Partida Rol por web

Incluso en Elysium me había topado con problemas debido a la intolerancia de algunos individuos, impedir que surgieran enemigos y que los humanos no se atacasen unos a otros era prácticamente imposible. Quizá lo mas sencillo para evitar eso era que Raven tuviera éxito y gentes muy dispares pudieran trabajar juntas, la tolerancia hacia los demás era una de nuestras mejores bazas. Algo que podría ser sencillo con gente joven y de mente abierta. -Habrá que estar atentos y atajar los problemas que puedan surgir antes de que se agraven.- Intentando no recurrir a la violencia se entendía. Le respondí al psíquico, pues estaba de acuerdo en que debíamos impedir que esos enemigos surgieran, siempre que fuera posible.

Me levante para despedir a Inma, aunque no se me ocurría nada que decirla, pues Scarlet se me había adelantado. -Cuidate, y no nos hagas esperar mucho para volver a verte.- Hubiera preferido que esperase un par de días antes de marcharse, que descansara y estuviera un poco mas con Selene, pero sabía de sobra que intentar detenerla era imposible. Había tomado una decisión y nada la detendría.

-Buenas noches pequeña.- Le dije a Selene cuando su madre se dispuso a llevársela a dormir, era tarde y aun tenían mucho que asimilar las dos, pero también debían descansar. Lo que me dejo a solas con mis compañeros de batalla, los que realmente habíamos pasado por el calvario al que las legiones nos habían sometido. 

-Claro Maggie, puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Ademas me vendrá bien tenerte por aquí.- Ella podria pasar tiempo con Selene, dejar que mi hija la fuera conociendo poco a poco era la mejor forma de crearan un nuevo vinculo. -Vosotros también podéis quedaros esta noche si quereis.- Les dije a Raven y Adirael. Era tarde y podían quedarse a dormir si lo deseaban, aunque no les detendría si querían marchar y comenzar a hacer preparativos para lo que estaba por venir.

-Adirael, me gustaría pedirte otra cosa. Cuando tengas un rato, me gustaría que intentaras enseñar a Scarlet a crear runas, es un conocimiento que no debería perderse y creo que ella sabrá apreciar ese conocimiento y usarlo adecuadamente.- Aunque siempre podía negarse si prefería no hacerlo. Scarlet era historiadora y ya habíamos visto que nuestros antepasados en algún momento habían conseguido hacer runas, puede que Scarlet consiguiera rescatar algunas de esas runas perdidas en el tiempo.

La noche había pasado mejor de lo esperado, cada cual tenía su propia resolución y opción, unos la calma y la prosperidad, otros la paciencia y la preparación, por mi parte la previsión y el esfuerzo serían como poco mi mejor alijo y mi mejor opción, sorprender a Adirael había sido un logro que pocas veces había logrado, prueba de mi atenta atención sobre sus actos, sobre sus enseñanzas no impartidas, por su puesto, había mucho mas de lo que dejaba ver a la vista pero aquel ya no era el momento para aquello.

Tras unos instantes fue Inma la que primero decidió partir, ahora tenía mucho en lo que pensar y si tenía un deber personal que hacer, ahora tendría que pensar para un futuro diferente del que esperaría.

- Algunos asuntos...¿tal vez las espadas?...- mencione sin ninguna mala intención, no obstante aquello no era un debate, era una despedida que esperaba no fuera permanente - espero verla pronto, guerrera de la luz - espete con una leve sonrisa mientras pensaba en aquella despedida, no de aquel presente, sino de aquel pasado olvidado, una referencia que no entendería ni haría falta que lo hiciera.

Tras su partida, me despedí de Scarlet y de la joven Selene cordialmente con un leve gesto y una afable actitud, ellas aún tenían mucho que procesar pero...lo peor...o por lo menos, lo mas trágico ya había pasado.

Cuando por fin nos habíamos quedado los "ultimos supervivientes", extendí los brazos entrelace los dedos y puse mis manos detras de la nuca mientras me recostaba del espaldar y cerraba los ojos, estaba agotado, no físicamente, pero mentalmente.

Aquella no había sido una fácil tarea pero no había perdido la continuidad de la conversación, tal vez algunas palabras de Maggie con Adirael se escaparán a mi entendimiento, tal vez fueran referencias a novelas, a situaciones, a expresiones, poco importaba o eso hacía parecer creer mas bien, estaba atento a cada pequeño detalle, a lo que con una risa burlona respondí sin pensar a las inquietudes de Maggie y de Adirael, nuevamente, tan simple como efectivo.

- Si algún problema sucede, lo resolveremos, Si alguna guerra ocurre, la detendremos y si quieren ir a por nosotros, que vengan, ya tuvimos dimensiones diferentes con nosotros y contra nosotros y no fue sino nuestra capacidad de pensamiento y actuación la que nos ayudo a resolver la mayoría de problemas - rememore mientras aún permanecía calmado con los ojos cerrados tratando de descansar los ojos un poco.

- No puedo decir que podamos usar los mismos métodos pero...tampoco creó que perdamos el rumbo o nos distanciemos de nuestro objetivo mientras seamos fieles a nuestras experiencias y lo que nos tomó llegar hasta aquí - espeté mientras mencionaba elocuentemente esta parte mientras habría los ojos y me acomodaba nuevamente en el asiento.

- Sin mencionar...- recordé al resto - que aún tenemos el apoyo de algunos agentes externos a este plano...- Favores, deudas, apoyo, habíamos logrado labrar todo aquello con el sudor de nuestra frente y la tenacidad de nuestra alma, no estábamos solos...ya no.

Luego escuche atento a el ofrecimiento de Geralt, alzando levemente una ceja le mire con curiosidad y se esbozo una sonrisa en mi rostro, a lo que con un gesto agradecido le respondí.

- Me encantaría pero aún tengo que organizarme un poco en este tiempo y aprovechar estas fiestas sería lo mas oportuno, ademas, hasta que Maggie no pueda reinstalarme a Nova, tendré que hacer las cosas a la vieja usanza, por no mencionar que aún deseo encontrar a cierta...persona - no había muchos que me interesarán, la mayoría ya estaban allí reunidos pero aún debía buscar la manera de "citar" a aquella persona si es que podía.

Luego le dedique una leve mirada a Maggie buscando consejo si lo tenía, aunque buscar a alguien del caos sería algo...complicado, apreciaría cualquier consejo.

- y Tu - espeté señalando con el indice a Adirael - deberías buscar a aquella amable señorita - regañe de manera cómplice sabiendo que aquellas palabras podría no ser escuchadas, aunque prefería pensar que se le pasarían por la cabeza.

- Esta bien seguir tus ideales...pero de vez en cuando, no esta mal seguir el corazón...- ahí fue cuando dedique una ultima sonrisa afable, aún debía marcharme pero escucharía atento a lo que tuvieran que decir, por su puesto, no los abandonaría, contar con Geralt para mis planes de futuro era algo obvio y estar en contacto con Maggie era de máxima prioridad y si necesitaba un chofer, sabía que podría llamarme en cualquier momento, despues de todo, ella entre otras muchas cosas, también me había dado algo único, a mi compañera.

Adirael asintió a cada situación con la incomodidad latente de alguien que sabe que al final cualquier pacto, cualquier construcción que hagan acabará fracasando y colapsando sobre el problema de la sociedad que habían reconstruido. El nihilismo del que participaban los consumidores natos de aquel tiempo sólo había sido roto en ellos por la necesidad de participar en el agón. No habían vivido una novedad real en su desarrollo, sólo habían recuperado viejas fórmulas de conducta. Así, como los espartanos se exilian a un mundo diferente al de la ciudad estado de Esparta, enfrentando peligros, a solas, robando lo que necesitan, o malviviendo, ellos habían superado una prueba individual que les había otorgado la "dignitas" de su excelencia, una merecida en la que no entraba la soberbia de momento, pero que no era inmune a sus largos y delicados dedos de manipulación y corrupción. Ahora esos héroes exiliados regresan al mundo, como lo hacía el filósofo en la caverna, para mostrar la verdad. ¡qué analogía más acertada la de Maggie! pues al hombre que regresa para mostrarles a los demás la verdad del radiante sol es defenestrado, y antes torturado, por ir en contra de lo que los demás opinan de lo aparente.

 Si...ahora tenían pruebas, ellos llegarían a sus propias conclusiones, como la socrática propuesta del oráculo que la misma IA recordaba en su antiguo despacho en el geofrente. Las puertas al conocimiento están abiertas. Y de nuevo, cada individuo, debe decidir cruzar el umbral o no. Pero la paradoja persiste. El universal "humanidad" no diferencia entre unos y otros, disgregados sin una voluntad común, uno se sirve únicamente de uno mismo. Y así se exige a través del conflicto que es el agón que se luche en una sociedad, en un mundo, que persigue las comodidades y el allanamiento inexorable que todo sufre a través de la razón. El final es un mundo falaz, una nueva caverna. 

 Ninguno poseía la verdad, ni siquiera Maggie, y sus experiencias habían servido como contraejemplo del verdadero camino a seguir, pues habían recuperado todo, sin perder nada, y no había pasión o instinto que llevase a nadie a través de nuevos umbrales. Salvo por una última esperanza, como el estagirita aún contaban con la posibilidad de que su curiosidad les llevase a cuestionarse el mundo que se ha presentado ante sus ojos, que la duda invada de forma sana y reconfortante cada rincón del ideario y la cultura humanas....pero, sin agón, no habrá héroes, y sin su regreso para anexionar a la comunidad, se devorará a si mismo como un gran monstruo. El Behemot se mantinene vivo en aquel eco del pasado, aplastandolo todo, igualandolos a todos, siendo carne en individuos como inma y más aún en aquellos que representa. El tablero había cambiado de nuevo, las piezas parecían las mismas. Una nueva partida comienza.

 - Creo que por el momento actuaré como si nada hubiera pasado. Es....demasiado complejo plantear una salida al problema al que nos enfrentamos si queremos que algo cambie. - su sujetó la frente con los dedos de la diestra, frunciendo el ceño por el esfuerzo de cuestionar cada variable de lo que podía pasar y de lo que estaba pasando. Su propio avance era un paso tambaleante comparado con el paso que debía emprender la humanidad.

 - Cuando estemos seguros de que podemos controlar, al menos, nuestra propia seguirdad, podremos emplear el tiempo en otras...necesidades. - una respuesta para Geralt que coincidía con una respuesta para Jason, ahora mismo Adirael tenía demasiado en lo que pensar. Quizás ese sería el mayor de los errores, detenerse a digerir lo que había ocurrido y no disfrutar de la paz que habían alcanzado. Para él, aquella decisión tomada, había sido el error más estrepitoso de la historia de la humanidad.

 Pero, como en la caja de pandora, aún persistía la esperanza.

 - Disfrutad de aquello por lo que, sin saberlo, habíais luchado. - les ofreció con amable sinceridad - pero no os confiéis demasiado por el momento.

 Favores, conocidos, lazos...de poco servían si alguno de ellos llegaba a perecer. Y si Maggie tenía a bien luchar contra su característica de ser mortales, curando sus heridas o replicando sus cuerpos para albergar sus mentes, ojalá tomase en cuenta lo que suponía. Ya había demostrado que para ella, un alma humana, no era algo diferente a lo que había sido para ángeles y demonios, un mero transmisor de información que podía utilizarse. Claro que Adirael se resistiría a una visión antropocéntrica de la importancia de sus almas, pero no podía dejar de pensar en las repercursiones de usar las almas de otros como medios y no como fines. Aquello era simplemente horrible desde su perspectiva y su juramento.

 - Nos veremos pronto. - le guiñó un ojo a Maggie para que no se preocupase, buscaría a algunos, pero aún debía decidir si podría disfrutar de su compañía o era mejor aceptar que habían muerto y lo que hoy restaba en aquel mundo sólo era una copia idéntica.

 Tendió su mano a sus dos amigos, uno tras otro.

 - No dejéis de entrenaros para lo peor. Y para lo mejor.

Maggie no pudo ofrecer una solución a la busqueda de Raven, si Lilith seguía con vida, podría estar en cualquier lugar del basto universo. Sin embargo, la IA si le prometió estar pendiente por si había noticias, de momento, su prioridad sería que Nova y él volviera a formar equipo y sentar las bases de los verdaderos supersoldados del futuro.

Una semana despues de la reunión en la casa de Geralt, fue Nova la que despertó a Raven por la mañana, totalmente operativa y con una larga lista de mejoras. Tener un IA que permite realizar cualquier conexión a la velocidad del pensamiento en una sociedad hipertecnológica era una ventaja que de hacerse publica con todo su verdadero potencial, podría incluso desestabilizar un pais, por supuesto ni Raven ni Maggie querían eso. El tema de Nova sería tratado, almenos de momento, con discreción.

Tres días despues de la reincorporación de Nova, Raven recibió un correo anónimo, era una invitación VIP a un local nocturno que Jason concía muy bien, no precisamente por que frecuentara este tipo de lugares, sino por razones mucho mas relevantes. Era una invitación al club nocturno "Las puertas del cielo". Un edificio que Raven aun podía recordar como si hubiese vivido allí.

-Nova- He comprobado la autenticidad de la invitación, ha sido emitida por la dirección del local, parece auténtica, es la reserva mas cara que se puede hacer para ese club.

No era dificil atar cabos, pero nunca se sabe, Raven debía decidir si asistir a la cita o no, y de hacerlo, su vestuario y su armamento.

Una semana despues de la reunión en su casa. Geralt volvía de trabajar como cualquier otro dia. El ambiente en casa había mejorado a pesar de lo sucedido, gracias a un ingreso anónimo todas las deudas de Scarlet y Geralt habían desaparecido, tener que lidiar solo con el pago de medicamentos era algo mucho mas sobrellevable, por no decir la seguridad de saber que si a Selene le pasaba algo, Maggie estaría ahí para ayudarla.

Selene había decidido terminar sus estudios actuales antes de decidir si trabajar con Maggie, algo que le llevaría poco tiempo dadas sus capacidades, aunque seguramente solo fuese una excusa para tener tiempo de aclarar las ideas.

No solo debía encajar la historia de su padre, sino tambien su futuro, el futuro de una mujer que no envejece.

Scarlet estaba en su despacho transcribiendo libros en soporte de papel para el trabajo, Geralt estaba en el salón cenando ante la televisión. Selene le hacía compañía a pesar de que ella y su madre ya habían cenado, hasta que alguien llamó a la puerta. Algo que no estaba fuera de lo comun de no ser porque no usaron el timbre, literalmente golpearon la puerta y no precisamente suave.

Sélene se extrañó por un segundo, pero dado que su padre estaba cenando, se levantó con la intención de ir a ver quién era, abriría la puerta a menos que su padre le dijese algo al respecto.

Los días fueron pasando y poco a poco fui acostumbrándome de nuevo a mi antigua rutina, aunque no podía bajar la guardia del todo después de todo lo vivido y me esforzaba por ser un mejor padre y marido. También parecía que Scarlet y Selene habían conseguido asimilar todo lo que las había contado, algo que en un principio me pareció altamente improbable.

Cenaba tranquilo viendo las noticias, cuando unos golpes en la puerta me hicieron levantar la cabeza un poco sorprendido. Sabía de sobra que ni Raven ni Adirael llamarían de esa manera si decidían pasarse por allí, incluso si era algo urgente, llamarían al timbre una y otra vez en lugar de aporrear la puerta. -Espera.- Le dije a Selene cuando ya estaba a medio camino. -Voy yo.- 

Me limpie los labios con la servilleta y me encamine hacia la puerta, coloque la mano sobre la manilla e inspire antes de abrir, preparado para cualquier situación, pues algo dentro de mi me decía que quien estaba al otro lado, podía no ser humano.

Apenas unos días habían pasado y ya teníamos un plan, trabajar para mi mismo y para Maggie no era algo complicado, tras apenas una semana ya había recuperado a Nova quien ahora me ayudaba con la logística y la realización de mis deseos para con la humanidad, no obstante prefería mantener su relevancia fuera de vista, actuar como alguien calculador mientras recibía el apoyo anónimo de mi compañera, un secreto que esperaba poder revelar en el futuro, no obstante, habían prioridades.

Tras apenas unas pocas noches, un mensaje peculiar me había llegado, una invitación muy curiosa de un lugar muy conocido y no obstante muy alejado de lo que conocía en este tiempo.

- Hmmm...- medite mientras escuchaba las palabras de Nova, no parecía una trampa ni mucho menos una falsificación, tampoco es que mis conocidos conocieran de aquel lugar así que era obvio que no era un fortuito accidente ni una simple casualidad...me buscaban.

- Las puertas del cielo...- musite mientras me frotaba el mentón mientras observaba la invitación, no era una decisión fácil pero no podía dudar de la veracidad de aquel mensaje y su verdadero significado.

- Así que...por fin me localizaron...- dije con una sonrisa en el rostro, alentado por la curiosidad de aquel mensaje, me dispuse a prepararme para ir a aquella cita.

- Así que entrada VIP, habrá que ir vestido para la ocasión - espeté sabiendo que la única que me escucharía sería Nova, prepararme un traje no sería complicado, tenía al menos un par de ellos para ocasiones muy puntuales, algo que en otro tiempo, no podría permitirme mas que ir con un traje de hojalata y un calibre desorbitado.

Tome un traje negro formal y mi gabardina la cual me llegaba hasta las rodillas, se podría decir que la llevaba a todas partes y en todo momento, una buena colonia y por ultimo pero no menos importante unas gafas de sol negras, luego y al lado de la cómoda abrí una gabinete en el cual tenía una pistola automática que guardaba por "improvistos" y me le quede mirando un rato.

Inspire con cierta paranoia mientras recordaba todos aquellos momentos donde había peleado, donde había visto gente morir, donde pensé que exhalaría mi ultimo aliento, sintiendo cierta preocupación me quede absorto mirando la pistola, pero no fue sino el sonido de la ciudad, las personas que habitaban en ella y circulaban en las calles lo que me devolvió a mi ser.

Agite levemente la cabeza de un lado a otro negando mis propias acciones - Esta vez...será diferente - pensé mientras volvía a guardar aquella pistola, no quería pensar en si era una trampa o no, solo quería pensar que había una razón para llamarme y por su puesto, una razón para creer que ir allí tenía un significado.

Ya estaba listo, preparado para partir, solo hacía falta coger el coche y partir hacía ese lugar..."Las puertas del cielo"...

Tal vez...aún existía alguna posibilidad...o eso quería creer.

Geralt pudo sentir su presencia antes de abrir, una presencia que si bien no era peligrosa para él, era mas poderosa e intensa que nunca, el poder inconmensurable de una Ragnarok totalmente recuperada de su exilio, la primera de su estirpe, la reina de los dragones que una vez mas había adoptado una forma humana para presentarse ante al que había reconocido como uno de sus hijos. El mayor honor que la madre de los dragones había otorgado a alguien ageno a su estirpe.

-Hola, Grohiik. Veo que aun sabes quien soy.

Despejó las dudas acerca de si Geralt la recordaría, el resto de la humanidad no parecía consciente de todo cuanto había sucedido. Aunque era curioso que a pesar de todo no se hubiera molestado en esconder sus cuernos o unos ojos que determinaban cláramente su naturaleza.

No cruzaría el umbral a menos que Geralt se lo ofreciese, pero desde su posición tornó su mirada hacia el interior de la casa hasta que sus ojos se cruzaron con los de Sélene que observaba curiosa desde cierta distancia.

-Me alegra que hayas recuperado a tu cachorro. He venido a traerte esto...

Le tendió el tomo que antaño le ofreció conservar. Al parecer había vuelto a las manos de Ragnarok tras la reconstrucción de la Tierra.

-El tomo estaba incompleto, he añadido algunas páginas que espero que leas con atención, nuestra nueva reina me ha pedido personalmente que me mantenga al margen, pero es mi deber como madre cuidar de mi estirpe. En el interior del libro tienes las claves para llamar a mis hijos y a mi si fuera necesario, tambien conocimiento que puede ser peligroso si cae en... manos equivocadas. Espero que sepas cuidar de él.

Esperó a que Geralt lo cogiera.

Tras abrir la puerta pude comprobar que mis sospechas eran ciertas y que no era un humano quien estaba esperando.

Una parte de mi sentía un miedo irracional en aquel momento, pues había perdido el grimorio y a Ouroboros cuando el mundo había sido reconstruido. Pero tras escuchar sus palabras y ver el tomo que me ofrecía, un gran alivio recorrió mi cuerpo, un alivio que seguramente se reflejaría en mis ojos.

 -Me alegra volver a verte Ragnarok.- Dije a modo de saludo mientras cogía el grimorio y volvía a notar su peso en mis manos. Mire a los ojos de Ragnarok antes de volver a hablar. -Tengo ganas de ver que es lo que as añadido y tranquila, sabes que lo cuidare con todos los medios a mi alcance.- 

Me aparte un poco de la puerta para dejarla pasar y para que Selene pudiera verla bien. -Selene, ella es Ragnarok, madre de los dragones.- No hacia falta decir mucho mas, pues ya había hablado de ella cuando les conté lo ocurrido. Tampoco vi necesario presentar a Selene, ya que aunque su nombre no fuera el mismo que el de Eva, Ragnarok la había reconocido al verla.

Cuando Ragnarok entro en casa, eché un rápido vistazo a la calle antes de cerrar la puerta para comprobar si alguien la había visto, aunque realmente tampoco era que pudiera hacer nada al respecto y si alguien la había visto, ese alguien tampoco podría hacer mucho. 

-¿Quieres algo para comer o beber?- Si aquella visita fuera una persona normal, con un té o café y unas pastas seria suficiente, pero en el caso de Ragnarok me temía que podía apetecerle mas algo de carne cruda y un vaso de sangre. -Selene, ¿puedes ir a por mamá y decirla que tenemos una invitada?- No estaba seguro de si a Scarlet le gustaría conocer a Ragnarok, pero si lo estaba  de que sentiría curiosidad por el libro. 

-Lo cierto es que no esperaba volver a verte tan pronto, pero es un alivio saber que el grimorio volvió contigo cuando nuestro mundo fue reconstruido.- Un mundo que seria extraño para ella, pues a nivel tecnológico y evolutivo seguramente lo vería como un atraso, algo que no tenia nada que ver con la tierra que ella había conocido. -¿Ouroboros también volvió contigo a la vez que el libro verdad?- Ambos objetos eran peligrosos en las manos equivocadas y aunque el grimorio era peligroso si alguien conseguía acceder a toda la información que poseía, la espada de Ragnarok no lo era menos. Tampoco quería que me malinterpretase, sabía que me había dejado su espada para proteger a los míos, pero no ansiaba recuperarla, estaba mas segura en sus manos que en las mías y era de aquello de lo que quería cerciorarme, de que la espada estaba con su legitima dueña y no perdida por algún lugar.

Desde la calle se se podía apreciar que había algun tipo de evento especial en el local, uno muy grande y con un exito aparentemente total. El heavy metal era audible desde fuera, la tematica era "Noche demoníaca". Toda una ironía dado el nombre del local y probablemente esa era la idea de marketing.

Con la entrada VIP, Raven disponía de aparcacoches y por supuesto no tendría que hacer cola, entraría por una puerta reservada para celebridades.

En el interior, Jason vería algo que dificilmente pudiera haber imaginado, algo colosalmente impactante, pero solo para él, porque solo él sería consciente de aquella mascarada que lejos de estar oculta, estaba a plena vista de todos los presentes, tan a la vista, que nadie podía siquiera sospecharlo. Era tan descabellado y descarado que resultaba inevitablemente, insospechable.

El local estaba lleno, pero no abarrotado, no dejarían entrar mas demasiada gente como para que fuese incómodo, aun asi, una gran masa de invitados, tanto hombres como mujeres bailaban en absoluto extasis al son del metal, por supuesto, el alcohol era la mas suave de las drogas que circulaba pos allí.

Pero los ojos de jason fueron directos a las jaulas y gogoteras donde sucubos bailaban salvaje y sensualmente para la absoluta fascinación de los presentes. Por supuesto, todo el mundo daba por hecho que eran disfraces muy bien conseguidos para ambientar la noche, pero Jason reconoció entre otras, a Arion, que bailaba con su aspecto natural (practicamente desnuda) al nivel de cualquier gogó profesional. Tambien reconoció otras sucubos con las que se habían cruzado durante la guerra, todas a plena vista y bailando, todas eran parte del séquito de Yehudith.

Por supuesto la reina, la anfitriona no tardó en aparecer ante Jason, Yehudith caminó hacía él incluso con las alas de su espalda a plena vista. Todos vitorieban su belleza al amparo de la fuerte música, luces laser y maquinas de humo. Nova tuvo que ajustar la audición de Jason para que pudiera mantener una conversación normal en aquel lugar.

-Yehudith- Veo que te llegó mi invitación. Estoy segura que no habeis celebrado vuestra victoria como es debido.

Que no era sino un ofrecimiento a divertirse. La sucubo tenía ahora una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

No demore demasiado tiempo en llegar a el club en cuestión, lejos de ser algo discreto, deje el coche para que lo aparcarán mientras me dedicaba ahora a entrar por la entrada VIP del establecimiento, para mi sorpresa, el mejor disfraz estaba oculto a simple vista, ver a tantas sucubos merodear en su aspecto original era un deleite a la vista, consciente de que sería el único que se daría cuenta, ande por el lugar tranquilamente aunque la música estuviera a niveles estrafalários y las bailarinas estuvieran provocando un éxtasis absoluto a mi alrededor.

Por supuesto, solo había una persona que podría hacer semejante avance sin ser descubierta, aquella fachada era digna de su increíble mente, la mismísima reina después de un rato había llegado y con una sonrisa en el rostro la observe atento y complacido de verla tan pronto.

- Como podría perderme esta ocasión, podría hasta acostumbrarme - le respondí con una afable actitud mientras hacía un leve gesto con la diestra llevándola a mi pecho y me inclinaba levemente como muestra del mas profundo respeto - Un gusto volver a verla, Reina Valrave - aquella ultima parte, la dije con el mayor tacto posible, sabía lo importante que era el nombre para una sucubo, Yehudit no sería la excepción, no obstante esa era también la prueba de mi respeto por ella.

- Aunque he de decir que me gustaría poder divertirme apropiadamente, aún tengo trabajo por hacer, no solo por lo que quiero para el futuro de este mundo sino para el futuro que les podamos otorgar a otros - especulé - o otras...- añadí con cierta mirada cómplice a la reina dejando caer el hecho de que aunque trabajase para la humanidad, no solo trabajaría para los humanos.

- No obstante, admito que también me atrajo la curiosidad, después de todo, no se recibe una invitación así de alguien tan importante, ni tan conocida, tan amenudo - Luego dedique una mirada taimada sobre los visitantes, todos los que estaban allí estaban en completo éxtasis, inconsciente se me escaparía una risa complaciente al ver que si una fachada podía hacer eso, que podría hacer la verdad, pero eso sería labor de otro día.

- Esto no será una victoria hasta que podamos coexistir sin este velo...- musite penitente de mi propia labor luego observe a Valrave con cierta curiosidad, la música estaba bien para lo que quería hacer, no obstante, si no fuera por Nova no podría mantener una conversación adecuadamente, por lo que con un leve gesto llame la atención de la reina, aún tenía algo que quería hacer y aún existía una posibilidad.

- Quisiera preguntarte algo un poco mas...en privado, ¿tienes un lugar así por aquí? - pregunte reconociendo que si era el tipo de lugar que llevaría una súcubo, tendría lugares con mas..."intimidad".

- Se trata...sobre ella - deje caer aquellas palabras ante en entendimiento de la Reina sucubo, la Reina demonio.

Cuando Ragnarok fue invitada a pasar, caminó despacio pero con la seguridad de una reina, sentandose donde Geralt le indicara. Sélene, sobreponiendose al shock de estar ante otra prueba viviente de la historia de Elysium, fue en silencio a avisar a su madre. Scarlet por supuesto no parecía menos sorprendida.

Ragnarok no pidió nada en particular, asi que Scarlet se tomó la libertad de preparar café y se lo sirvió con cuidado. Sélene y su madre se sentaron entonces en la mesa guardando un mas que prudente silencio. Sin embargo los ojos de Ragnarok y los de Sélene se cruzaron hasta mantenerse la mirada durante unos segundos, una mirada que Geralt reconocería, había pasado suficiente tiempo con Adirael para saber cuando dos personas estaban manteniendo un dialogo telepático.

Ragnarok miraba a la niña, no como un depredador a su presa, sino como una anciana, sabia y orgullosa antepasada chapada a la antigua que espera y exhige mucho de las nuevas generaciones.

-Ragnarok- Si, Ouroboros volvió a mi al igual que el "tomo del dragon".

Dicho aquello cogió la taza de café, primero olió el contenido y luego bebió un sorbo. Su rostro no fue de agrado. Pero entonces Sélene en un sutil gesto le acercó el azucarero. Como niño que hace algo por primera vez, Ragnarok cogio la cuchara y echó varias cucharadas, probablemente mas de las recomendadas, pero poco importaba, al siguiente sorbo pareció complacida.

-Ragnarok- He tenido tiempo de reconsiderar algunas cosas. Dado que nuestra reina ha limitado tanto nuestra intervención, he procurado que en ese tomo tengas lo necesario para ayudarte solo en caso de ser estrictamente necesario. Al igual las claves para llamar a mi estirpe o obtener parte de su poder, te permitirá invocar a Ouroboros para usarla en un momento determinado, será algo temporal, pero es un arma destinada a defender a mi prole y ambos formais parte de la misma, asi como vuestras futuras generaciones.

Ahora te pertenece enteramente, para que sus conocimientos protejan a tu linaje por los siglos de los siglos.

Ahora mas que nunca Geralt podía hacerse una idea de cuan importante era evitar que cayera en las manos equivocadas, pero tambien hacer uso de él si era necesario. Era una reliquia para protegerles, el último regalo de la madre de los dragones para su campeón.

-Ragnarok- En cuanto al pacto que hiciste con Krahjotdaan, ha sido anulado por mi, quedas liberado de tu juramento de protegerme y servirme, asi como el que te ata al Valhalla en tu muerte, asi tu espíritu podrá volver junto al creador cuando expires.

Restablecer este pacto con la guardiana de la muerte será ahora elección tuya y de tus descendientes, las claves para hacerlo están en el tomo. Pero entiende que deshacer dicho pacto una vez hecho de nuevo no será permitido, asi que actua con sabiduría.

Scarlet, con cierta prudencia tomó la palabra.

-Scarlet- Pero el uso de los conocimiento que contiene ese tomo, ¿no supondrá una intervención de fuerzas que se supone no deben intervenir?.

-Ragnarok- Si, lo será, aunque considero mejor trangredir las reglas que rendirse a la muerte. Pero ten por seguro que traerá consecuencias, asi como la atención de fuerzas, tando de este mundo como de otros. Y tú, o tus descendientes, sereis los únicos responsables.

En otras palabras, aquella reliquia familiar debía ser usada solo como último recurso, no como un instrumento de poder ante cualquier eventualidad.

-Yehudith- Todo a su tiempo, cariño.

Dijo con respecto a la convivencia al margen de aquella "noche demoníaca", aun tenían un mundo que cambiar.

-Yehudith- Por supuesto que se trata de "ella", estaría muy decepcionada si no fuera asi. Acompañame, ya sabes que a las sucubos nos encanta la "intimidad".

Dijo acompañando con un guiño.

Ahora al amparo de la música electrónica llegaron a una sala contigua, una pensada por supuesto para que invitados "importantes" tuvieran intimidad con las chicas (o las sucubos si se daba el caso). En la puerta de la sala había un guardia de seguridad trajeado y un pinganillo. Un rápido escaneo de Nova reveló armas incapacitadoras y prostéticos de origen militar. Solo asintió al paso de Yehudith y su invitado.

Dentro esperaban mas rostros demoníacos conocidos, la primera era Yecum y la otra era Andrastia, la sucubo que Lyra rescató de los submarinos rusos en su momento. Por supuesto estaban en una actitud lasciva e intima la una con la otra, pero a estas alturas ese comportamiento arrancaría como mucho una sonrisa nostalgica en el rostro de Jason.

-Yehudith- Nuestro invitado a llegado, Yecum.

-Yecum- Jajajaja, parece ayer cuando os estaba recibiendo aqui mismo en "las puertas del cielo". Bienvenido de nuevo, Jason.

-Yehudith- Bien, no dispongo de mucho tiempo, ahora soy una sucubo tremendamente ocupada como imaginarás. Asi que te haré un resumen breve y me iré.

Lilith por supuesto ha manifestado su deseo de volver, a pesar de ser una súcubo. Y estoy dispuesta a respetar ese deseo, pero bajo ciertas condiciones, como comprenderás ella es... nuestra familia.

Seguramente a Jason se le escaparía una sonrisa irónica desde ese dia en adelante cada vez que alguien hablase de suegras.

-Yehudith- Su seguridad será tú responsabilidad, no es que no confíe en que no te vas a ocupar de eso igualmente, pero es mejor dejarlo claro de forma oficial. Por supuesto Yecum se ha ofrecido a ayudarte con eso y con más si lo crees necesario, hemos comprado el local y Yecum lo regentará durante una buena temporada, asi Lilith tambien tendrá un lugar donde puede relacionarse con las suyas y cubrir algunas "necesidades". Eso implica por supuesto que colabores con ella y ayudes a que este santuario no sea... "descubierto".

Por supuesto no todo son obligaciones, estoy segura que la colaboración de Yecum y sus hijas te será muy util, no podemos intervenir directamente pero quien sabe la información que se les puede escapar de los labios con las suficientes copas de más.

A buen entendedor pocas palabras bastan. Si Raven era listo, entendería cuan valioso podía ser lo que le estaban ofreciendo.

-Yehudith- Aclarado esto, me despido, el resto queda en manos de Yecum, espero que os lleveis bien. Vendré a visitaros de vez en cuando para ver que tal van las cosas.

Y sin mediar palabra, Yehudith agarró fuertemente a Jason, le abrazó y pasó su lengua desde la base de su cuello hasta la mejilla, deleitandose.

-Yehudith- Un regalo de despedida, Lilith puede ponerse agresivamente celosa... jajajajajaja.

Dicho aquello cruzó un portal y se fue, dejando a Jason a solas con Yecum y Andrastia.

-Yecum- He de reconocer que nunca había visto a nuestra reina tan... "alegre", consideralo un cumplido. Antes de ir con Lilith, quiero escuchar tu respuesta, ¿aceptas las condiciones?, en caso positivo, espero que nuestra realcion sea... excitante y duradera.

Le sonrió de manera provocativa, como siempre hacía.

Sabiendo que la espada estaba donde debía estar, al fin pude relajarme, y la preocupación de mi rostro desapareció. Mientras observaba a Ragnarok oliendo y probando el café, me pregunte que era lo que le habría dicho a mi hija, pero si había optado por aquella forma de comunicación en lugar de decírselo en voz alta era algo que seguramente quedaría entre ellas dos.

Miraba a los ojos de Ragnarog mientras seguía hablando y luego desvié la vista de nuevo al libro. -Si que as estado ocupada añadiendo cosas.- La dije mientras recordaba que a Adirael aquel tomo le había parecido peligroso en el pasado, cuando toda aquella información no estaba aun escrita en el. Volví a mirar a Ragnarok a los ojos. -Espero no tener que usar la información que as escrito nunca, y que si alguno de mis descendientes debe usarla sea dentro de mucho, mucho tiempo.

Creo que lo mejor sera esconderlo apartado de la vista y que nadie sepa que esta aquí.- Primero lo leería, eso estaba claro. Intentaría memorizar todo lo importante por si necesitaba usar esos conocimientos y separar las partes peligrosas de las que no. Mi intención de transcribir la historia de los dragones seguía intacta, algo que Ragnarok sabría, pues para eso la había pedido conservarlo, pero el libro original debía estar a buen recaudo, lejos de manos y ojos indiscretos que pudieran acceder a una información que solo debía ser utilizada como ultima baza, cuando todo lo demás fallase.

Mire a Selene sabiendo que aquel libro en algún momento pasaría a estar bajo su protección, una carga que como padre no quería que tuviese que afrontar, pero tras mi muerte no se me ocurría nadie mejor, pues ella tenia toda la eternidad por delante. Ya era muy inteligente, pero los años la conferirían sabiduría y poder, si en algún momento era necesario acceder al contenido del tomo del dragón ella era mas adecuada para protegerlo y saberlo. 

Volví a mirar a los ojos de Ragnarok. -Te lo agradezco Ragnarok, no tenias por que liberarme de mi juramento y aun así lo as hecho, gracias.- Era cierto que aquel juramento lo había realizado por las circunstancias en las que me encontraba en aquel momento, pero ¿Lo habría echo si hubiera tenido otra alternativa? Una sonrisa asomo a mi rostro, la respuesta era sencilla, si, pues si que había tenido otra alternativa. Pero a la vez, sentí una pequeña punzada de tristeza. Mi mente ya se había echo a la idea de ir al Valhalla y pasar allí la eternidad, un lugar en el que ya había estado, ahora no sabía que era lo que me esperaba tras la muerte, el gran misterio de la vida.

Ragnarok me había echo un ultimo regalo, y los regalos de un ser tan antiguo y poderoso como Ragnarok no debían rechazarse. Que me hubiera liberado de mi juramento era un regalo, que hubiera venido a traerme el grimorio con nueva y peligrosa información, un regalo y una carga, pues debía custodiarlo.

Pero aprovecharía la presencia de la madre de los dragones, pues dudaba que la volviera a ver ya que su hermana no la permitía intervenir. -Cambiando un poco de tema, ¿como esta Panlong?- Le pregunte por él en concreto porque era el que se había marchado con ella, pero aquella pregunta podía extenderse al resto de dragones, con los que había echo el pacto y con los que no. Aunque no volviera a llamar a ningún dragón, eran mis hermanos y si podía saber como estaban progresando después de lo ocurrido y ahora que eran libres del abismo, aprovecharía.

Tras acompañar a Yehudit, llegue a una habitación la cual se antojaba familiar, no por el lugar sino por el quien estaba en ella, un leve vistazo me deleito con la presencia de dos poderosas y conocidas sucubos, Yecum y Andrastia, por supuesto, estaría mas que complacido de escuchar lo que Yehudit tenía que decir, era obvio que era alguien realmente ocupada por lo que me mantuve en silencio durante toda su "oferta".

Despues de un rato le dedique un leve gesto de asentimiento con la cabeza para hacerla entender que comprendía lo que me pedía, luego y despues de una curiosa despedida, antes de que se fuera por el portal le dedique una leve sonrisa y una mirada complaciente.

- Espero verte pronto - dije honestamente, era alguien que me caía realmente bien y dadas las circunstancias, estaría en contacto con ella de cuando en cuando.

Luego le dedique una mirada de reojo A Yecum, en el pasado había sido una persona...complicada, no obstante, las circunstancias habían cambiado y con ello la forma de tratarla también cambiaría, por supuesto, Andrastia no sería menos, aunque la conocía mas bien poco, decidí tomármelo con calma y buscar la manera mas adecuada de tratar aquella situación.

- Bueno, como es lógico y como bien ha dicho Yehudit; Sí, me haré cargo de Lilith en todo lo que este en mi poder, por supuesto su seguridad es para mi lo mas importante, dicho esto, por supuesto cuidare de que vuestra "posición" en este mundo no se vea afectada ni descubierta, no obstante no puedo prometer un encubrimiento si ocurre algún "accidente" pero confío en que me aportes un poco de confiabilidad respecto a eso - un tema delicado del que prefería hablar con las "mayores", nunca se sabía como podía afectar el frenesí de las mas jóvenes, algo que experimente por adelantado cuando estuve con Lilith.

- Por otro lado, también ayudaré en las necesidades básicas que puedan surgirte aparte de el hospedaje - dudaba que aceptará un enclaustramiento en el recinto por lo que prefería dejar por hecho que buscaría la forma de solventar ciertos "problemas" con aquella frase.

- Pero deberás dejarme al menos un plazo para poder ganar posición en este mundo, no debería ser muy complicado dadas las circunstancias de los que hemos vuelto, además, también pensaba en un futuro en el que pudiéramos convivir con vosotras - añadí dejando caer el hecho de que ahora tenía un plan mucho mas grande que yo mismo.

Aquello no dejaba de ser también un contrato, no solo se trataba de Lilith, sino asegurarme de cuidarlas a todas ellas o por lo menos aportarles lo necesario en este mundo que recién se había levantado de las cenizas.

Luego y mientras me desabrochaba la gabardina para dejar ver el elegante traje que llevaba bajo el mismo, le dedique una mirada cómplice mientras le sonreía confiado extendiéndole la mano.

- Espero que nuestra relación sea muy duradera - concluí dejando a entender que aceptaba las condiciones que se me exponían, sería de las pocas ocasiones que tendría un trato justo con Yecum y esperaba que no fuera el último.

Una vez debidamente endulzado, Ragnarok bebió su café de un trago.

- Los dragones... empezaremos de nuevo, aprovecharemos esta segunda oportunidad, confio en que lo apredido impida que caigamos de nuevo en una guerra entre castas. Cada uno de los dragones que acudieron a tu llamada han vuelto junto a los de su casta. Panlong a las profundidades, Zahhak vuelve a ser parte de la tormenta, Knurlkarathn a las entrañas de la tierra, Sahloknir ahora forma parte de las legiones del caos, Aiedail cuidará ahora de nuestros santuarios como guardiana de la prole futura y Manakel permanecerá a mi lado como consejero mientras su casta es restaurada, los dragones blancos volverán a tener un lugar de honor entre mi prole.

Krahjotdaan ha vuelto al Valhalla a cuidar de nuevo nuestras almas, ha dado su aprobación si algun dia quieres reunirte con ella, aunque solo sea por nostalgia, siempre hechará de menos al "lobo".

En el reino que solo les pertenece a los dragones, se entendía.

-Somos muy pocos, aun liberados de la maldición quedamos pocos, asi que nuestra primera tarea será procrear.

Dijo con la seguridad de una lider, aunque fuera una materia tal vez menos trivial que una batalla.

-Me aseguraré de que aquellos que acudan a tu llamada y a la de tus predecesores, todos sepan adoptar vuestro aspecto como Krahjotdaan o como yo. Todos acudirán a la llamada pues todos agradecen esta segunda oportunidad. No dudes en contar con ellos en momentos de necesidad, incluso conmigo si llega a ser necesario.

Era dificil imaginar un enemigo que hiciera necesario llamar a Ragnarok, tambien dificil imaginar las consecuencias que su llamada podía conllevar, pero como Geralt había dicho, era la última de las opciones. En cualquier caso, ese era un mensaje tambien para Sélene.

Sin mas que decir se levantó, dispuesta a irse. No sin antes ofrecerle la mano a Geralt para estrecharla, un gesto de absoluto respeto hacia el humano, por lo general Ragnarok exigía postrarse ante su presencia.

Era el reconocimiento del dragon hacia el lobo, el fin de una lucha ancestral, la reconciliación de dos poderosas criaturas, que juntas habían demostrado ser imparables.

-Kadmon Aemaet, Grohiik.

Yecum sacó una tarjeta de acceso colgada de un llavero y la agitó levemente ante Raven para que la cogiera.

-No te preocupes, Jason, somos mayorcitas como para saber cuidar de nosotras mismas, ademas de entre todas las sucubos somos las que mejor sabemos tratar con humanos, todo irá bien, ya lo verás. Tu centrate en Lilith, con eso bastará por el momento.

Doy por hecho que querrás que se vaya a vivir contigo, igualmente ella podrá quedarse aqui las veces que quiera o necesite.

Aquel lugar sería un santuario para las sucubos, pero si Lilith iba a vivir con Jason, tambien perdería la protección de sus hermanas.

-El material genético con el que jugaron los rusos para crear a Lilith originalmente era de Andrastia, asi que ella es la familia mas cercana que tiene Lilith en "nuestro mundo". Ella os podrá ayudar mejor que nadie si le sucede algo a Lilith derivado de su... "naturaleza única".

Motivo por el que seguramente Andrastia se encontraba presente en aquella conversación a pesar de no haber intervenido.

-No olvides lo hablado aqui, ahora ve con Lilith, seguro que ya sabe que estas aquí y te estará esperando con... entusiasmo.

La llave recibida correspondía a una de las suits de lujo del edificio, un lugar para placeres muy fuera del alcance economicamente hablando de la gente normal.

-Te aconsejo pases la noche aqui, tomate tu tiempo para poneros... al dia.

Una maquiavélica sonrisa se dibujó en su rostro al decir aquello último. Solo restaba despedirse y que Jason subiera a la planta 25, habitación 01.