Partida Rol por web

Dos guardias de seguridad se acercan a las tres mujeres y las esposan. Haffling iba delante de ellos.

- Vamos muchachas, caminen que tenemos mucho que hacer.

Lyanna escupe al guarda que la estaba esposando a la cara. No me toques. Dice amenazante. Sin embargo, no puede hacer otra cosa que dejarse llevar, ya que apenas puede moverse.

- Me gusta tu actitud criaturita. Si hubieras demostrado más valía, hubiera pagado un poco más por tí. Pero sea como sea. Ahora las tengo.

Nataliya se sentía muy débil. Sus piernas apenas la sostenían. Trastabillaba, mientras era empujada hacia la salida por su nuevo "propietario", a quien clavó una mirada furiosa, por encima del hombro.

- ¡Zasranees! -le gritó-. ¡No voy a dejar que me follar! ¡Yo matarme antes!

- Tampoco nadie tiene intenciones de follarte Rusita ignorante. Serás más que eso para mí. Serás una asesina espectacular.

El Dr. Salió por la puerta principal donde una camioneta bordó lo estaba esperando, a él y a las tres mujeres que caminaban detrás guiadas por los guardias.

¿Asesina? ¡Ahora encajaba todo! Por eso cuanto más violentas más pagaban...lo que no sé es como nos van a obligar a hacerlo...aunque visto lo visto....pueden hacer de todo. Será mejor que me porte bien hasta que vea una oportunidad de escapar. Lyanna se mantenia callada y muy atenta. Observando todos los movimientos.

La camioneta se abrió y las tres se sentaron en el asiento trasero. Primero Loreley, luego Lyanna y por último Nataliya.

Haffling había ido para adelante junto con uno de los guardias que sería quien maneje. Entre los asientos delanteros y los traseros había vidrio blindado, pero por alguna especie de intercomunicador se lograba escuchar lo que el Dr. Decía.

- No puedo creer que el imbécil de Acosta haya querido sobrepasar alguna de mis ofertas. Estabamos bien claros en esto. Creo que será mi primera práctica.

Haffling aparece por el vidrio transparente y lo golpea acercándose mucho a él.
- ¿Quién de ustedes comenzará con este trabajito? ¿Quién matará al Doctor Acosta?

Haffling mira a Lyanna con entusiasmo.

- Era compañero tuyo de trabajo. Entiendo que le tengas bronca. ¿Empezarás tu?

No pienso hacer nada por usted. Dice retándolo con la mirada. Y después le gira la cabeza. Aunque no me importaría matar al imbécil de Acosta...¿cuántos más estaban metidos en esto?.

Un instante después te encuentras escondida detrás de una columna en el interior de una sala de estar de alguna otra mansión... no sabes cómo has llegado allí pero esta vez no hay nada de drogas. El lugar no parecía el estilo de Bobe, ni de su mansión. Los colores eran muy distintos y los pisos también.
Por la poca visibilidad que tenías a través de las ventanas, te encuentras en la planta baja.

Esta vez estuviste consciente desde que desapareciste de la mansión de Bobe y hasta que llegaste aquí.

La puerta de entrada se abre y tras ella aparecen dos guardias, un hombre que tenía mucha pinta de Doctor y tres mujeres con esposas en sus manos. Las mujeres estaban tambaleándose.

La conversación terminó ahí nomás...
Las mujeres no tenían idea de donde estaban. No reconocían el paisaje, las carreteras ni los carteles... quizá era un buen motivo por el cual nadie las había vendado.

Los ejectos de la droga seguían allí haciéndoles dar ganas de vomitar.

El viaje duró mucho más de lo que esperaban. Unas tres horas, si es que contaban con reloj, o reloj biológico.

Finalmente entraron a una especie de country, un lugar enrejado en el que había custodia y dentro, miles de metros de las casas mas grandes y preciosas que podrían haber visto en sus vidas.

La camioneta estacionó y el chofer les abrió la puerte frente a una lujosa mansión de fachada imponente.

Pero... que?...

Miraba a mi alrededor frenética... Dónde estaba? Qué era aquello? Tan solo un segundo antes me encontraba en el salón frente a Bobe, y ahora... en cambio... Solo había parpadeado un segundo... solo había cerrado los ojos para gritar con fuerza... y al abrirlos...

Sentí los labios resecos... la boca áspera casi hasta el limite del dolor mientras intentaba comprender que era lo que estaba pasando... intentando racionalizar... intentando recordar las clases de medicina... la droga que podía provocarme una alucinación tan vivida.... Y a más me concentraba, más aumentaba el peso del pecho... Nada había comido esta vez... no había bebido nada... sin pinchazos... sin drogas.... Dios mio... que me han hecho?....quizá algún implante?... algo eletromagnetico que altere las ondas cerebrales?... Mierda mierda.....

El sonido de la puerta abriéndose me aceleró el corazón hasta un punto que temí por la integridad de mis costillas... y alucinación o no... me resguardé en las sombras tras la columna para observar con los ojos desorbitados la escena... Mujeres encadenadas....y tras ellas lo que tenia todo el aspecto de ser un médico y guardias... Dios mio.... dios mio........ Las mujeres zizageaban tambaleantes... sometidas quizá por alguna sustancia... por el cansacio... o por algo peor... Afilé la mirada, sintiendo los puños cerrarse con furia.... Aterrada de nuevo.... conteniendo la respiración acelerada... buscando a tientas y sin llegar a hallar un trozo de cristal que poco había de protegerme ante un número de hombres que me superaba...

Me resguardé aun más tras las columnas.. como antes hiciera mi hermana... o el espejismo de ella... Por dios.... pero qué es esta locura?...

Las tres mujeres esposadas se reunieron con un guardia más.
El Dr. Haffling, dos guardias, Loreley, Nataliya y Lyanna subieron los cuatro peldaños del recibidor y luego la puerta se abrió para los cinco.

Las mujeres avanzaron tambaleándose detrás de uno de los guardias.

- Bienvenidas a casa mis chiquitas hermosas. Pueden pasearse como más les plazca, no me interesa. Lo que seguramente no podrán hacer es escapar.
El Dr. Haffling esboza una sonrisa horrorosa, una sonrisa que Lyanna conoce perfectamente.

La situación hacía pensar a la Dra. O'Brian que debía haberse llevado mejor desde un principio con ese sucio personaje.

Loreley y Nataliya están agobiadas... ¿Subastadas? no se lo podían creer.

- Bienvenidas a casa mis chiquitas hermosas. Pueden pasearse como más les plazca, no me interesa. Lo que seguramente no podrán hacer es escapar. Dice Haffling a las tres mujeres.
El Dr. Haffling esboza una sonrisa horrorosa, una sonrisa que Lyanna conoce perfectamente.

La situación hacía pensar a la Dra. O'Brian que debía haberse llevado mejor desde un principio con ese sucio personaje.

Loreley y Nataliya están agobiadas... ¿Subastadas? no se lo podían creer.

Qué asco que me da... Piensa immediatamente, pero sonríe con una falsa amabilidad. "Seguramente"... ¿eso nos da alguna posibilidad?

- ¿Qué clase de lugar es este?... ¿No se suponía que ibamos a una agencia de modelos?...
Loreley se tambalea un poco.

- Estoy mareada. ¿Será la vacuna que me dieron?

Por primera vez Loreley cae realmente en la cuenta de que tiene esposadas las manos.
- Señor. ¿Por qué me ha esposado si yo no hice nada?... yo no tuve nada que ver con la estúpida secretaria o con la otra mujer muerta. ¿Me deja irme a mi casa?

- ¿Qué clase de lugar es este?... ¿No se suponía que ibamos a una agencia de modelos?...
Loreley se tambalea un poco.

- Estoy mareada. ¿Será la vacuna que me dieron?

Por primera vez Loreley cae realmente en la cuenta de que tiene esposadas las manos.
- Señor. ¿Por qué me ha esposado si yo no hice nada?... yo no tuve nada que ver con la estúpida secretaria o con la otra mujer muerta. ¿Me deja irme a mi casa?