Partida Rol por web

La maga ya había tenido esa sensación antes, se acordaba perfectamente cuando había sido en mitad de un bosque rodeada de lobos y Leiath estaba también caída a su lado. Recordaba el sabor a sangre en la boca y como todo a su alrededor se volvía poco a poco más oscuro hasta que todo se volvía negro, era como caer en un placentero sueño. La pelirroja no había tenido tiempo de actuar, ¿Cómo había sido tan estúpida? Serian las ropas mojadas que no le permitían actuar con fluidez o el exceso de confianza, ahora todo eso daba igual estaba tumbada en el suelo junto a Hollin a merced de ese demonio.

Pese a que parecía que la propia Hala hubiese teleportado a la bruja al mecanismo que les podía salvar la vida, al obeso demonio aún le quedaba la última palabra.

La dos magas habían caido. El cuervo de Alice también permanecia aparentemente inerte en las manos de su ama. Había que sacarles de ahí lo antes posible.

Fosco miró con estupefacción como una bola de grasa calló y explotó. Tras la humareda su perro yacía carbonizado. Ni una lágrima corrió su rostro, su mirada se volvió para ver como el ser llamado Mane huía como un cobarde. Esta te la guardo. susurró como promesa. Todos sus compañeros cogieron a los caídos y Fosco fue a hacer lo mismo ayudar a sus compañeros caídos.

Robo el cuervo caído. MUAJAJAJAJAA!

Los supervivientes recogen a los heridos.

Aire lleva una Marilith que le dobla en tamaño, cualquier demonio que la vea ahora por la calle quedará asombrado con la fuerza de la chica.

Onfale recoge a Alice. Dirá lo que quiera de las mujeres, pero a pesar de sus comentarios machistas, su primer impulso fue salvar a la maga en lugar de a Tremens...

Artho recoge el pajarraco de Alice, mientras desenfunda. Ahora son presa fácil para cualquier demonio con el que se crucen, y el humano lo sabe.

Kaevhas salda su deuda con Tremens. Al igual que su compañero le rescató del río, ahora es rescatado de la cuneta. En pocos segundos, la luz blanca de Flame despierta a Tremens, que se encuentra a sí mismo en brazos de otro hombre.

Todos van tras su guía. El último en doblar la esquina, por sus cortas piernas, es Fosco. Mira un momento atrás solo para ver al demonio gordo tirar desde la altura de la plataforma en movimiento a uno de sus guardaespaldas. El pobre demonio rojo se da un golpe de aúpa y cae sobre el pulsador, haciendo que la plataforma vuelva a bajar.

Mane tuerce una vez más en la siguiente calle. Mala suerte: es un callejón sin salida. Y en pocos segundos, los esbirros de Borlon les darán alcance.

¿Alguien con ganzúas puede abrir la puerta de una de las casas? Prefiero cometer allanamiento que manchar el suelo con mis sesos esparcíos.

Fosco aparta de muy mala gana al idiota de Mané. Sin decir nada saca sus brillantes ganzúas y comienza ponerse a la faena. Onfale échame una mano... le dice a su compañero, que sin duda ha visto muchas veces como abrir puertas, de hecho juraría que más de una vez le eché una mano... pensaba mientras la puerta se le resistía.

La voz de Aire ya no era dulce e inocente. No jugueteaba con Aristóteles ni se acercaba a Flame ni a Leiath para sentirse segura.

Imbécil dijo la muchacha a Mane casi nos queman vivos, y el perro de las narices ha estallado. Te juro que si no nos fueras útil metería la mano por tu estómago y haría que ardieras por dentro a Aire le faltó escupir en el suelo para sentenciar tus palabras.

Vamos, Fosco, date prisa. No estamos en buena posición si vuelven esos engendros los ojos negros de la muchacha se quedaron fijos en el ladronzuelo.

Fosco parpadeaba mirando a Aire. Estaba serio y de igual manera cabreado, pero le extrañaba que esa chica tan dulce se volviera tan agresiva y que encima lo tomara con él. Que sólo estaba ayudando... No menciones a Rufus... dijo volviendo a sus quehaceres.

- Mira que eres torpe Fosco...-Dijo el perfumista apretando los dientes por el dolor de las quemaduras. Dejó a Alice en el suelo para que Leiath se ocupara de ella. Se acercó a su lacayo y se acuclilló junto a él.- Así no, joder.- No estaba de buen humor, ni lo estaría hasta que le curasen.-Gira hasta que suene el resorte y luego mete la otra para que la cerradura ceda. ¡Date prisa!

Flame se pudo delante del grupo. Debía darle un poco de tregua al mediano y Onfale. Así que si alguien tenía que enfrentarse a esas cosas, mejor que fuera ella. Así que desenfundó su espadón y se relamió. La acidez de su estómago estaba empezando a brotar por la comisura de los labios. En el momento en que viera aparecer a uno de esas criaturas gordas y sebosas, y siempre y cuando los descubriesen, Flame vomitaría encima y después descargaría toda la ira de Ayash.

Becky estaba muy mal aunque estable gracias a la magia de Flame. Pese al disfaz que ocultaba a la maga parlanchina, Leiath lo notaba. Necesitaría más tiempo del que tenían para ponerla en pie. Alice estaba algo mejor, con un poco de sanación andaría por ella sola.

En el tiempo que Onfale y Fosco necesitaban para abrir una via de escape curaría a la pelirroja hechicera.

Sacó su adorada varita de curaciones y la usó sobre su compañera.

Los oídos le zumbaban, la piel le escocía en todas las zonas donde le había alcanzado la explosión. A este paso poco quedaría de Tremens. A quien vio primero fue a Kaevhas, a quien le asintió, con un gesto solemne que no daba lugar a dudas entre ellos dos, una vida por la otra, la deuda estaba saldada.

Pero a parte de ellos dos, había más gente cerca, el comentario de Mane le puso en acción, acercándose a otra puerta de la que trabajaba Fosco y Onfale, Tremens deslizó un estuche de cuero con un montón de herramientas de precisión, de forma instintiva, fruto de largos años trabajando con cerraduras, la abrió.

-Fosco, si la has abierto, esta misma podrá servir de señuelo mientras nos colamos por la otra.

Dice dejando la puerta entreabierta, y acercándose a Fosco y a Onfale.

La maga parpadeo confundida. ¿Quien la había despertado de su placido sueño? Estaba en un mundo de praderas verdes lleno de felicidad y de riquezas…. y lo mejor de todo era que Hollín no estaba para importunarla. Pero entonces el dolor volvió quemándole la piel y se dio cuenta de la cruda realidad. ¡Había estado a punto de morir! La maga parpadeo y vio a la bruja de Hala, ya era la segunda o puede que la tercera vez que la salvaba. Gracias Leiath, te debo otra. Dijo mientras se ponía de pie y le regalaba una caricia a modo de agradecimiento. ¡Ese puñetero demonio de tercera clase se va enterar! ¡Estallara en pedazos de hielo como hizo Tropezón!

Con el grupo algo más repuesto de la sorpresa, Artho tiene el tiempo de observar a Flame alistarse para el combate, por lo que estoque en mano se prepara para lo mismo. De una u otra forma aquel continuo baile de sangre estaba compactando al montón de desconocidos que eran. Sin perder un segundo el guerrero entrega al cuervo a Alice a la espera de que este más seguro en sus manos. –Parece que la ha librado, debe tratarse de una criatura muy especial para haber sobrevivido la explosión.- Con un ligero asentimiento de cabeza y una ligera sonrisa el guerrero da media vuelta y se coloca al lado de Flame.

El caballo que estalló en pedazos era de Richard. Tropezón se hundió en un lago de lava. Lo desacertado de las amenazas de Alice dejan entrever que aún no está recuperada del todo. Será que la varita de Leiath está defectuosa.

Chssst... Hacéis más ruido que una parejita de recién casados. Van a saber que nos hemos metío por aquí. Y tú, morena...-dice a Aire-Si tienes algo que decirme me lo dices en la cama.

Click.

Fosco, bien aleccionado, abrió una puerta.

Click.

Tremens abrió otra. El plan iba bien. Todos los aventureros se metieron en la casa abierta por Tremens. La única luz que había era la de un ojo de buey en la pared, por la que se filtraban los brillos luminiscentes de la ciudad.

Por dentro, la casa también parecía una concha. Las paredes eran redondeadas, y se enroscaban sobre sí mismas, en espiral, dejando en lo alto del techo una pendiente oscura a quince pies de alto, quizás meramente decorativa. En el centro de la sala, un montón de algas muertas y fétidas hacían de cama, suficiente para cuatro invitados. Había restos de huesos en el suelo, y también ropa por ahí tirada. La talla de la ropa sugería un habitante de altura humana, aunque quizás no perteneciese al señor de la casa sino al último almuerzo.

Por fuera había una vista perfecta a la casa abierta como cebo. Uno de los demonios rojos llegó al callejón y olisqueó el aire. Siguió el rastro hasta la puerta de la casa de enfrente y al verla abierta, entró. Entonces llegaron los bufidos, los gruñidos y los alaridos de dolor. Un segundo guardaespaldas de Borlon entró en la bocacalle y miró desde el exterior la puerta abierta y su interior, alejándose inmediatamente por donde había venido. Después, los gritos guturales cesaron. La puerta de la casa de enfrente se cerró.

Sabía que lo conseguiríamos. Y miradnos, hemos sobrevivío todos a Borlon-salvo rufus-. No muchos pueden desirlo. ¿Y si esperamos a que vuelva el dueño de esta chavola y le damos pal pelo? Así nos podemos quedar con la concha mientras estemos aquí.

Esa familia ha muerto la voz de Aire seguía siendo extraña, agresiva y distante. Pero parecía que poco la importaba. Miró a su alrededor a su nueva protección. Si nos vamos a quedar aquí mientras ese gordo nos busca, deberíamos investigar la casa dejó a Becky en el suelo, que poco a poco iba reaccionando.

En cuanto vio que Tremens recuperó la consciencia, lo ayudó a incorporarse y le devolvió el gesto con asentimiento silencioso. Kaevhas tenía todavía muy borrosa la memoria, pero sentía que si seguía vivo era gracias a aquel hombre y no iba a desaprovechar la oportunidad de devolverle el favor.

Pronto se vieron atrapados en un callejón pero consiguieron refugiarse en una de las casas. Finalmente se pusieron a salvo al menos por el momento. Kaevhas notaba cómo la extraña habilidad de Flame hacía su efecto sobre sus heridas, proporcionándole alivio en la intensas quemaduras. Poco a poco iba recuperando las fuerzas que había perdido en la enésima huída en este truculento viaje. Así que podía decirse que estaban a salvo. Pero luego echó un vistazo al hogar que habían invadido. -Realmente no parece que vayamos a tener muchas posibilidades de hablar con el dueño de la casa.- Respondió a Aire con una expresión un tanto perpleja mientras observaba los restos de huesos esparcidos por el suelo. No se le escapó el detalle del reciente cambio en la mujer. Pero su comportamiento errático no era ninguna novedad, por lo que el mago decidió no saber más sobre el tema. -Si podemos encontrar algo de utilidad no veo inconveniente aprovechar la oportunidad.- Dijo sin dejar de ojear con cuidado desde la ventana. No es que Kaevhas fuese alguien acostumbrado a allanar casas ajenas, pero se podía decir sin temor a equivocarse que la situación del grupo podía permitirles saltarse unas cuantas convenciones sociales.

Rebuscad por la casa, pero no os alejéis mucho de mi. Dijo Flame mientras miraba por la ventana por si venía alguien más. Y, cuando el brillo de mi frente deje iluminar vuestras heridas, avisadme. Porque si es por mi, de aquí nos largamos. No me apetece enfrentarnos a quien sea que hizo esto. Dijo señalando los restos de algún humanoide muerto. Quedarnos aquí me parece un peligro. Dijo confiando en que esta vez alguien la hiciese caso.