Partida Rol por web

 Los tres cazadores se quedaron mirando a Adirael durante unos segundos sin decir nada.

Hasta que finalmente Nathalya se hechó a reir.

-Jajajajaja... si salimos de esta os invito a unas cervezas chicos.

Al mal tiempo buena cara ¿no?. Nathalya cual computadora de combate comenzó a organizar el siguiente acto. Se colgó el rifle de nuevo a la espalda y desenfundó las dos Katas y apuntó hacia delante con una de ellas.

-Hacia tiempo... Susurró con ambas pistolas en mano, luego cocjió varios cargadores de pistola con velcro y se los fue pegando en zonas del traje preparadas para ese cometido, antebrazo, cinto, muslos e incluso a los lados de las espinillas, como si de un ritual se tratase.

-Bien, yo me encargo del grandullon, Aser tu me asistiras por la izquierda. Alan, Adirael, vosotros id por al derecha y encargaros del Deathmaster mientras mantenemos ocupado al grande. Cargar perforantes, utilizar las columnas y ... freirlos.

Ambos cazadores asintieron, no había temor en sus ojos, solo determinación y confianza, tanto en sus capacidades como las del psiquico y la maestra, ahora eran un equipo, y tendrían que actuar como tal para sobrevivir, ademas de dar el 200%.

Nathalya una vez preparada abrió la puerta, Aser entró a la carrera para colocarse a la izquierda y Alan por la derecha junto a Adirael, flanqueando a la quimera. La maestra andubo de frente con aire chulesco hasta ponerse delante de aquella bestia.

La maestra hizo girar de forma virtuosa ambas pistolas entre sus dedos, luego las agarró fuertemente y pronunció una sola palabra.

-Bailemos...

Y la horrenda bestia bramó dispuesta a aplastar a Nathalya, a partir de ahí comenzaron los disparos y las increibles acrobacias de la maestra a la vez que disparaba, cada vez que iba apurada, Aser disparaba un proyectil perforante a la quimera, para distraerla o desequilibrarla.

Por otra parte los zombies que hacían de escudo del deathmaster, no se movieron, aquellos cuatro estaban a modo de escudos de carne. Alan por su parte, avanzó hasta la penultima columna y una vez encontró linea de tiro, disparó al Deathmaster, pero las balas impactarían en el primer zombie, abatiendolo, pero dejando intacto al Deathmaster, el cual acto seguido volvió a alzar al zombie, mientras su mero poder demoníaco proporcionaba una regeneración increiblemente rapida a la quimera.

 - Voy a intentar algo...si no resulta buscaré hacer un hueco para que puedas volarle la cabeza.

 Susurró Adirael a su camarada sin mirarle, mantenía la vista clavada en el Deathmaster. La situación era inquietante, tanto la supervivencia de los zombies como la de la abominación dependían proporcionalmente de lo ocupado que estuviera el Deathmaster, es más, del poder que pudiese canalizar o de si seguía mantenerse con vida durante el tiempo suficiente. Si disparaban los zombies actuarían de escudo, eliminar a uno podía dar una oportunidad al cazador para eliminar al Dearthmaster pero otro zombie podría ocupar el lugar del anterior inmediatamente...

  Las capacidades de Adirael no eran tan sumamente poderosas como para poder zafarse nisiquiera de un zombie en un solo golpe, asique intentaría otra cosa algo más arriesgada. Seguro que Alan mantenía ocupados a los zombies mientras tanto.

 Dio un paso hacia su izquierda para colocarse junto a la columna, podía ver a la abominación si buscaba mirarla aunque esperaba estar suficientemente oculto para que no fuese a la inversa. Tenía en ángulo de visión a su enemigo y delante a sus lacayos alzados.

  Concentrate...sólo tienes que repetirlo...

 Trató de introducirse en su mente por la fuerza y lo hizo con total brusquedad. Apretó los puños que quedaron tensos junto a sus brazos ligeramente separados de su tronco. Se inclinó hacia adelante y se dibujó una expresión cruel en su rostro, no la controlaba...

  - Deshazte de tus lacayos, avanza y afronta a tu enemigo a solas, es lo ÚNICO que puedes hacer para derrotarles.

 Si en ese momento el Deathmaster cruzase su mirada con Adirael vería un fulgor ambarino similar al fuego...

 Aquello era tan sumamente complejo que cualquier fallo, cualquier resistencia suficiente, echaría abajo sus órdenes.

 Hazlo. Hazlo. ¡Hazlo!

En un principio parecía que el control mental de Adirael funcionaría, pero un Deathmaster no es como los demonios mas comunes, es un ser inteligente y capaz de identificar y resistirse activamente a ese poder, sin embargo. Faltó poco, muy poco, el poder de Adirael era lo suficientemente fuerte para sembrar la duda en su mente, estaba confundido, intentando distinguir su propia voluntad y no la que le estaban implantando. Esto daría un tiempo valiosisimo para que el cazador hiciese su trabajo, aunque por desgracia, él no era consciente de la confusión del deathmaster.

La energía se concentró en el arma de Alan y efectúo un disparo que dejó una estela azul en espiral, que atravesó sin ningun problema al zombie-escudo e impactó en el cuerpo del demonio hechicero.

De fondo se escuchan las dos Katas de Nathalya disparar a toda velocidad y esquivar uno tras otro los ataques de la quimera, no podría aguantar asi por mucho mas tiempo y un golpe de aquella bestia sería tremendamente aparatoso.

Tsk...mierda...ha estado a punto...

 Pensó. Repetir la estratagema sería ponerselo demasiado fácil al Deathmaster, si se daba cuenta del engaño se resistiría mucho más activamente y no habría forma de volver a hacerlo, debía cambiar de estrategia...

 Sea como fuese Adirael tuvo que inclinarse y se llevó la mano al pecho...la siniestra acariciaba ahora la columna apoyandose en ella, respiraba por la boca agitadamente, estaba en las últimas y cada vez iría a peor, estaba exahusto y aunque no tanto físicamente si mentalmente.

  No paraba de mirarlo, sus ojos estaban fijos en él y no tenía fuerzas ni para hablar...

  - Intenta...ré mantenerlo....inmovil. - Para un buen observador resultaría obvio que el Deathmaster no estaba actuando con propiedad y con suerte no seguiría haciendolo...

 Tenía que aguantar. Una pequeña gota de sudor recorría su sien derecha avanzando lentamente hacia su mejilla.

 Nathalya no aguantará por mucho tiempo.

El cazador, al escuchar las palabras de Adirael, siguió disparando, pero esta vez acribilló a balazos a los zombies que se colocaban continuamente en su linea de tiro. Sus disparos fueron certeros, dos rafagas rapidas que abatieron a dos objetivos, dejando al Deathmaste con tan solo un zombie protegiendole.

Por otra parte esta vez fue energía teleqinética lo que cayó sobre el demonio, inmovilizandolo y haciendo crujir sus extremidades como carambanos al sol, por alguna razón aquel ataque le había pillado completamente desprevenido haciendole mucho daño.

Todo parecía marchar a favor de Adirael y Alan, pero pronto dejaría de ser asi al ver a Nathalya volar literalmente por la sala hasta estamparse contra una de las estátuas y caer al suelo en un golpe violento. Aser gritó para avisar al psiquico de que la bestia le había elegido como proximo obejtivo a pesar de sus intentos de llamar su atención a base de acribillarla a tiros.

-Aser- ¡Nathalya! ¡Adiraél, cuidado!

En efecto la Quimera había centrado su atención en él por voluntad directa del deathmaster. El cual volvió a resucitar al primer zombie.

 - ¡Nathalya! - Gritó justo después que su camarada, pero era tarde para preocuparse, si no se alejaba de allí todos correrían peligro, más ella que ahora parecía fuera de combate...estaba...¿muerta..? ¡No! ¡idiota! ¡claro que no lo está!

 - ¡Aguantad! - Gritó...no sabía bien de donde le venía aquella fuerza de voluntad, su rugido le desgarró la garganta.

 Adirael separó los brazos del cuerpo y distanció sus piernas inmovilizado por unos instantes, era la primera vez que algo tan grande centraba su atención en él, aquello se movía por la voluntad del deathmaster, no servía de nada intentar controlar toda su fuerza bruta, simplemente...aquello no tenía voluntad, había sido creado para destruirles.

  Frunció el ceño con cierto enojo...y emprendió la carrera, apenas si tenía fuerzas para hacerlo sin parecer un moribundo, pero cuando la vida de todo el comando está en juego la seguridad de uno, su propia seguridad, le parecía algo minúsculo.

  Echó a correr hacia el norte de la sala detrás de las columnas, lo más lógico para alcanzarle era dibujar una diagonal hacia él pero se escondería detrás de las primeras columnas que encontraron al entrar en la sala por segunda vez.

 El calzado del psíquico resbaló en el suelo del atrio y se detuvo, respiraba a punto de ahogarse, y mantenía los parpados forzados por el sobreesfuerzo, apretó los puños como el que se prepara para una pelea callejera peor en vez de mirar a la abominación, clavó sus ojos esta vez en la abominación.

  Las tornas han cambiado...ahora debo ocuparme de entretener a la abominación.

 Era una lucha más allá de lo conocido...pero Adirael estaba demasiado cansado y su oponente apenas había recibido daños...a partir de entonces sólo podría seguir corriendo o tratando de inmovilizarle. Se echó hacia atrás (detrás de la columna) para encontrar ángulo de visión...y trató de detener a la mole de cuerpos.

 Almenos os daré algo de tiempo...

 - ¡Matad... - le costaba gritar... - ¡Matad al Deathmaster!

 Después de todo era su única opción viable. Aún no estaba todo perdido, podrían abatirle, y no solo eso, aún podían contar con refuerzos.

Ya fuera por el instinto de supervivencia, habilidad nata o pura suerte, la telequinética de Adirael logró algo que parecía mas que dificil, que fue inmovilizar aquella mole de carne. El psiquico puso notar su tremenda fuerza, intentando resistirse, pero no lo logró, almenos no a tiempo, dando un tiempo precioso tanto al joven psiquico como al resto.

Aser abrió fuego a discreción contra la quimera aprovechando que esta le daba la espalda, intentando provocar los daños suficientes para detenerla o que dejase al psiquico en paz. Alan por su parte, aunque tuvo la tentación de ir a ayudar a Nathalya o a su compañero, se centró en su función, algo que llevaban a rajatabla los cazadores, y en general, los militares aunque les haga aprecer frios y calculadores. Concentró la energía de nuevo en su alma y efectuó de nuevo un devastador disparo que traspasó al zombie y alcanzó de nuevo al deathmaster, haciendolo caer de rodillas, sangrando abundantemente. Pero desgraciadamente no fue suficiente para matarle. El ultimo de los zombies se puso delante rapidamente para seguir cubriendole.

Sin embargo, el deathmaster contaba con la maestra estaba fuera de combate, y no era asi. A duras penas, Nathalya se lenvantó, escupiendo sangre y con un aspecto deplorable, se apoyó en la columna intentando erguirse. En su mano aun restaba una de las Katas, la hizo girar y la agarró fuertemente de nuevo.

-Nathalya- Esquiva esto...

Hizo un giro por un lado con la pistola y en pleno movimiento disparó. La bala salió con efecto, pasando a pocos centimetros del zombie e impactando directamente en el Deathmaster, el cual cayó fulminado. Nathalya cayó al suelo despues de disparar, con mas de una costilla rota apenas podía mantenerse en pie o respirar.

  Adirael retrocedió...paso a paso mientras llevaba sus manos a las sienes, a este punto le estaba estallando la cabeza...

 La fuerza de la abominación no era algo que se pudiese subestimar a la ligera y aunque ahora su voluntad era libre, ahora que el Deathmaster estaba muerto, Adirael no notaría diferencia. el cansancio hace mella en él...y su espalda acaba chocando contra la pared...

  ....Mierda...

 Estaba en problemas y sólo podía seguir intentando detener a aquella mole de carne y huesos para que se mantuviese alejada.

  El cuello le tiembla, aprieta la mandibula con tanta fuerza que las encias sangran con más abundancia, su mueca no es una sonrisa pero enseña sus dientes como un perro acorralado.

 Las manos también vibran de forma insana mientras lucha por inmovilizar a aquella creación demoniaca.

El agotamiento hizo mella en las habilidades de Adirael, él mismo pudo notar como la telequinesis era mucho mas debil ahora, tambien siente su límite cerca, el mismo límite que había llevado a la poderosa Eva a lo mas parecido a la muerte, y traspasar esa linea sería mas que temerario.

La quimera, aun con graves heridas por los continuos disparos de Aser, montó en cólera ante la caída de su creador, y lejos de buscar la forma sutil de alcanzar a Adirael, es decir, rodear la columna, decidió trazar una linea recta y hecharla abajo junto a la estatua, algunos escombros fueron contra el psiquico, asi como una nube de polvo, mientras la quimera rugía enloquezida tratando de alcanzarle.

En medio de aquel caos, a duras penas, Adirael pudo ver como de pronto la regilla del suelo salía disparada hacia arriba, justo al lado del joven, y de entre la nube de polvo, emergieron de ella los dos cazadores que faltaban, primero uno y despues el otro ascendieron tan rapido como pudieron, y uno de ellos portaba el arma que les habían enviado a recuperar, el cazador estaba herido y tenía signos de zarpazos y heridas por todo el cuerpo, su compañero igual, pero eso no le impidió alzar el arma y apuntar a la quimera.

-Jhon- Al infierno...

Del arma salió un enorme disparo de plasma que al impactar contra la quimera la deshizo por completo, en medio de un increible brillo azul, pronto quedó reducida a cenizas, habiendo corroido tambien aprte del suelo.

-Jhon- Madre que me trajo al mundo...

Fue lo único que le vino a la cabeza al cazador tras ver los efectos. Pero no perdieron mas tiempo.

-Jhon- ¿Estas bien chico? vamos, salgamos de aqui.

Todos lo habían visto, pero Aser y Alan fueron rapidamente a socorrer a Nathalya, la cual estaba bastante mal, se colocaron uno a cada lado y la ayudaron a caminar.

-Aser- Animo jefa, ya casi estamos.

<<Aguila uno desciende, sacanos de este maldito infierno>>

<<Descendiendo>>

Ayudandose unos a los otros, todo el equipo salió con vida del bunker, el sol cegó a la mayoría al salir, pero jamas aquella luz les haría sentir tan aliviados. La banshee descendió para la recojida y no se demoró en aprtir de nuevo.

Una vez a bordo el cansancio y las heridas hicieron mella en el animo de todos, Alan y Aser, que eran los que se encontraban en mejores condiciones, pusieron a Nathalya en una camilla apra darle priemeros auxilios.

<<Piloto, informe a la base de que lelvamos un herido grave>>

<<Copiado>>

Aun con el inmenso dolor que sentía la sargento, pudo pronunciar unas pocas palabras.

-Nathalya- Buen... trabajo... chicos...

Por fin habría un respiro, el viaje de vuelta era largo.

  Adirael fue capaz de asentir por puro instinto pero quizás como todo estaba algo conmocionado con el poder destructivo de aquellas armas, de las dos, la quimera era un arma viva perfectamente capaz de eliminar a un humano sin demasiado esfuerzo...de hecho, lo había probado y si Nathalya estaba viva era porque no había dejado a la suerte durante todo este tiempo su condición física, era una mujer resistente.

  La BFG era más que nunca una Big Fucking Gun...y aunque john se había arriesgado a reducir al psíquico a una masa deforme de carne y hueso derretido agradecía su valía y determinación, habían terminado de un plumazo con sus enemigos y aunque no había tenido ninguna baja Nathalya podría contarlo de milagro...

  Un vacio en el pecho de Adirael se produjo a pesar de la luz del sol y el cálido y sesgante aire desértico...nisiquiera podría ir a la enfermería a visitarla si "ella" estaba allí....

   ...

 Agachó la cabeza, pues estaba derrotado física y mentalmente, aquella "victoria" no era tal para él, sólo una misión más en la que había visto sus limitaciones e incluso había encontrado otras nuevas.

   Es así como se mejora...

 Se dijo buscando unas palabras de consuelo. Ya en la Banshee echó la nuca hacia atrás y durante unos segundos, disfrutando de su vuelo tranquilo y el zumbido de sus motores , conoció la calma y la tranquilidad...después cayó en la cuenta.

   - Nathalya lleva algo muy delicado en el bolsillo de su uniforme. Será mejor que lo recuperemos antes de que la lleven a la enfermería. - explicó con cautela y también con un tono inocente - Aunque seguro que se recupera enseguida. - Dedicó una sonrisa a nadie...y miró hacia el suelo, ignoraba si seguía consciente o la habían proporcionado suficiente suero y tranquilizantes.

 - Es por motivos de seguridad. - Añadió - Se trata del virus.

 - Por cierto...gracias por el paseo chicos. - añadió algo más alegre dedicandole una sonrisa a cada uno de los cazadores incluído al piloto.

 Después guardaría silencio durante todo el trayecto de vuelta. 

Los miembros del comando ataron bien a Nathalya a la camilla, abrieron por varios sitios su traje y colocaron algunas vendas provisionales, todos tenían conocimientos basicos de como tratar heridas y contusiones de cierta gravedad.

Colocarón una mascara de oxigeno a la sargento dado que tenía problemas para respirar, tambien le inyectaron varios anestésicos. Pero desde luego, de los presentes, solo Adirael no era consciente de la cabezonería y orgullo de un cazador, mas de su maestra, una mujer dura donde las haya. Aun con dificultades habló con mascara y todo.

-Eh... desgraciado... que aun te oigo... ven aqui...cof* cof* cof*.

Todió y se resintió del dolor en el pecho. Luego su mano, temblorosa cojió el pesado cilindro y se lo tendió al psiquico.

-Has... cof*... hecho un buen trabajo... chaval, tambien... estas invitado a unas cervezas... cuando lleguemos.

No eran una simples cervezas, era algo mas, un gesto de reconocimiento cuyo significado no está escrito en ningun sitio, pero quiere decir mucho, bien se sabe que los mejores comandos, como los E.S.W.A.T son profesionales que han trabajado juntos durante muchos años, son como una familia, todos se conocen muy bien, y beber junto a ellos, era lo mismo que sangrar junto a ellos, un gran honor escondido en una de tantas "pequeñas cosas".

No eran obstinados templarios, tampoco orgullosos evocadores o excentricos psiquicos. Eran el modelo de soldado de elite de Elysium, una base en su mayoría militar, pero sobretodo, eran personas normales y corrientes que luchaban como todos los demas por sobrevivir, por el futuro.

- ¡Jajaja! - Adirael explotó en una carcajada y sus mejillas se tornaron algo rojizas, la verdad es que aquello si que le había pillado de improviso.

 Se acercó a ella con una sonrisa en el rostro aunque su mirada era de preocupación, daba igual que se tratase de una maestra que bien puede cuidar de si misma o de todo un batallón o de un soldado inútil que es incapaz de mantenerse en silencio cuando se requiere, era una vida, una preciosa vida que Adirael contemplaba ahora tumbada en una camilla...

 Tenía la esperanza de que se recuperase sin ningún problema pero una cosa no excluía la capacidad de sentir otra.

  Recogió con su mano el cilindro y rozó la de Nathalya algo que hizo, a su vez, que sintiese el calor del desierto aún cuando se estaban alejando de él.

 - Gra... - Se atragantó, dentro de los cazadores sólo conocía a Ryan...y la verdad es que siempre había sido muy familiar con él...aquella mujer y aquellos hombres eran los héroes de Elysium y Adirael los contemplaba como tal, como figuras inmortales que perdurarían en las memorias de la humanidad...el eco de sus nombres, de su comando, retumbaría por siempre. Pero también los veía como lo que eran...barro y cenizas...pero aquello sólo los hacía más grandes, sólo incrementaba su admiración.

 - Muchas gracias.

 Adirael asintió y aunque sonreía lo hacía con mayor moderación hasta que pudo contenerse por completo.

 Dio buena cuenta del virus en uno de sus bolsillos y volvió a tomar asiento...en silencio...buscando con la mirada el exterior.

  Te pondrás bien pronto, Sargento.

  A buen entendedor pocas palabras bastan, no quería incomodarles diciendoles lo geniales que resultaban y lo apasionante que había sido aquella misión para un soldado novato para él...seguramente aquellos hombres y aquella mujer hubiesen visto ya muchos inviernos, reconocerían todo en su mirada.

  Proyecto Bastet....IAS....Vaticano...

 Pero Adirael jamás cambiaría...o si lo hacía, lo haría con sutilidad, sorpresivo...como cambian las dunas su relieve en el desierto.

 Aún tenía mucho por aprender.