Partida Rol por web

Una vez recubierta de la protección de su diosa, Leiath se sintió algo más segura para moverse entre el mar de posibles ninjas que permanecían ocultos. Todo era cuestión de fé.

Alcanzó de nuevo a Tybalt y apoyó una mano en su espalda, no solo para trasmitirle magia curativa, sino para demostrarle su apoyo y agradecimiento.

De dos mazazos, Keocratis tumbó al ninja que luchaba con Arpanhoe en el mismo momento en el que Jadewo mataba al que estaba atacando a Onfale. Y mientras Alice lanzaba un conjuro largo y complejo, y sobre sus cabezas un fluído flotante empezaba a formar el cuerpo de un méfit, Arpanhoe usó una magia corta y concisa:

 ¡Huye!

En respuesta a su orden, Flame salió corriendo. En su trayectoria: el lodo corrupto con el que las pisadas del Ángel de la Decadencia habían bañado los escalones del podio de Garuk el Destructor.

 ¡Tranquilos! ¡Yo la intercepto!

Becky agitó la cola demoniaca en el aire y la lanzó contra Flame, justo en el momento en el que Aire pasaba por allí. El casto rabo de Becky se enroscó alrededor del cuello de Aire. Sin aliento, Aire cayó al suelo mientras sus manos trataban de quitarse la cola de encima. Flame siguió corriendo... y sus botas pisaron el charco de corrupción...

 ¡AAAAAAAAAAAAAAAGH!

A mayores del daño producido, Flame parecía algo desorientada, como si el lodo corrupto estuviese afectando a su mente. Otro efecto secundario, es que la vida drenada a Flame cerraba las heridas del Ángel de la Decadencia en el centro de la arena, retrasando su derrota.

El ninja enmarañado seguía allí abajo, atrapado a los pies de los escalones. Visto lo visto, puede que no le queden muchas ganas de terminar como sus compañeros. El ninja que sí lo estaba dando todo era el que había quedado entre la facción de la Capellanía y la facción de Becky y su cohorte. Viendo a Keocratis herido, trató de tumbarle a él primero, pero sus artes ninjas le habían preparado para ataques cortos e incisivos. En estos momentos, estaba demasiado cansado como para seguir usando su técnica para hacerse invisible.

El Pacto de Ashen también tenía complicaciones. Shonvurru, Mauglurien y Khavra tenían que esforzarse al máximo para evitar que Arantham, poseído por su odio, volviese al centro de la arena a luchar contra la ilusión de Fray Sébastien. Solo el tiflin Kierno Varim quedaba libre para actuar, y él lo tenía claro: la prioridad era el ángel. Uno nuevo de sus rayos debilitaba a la criatura, pero seguía sin ser suficiente para destruirla.

Los dos miembros que quedaban del Pentacostés, se enfrentaban a estas alturas con el último ninja del pelotón que les asoló. Mientras, el Coleccionista y la Cábala seguían en su inacción.

En el aire, la suerte quiso que ninguno de los ataques del ángel diese en el auténtico vroc, pero una a una todas las ilusiones desaparecían. Cuando solo quedaba un vroc, éste contraatacó. De nuevo, sus garras a penas lograban herir a la criatura. El ácido y las esporas, sin embargo, seguían con su lenta horadación.

En el podio nueve, la Secta Thoon golpeaba a las ilusiones del Rakshasa y sus ninjas, y toda la quimera se convirtió en humo. En ese momento, en la punta opuesta de la arena, el verdadero Rakshasa hacía su aparición, sin ningún enemigo amenazándole en las proximidades...

GROOOOAAAAAAARRRRR...

Su rugido salvaje contrastaba con la delicadeza de sus pases de manos. Cuando completó el conjuro, una flecha ácida salió de su zarpa y dió la puntilla al ángel corrupto. Sin fuerzas, sus alas dejaron de batir, y comenzó su caída contra las enredaderas.

Fiiiiiiiiiiin... ¡DEL COMBATE!

A la indicación de Yuri, los combatientes pasaron de estar a la ofensiva, a ponerse en guardia como una Onfale histérica. Desde sus atalayas, los demonios de la organización del torneo echaron sus alas a volar, y sus sombras se proyectaron en la arena, amenazantes, listos para castigar a aquellos que mancillasen el torneo con algún ataque traicionero fuera de tiempo. El público, por contra, vitoreaba y aclamaba a sus favoritos, que mayoritariamente eran Kierno Varim y el vroc invocado por los cabalistas, y en menor medida aludían al Rakshasa y "a esa chiquilla morenita de la cohorte de Becky".

 ¡Sí! ¡Soy el puto amo! ¡El gallo del gallinero! ¡Un fuerte beso a todas mis fans!

Jadewo limpió el filo de su cimitarra con el ropaje negro del último ninja al que diera muerte, mirando al resto de compañeros y adversarios cercanos. La primera prueba había concluido, y por el momento seguían estando todos vivos y preparados para poder continuar con esa locura.

-¿Estáis bien?

- Vivos al menos.- Contestó Onfale al rubiales a la par que miraba los cuerpos de la multitud de caídos.- La que me preocupa es Flame.- Añadió pensando en que algo más que daño físico era lo que había sufrido al entrar en contacto con el líquido negruzco y vistoso que el ángel dejaba a su paso. Con un gesto de su mano deshizo el conjuro ilusorio que tanto juego había dado con el Pacto de Ashen. Se esforzó por hacerlo de forma creíble, como si los viejos se fueran teletransportándose.

Mientras el público aclamaba a los más queridos por su actuación en la arena, Onfale seguía con la mirada perdida en la arena manchada de sangre.

- Recojamos todo lo que podamos.-Dadas las penurias monetarias que pasaban siempre, la idea de hacerse con algo de botín cegaba al mago. El mago se puso a registrar los cuerpos de los caídos, primero los de los ninjas para arramplar con las katanas de tan magnífica calidad.

Tybalt se relajó en cierta medida aunque no soltó sus armas en ningún momento. -...Que no es poco.- Añadió a la respuesta que Onfale le daba a Jadewo. Aquel hombre, a pesar de su exagerada rectitud, había demostrado ser un valioso aliado después de todo. Lo que quedaba después de la prueba resultó ser un panorama de lo más sangriento. Los que más habían aportado a la carnicería habían sido los ninjas, cuyos cadáveres estaban repartidos por doquier. 

Instintivamente, el tiflin hizo recuento de los aliados caídos. Por suerte seguían todos con vida e, irónicamente, parecía que él había sido el único en llegar a su límite. Entonces recapacitó en Flame. La guerrera había salido despavorida después de que uno de los secuaces de Hugo utilizase alguna clase de sortilegio. -Hay que hacerla volver en sí.- Dijo al perfumista después de que mostrase su preocupación. Tybalt corrió hasta el límite que marcaba el río de inmundicia dejado por el ángel descompuesto. -¡Flame!- Gritó para intentar hacerla salir de su trance. -¡Flame, ya ha terminado!- Insistió. No sabía si sus palabras la sacarían del terror inducido por Arpanhoe, así que buscó alguna piedrecilla que tirarle a la guerrera para despertarla sin tener que meterse él también en el río. 

El final de la pelea dejó un sabor amargo en la bruja de Hala. Nada había ido según ella hubiese querido y la culpa la tenía en mayor parte la comitiva de Hugo y sus dicharacheros y estúpidos amigos. No le dio nada de pena verles caer, se lo merecían por haberse enfrentado a su aquelarre.

Onfale le sacó de sus cavilaciones, al recordar el estado de la guerrera.

Yo me encargaré de Flame- dijo a sus compañeros. Acto seguido fue a ver cómo estaba la mujerona.

- Parece como si además de haberla dañado ese lodo negro la hubiera afectado mentalmente.- El mago se debatía entre ayudar a Flame y sacar algo de botín. ¿Qué podía hacer él? Sólo era un humilde mago sin poder para revertir los efectos de la porquería que exudaba el ángel ese. Leiath sería la más indicada así que siguió buscando entre las pertenencias de los caídos.

Si, recojamos todo lo que podamos. Contesto en susurros a Onfale. No sabía si el saqueo estaba permitido en el torneo, pero era un torneo de malos malísimos. Los malos malísimos se dedicaran al saqueo, la profanación de cadáveres, la necrofilia…. Puag, puede que eso último no.

La maga miro con codicia los cuerpos muertos de alguno de los contrincantes. ¿Qué tendrán? ¿Habrá algo interesante? Estaba a punto de lanzarse como una loca posesa cuando recordó algo. La gente suele ser muy quisquillosa con sus pertenencias, seguro que han creado trampas o hechizos para protegerlas. Pero habría que tener mucho cuidado puede que haya hechizos de protección sobre alguno de los objetos, y puede que los otros contrincantes puedan tratar de hacer… ejem… trampas. 

Flame giró la cabeza en dirección a la llamada de Tybalt. Por su propio pie titubeante, la espadachina dió tumbos hasta salir de la mancha negra de corrupción.

 Nooo, tranquilos... Estoy bien-ironizó-. Que no os preocupe dejar morir a la buena de Flame, si total, ella ya tiene a su Ayash... Me encuentro mareada...

Blanca como un hueso, así de pálida estaba. Tybalt la ayudó a tumbarse, para que no cayese si se desmayaba. Leiath, en sus amplios conocimientos de ayuda al desvalido, le levantó las piernas y las sostuvo en alto. Poco a poco, a Flame le fue volviendo el color.

¡JEREMIAH! ¡HUGO!

Nadie se preocupó por Merkadio, pues al haberle cortado la cabeza, la probabilidad de que estuviese vivo era razonablemente baja.

Jeremiah... Jeremiah está muerto...-comprobó-No es justo. Nuestro pueblo es tremendamente pobre. Nuestros vecinos hicieron un gran esfuerzo económico para costear el viaje. Solo buscábamos el poder suficiente para proteger a nuestra gente... y ni siquiera pudimos salvarles a ellos...

Los demonios voladores descendieron, como buitres. Dos de ellos alzaron al gigante Garuk y se lo llevaron. Otro cogió al miembro de la Cábala asesinado por el Dedo Rojo. Y uno a uno, empezaron a llevarse también a los ninjas asesinos que sirvieron al Rakshasa como carne de cañón.

Otro demonio alado descendió, intimidante, al lado de Onfale mientras registraba unos cuantos bolsillos. La criatura se limitó a coger uno de los cuerpos cercanos y lo alzó de nuevo en vuelo. El eunuco no tendría tiempo de registrar todos los bolsillos, pero el exámen preliminar de la primera inspección era concluyente: no había nada que rascar más allá de ocho katanas. Al igual que en el ataque al hotel, la vida de los ninjas no valían lo suficiente como para pertrecharlos con objetos valiosos.

Hugo está vivo-constató.

Después se acercó a Jeremiah y a Keocratis, y se arrodilló junto a ellos. De un bolsillo sacó un ópalo. Los ojos de Onfale brillaron con el reflejo, pero no pagaría más de cincuenta piezas de oro por ese pedrusco. Una sola katana valía más, era mejor concentrarse en recoger espadas. Keocratis cogió de la muñeca a Arpanhoe, impidiendo acercar el ópalo a la cara de Jeremiah.

¿Qué estás haciendo, Arp? Es el hermano de Hugo, no puedes hacerle eso.

Mira a tu alrededor. Están limpiando la arena de cadáveres. Si no transformamos a Jeremiah en zombi, se lo llevarán, y Hugo no podrá darle sepultura en el pueblo.

Arpanhoe empujó el mentón barbudo de Jeremiah, abriéndole la boca. Depositó el ópalo sobre la lengua inánime, como un sacerdote ofreciendo una oblea en misa. A Becky se le contrajo el corazón. Reconoce el conjuro, los preparativos, la ceremonia. Arpanhoe empieza a ejecutar la magia de reanimar a los muertos sobre Jeremiah.

Becky corrió hasta Tybalt, Flame y, sobretodo, hasta Leiath. Agarró el antebrazo de la sacerdotisa de Hala, mientras le susurraba.

Leiath, Leiath... van a convertir a Jeremiah en un zombi, ¡tienes que evitarlo! Utiliza el pergamino de resurrección. Salva a Jeremiah.

Aquello era una estupidez. Una muy propia de Becky. Por mucho que devolverle la vida a Jeremiah sería un acto de compasión que Hala no tendría problemas en apoyar, el pergamino valía un pastizal. Seis mil piezas de oro. Hay un motivo por el que a la gente no se le resucita al morir: es caro. Desmesuradamente caro. Y aunque le salvasen la vida a Jeremiah, podría volver a perderla en lo que queda de torneo. O peor: la suerte podría deparar un combate final entre la Capellanía y la Cohorte de Becky. Sería reforzar al enemigo, darle alas. Además... ¿y si alguna de las amigas de Leiath necesitaba el pergamino más adelante? ¿Es ético negarle la vida a Jeremiah, sin saber si ese pergamino se va a llegar a utilizar en salvar a Onfale, a Alice...? Quizás nunca se use la magia del papiro... o quizás salvar a Jeremiah suponga perder en el futuro a un amigo a cambio de salvar a un desconcodio en el presente.

Pese a que la propuesta de Becky, en otra situación, habría movido inmediatamente a Leiath a resucitar al infortunado, no hay nada peor que una mujer despechada. Qué digo! No hay nada peor que una BRUJA despechada.

Leiath negó con la cabeza. Por culpa de ese grupo casi muere su aquelarre. Hasta llegó a suplicar a Hugo que parase ese ataque sin sentido y él solo la llamó mentirosa. El posible atolondramiento que el atractivo jóven hubiese despertado en la parte adolescente de la muchacha, había sido substituido con un fuerte rencor y desprecio.

Ya me ofrecí a resucitar a su amigo y se negaron - dijo mientras soltaba las piernas de Flame para que ésta se pudiese levantar-. Ahora están en manos de sus dioses sean los que sean.

Onfale apretó el culo cuando uno de los demonios se acercó a recoger el cadáver de uno de los ninjas a los que iba a registrar. No conocía bien las normas y puede que lo que estuviera haciendo fuera ilegal. Aún así siguió recogiendo katanas a dos manos, liberando de la presión de su mano la herida sangrante de su costado. Empezaba a marearse pero no soltaba ninguna de las afiladas armas.

Sólo la intervención de Arphanoe y Becky le hicieron elevar la mirada y fijar su mirada con atención. Hubiera protestado a Leiath si hubiese decidido usar un pergamino que tanto les había costado. Aún así su mente no descartaba tener al grupo de humanos como aliados, pero ahora eso ya no importaba. En las siguientes pruebas, que eran individuales, tendrían que enfrentarse sí o sí, por lo que de nada serviría. Los lamentos del clérigo oscuro no le causaban ninguna impresión. Su alma y corazón eran oscuros como indicaba la magia que había usado contra Tybalt y la que iba a usar ahora.

- Tu magia negra poco te ayudará ahora. Condenarás a Jeremiah a una insufrible no-vida. Más te valdría cortarle la cabeza y llevártela antes de que uno de esos demonios recoja su cuerpo. Con ella podrías resucitarlo cuando reúnas el dinero suficiente o, al menos, enterrarlo.

Cargado como una mula de carga, Onfale pidió a sus compañeros que repartieran la carga que suponían las katanas.

- Agradecedle el sponsor al Rakshasa. No es mucho pero algo podremos comprar.- En cuanto se deshizo de parte de las katanas volvió a llevarse la mano al costado. Su ropa se estaba empapando de sangre. Se acercó a la grandullona de Flame.- ¿Cómo estas? Nunca te había visto correr tanto, jeje.- Bromeó con la rubia.- Me alegro de que estés bien. Ahora activa tu aura curadora para que Leiath pueda curarnos.- Después de todo podían estar contentos. Habían superado la primera de las pruebas y ninguno había caído.

¡Ains! si quieres podemos incinerarlo y llevaros las cenizas. La maga estaba pensando otra vez en fuego y bolas de fuego. El fuego era la solución a la mayoría de los problemas. Alice no tenía ninguna otra idea para ayudar a la cábala. 

Tybalt no se interesó por la propuesta que Becky le hizo a Leiath mientras asistía a Flame. Simplemente le daba igual y prefería atender a su compañera a verse obligado a expresar su opinión al respecto. No iba a discutir si la decisión de la bruja se veía influenciada por su misericordia y tampoco se iba a escandalizar si dejaban que el hermano bocazas de Hugo regresase como una versión desmejorada de si mismo. Aunque si esbozó media sonrisa al ver que la profeta de Hala también tenía mano dura para impartir justicia. 

Cuando la guerrera por fin pudo ponerse en pie por si misma, el tiflin se acercó para ayudar a Onfale a cargar con el botín de guerra. Como bien insinuaba el perfumista, ese clan de asesino parecía estar patrocinando al aquelarre de Leiath de una manera muy peculiar. -Hala tiene aliados donde uno menos espera.- Bromeo con el eunuco mientras lo libraba del peso de la mayoría de las katanas. Ciertamente con aquellas armas podrían abastecerse un poco más y reponerse del daño que les causó la información falsa sobre el torneo. 

Jadewo se quedó con el detalle de las capacidades del discreto Arpanhoe, de ser capaz de levantar muertos vivientes, debía tener un poder mágico considerable que había sabido ocultar durante el enfrentamiento. Sería conveniente tenerlo presente en el futuro. Por otro lado, Keokratis había resultado ser un contrincante mediocre. Hugo, con el conjuro de acelerar también había mostrado una capacidad arcana destacada, sentía curiosidad por ver la lección que había sacado de todo esto.

También miró al resto de contrincantes, había algunos de los grupos que se habían mantenido bastante a parte, y eso les hacía difíciles de calificar, pero otros, como los Azotamentes se habían mostrado como unos contrincantes terribles. Sería bueno tener observadores en las distintas pruebas que quedaban por disputar para ver con qué otros recursos contaban los grupo del torneo para tenerlo presente de cara a la prueba final.

En un silencio distante escuchó los comentarios de los miembros de su grupo.

¡Hijos de puta! No tenéis derecho a opinar: fuisteis vosotros los que le matasteis...

Además, una cabeza de menos es algo de lo que un demonio se daría cuenta. No es que pudiesen llevársela así como así. Finalmente, Arpanhoe alza a Jeremiah como un zombi. Su carne se empieza a pudrir, las puntas de sus dedos empiezan a desperezarse... En un instante, el no-muerto está creado, y se alza para lanzarse contra su propio creador. Arpanhoe, entonces, le reprende con el símbolo sagrado de Orkus, como solo un clérigo malvado (o un clérigo neutral que pueda manipular la energía negativa) sabría hacer. El zombi se calma. Arpanhoe recoge su daga y carga el cuerpo de Hugo.

Desde los cielos, uno de los demonios aterriza cortándole el paso. Olisquea a Hugo asegurándose de que no es uno de los tributos que debe llevarse, y luego agarra el cuerpo de Merkadio, alzando el vuelo.

Las paredes se abren para que cada uno vuelva a su cubil. Cuando la cohorte de Becky sale de la arena, la pared se cierra tras ellos.

El lugar está desconocido. Hay literas cómodas para conciliar el sueño. Una mesa con comida y bebida. La comida es comida fría: frutas, ensaladas, bizcochos y gelatinas. La bebida consiste en varias jarras: con agua, con zumos, con licores... realmente es complicado distinguir los zumos de los licores de frutas hasta que se prueban. Sobre la mesa hay vasos, cubiertos, platos, y candelabros encendidos que aportan la única luminosidad a la estancia.

Pero lo más notable es lo que no hay: la puerta por la que les hizo pasar la organización cuando llegaron al coliseo. Ahora solo hay una pared. Estarán encerrados aquí hasta mañana, sin posibilidad de poder vender las katanas del botín a comerciante alguno.

No tardó mucho el perfumista en darse cuenta de que no había salida y que tendrían que pasar allí la noche.

- Bueno, de esta aprenderemos para la siguiente. Tendremos que rob...recoger los objetos de los caídos que nos sean útiles en el torneo.- Se lamentaba así de no haber registrado el cuerpo de Hugo o del estúpido de su hermano. Miró a Leiath con dulzura. Tenerla a ella en el equipo era una suerte tremenda, aunque su magia era como decirle a Orkus que iban a por él.- No habíamos pensado que usar tu magia curativa podría traernos problemas.- Le dijo a la Bruja de Hala.- Te hace destacar demasiado entre los demás contendientes. Nuestro plan se sujeta tan sólo por alfileres...- Sin embargo no había vuelta atrás.- Ya que estaremos encerrados aquí sólo nos queda dividirnos para las tres pruebas de mañana e irnos a descansar.- El mago se quitó el turbante dejando bien visible la joya en su frente y dejó caer el largo pelo negro sobre sus hombros.- Sigo pensando que Leitah y Flame serán suficientes para soportar la energía negativa del plano. El aura de Flame podría ayudar y los conjuros protectores de Hala. En teoría Leiath sola sería capaz de hacerlo peor no sabemos si los otros equipos pueden atacarla, por lo que Flame puede ejercer de guardaespaldas. Tybalt y yo podríamos ocuparnos de la carrera, la prueba de la Sangre. Ambos somos rápidos y yo puedo aumentar además esa velocidad, llegado el caso. Si es una carrera de obstáculos puede que se necesiten mis habilidades para salir de algún que otro atolladero y Tybalt puede ayudar a protegerme. Así quedaríais Aire, Alice, Jadewo, Becky para la prueba de la Mente. Según nos dijeron cuantos más mejor pues el daño mental se verá reducido.