Partida Rol por web

[ELdG] Sunny Tear Sanitarium

Interludio: El Desván

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08/03/2018, 09:48
Director

Piedmon y Onfale avanzaron en silencio por el corredor, y ningún oído podía captar sus pasos, aunque la luz de la linterna les delataba al sentido de la vista. Piedmon portaba un tronco que blandir a modo de garrote. Onfale, más usurero, portaba bajo el brazo una funda de almohada atada rellena de comida y un daga rota, mientras sus manos estaban ocupadas por un trozo de espejo afilado y la propia linterna.

A sus espaldas dejaron un pasillo con dos puertas. Una conducía a las escaleras que les permitía bajar hasta el dormitorio del Doctor Rehner. La otra, según el propio Doctor Rehner, era la del cuarto de su querida nieta.

A la izquierda tenían un pasillo en el que las dos puertas más cercanas estaban cerradas. Tenían picaporte, pero no cerradura, así que no estaban cerradas con llave. Más allá, el pasillo se dividía en más corredores.

En frente había unas enormes puertas dobles de metal. En lugar de cerraduras o picaportes, cada una de las puertas tenía una cabeza de animal, como esas cabezas que desde su boca cuelgan las aldabas en las puertas principales de una casa. Una de las cabezas de hierro tenía forma de unicornio, y la otra de león, ambas con la boca abierta, pero sin aldabas en ellas.

Frente a las puertas dobles de metal había un ventanuco con una puerta abatible de madera. Echando un vistazo, se trataba de un pozo que llegaba hasta la primera planta... unos 30' de caída libre. Seguramente serviría para echar la ropa sucia y que llegase a la lavandería de la planta baja para ser limpiada. Al lado del ventanuco había otra puerta de pomo sin cerradura.

A la derecha había dos pasillos más que explorar.

Notas de juego

Onfale. Gana llave de bronce (abre las puertas al patio), daga mellada por pifia (no puede hacer daño), trozo de espejo y raciones de viaje para 1 día.

Piedmon -9 pgs. Gana tronco de leña.

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08/03/2018, 13:37
Paciente

Piedmon tendió el tronco de madera a Onfale. Toma, yo no sabría como usar esto. Le dijo. Él tan solo era un saltimbanqui de circo capaz de hacer infinidad de piruetas, podría ayudar a Onfale a distraer a cualquier enemigo usando su truco de la sábana o sus habilidades, pero no sería capaz de golpear a nadie con aquel tronco. No se veía capacitado para eso.

Después se quedó mirando a su compañero enmascarado, él había tomado la iniciativa de subir al desván y Piedmon solo le había seguido para no dejarle solo y que la Bruja de Hala pudiera guiar al resto del grupo que se había quedado abajo.

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08/03/2018, 17:45
Paciente

- Menudo desván...- Onfale recibió el tronco que le tendía Piedmon y guardó el cuchillo de cristal de espejo para otro momento.  De donde venía no se estilaban los desvanes, pero, pro lo que había leído, solían ser habitaciones pequeñas en la parte superior de las casas. Aquello era todo un piso superior, no sólo una habitación.- Parece que tardaremos en registrar todo esto.- No tenía información para discernir qué puerta sería mejor abrir, así que eligió la primera que le pillaba a mano y que no tenía cerradura.

Notas de juego

Elijo de primera puerta la que está en frente de 15. Si hay que tirar de nuevo pro buscar trampas pues eso.

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09/03/2018, 07:40
Director

Cuando Onfale estuvo lo suficientemente seguro de que en el umbral no había trampas, giró el pomo y dió un suave empujón a la puerta. En el interior de la habitación había un cilindro de metal. Era más pequeño que el que había en la primera planta, no tenía portezuela y no había leña, así que no era otra caldera, sino solo un depósito. Tenía dos llaves de paso, una azul y otra roja, ambas en el sentido perpendicular a las tuberías que salían del depósito y llegaban al suelo.

Sobre el depósito había una claraboya abierta, de modo que el agua de lluvia pudiese llenarlo. También había una pértiga contra la pared, que servía para abrir y cerrar la claraboya sin necesidad de trepar a lo alto del depósito. La pértiga era demasiado delgada y flexible como para usarlo como arma contundente, pero podía servir para saltar fosos.

Golpeando con los nudillos el cilindro de metal, Onfale determinó el sonido distinto a partir de determinada altura, lo que le sirvió para saber que el depósito tenía agua hasta la mitad. Entonces notó un calor intenso en la palma de la mano... La piel formaba llagas, como si hubiese tocado una tetera hirviendo. Lo último que había sujetado era el pomo de la puerta, que seguramente estaba untado con algún tipo de veneno.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Onfale: tirada de fortaleza CD 16. Si fallas recibes 2d12 puntos de daño. Si fallas puedes hacer una prueba de sanar (o en tu caso sabiduría) CD 16, que puede prevenir el daño secundario.

Onfale: una tirada de alquimia CD 16 identificaría el veneno, y te daría información sobre el daño secundario que te produciría 1 minuto después. Si has pasado la primera tirada de fortaleza o la prueba de sabiduría, el daño secundario ya no te afecta, y la tirada de alquimia es innecesaria.

Onfale puede trepar hasta la claraboya: trepar CD 15. Puede elegir 10, así que el éxito es automático.

Piedmon puede hacer una pirueta para llegar hasta la claraboya: piruetas CD 20.

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09/03/2018, 10:58
Paciente

Abrió la puerta y vio otro cilindro metálico. Más tuberías salían de él.

- Parece que está lleno de agua.- Dedujo al ver la claraboya abierta. Justo entonces comenzó a sentir un escozor en la mano que iba en aumento. - ¡Arrrgh!- Se vio la piel ulcerada, su preciosa piel, y trató de limpiarse con la maltrecha túnica.- Ese hijo  de puta de Rehner debe haber puesto veneno en el pomo. Es lo único que he tocado.- Lo pero de todo es que no le había parecido ver nada raro. Rasgó otro trozo de la sábana y se acercó a la puerta de nuevo, limpiando el pomo con ella. Lo olfateó con su nariz experimentada de perfumista para tratar de identificar qué veneno era. Si bajaban vivos de allí iba a divertirse con el viejo.

- Si te gusta hacer piruetas puede que esa pértiga te venga de perlas, Piedmon. Y si esto está plagado de trampas, como parece, puede que hasta nos venga bien.- Tras guardar el pañuelo se acercó al cilindro y trepó para echar un vistazo por la claraboya.

- Tiradas (2)

Notas de juego

- Tirada de fortaleza CD 16.Éxito. ¿Me hace algún daño aunque haya superado la tirada?

- Tirada de alquimia CD 16 identificaría el veneno (éxito). Me he permitido la libertad de tirar alquimia para saber qué veneno es y si podría usarlo para "untarlo" en el cuchillo o en un pañuelo.

Si no hay nada más aquí pues iría a la puerta de la sala 15- Lo mismo, buscar trampas. Si no veo nada raro, para abrir la puerta usaría la sábana para agarrar el picaporte.

 

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10/03/2018, 02:00
Paciente

Piedmon se quedó impasible al ver todo lo que había en ese lugar y también viendo las heridas que surgían en la palma de su compañero. Después trató de subirse a la claraboya, intentó varias maniobras diferentes pero todas sin ningún éxito. Desde que se habían separado del grupo todo empezaba a ser un desastre. Aún así no perdió el ánimo, confiaba en que junto a Onfale lograrían encontrar sus armas y a la nieta del asqueroso médico que les tenía ahí retenidos.

- Tiradas (1)
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12/03/2018, 00:04
1-Estado de los personajes

Por los síntomas, Onfale dedujo que el veneno se trataba del residuo de la hoja de cativera. Bastó limpiarse rápidamente la mano en la túnica para evitar que la cosa fuese a más. En la siguiente puerta en la que intentó suerte, Onfale ya estaba preparado: raspó el pomo con la daga mellada para quitar el veneno, y abrió la puerta sin dificultad.

Al ser un veneno de contacto, Onfale podría aplicarlo al filo de la daga rota, aunque esta no cortase, pero era conveniente guardar el veneno en un recipiente más seguro. Por suerte, encontró varios viales vacíos en la nueva habitación... ¡Se trataba de un laboratorio de alquimia! O quizás un escéptico como el Doctor Rehner lo llamase el laboratorio de química. Seguramente, ese psiquiatra loco preparó los venenos en esta misma sala.

Había tres frascos de ácido, tres viales de contraveneno y todas las herramientas podían encajar en un práctico maletín portátil. Desde luego era un descubrimiento más espectacular que la de una claraboya en el techo por el que salir al tejado o un depósito de agua de lluvia, pero empezaban a tener problemas para cargar con todo lo que encontraban. Nunca sabes cómo de valioso puede ser un bolsillo hasta que te hace falta.

También había una puerta en el laboratorio, al fondo de la habitación, cerrada. De nuevo solo pomo, sin ojo de cerradura.

Y de vuelta al corredor, en el oeste se podían explorar el resto de los pasillos más occidentales, en las que había un total de 4 puertas más.

- Tiradas (1)

Notas de juego

La trampa es de rearme manual, así que una vez que has caído en ella ya no hay restos suficientes de veneno como para volver a afectarte, ni restos suficientes como para obtener una dosis.

Crítico en buscar trampas: obtienes éxito automático en inutilizar mecanismo y ganas una dosis de residuo de hoja de cativera.

Residuo de hoja de cativera (veneno, pág. 299 de la guía del dm): contacto, CD 16. Daño inicial 2d12 pgs. Daño secundario 1d4 a constitución. Precio 300 po.

Podríais coger 3 frascos de ácido, 3 contravenenos y 1 laboratorio de alquimia portátil. ¿Piedmon se lleva la pértiga o la deja dónde está?

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12/03/2018, 12:42
Paciente

Estaba claro que Rehner se había esmerado bien para que nadie tocara sus cosas. Al descubrir el veneno en el nuevo picaporte el perfumista sonrió bajo la máscara. Era un indescriptible placer desarmar lo que el sádico doctor había hecho con tanta mala leche.

- Pero qué tiene éste montado aquí...- Las expertas manos de Onfale guardaron todo meticulosamente en el maletín. Había tenido uno así una vez, pero si no recordaba mal, lo había perdido al llevar a Lechberg. Se giró hacia Piedmon, su extraño acompañante acompañado de su sábana.

- ¿Cogiste la almohada? Quizá con su funda puedas hacerte un saco. Por si quieres alguna de estas cosas.- El contraveneno les iba a venir de perlas. Onfale estaba dudando sobre si seguir o ir a buscar a los demás. Aquello no era un desván, sino todo un piso superior.-Veamos que hay tras esa puerta.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me apunto las cosas y las llevo yo a no ser que Piedmon me diga lo contrario y le de contraveneno y ácido.

Por mí seguimos a la otra puerta de la habitación 15. Dejo tirada de escuchar, buscar trampas, y sigilo. Si no veo nada uso sábana para girar picaporte. La primera tiré sin ocultar sin querer.

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13/03/2018, 12:17
1-Estado de los personajes

Piedmon negó con la cabeza: no llevaba nada en estos momentos, y no era el botones para llevarle el equipaje a nadie.

Tras la puerta, Onfale notó el chillido de un pequeño ratón, algo propio de un desván, y no encontró trampa alguna. Al abrirla vió un pequeño almacén. El techo caía oblicuamente hacia la pared opuesta a la puerta, dejando muy poco sitio, pero a izquierda y derecha había unas estanterías con frascos precintados llenos de diversos productos químicos. Onfale no los necesitaba para su laboratorio portátil, pues ya había metido todo lo importante en el maletín, pero revisó los productos por si había alguno que no tuviera...

Un pequeño roedor blanco se escurría tras los frascos, huyendo de la luz de la linterna de Onfale. Al pasar por detrás de dos de los frascos, su avance los desplazó, tirándolos al suelo.

¡Crash!

Un charco se formó con la combinación de los dos productos químicos, y la reacción empezó a emitir una pequeña nube de gas. Hasta ahí todo normal, pero la nube empezó a transformarse en una forma más humanoide...

El diminuto homúnculo de gas empezó a mirar en todas direcciones, mientras el ratón que había causado el accidente se metió por un agujero tras una de las vigas sobre la que descansaba el tejado.

Leiath, y un grupo de tres locos que la siguió, palparon en la oscuridad, y torcieron por los pasillos del desván hasta encontrar una luz. Llegaron a una habitación con mesas altas y sin nada sobre ellas (todo el material de laboratorio había sido guardado ya en el maletín). En la otra puerta del laboratorio, la que lo unía con el almacén, los extraviados se encontraron con Onfale y con Piedmon.

Notas de juego

Es un constructo, pero tiene las características de un elemental de aire pequeño.

Constructo de Aire, CA 17.

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13/03/2018, 17:26
Paciente

Mientras hurgaba entre las cosas del Doctor Rehner con insano placer, un ratón se escapó a su ratonera tirando un par de frascos que, al caer, formaban una reacción poco deseada. La figura etérea que se estaba formando recordaba al mago a un elemental de aire. Agarró el tronco que Piedonm había despreciado dispuesto a defenderse. Fue entonces cuando otros enmascarados entraban en el almacén

- ¡Tened cuidado!- Advirtió no sólo por el elemental.- Rehner ha plagado todo de trampas el muy cabrón. Los picaportes tienen veneno.

- Tiradas (2)

Notas de juego

- He tirado por saber X (súmale tú el bono que sea) para añadirme el bono de ataque y daño que me da la dote y de paso si sé debilidades y fortalezas del constructo/elemental

- Acción estándar: Ataque con tronco vs Elemental Aire. +5 ataque (+bono saber). Pifia.

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13/03/2018, 23:05
Paciente

Piedmon vio lo que habían denominado como un laboratorio de alquimia y él vio realmente un montón de frasquitos de colores sin ningún interés, por eso no hizo amago de tomarlo en ningún momento. 

- ¿Cogiste la almohada? Quizá con su funda puedas hacerte un saco. Por si quieres alguna de estas cosas.

¿Para qué querría yo una almohada? Contestó el paciente cuya sábana llevaba transportando desde que había salido de la habitación. Algo había en la extraña mente de Piedmon que una sábana y una pértiga resultaban los objetos más importantes del mundo y un laboratorio de alquimia y una funda de almohada no. Estaba claro que no tenía ningún interés en ellos.

Cuando continuaron avanzando pudieron ver el accidente que acababa de causar el ratón y no pudo evitar soltar una pequeña maldición. Pero al ver como mágicamente se iba materializando un ser de aire, Piedmon no pudo evitar quedarse asombrado y maravillado al ver tal reacción. 

Notas de juego

¿Piedmon se lleva la pértiga o la deja dónde está?

Sigue con ella. 

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14/03/2018, 07:12
Paciente

La bruja suspiró aliviada al encontrarse con Onfale y su acompañante. Desde un primer momento intuyó que el desván no sería más que otro lugar de tortura construido por la perturbada mente del anciano violador de niños (ya se había montado ella un drama de lo que Rehner hacía con aquel gigantón en su cuarto), y se alegró de verles aún de una pieza.

'Crash!'- Aunque parecía que no por mucho tiempo.

No, no le golpeéis- quiso parar el ataque delenmascarado, sin ningún éxito. El que había atacado tan torpemente al ente mágico fijo que era hombre, tuviese o no pene... A quién se le ocurriría atacar primero sin ver si aquel ser era violento o por lo contrario solo quería salir huyendo?- Apartaos, quizás solo quiera marcharse.

Mientras que se apartaba para dejar el camino libre al homúnculo revisó el cuarto con la mirada en busca de algo que poder usar como arma en caso necesario.

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17/03/2018, 16:31
Paciente

Aire había seguido a Leiath, abandonando al doctor a su suerte. No estaba segura de lo que podía pasar, pero prefería no verlo. Quizá al volver a la planta de abajo todo había acabado y el doctor utilizaba su "magia" para dormirles. O quizá la loca estaba muerta y el viejo también. Eso ahora no importaba.

Era la última del grupo de Leiath, a la que seguía sin saber muy bien dónde iba. Las zonas no la impresionaban, sólo quería encontrar a Aristóteles. El oso la había llamado, y sentía que estaba cerca, aunque a saber si era una sensación real o un deseo suyo. Le necesitaba para poder descansar y recuperar su poder. Era algo muy necesario.

Al llegar con el que parecía Onfale por la voz y, seguramente Piedmon, Aire vio una pequeña figura etérea. Uno de ellos le intentó atacar con un trozo de madera. Pero si era etérea,¿cómo pretendía darle? Seguramente su magia si funcionaría.

El que te apresó está abajo, por las escaleras djio Aire, como si esa criatura pudiera entenderla Olvídate de nosotros. Estamos tan presos como tú.

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17/03/2018, 21:44
1-Estado de los personajes

Onfale tuvo un déjà vu: había roto una daga al intentar abrir unas taquillas, y usar el tronco no iba a tener mejor resultado. Su golpe fue demasiado alto, rompiendo un frasco de ácido en la estantería cuyo contenido empezó a corroer su improvisado garrote. No tenía mayor importancia, porque sabía dónde encontrar más (en la sala de la caldera, en la planta baja), pero iba a ser mejor que soltara pronto el trozo de madera antes de que el ácido llegase a la mano.

Fiu, fiu, fiuuu-silbó la figura de aire-. Fifi, fiuuuuuuU, fifiuuuu.

No parecía comprenderles, y ellos desde luego no entendían lo que silbaba aquel accidente de laboratorio. La criatura se agachó a inspeccionar el charco del que había nacido. Pronto perdió interés, y fluctuó en el aire hasta el umbral de la puerta, de modo que pudo asomarse al laboratorio desde el almacén. De pronto, empezó a girar muy rápido, como un pequeño tornado, levantando las túnicas de los enmascarados. Cuando se sosegó, se aproximó al tronco bajo los efectos del ácido, y lo observó con curiosidad mientras las burbujas consumían la madera.

Onfale recordó un tipo de constructo llamado diablillo (no confundir con el ajeno del mismo nombre): un viento mágico creado accidentalmente por los residuos mágicos de un laboratorio mágico, y que hace girar en su torbellino objetos diversos (normalmente ropa y trapos). Eso era lo más confuso, todo lo que había en el laboratorio y el almacén eran sustancias normales, alquimia sin magia. Por sí solo, el accidente no debería ser suficiente como para crear "eso". Lo que acababa de ver era fruto de una gran cantidad de energía mágica en el ambiente. Y eso podía ser peligroso: era magia salvaje, sin control, que hacía que lo inesperado tomase forma.

El tiempo de calma en el que el constructo de aire no hizo nada, sirvió para que los recién llegados (entre ellos Aire y Leiath), fuesen puestos al corriente de los descubrimientos de Piedmon y Onfale en el desván.

Además del laboratorio y el almacén, habían abierto una sala con un depósito de agua de lluvia con las llaves de paso cerradas. El depósito de agua se llenaba gracias a una claraboya abierta en el techo, de un tamaño suficientemente grande como para que quién trepase pudiese salir al tejado.

Más a la izquierda había otras cuatro habitaciones por inspeccionar, todas cerradas con llave.

Y en el espacio abierto del centro había una gatera abatible, por el que tirar la ropa sucia por una chimenea hasta la planta baja. En frente de la gatera había una puerta doble, y en cada hoja había una gárgola distinta: una cabeza de unicornio y una cabeza de león. Ambas cabezas metálicas tenían la boca abierta, pero faltaban las aldabas para completar el llamador.

Un poco más a la derecha, pasada la gatera, había otra puerta, y dos pasillos se podían adivinar más allá de dónde iluminaba la linterna sorda de Onfale si salía del laboratorio.

Notas de juego

Onfale pierde tronco por pifia.

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18/03/2018, 07:42
Paciente

Me alegro de haberos encontrado- respiró aliviada Leiath.- Rehner seguía sin querer colaborar, solo se entretenía pinchando a Isabela.

Sentía una enorme lástima el haber dejado atrás al enano tullido (se sentía en cierta forma responsable de su curación), pero en su lista de prioridades aparecían primero sin ninguna duda los miembros del aquelarre.

Como parecía que aquel maravilloso ser hecho de magia estaba tan despistado como ellos, la bruja, con todo el buen corazón del que hacía gala, le señaló la abertura de techo.

- Mira, preciosa, por ahí seguramente puedas escapar...

Seguramente no entendía nada de sus palabras, pero esperaba que el gesto le llamase la atención sobre la vía de escape.

- Onfale, tu que sabes de mejunjes, no ves por aquí nada que nos pueda ser útil, como quizás otro frasco de ácido?

Deberían recoger lo que pudieran y seguir explorando. Aún tenían muchas vidas que salvar.

Alice, Aire estáis aquí ?- preguntó a los pacientes que le habían seguido, interesándose por el paradero de sus amigas. Eso de no poder identificar a la gente de un primer vistazo era un engorro.

Notas de juego

Se pone a buscar algo que pueda servir de arma o que le llame la atención.

Por mí que lidere Onfale, ya que es él quién puede buscar trampas. Leiath le sigue a donde decida ir.

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18/03/2018, 08:43
Paciente

Leiath trataba de ayudar al diablillo formado por la reacción alquímica y a Onfale le dio un poco d evergüenza que su primera reacción hubiera sido atacarlo. Dejó caer el tronco que sse deshacía antes de que tocara l piel d ela mano que lo sujetaba.

- Aquí- levantó un poco el brazo que sujetaba el maletín de alquimia.- hay tres botes de ácido y tres de contraveneno. Coged lo que necesitéis. Como os advertí antes parece que Rehner ha puesto veneno en todos los picaportes. Antes de abrirlas dejadme inspeccionarlas o usad un trapo  para tocarlas.- Trató de ponerles al día sobre lo encontrado*.- Esto es mucho más grande de lo que esperábamos. Nada de un pequeño desván y plagado de cosas extrañas. No quiero ni pensar qué pueda haber donde Rehner dijo que estaba su nieta. ¿Qué ha pasado abajo? ¿Y el enano tullido? Si queréis podemos seguir por este pasillo.

Notas de juego

* Entramos por donde la flecha roja y hemos inspeccionado la habitación en frente de la izquierda (la que está en frente delas del 15) y las del 15. La primera tenía la caldera y las otras el laboratorio de alquimia.

Por mí seguimos por el pasillo de la izquierda.

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19/03/2018, 13:19
1-Estado de los personajes

Dos de los enmascarados asintieron, dando a entender que Alice y Aire también estaban allí. Leiath no encontró más que unas mesas vacías en las que antes Onfale había encontrado ácido, contraveneno y todo un laboratorio portátil, pero nada era digno de llamarse arma.

En cuanto al ser de aire, miró a la claraboya abierta desechando la idea. Luego siguió al resto por el pasillo, como un perrillo faldero. En el siguiente pomo, Onfale no encontró veneno ninguno. Aún así abrió la puerta con el mayor de los cuidados...

El suelo era de metacrilato, transparente, salvo por una esquina cubierta por una placa de metal. Debajo de aquel suelo extraño había un laberinto de pasillos de tres pulgadas de grosor. En otra de las esquinas había un agujero del tamaño de un puño, y en otra, bajo el metacrilato, tenía una minitrampilla con un trozo de queso que podían coger. La cuarta esquina estaba bajo una mesa con jaulas y ratones blancos como el que habían visto en el almacén del laboratorio.

Notas de juego

Una prueba de trato con animales CD 15 puede servir para guiar a uno de los ratones blancos de las jaulas por el laberinto.

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19/03/2018, 18:27
Paciente

Onfale miraba algo inquieto al nuevo compañero que se les había unido. Cosas más raras habían compartido camino con ellos, pero no dejaba de pensar que había estado a punto de darle con el tronco convirtiéndolo en enemigo. Esperaba que ahora, con Leiath allí, tomara decisiones más acertadas.

La nueva habitación que se abría ante ellos era de lo más extraña.

- ¿Experimentos con animales?- Preguntó al aire a la vez que miraba el curioso laberinto y se preguntaba para qué habría Rehner construido algo así. Se puso a buscar que no hubiera algún tipo de mecanismo o trampa que abriera una puerta oculta a la vista.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En esta estancia, ¿hay más puertas?

En el laberinto, ¿hay algo que vemos que nos interesa como para entretenernos con un ratón para que lo cruce?

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19/03/2018, 20:01
Paciente

Observó la sala en busca de algo que les pudiera ser útil. El uso que se le diera al laberinto o a las ratas no despertaba ninguna curiosidad o deseo de aprendizaje por parte de la bruja de Hala. Todo ello solo le parecía otra forma de tortura, esta vez a los pobres animalitos, pero tortura ni más ni menos. Lo despreciaba y asqueaba igual que a su creador el 'doctor' Rehner.

Si no veis nada aquí que nos sirva de algo, creo que mejor será seguir y no perder más tiempo- su voz denotaba el asco que sentía por todos aquellos malignos experimentos.

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20/03/2018, 13:11
Director

En la estancia no había más puertas, y el techo inclinado sobre sus cabezas les daba a entender que habían llegado a la parte más oriental del desván. Parte del laberinto estaba bajo la placa de metal de la esquina, con lo que no se podía ver qué había allí, si es que había algo. Las únicas compuertas que encontró Onfale fue la que servía en los experimentos para meter un queso en el laberinto, las propias puertas de las jaulas de las ratas de laboratorio y algún agujero en la madera que habrían fabricado los ratones fugados con sus propios incisivos.