello tiene buena pinta- dijo Dimdel señalando al cartel que rezaba "Hierbas" seguro que hay algo interesante cuanto menos.

Dicho esto se encaminó sin dudarlo hacia el edificio pasando junto a Mai-Cor -venga-no es que lo que había visto le levantara mucho las expectatibas sobre esta ciudad, pero sin duda alguna era un comienzo.

-Seguro que si alguien vive aquí, estará en ese lugar o dejará muestra de ello, o habrá alguna moneda, o algo valioso..

Sin perder pie, Dimdel pasaba por las casillas y edificios echados a perder.

Había visto algo ¿el qué? no podría decir qué había sido. Un jirón extraño que se había desvanecido, pero tal vez solo había sido algo de viento o algo de qué...

-¿Habéis visto eso?- digo preocupado mientras tenso levemente el arco...

-Deberíamos ir cuanto antes a ese edificio...¡vamos!, hay algo aquí raro- digo mientras señalo al edificio más cercano-Dimdel, ya veremos después eso. Mordrogath, ¡ojo avizor!

Vuelvo a adelantar a Dimdel, pero yo no le insto a seguirme, sino que le empujo para que corra hacia el edificio de piedras y madera que es el que mejor pinta tiene y el más cercano.

Este es uno de los edificios más sólidos de Nulb. Tiene cimientos de piedra sin labrar y paredes de madera.

Ningún letrero identifica este edificio, pero el interior revela inmediatamente que fue una taberna y posada hace años. La sala principal está ocupada por mesas, algunas volcadas, cubiertas de polvo, junto con muchas sillas de madera y una barra de bar. Los cristales rotos y las astillas de madera cubren el viejo serrín y la paja del suelo.

Lo que te parece ver en aquel momento es otra imagen como la de antes, pero sabes perfectamente que no es la misma si no más bien otra distinta.

Mordrogath se pone inmediatamente en guardia y ojo avizor ante el aviso de Mai-Cor. "¿Dónde?" fue su sucinta respuesta mientras trata de localizar al enemigo. Con sus sentidos orientados hacia donde Mai-Cor le dice, inmediatamente se interpone entre la posible amenaza y el resto del grupo, cubriendo la retaguardia y avanzando de espaldas, mientras Mai-Cor y Dimdel entran en el lugar para registrarlo y ver posibles amenazas o trampas...."Cuidado....si veis algo, avisadme y entraré a la carga" dice lo suficientemente alto para que le escuchen sus compañeros, pero no si hay alguien dentro. 

-Hay algo extraño en este lugar...hay sombras o algo así- digo preocupado mientras miro a un lado y a otro intentando localizar más "sombras".

-Dimdel, abre la carta y mira a ver qué dice...

Dada la situación comienzo a pensar que esto no es más que una trampa...pero ¿para qué?

El Gnomo entró al edificio sin comprender muy bien las preocupaciones de Mai-Cor y en cuanto este habló de "sombras", le miró con cara extraña.

-¿Qué es lo que ocurre amigo?-sin perder el tiempo se acercó a por el sobre que le ofrecía Mai-COr-no entiendo nada...

Mientras manipulaba el sobre se acercó hacia Mordrogath, ya que en estos momentos por la cabeza se le pasaba que Mai-Cor pudiera estar sufriendo alguna alucinación o algún efecto mágico.

-Mordrogath, creo que deberíamos vigilar al semielfo...creo que se imagina cosas...

Mordrogath reprende a Dimdel suavemente, sin alzar la voz, pero sin quitar la vista de la parte exterior de la posada, vigilando la retaguardia del grupo, mientras Mai-Cor y Dimdel registran el lugar...."Dimdel...dudo que mis ojos sean más agudos que los tuyos o los de Mai-Cor, si Mai dice que ha visto algo extraño en un sitio como éste, ¿no crees que lo más juicioso sería ponernos en guardia y darle el beneficio de la duda? Si luego no vemos nada,  ya nos podremos reir de él delante de unas cervezas...prefiero pecar de prudente y confiar en un amigo, que lamentarlo después."

Tras esto, sigue en guardia y vigilante.

-Supongo que tienes razón compañero-dijo Dimdel con una media sonrísa.

Sin duda que el caballero tuviera razón, significaba que algo malo pasaba allí, algo que podría sobrepasarlos. El lagarto y su banda, habían sido algo "sencillo" contando con la espada y el brazo de Mordrogath, pero si Mai-Cor tenía razón y había "sombras" ¿qué demonios podrían hacer con eso?

Sin perder más tiempo, Dimdel volvió a echar un vistazo al papel por si había algo que les sirviera de ayuda.

Estoy de paso por una ciudad no muy lejana, tengo el rastro de una persona que tiene un juicio pendiente ahí. La licantropa. Dime si vale la pena, sabes lo que quiero y lo que te conviene.

J. Grimm.

Y tras abrir aquella carta y meter todos la cabeza para leerla escucháis un grito agudo.

Para vuestra sorpresa el que había gritado era el pequeño gnomo, pues sentir el frío filo del acero en su espalda era algo de lo que no podía salir indemne. Lentamente, el gnomo cayó al suelo prácticamente inerte con una espada en su espalda.

Cuando os fijasteis bien, allí había una presencia fantasmal. Un fantasma habitaba aquel local.

¿Quién quiere ser el siguiente? - dijo con unas palabras parecidas al sonido del viento.

Mordrogath palideció al escuchar la voz, puesto que aunque se había mantenido vigilante en todo momento, intentando mantener segura la retaguardia del grupo, no había visto u oído nada.....¡El enemigo estaba dentro!  

Al girarse y ver la figura translúcida que flotaba a escasos centímetros del suelo, no pudo reprimir que sus manos temblaran......aquello era una criatura de otro mundo...una criatura que debería estar muerta....¡un no muerto!. Había escuchado relatos e historias que le hacían estar muy seguro de que sin una espada apropiada o un seguidor de los dioses, un verdadero clérigo, no tendrían nada que hacer contra dicha criatura....estaban totalmente a su merced....

Tragó saliva y con los ojos muy abiertos, trató de mantener la compostura y de que su voz no le vacilara al hablar........notaba el helor que se iba adueñando del entorno, señal inequívoca de que había una presencia fantasmal cerca, los ojos que le contemplaban ardían con una luz interior y a él le costaba mantener la mirada...."Señor.....estamos aquí para entregar una carta, no es nuestra intención combatir con usted....si sois el destinatario, os la entregaremos, si sois un alma en pena y necesitáis nuestra ayuda, podemos ofrecerla, he oído relatos de almas que sufren por no haber realizado un último quehacer y que vagan por éste mundo hasta que su tarea está completa. Si queréis combatir, he de deciros que venderé cara mi vida, y protegeré a mis compañeros para que puedan huir de vos...." 

Dicho esto, le susurró a Mai-Cor "Corre....coge a Dimdel y corre....aléjalo y cierra su herida, luego alejaos....trataré de daros tiempo...corre.." mientras adoptada una posición defensiva delante del fantasma....su cara estaba blanca....pero sabía que era la única oportunidad de Dimdel y no podía fallarle. 

Al igual que Mordrogath, mis semblante cambia en cuanto observo la...criatura, pero al contrario que el caballero, me siento incapaz de actuar y lo único que pienso es en echar a correr, correr con todas mis fuerzas, pero se que fuera hay más ¿y qué puedo hacer?

Siento que estoy pálido, por lo menos es la sensación de cuando la sangre no fluye bien por tu cabeza y aunque avanzo unos pasos hacia el caballero dispuesto a coger a Dimdel, mis pasos son torpes.

-Mordrogaht...

Es lo único que soy capaz de decir ya que cuando observo la herida de Dimdel, comprendo que no podré hacer nada por él.

-Hay más como el Mordrogath...lo mejor será...que si no podemos ayudar...salgamos de aquí ambos...si se nos permite...

Las palabras salen temblorosas de mis labios, temblorosas están mis piernas y temblorosas mis manos...no salgo corriendo porque poco podría hacer ahí fuera, además, el caballero se arriesgó por nosotros en combate singular, qué menos que permanezca a su lado...