Si no es humano no habrá oído nada mas entrar. No hemos sido silenciosos precisamente-matizó Sybill prudentemente antes de alzar la voz ¡¿HOLA?! ¡¿HAY ALGUIÉN AHÍ?!
- ¡Policía! ¡Vamos armados! -apuntilló Michael.
Del piso de abajo no se escuchó ninguna respuesta. Sea quien fuere quien estaba ahi dentro no quería salir.
Alexander tuvo una idea. Hacía mucho que no lo hacía, creía recordar que desde que tenía doce años y se dedicaba junto a su primo a buscar en los agujeros del campo, todo tipo de bichos. Entonces no tenía que preocuparse más de que lo mismo descubrían una madriguera de conejos o comadrejas. Nada que provocara daños que no se curaran con el tiempo.
Se acercó a los restos que había esparcidos y cogió la lata vacía. Colocó dentro algunas ascuas del fuego envueltas en las fotos que no se habían quemado y algunas hojas de su libreta de anotaciones. Se acercó a la puerta del sótano, encendió una cerilla, prendió los papeles y...
Veamos si se ve algo con esto.
...tiró la lata por las escaleras del sótano.
Ala, McGiver en acción. Como poco el de abajo se acojona. Pero vamos, algo deberíamos distinguir, aunque sea una triste silueta.
Me quedo perplejo ante la actuación de mis compañeros pues los tomaba por más juiciosos.
- ¿Están tratando de ver quién hace más ruido? - pienso. ¿Acaso se han vuelto locos?
Me acerco a la caja que ha dejado la Sra. Leefolt y ojeo los papeles mientras esos tres locos arman el jaleo padre advirtiendo a lo que sea que hay ahí abajo del número aproximado que somos.
- Y luego el loco que hace cosas sin sentido soy yo. - barrunto. Hay que joderse.
Voz de una mujer y gritas "policia"...Muy agudo Michael...sobre todo entrando todos juntos desde un principio
La creativa mente de Sybill no pudo evitar reirse ante la idea de lo que estaban haciendo. Realmente eran cuatro pirados metidos en algo superior a sus fuerzas físicas y mentales. Cada uno de ellos podría ser perfectamente el personaje de una historia inventada: el profesor cascarrabias y resabido, la mujer inconformista y cabezota, el policia callado y serio y el cura que finalmente se volvería loco (los curas siempre enloquecían en las historías de terror). Típico de una historía que cualquier insulso escritor podría escribir.
Incluida yo-pensó mientras se agachaba y trataba de vislumbrar algún movimiento- Sólo que espero que nadie se vuelva loco ni muera
Motivo: desc
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 9 (Exito)
Gracias a la lata que había lanzado el padre Sybill logró ver una sombra que se escabullía en el sótano. No podía ver quien era sin bajar abajo.
Y yo, ¿que leo/veo en la caja y su contenido?
La etiqueta de la caja de puros también estaba amarillenta como los papeles, y medio desecha. Al abrirla, dentro, hay una lata metálica que contiene unos polvos bastos y de color marrón, así como una pequeña cajita de madera con una tapa corrediza, llena de una sustancia plateada semejante al talco.
Al examinar los papeles amarillentos te das cuenta de que son notas escritas a mano, fechadas en marzo de 1882. Todas las hojas están escritas con letra grande y muy elaborada, muy distinta a la de Rupert Merriweather, más elegante y apretada.
Hay seis copias del mismo cántico escrito en latín, una para cada miembro de la Hermandad.
Además, otras tres notas mencionan que este cántico se copió de un libro llamado De vermiis mysteriis, escrito aproximadamente en 1542 por un tal Ludwig Prinn. Las notas incluyen información acerca del libro y su historia, y comentan de pasada que el cántico "podría emplearse para liberar al espíritu encerrado dentro del antiguo ámbar".
La décima hoja incluye una descripción de la estrella de cinco puntas, los símbolos que hay que dibujar y la combinación de productos químicos que deben quemarse en el fuego.
Las últimas tres notas describen el ritual e indican que, para expulsar al espíritu, hay que invertir el cántico, aunque todo lo demás debe hacerse igual, tanto para invocar como para expulsar a la criatura. Una ceremonia de dos horas, que da comienzo a media noche, obliga a marchar al espíritu no deseado.
La ceremonia puede ser celebrada por una sola persona pero Prinn sugiere que sean varias las que entonen el cántico, lo que permite que alguno de ellos interrumpa la salmodia sin que el ritual pierda potencia por ello. Prinn aconseja que, mientras dure esta invocación, al igual que cualquier otra " se escoja un vigilante para que las molestias y distracciones de los espíritus malignos no interrumpan a los hechiceros.
Básicamente loq ue ha dicho sybill
Hay algo ahi abajo, "veo" algo-dijo Sybill poniendo enfasis en el verbo. La criatura era invisible y por tanto no podía ser ella. No se si será una persona, pero no es demasiado grande. Si pudiesemos bloquear la entrada... podriamos hacer el ritual sin preocuparnos
Podríamos intentar bloquearla con la estantería.
A Alexander le pareció buena idea dejar abajo a quien quiera que estuviese. Puede que hubiera pasado por momentos de crisis durante los últimos días. Pero seguía sin querer que nadie resultara herido, mucho menos si no era necesario.
¿Podríamos mover la estantería? ¿Hay algún objeto más en la habitación con el que poder bloquear la puerta?
De acuerdo con la idea del sacerdote, Michael se adelantó.
- Yo puedo ayudarle a moverla -dijo, señalando la estantería-. Una vez que hayamos terminado, podemos sacar de ahí a ese tipo. Pero lo primero es lo primero...
Guardó su revólver, pero sólo durante el tiempo necesario para realizar la maniobra. Después, volvería a sacarlo.
¿La puerta se abre hacia nosotros o hacia abajo? Imagino que te refieres a la del sotano, no hay puerta.
Entre los dos arrastraron la estantería y la volcaron sobre la entrada del sótano. Al caer el polvo se levantó por toda la habitación haciendo que alguno de los investigadores tosiera pero no ocurrió nada más. Quien estuviese allí abajo no podría salir a menos que atravesase las paredes.
Michael se sacudió el polvo de la chaqueta y la gorra, y luego se llevó la mano al revólver... pero lo dejó en la funda.
- Bueno, creo que de momento no habrá nada que temer -comentó-. Creo que deberíamos empezar cuanto antes.
Ruido, más y más ruido. ¿Es que no saben lo que es trabajar en silencio? - les inquiero desde la puerta de la cocina.
- Si estuvieramos en medio del pueblo ahora mismo tendríamos a la mitad de la lugareños alrededor de la casa armados con sus escopetas.
Pero no lo estamos. Y debemos asegurarnos que nadie más salga herido por imprudencias.
Se sacudió las manos llenas del polvo que se encontraba en la estantería y se limpió la sotana del que se le depositaba en la misma.
Hagamos lo que hemos venido a hacer lo antes posible.
Hasta la media noche no podemos empezar el ritual -respondió la joven- creo que de momento lo ideal será que transcribamos el ritual a la inversa, como dicen las notas, investiguemos que prodductos son los que hay que arrojar al fuego y aseguremos toda la zona y sobre todo la sala donde hagamos...eso
Esto no podía ser tan fácil, ¿verdad?
El pesimismo embargó a Alexander de nuevo. Había esperado que pudieran acabar con aquello lo más deprisa que pudieran y largarse de aquel sitio pronto. Pero estaba claro que estaban destinados a pasar la noche en aquel lugar.
Registraré la planta baja. Veamos si hay algún lugar tranquilo en el que se pueda hacer, como dice usted... eso.
Pues... eso, que registro la planta baja.
Yo daré una vuelta por los alrededores. Asi aprovecharé y veré si hay algo con lo que podamos bloquear puertas y ventanas.
La joven respiró, por algún motivo se sentía más tranquila...mientras no llegase la noche sería raro que ocurriese algo, además el sol siempre la animaba.
Motivo: desc
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 24 (Exito)