Partida Rol por web

Elysium

Saint George

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16/11/2010, 16:46
Vexille

La evocadora de hielo terminó por aceptar sin remedio aquel peculiar "abrazo" de Balakia, finalemnte la miro a los ojos con una sonrisa sincera en el rostro.

-Pues la verdad es que si, dan ganas de estirarte esos mofletes que tienes.

Y lo hizo, Balakia pudo notar el tacto gélido de su dedo indice y pulagar en su rostro, quizá para Vexille y Leon Balakia no era exactamente eso, pero tampoco es que fuera una interpretación demasiado desencaminada, en cualquier caso era una relación basada en la amistad, el cariño y el aprecio, como una familia unida sin necesidad de lazos de sangre.

-Intentemos olvidar lo de hoy y ya está, ademas en todos los sentidos, por que nos hemos jugado el pellejo y hemos cobrado para ir a visitar a un templario que vive solo en un pueblo perdido en medio de la montaña y que le faltan dos tornillos, posiblemente el unico superviviente sobre la faz de la tierra que no desea ir a Elysium.

Dijo aquello ultimo medio suspirando, sentía que habían hecho el viaje para nada, dicho aquello de pronto recayó de nuevo en el tema anterior.

-Oh y... no le comentes nada de esto a Leon o a Elena, ya lo saben pero prefiero que no se alarmen mas de lo que ya lo están, sobretodo Leon, se preocupa mucho...

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16/11/2010, 17:07
Balakia

 

¡E-Eeeh!—protestó Balakia cerrando un ojo ante el sorpresivo tirón de carillo y abriendo el otro de par en par—¡Cuidado conmigo! ¡Te advierto que te has pasado de largo la señal de peligro: alto voltaje!

No estaba molesta pero desde luego lo último que se había esperado era aquello ya que lo que ella había dicho sobre la mascota adorable había sido exagerado a propósito, cuando la soltó se frotó la mejilla mirándola escépticamente de reojo.

Corrección, nos hemos jugado el pellejo para ir a visitar a un templario surfista con la camisa más hortera que he visto en mi vida en vez de armadura, que vive solo en un pueblo perdido en medio de la montaña cultivando sandías y al que le faltan dos, tres y cuatro tornillos... 

Se le iba estirando la sonrisa conforme hablaba hasta que al final se le escapó una carcajada por la solemne chorrada que acababa de soltar, y lo peor de todo es que era cierta

—¡Jajajajaja!—se dobló hacia adelante tapándose el rostro con una mano para que no se la oyera mucho aunque de todos modos no tenía una risa escandalosa—Dios... ¿te imaginas la cara que va a poner Elena cuando le contemos semejante paranoia? la pobre va a creer que llevamos una o dos copas de más.

Negó con la cabeza suspirando para detener el breve ataque de hilaridad, ciertamente le era imposible imaginarse a la seria Maestra con otro rostro que no fuera uno neutral.

No te preocupes, no tengo porqué ir diciendo nada si no quieres.

Dijo aquello aun con la sonrisa en la cara pero lo decía de verdad. Acto seguido reclinó un poco hacia atrás el asiento, recostándose ella también con los brazos cruzados como una marquesa.

Y como vosotros, gandules, ya os echásteis la siesta antes en medio de la misión, ahora me toca a mí hacer el vago—cerró los ojos e hizo un teatrero gesto con la mano de "aparta, aparta", luego la volvió a cruzar—así que despiértame cuando lleguemos.

Obviamente se trataba de una broma para quitarle hierro al asunto, evidentemente tampoco pensaba echarse a dormir, la Banshee era rápida y no tardaría mucho en llegar.