Partida Rol por web

En Búsqueda de la Razón (No concluida)

Habitación de Julio

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17/03/2011, 04:18
Director

Regresas al pasillo  puedes ver el motivo de los gritos que levemente habias escuchado mientras te duchabas, Andrew el hombre nervioso parece en crisis, esta en el suelo con cara de panico, parece poco a poco reaccionar, y el doctor Linus le ofrece una mano para que se levante. Mientras pasas a tu cuarto, cruzas con una mirada de saludo del psiquiatra, la cual tratas de evitar. Qué mala suerte, ese escandalo fue en la puerta, y tu cuarto queda cerca a dicho sector, para llegar a las duchas hay que cruzar por él.

Miras encima del hombro, mientras abres la puerta de la habitación y notas que el médico se ha llevado a  Andrew.

Abres la puerta he ingresas nuevamente a esa habitación.

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17/03/2011, 10:32
Julio

 Cierro la puerta a mis espaldas. Me tomo unos segundos para ubicar lo acontecido en mi cabeza. 

 - Sí, desde luego, es de locos - Pienso con una sarcástica sonrisa que aparece en mis labios. 

 Me dirijo hacia el lavabo, donde está el espejo, y me acabo de arreglar hasta que me doy por satisfecho. Mientras tanto, mi mente divaga entre las experiencias vividas las últimas horas y la conversación con Margarita de anoche. Cuando finalizo el aseo, me apoyo con ambas manos en los extremos del lavamanos y me miro directamente a los ojos en el espejo.

 - ¿Qué me depara el día a día entre estas paredes? - Pienso como discutiendo conmigo mismo - Salir ahí fuera, a contemplar con decreciente interés las excentricidades de los demás habitantes de este lugar, intentando quedarme al margen de las mismas, como para que no me salpiquen con su locura. ¿Para qué? Ni el aliciente de la caza está presente, con ese grotesco "Restaurante de Comida Rápida" que han montado aquí.

 Miro alrededor, busco a Margarita, pero no la encuentro.

 - No recuerdo haber dicho nada que la ofendiese sobremanera anoche. - Pienso extrañado por su ausencia - ¿Quién sabe por qué no querrá hablar conmigo? - me pregunto retóricamente con una sonrisa

 Entonces un escalofrío recorre mi espalda. Es algo que aparentemente hacía siglos que no sentía. Miedo.

 - ¿No será... ? - Sacudo la cabeza como intentando desembarazarme de la incipiente idea que crece en mi mente - No puede ser... 

 Me siento pesadamente en la cama, los codos sobre las rodillas, mesándome el pelo con ambas manos.

 - ¿No habrán alejado a Margarita de mí con esa abominable medicación que me dieron anoche? - Sólo pensar en ello, hace que la ira aflore en mi rostro, en forma de mirada asesina.

 Me levanto de la cama y camino arriba y abajo por la habitación. Finalmente, apoyo la espalda en la pared, echo la cabeza hacia atrás hasta que ésta también toca el frío yeso y me quedo ahí, pensativo, mirando al techo.

 - Tengo que relajarme. No pueden haberme dado algo que me impida ver a Margarita. Eso no puede hacerse. Ellos no saben que la veo, no pueden haber hecho eso. No tienen datos, y dudo que tengan esos medios. Margarita aparecerá y me llamará estúpido por haber creído semejante cosa. Sí... eso es.

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22/03/2011, 21:29
Director

Mientras estas recostado comienzas a sentirte muy molesto, tus pensamientos retroalimentan esa ira que sientes, es como si tu bestia se revolcara dentro de ti. No, no has entrado en frenesí pero estas molesto, muy molesto. Por más que quieres, ella no parece estar en ningún lugar. Sientes una desesperación dentro tuyo.

En ese momento, escuchas a una de las enfermeras cerca.

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22/03/2011, 21:29
Chin-Mae

Camino  despreocupada y abro levemente la habitación. Sonrió mientras observo al paciente algo agitado, o con postura de ansiedad.

 Señor Julio, el doctor Linus lo espera en el consultorio.

Notas de juego

Disculpas por la tardanza.

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22/03/2011, 22:35
Julio

 Me giro de repente hacia la enfermera que acaba de entrar y, como de un tonel en el que se abre una brecha, la ira sale a presión por mi boca como en un reflejo animal.

 - ¡PUES QUE ESPERE! - Grito con voz grave poniéndome de pié y mostrando mi completa dentadura a la enfermera. Como si fuera a devorarla en un instante. Cualquier mortal se habría hecho sus necesidades encima en ese mismo momento al sentirse blanco de mi ira.

 Entonces, al darme cuenta de lo que acabo de hacer. Intento relajarme lo más rápidamente posible y me disculpo ante la pobre sanitaria. Que se ha quedado estupefacta al ver mi reacción.

 - Lo siento. - Digo, sin lograr mostrar sinceridad en mi voz - Estoy algo nervioso. No pretendía asustarla. Ha sido como un acto reflejo.

Notas de juego

 No te preocupes.

 Por mi parte, acabo de abrir una segunda partida como máster y también voy justo de tiempo. No me causa problemas para postear como jugador, pero entiendo perfectamente lo complicado que debe ser llevar al día una partida como esta, donde hay tantas escenas individuales.

 Ánimo, que está muy interesante.

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25/03/2011, 17:38
Director

La enfermera da dos pasos para atráz y sin decir nada acepta de manera muda las disculpas. Te sientes algo descontrolado, suspiras, y te levantas, no tienes ganas de verle la cara a ese médico. No sabes cuanto tiempo ha pasado, aquí el tiempo corre. Tu bestia esta mucho más sensible.

Despacio y de mala gana te diriges hacia el consultorio.

Notas de juego

Pasamos a terapia individual.

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25/03/2011, 17:43
Director

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02/04/2011, 18:34
Director

Sales por el corredor muy disgustado, en realidad sientes muchos  sentimientos encontrados, pero realmente el más relevante es la ira.

Notas de juego

Tu me dirás que piensas hacer.

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06/04/2011, 11:50
Julio

 Vuelvo a mi habitación disgustado por la cerrazón del médico.

 - Estúpido. - Pienso con despecho - No es más que un estúpido matasanos sobresaturado de libros de Freud y otros embusteros charlatanes que se lucra de las buenas gentes haciendoles creerse locos, aunque no lo estén.

 Agarro el iPhone, enchufo los auriculares y pongo música de Gardel. Busco la paz en su música divina.

 Al poco de escuchar su voz, comienzo a bailar en mi habitación, con los ojos cerrados, ejecutando algunos de los pasos de baile que me hicieron famoso en el París de la de pre-guerra. - Si Margarita estuviera aquí, apuesto a que no se resistiría a bailar conmigo.

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10/04/2011, 03:55
Director

En ese momento, mientras cierras los ojos, comienzas a sentir el perfume de Margarita. Una sonrisa se dibuja en tu rostro. La música suena en tu mente más alto, y de repente parece como si hubieras olvidado el disgusto. Abres los ojos y ella esta ahí, con un hermoso vestido de baile..

Te paras de repente y le ofreces la mano para bailar.

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18/04/2011, 23:40
Julio

 Al ver su rostro angelical, mis temores desaparecen. Los creo infundados y producto de la tensión y, quizá, un mal descanso. Tomo su mano y bailo con ella con fuerza y pasión. En pleno baile, miro hacia la puerta de mi habitación. Si está abierta, hago que vayamos hacia ella y con un ágil giro la cierro de una patada, como si fuera parte de la coreografía.

 En uno de los momentos de más pasión, cuando Margarita curva hacia atrás su espalda dejando el peso de su cuerpo sobre mi brazo derecho, mi mano izquierda inicia una apasionada caricia que comienza en su cara y baja por su cuello en intenta perderse en la nacarada piel de su escote. Entonces Margarita se revuelve en una grácil pirueta, apartándose de mí, traviesa y sensual, para invitarme nuevamente a asir su cintura y continuar la danza. Nuestras piernas se entremezclan y nuestros cuerpos se funden con las notas que rasga divinamente la voz aterciopelada de Gardel.

 El tango... hay bailes que son como conversaciones formales, otros son como galanteos más o menos velados, algunos llegan a la categoría de flirteo... pero el tango es sexo destilado en un arte visual sin parangón.

Notas de juego

 Siento de veras haber tardado tanto en responder. Pero he tenido una semana en la que a duras penas he tenido tiempo para dormir por culpa del trabajo. Ahora ya han vuelto las aguas a su cauce, así que no debe haber problema para recuperar el ritmo normal de posteo.

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24/04/2011, 07:18
Director

Justo cuando estás en pleno baile, se abre la puerta,  no fuiste muy rápido en reaccionar, la enfermera que al parecer es la jefe, es la que está en la orilla de la puerta con el vaso con el medicamento. Sus ojos muestran sorpresa inicial, pero te ignora. Su voz parece como siempre, simple, pero a la vez algo dura.

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24/04/2011, 07:19
Beatriz Aarschot

Buenas noches. Lo miro después de sorprenderlo en tan raro baile. Le traigo su medicamento señor Julio.

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25/04/2011, 02:04
Julio

 Detengo el último paso de baile, sin soltar la mano de Margarita. Me quito uno de los auriculares, miro a la enfermera y le digo.

 - ¿Le importaría volver en cinco minutos? Quisiera acabar mis ... ejercicios. - Le dejo ir, intentando no mostrar el más mínimo atisbo de azoramiento por haber sido pillado in fraganti y esgrimiendo la mejor de mis sonrisas, a ser posible, mostrándome seductor.

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28/04/2011, 17:50
Beatriz Aarschot

Lo miro y sonrio sobre lo ironico de la situación...¿a quien trata de engañar?, sin embargo no es mi papel hacer algo que lo exalte, sonrio y le digo de manera casual. Estare en la estación de enfermeria, en cinco minutos cuando acabe sus ejercicios puede acercarse ahi, para tomar su dosis. Le sonrio, y salgo de la habitación llevandome la medicina.

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28/04/2011, 17:55
Director

Ella sale, y tu te sientes aliviado. Este lugar es peor de lo que imaginaste.

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29/04/2011, 13:40
Julio

 Mi cara muestra el enfado que me ha provocado ser interrumpido por esa enfermera de tres al cuarto en lo mejor del baile.

 Miro a Margarita y la sola visión de su angelical rostro hace que desaparezca de mi ese rencor y aserena mi alma. Sonrío. De un suave tirón de su mano hago que gire sobre sí misma, enroscándose con una pirueta de baile entre mis brazos. Está ahora de espaldas a mi y la seda de sus cabellos acaricia mi cara. Su aroma me embarga y la felicidad de estrecharla entre mis brazos me estremece con un escalofrío de emoción.

 Vuelvo a hacer que gire al son de la música que sólo yo escucho hasta ponerla de frente y la beso con toda la pasión que siento en ese preciso instante.

 Al cabo de un rato. Dolorosamente me separo de mi ángel de perdición.

 - Ahora tengo que irme. Te amo.

 Me dirijo al pasillo de espaldas, como si no quisiera perderme ni un segundo más del necesario la contemplación de su belleza. Abro la puerta y me dirijo dónde indicó la enfermera.

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02/05/2011, 05:24
Director

Caminas por el pasillo. Hoy evidentemente no has tenido un buen día, estas de mal humor, tratas de controlarte, no quieres tomar esa porquería y sigues los pasos donde ves a la enfermera. En el lugar ves un hombre conocido, aquel que te amenazo y que no le dio pena contestarte. Eduardo esta en el mostrador mirando a la enfermera con un claro temblor en sus manos, esperando su medicina. Te mira de manera nerviosa cuando te ve aparecer.

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02/05/2011, 05:29
Beatriz Aarschot

Eduardo, digo por decima vez, no te puedo dar la dosis aún. repito con tedio mientras veo al paciente llamado Julio acercarse, y espero darle la medicación.

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02/05/2011, 05:32
Eduardo

Pe, pe ro... la necesito digo temblando al frente de ella.