Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 6: Cirith Gorgor, el Paso de los espectros

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11/06/2020, 14:08
Gwalin

TURNO 618

Gwalin asintió a las órdenes de Larrid. Le tocaba cuidar del campamento, vigilar que nadie se acercara y cuidar de sus compañeros y de los dos prisioneros que tenían atados y amordazados. Pero lo que más celebró, por dentro, sin exteriorizarlo como era su común proceder, fue que decidiera guardar ese día para que se recuperaran, anteponiendo la vida de sus hombres al éxito o fracaso de su misión. Eso decía mucho sobre el líder que era, sobre todo para aquel viejo enano.

Cuando se marcharon sus compañeros para buscar pistas Gwalin buscó varios arcos y varios carcajs llenos de flechas y se los llevó a sus compañeros. Debían defender aquella plaza, pero él solo, sin la ayuda de sus compañeros, sería una locura. No quería tardar mucho, pues su cometido era vigilar.

Además, en la mente del enano también había otras tareas, que era ocuparse de que hubiera agua para sus compañeros y algo de comida, y que hubiera leña para la hoguera. Pero también quería hablar con sus compañeros, comprobar que seguían bien y que sus heridas no se abrían ni se infectaban. Estaba cansado y le dolía todo el cuerpo después de la refriega, no solo las heridas. Aunque al ver el improvisado campamento se sintió afortunado por cómo se encontraba él y porque sus amigos siguieran con vida. Echó a un lado sus dolencias y se aprestó a hacer las tareas. Así que tras llevar los arcos y los carcajas y dejar algo de agua cerca de cada uno de ellos, el naugrim se sentó cerca de ellos y, hacha y escudo a sus pies les habló.

-¿Qué tal tu cabeza, animista? -preguntó al bosquimano-. Y los demás ¿podréis tensar un arco u os paso la ballesta de Leofred ya cargada y lista para ser disparada? -preguntó mirando a sus compañeros. No era muy buen conversador, pero quería saber cómo se encontraban sus compañeros y hablando se podía observar muchas cosas.

Cada poco se fijaba en los orientales, por si despertaban de su inconsciencia o por si se hacían los inconscientes a propósito. Aunque alejados de las armas y de ellos no suponían un gran peligro, no quería le cogieran desprevenido. 

Pero el que realmente le preocupaba era Hallfrid. El campesino que se había unido a ellos en busca de emociones o de lo que buscase. Seguramente que éste no había vivido una pelea como aquella y eso se fijaba en el alma como una lapa a la roca.

-¿Qué tal muchacho? ¿qué tal la experiencia de la batalla? ¿es todo como lo habías pensado o es la mierda como la que veo yo? -dijo serio mirando al campesino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro percepción en oculto...por si acaso.

 

DJ: Editado para corregir los destinatarios (quitar a Leofred)

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11/06/2020, 16:16
Grimbeorn

Turno 618

Grimbeorn respiraba lentamente y con los ojos cerrados, con la esperanza de que un reposo sosegado contribuyese a disminuir el dolor de cabeza. Sin embargo, los estímulos sonoros aun vibraban en sus oídos y disparaban la molestía. Por eso, entreabrió los ojos ligeramente cuando la voz del enano retumbó en su cabeza, aun cuando no estuviera gritando.

- Como si varios de sus congéneres estuvieran martilleando sobre un yunque dentro de ella, maese Gwalin. - Si bien el animista no estaba seguro de que las forjas enanas fueran ruidosas, confiaba en que aquella descripción le diera un idea aproximada al naugrim de su estado. - Aunque confio en estar mejor que los demás heridos, porque Larrid espera que les eche un vistazo a sus heridas.

Era probable que Larrid no quisiera demorarse mucho pero el estado en que habían quedado trás la refriega no era muy halagador y no animaba mucho a pensar en que pudieran saltar sobre las sillas y reanudar la marcha, ni siquiera con unas pocas horas de descanso. El único consuelo que cabía esperar de aquel desenlace era que los orientales habrían quedado mermados tras las pérdidas. El norteño decidió no darle más vueltas y emplear el tiempo en reposar. Quizás con unas horas más de reposo, el dolor de cabeza desaparecería o se haría más llevadero, antes de examinar a Edan y Hallfrid.

Cuando así fue, Grimbeorn aprovechó para beber algo (y agradecer a Gwalin que les hubiera acercado las cantimploras) y comer un poco. Después, casi gateando más que caminando se acercó al rohirrim y al campesino para interesarse por su estado e inspeccionar sus heridas. Los vendajes improvisados parecían haber hecho ya su trabajo e interrumpido las hemorragias de los cortes, por lo que no parecía necesario usar los dones de Araw para ese fin. Lentamente y con calma, el animista fue recogiendo el poder del Señor del Bosque con letanías pausadas antes de inclinarse sobre los malheridos cuerpos de sus compañeros e insuflarles la vitalidad del Vala con su toque.

- Tiradas (9)

Notas de juego

La herida de Hallfrid que causa la sustracción a actividad no parece requerir sortilegios específicos (o sea, me imagino que se irá la penalización en cuanto se curen los PVs, ¿no?).

Por lo tanto, 2 Curar 10 para cada uno (Edan y Hallfrid). Con tranquilidad, que hay tiempo (salvo que digas lo contrario).

Modificadores para los 4 Curar 10:

+30 (contacto)

+20 (4 asaltos de preparación)

+6 (BO sortilegios de base)

-1 (nivel del sortilegio)

-20 (haber perdido la mitad de los PV o más)

En la tirada de Percepción he descontado la penalización por yelmo (que descanse en paz XD ).

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14/06/2020, 08:50
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 618

Después de la euforia inicial, Edan se recostó de nuevo y los dolores regresaron.
Se mantuvo un tiempo inmovil, dormitando. El suficiente como para que las laceraciones y los golpes dejasen de palpitar y luego se incorporó de nuevo.
Con la ayuda del enano y de Grimbeorn pudo quitarse la cota de Malla y las protecciones para evaluar la gravedad de sus heridas. Se sentía como si una manada de elefantes le hubiese pasado por encima, pero increiblemente el Rohir habia salido prácticamente indemne de la refriega. Casi no podía creer la suerte que había tenido.

Aparte de los multiples cortes y magulladuras, muvos de ellos causados por la caida del caballo, se apreciaban 3 enormes moratones. Dos en las piernas, allí donde la lanza del Guerrero y uma flecha habian impactado con las protecciones y el más grande y feo en el antebrazo que sostenía el escudo. Prácticamente desde la muñeca hasta el codo su brazo se habia vuelto negro, con un color avinagrado en los bordes. Solo de mirarlo dolía, y sin embargo su funcionalidad parecía intacta.
Después de todo, hubo de reconocer, si que había conseguido algo durante la batalla. Todavía se preguntaba como habia logrado mantener su escudo firme contra los brutales golpes que aquellos salvajes arrojaban, pero así habia sido, y la fuerza de su brazo probablemente le habia salvado de una muerte segura.

Estoy bien...he tenido suerte después de todo. Mañana podré cabalgar de nuevo, y en un par de dias el dolor será solo un mal recuerdo...
El dolor se iría, pero el recuerdo de aquella batalla lo acompañaria para siempre, o eso creía. La cercanía se la muerte era algo que cambiaba a las personas, a veces imperceptiblemente, otras de un modo más evidente. El mercenario ya habia percibido algunos cambios, pero solo el tiempo diría si habian llegado para quedarse.

Alguno de sus compañeros no habia tenido tanta suerte, el bosquimano tenía una fea herida en la cabeza y sus aspecto era lamentable, no obstante hizo un esfuerzo por incorporarse y evaluar las heridas y contusiones de sus camaradas. Edan agradeció el gesto con sinceridad. Las imposiciones de manos del curandero eran sorprendentemente revigorizantes. Tenian suerte de poder contar con alguien como él en el grupo. Y en adelante, si eran listos, harian lo posible por procurarle un lugar más protegido en futuribles contiendas.

Gracias amigo me encuentro mucho mejor ahora. Siento no poder hacer lo mismo por ti. ¿Necesitas algo? ayudo al bosquimano a recostarse y le acercó un poco de agua.

Mas tarde, cuando Gwalin se acercó y les dejo los arxos de los orientales, le agradeció el gesto y le pidió un par de consejos. En realidad apenas habia usado un arco un par de veces en su vida. Y ninguna de las dos habia acertado a su presa. Edan no creía que le fuese a resultar de mucha ayuda, pero cuando Larrid se lo ordenó simplemente habia asentido conforme. Se encontraba demasiado cansado y agradecido como para objetar nada, y realmente pensaba que el mayor peligro habia pasado ya. Acompañó al enano a unos 50 metros de donde estaban y allí practicó unos cuantos tiros contra unos sacos antes de regresar. Estaba claro que no sería de mucha ayuda con una arma como aquella, pero pensó que en su estado actual no lo sería con ninguna y de algún modo, sostener un arco podrua ser suficiente como acto disuasorio si se daba la ocasion, de modo que regreso con el resto y se sentó vigilando las cercanías, para descansar un poco más.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me quito la armadura para revisar mis heridas y luego vuelvo a ponerme todo. Incluido casco.

Tiro percepción oculta. La primera me equivoque y puse desglosar, ignorala^^'

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14/06/2020, 22:59
Leofred

Turno 618

El descanso no les duró más que unos minutos, en lo que se aseguraban que todos se hubieran recuperado un poco y estuvieran fuera de peligro inmediato. A Leofred no le hubiera importado sentarse allí mismo y dejar pasar las horas, sintiendo aquél viento con un levísimo olor a ceniza sobre el rostro, y lo habría hecho si Larrid no le hubiese instado a acompañarlo a revisar el terreno por el que tendrían que continuar su trayecto. Que le llamasen la atención para volver al trabajo le recordó tanto a sus antiguos años con los dunedain del norte que le sacó una sonrisa; se levantó de un salto y subió a su montura para acompañarlo.

- Necesito un momento Larrid. Mi ballesta. - recordó Leofred la trampa que había preparado para los orientales y que no se había disparado. Solo le costaría unos segundos recogerla y por supuesto no iba a abandonar su fiel arma en aquél páramo.

Finalmente llegaron al paso de Cirith Gorgor, un lugar con un aura ominosa que le daba escalofríos. La advertencia de Larrid le puso aún más en guardia; no se le había pasado por la cabeza que pudieran quedar orientales en las proximidades. Mientras examinaban el terreno Leofred rezaba para que no los hubiera, al fin y al cabo no parecía apropiado que se hubiesen guardado hombres si tenían previsto entrar en batalla, pero aún así se abstuvo de elevar la voz, y por si acaso mantuvo el escudo de madera en todo momento en su mano izquierda, después del anterior combate había comenzado a apreciarlo de verdad.

El paso era casi como un desfiladero, un grueso camino recto que parecía llegar al otro lado de la zona rocosa que atravesaba. Aún así, ambos avanzaban despacio con los ojos fijos en el suelo por si acaso las huellas indicaban una dirección inesperada... - Larrid, ¿sabes qué hay más allá de estas tierras? - preguntó finalmente el bardo picado por la curiosidad. El nombre de la tierra de Mordor era temido y con razón, pero las historias nunca contaban lo que había allí más allá de un páramo desolado, y Leofred siempre volvía a hacerse la misma pregunta ¿Porqué adentrarse en semejante lugar?

- Tiradas (2)
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15/06/2020, 03:00
Larrid

Turno 618

 

Larrid se fue alejando, junto a Leofred, del campamento. El bardo volvió a por su ballesta, una buena idea si es que se encontraban con algún otro enemigo. El etheod estaba convencido de que no quedan mas, y de quedar, no seria mas que uno o dos como máximo. Después, continuaron en dirección al Cirith Gorgor.

- No se lo que hay mas allá, de este paso - dijo pensativo - Aunque tampoco sabíamos lo que había en este valle, es nuevo para todos nosotros. - afirmo mirando alrededor - Si hacemos caso a las leyendas, solo habrá ceniza y muerte.

Siguieron avanzando, con cierta reticencia y con mucho cuidado, hasta adentrarse en el paso.

- Tiradas (2)
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15/06/2020, 04:12
Director

RESOLUCION TURNO 618
 

 

Leofred y Larrid se fueron alejando del campamento con cierta tranquilidad, era como si todos los males hubieran pasado ya, y el nuevo día les trajese la calma. El sol brillaba con fuerza en el cielo, quedaban un par de horas aun para el mediodía.

Mientras sus compañeros descansaban, Gwalin estuvo dando paseos por todo el campamento. Llevo arcos a Edan y Hallfrid, muy servicial acercaba agua e incluso algo de comer a sus compañeros, y todo ello sin quitar el ojo a los dos orientales que seguían atados contra la roca.

Grimbeorn se levantó, aun le dolía la cabeza como si le fuese a reventar, pero sabia que su conocimiento y habilidades, serian de gran ayuda para sus compañeros. Él sabia curar a la gente, tenia un don que podía y quería compartir. Así lo hizo, como ya había repetido antes, impuso sus manos sobre el rohir primero, y sobre el endoriano después. Estos vieron como algunos de sus cortes, incluso de sus morados, parecían menguar en el dolor que causaban. Espero un poco, antes de volver a repetirlo, quería que ambos hombres se recuperasen cuanto antes, y estuviesen fuertes si tenían que luchar de nuevo. Después, sencillamente extenuado por el esfuerzo y aun turbado por el golpe, se echó de nuevo a descansar ayudado por Edan.

El rohir se encontraba mejor, se sentía vigoroso, aunque continuaba profundamente magullado. Las artes del bosquimano le habían dado fuerzas y resolvió ir a practicar con el arco que le había dado el enano. Se alejó un poco del campamento y estuvo disparando a unas mantas viejas que llevaban los orientales para probar su puntería. No era la mejor del mundo, pero acertó casi todas las veces. Por supuesto no era lo mismo una manta, que un oriental que corre hacia ti con su arma en alto. Aquellos fardos no se movían erráticamente, no esquivaban, ni representaban amenaza alguna. Al cabo de un rato, volvió junto a sus compañeros.

El sol calentaba con fuerza, e iluminaba con esperanza el campamento. Era mediodía y tan solo el viento les recordaba, que aún era invierno. Leofred y Larrid aparecieron, después de unas dos horas, a un trote generoso. Llegaban justo para comenzar a preparar algo de comer.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 619

► - Recuperaciones:
- Edan recupera 16 PV’s por los sortilegios de Grimbeorn. Recupera 4PV’s por el descanso (durante sus prácticas de tiro y sus paseos, solo recupera 1 PV).
- Hallfrid recupera 14 PV’s por los sortilegios de Grimbeorn. Recupera 6 PV’s por el descanso.
- Gwalin y Grimbeorn, recuperan cada uno 4 PV’s (3 por un descanso total, 1 por no estar en reposo)

► Podéis marcaros todos ya, Leofred esta en el campamento.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 17-06-20

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15/06/2020, 04:13
Director

RESOLUCION TURNO 618
 

 

Leofred y Larrid se fueron alejando del campamento con cierta tranquilidad, era como si todos los males hubieran pasado ya, y el nuevo día les trajese la calma. El sol brillaba con fuerza en el cielo, quedaban un par de horas aun para el mediodía, cuando los dos jinetes llegaron a lo que podría llamarse el inicio del Cirith Gorgor. Allí las rocas que descansaban a los pies de las montañas se veían ensombrecidas por las propias laderas. Altas, parecían ir a derrumbarse sobre el camino, y sin embargo se veían recias e inamovibles.

El desfiladero no era estrecho como una vereda, pues el camino serpenteaba a través de las piedras adentrándose en la montaña. Allí la vía no se desdibujaba como ocurría en el valle, una franja de tierra negruzca de poco menos que de un metro, lo acompañaba a ambos lados antes de estrellarse con los pedruscos. Era el contraste con el gris compactado del propio camino, lo que hacia saber cual era el camino a seguir. De cuando en cuando, bifurcaciones se abrían a ambos lados, aunque no llevaban a ningún lado, según podía verse desde la calzada principal.

Cuando habían recorrido una centena de metros, Larrid descabalgó para tratar de descubrir huellas recientes. Mientras lo hacía, Leofred no quitaba ojo a los alrededores. Había muchos sitios donde esconderse, prácticamente cualquier peña o agujero, podía valer para agazaparse y sorprender al viajero. En tiempos pasados, aquellos riscos estarían atestados de orcos y otras bestias malignas. Quien sabe, igual incluso todo un entramado de cuevas podría haber sido hogar, de los seres mas inmundos que el Señor Oscuro podría haber reunido para guardar el paso. Por suerte aquello quedo atrás y, con su muerte, había desaparecido la maldad, quizás…

El bardo y el guerrero se iban turnando en las labores de rastreo, mientras se adentraban mas y mas en aquel, cada vez mas oscuro, barranco. Solo encontraron al principio, varias huellas recientes de caballos, que por el numero y lo reciente que eran, debían de corresponder a los cuatro orientales que había atacado desde vanguardia. Llegado el momento, las huellas desaparecieron a un lado del camino y dejaron de verlas, como si alguien las hubiese borrado de forma muy efectiva, o simplemente se hubieran desvanecido.

Fue al cabo de un rato, sin encontrar más rastros que seguir, cuando decidieron dar la vuelta. Larrid temía ahora que sí que quedase alguno mas de los orientales, alguien tenia que haber cubierto el rastro y era poco probable que los cuatro jinetes que llegaron desde allí se hubieran entretenido en hacerlo. No deseaba verse de nuevo metido en un enfrentamiento, y menos estando tan solo dos.

Retrocedieron con mas cuidado que antes, incluso aceleraron el ritmo para salir del desfiladero lo antes posible. Una vez fuera, sintiéndose a salvo, se dirigieron de nuevo al campamento. No fueron a galope tendido, pero si a trote generoso, como si temiesen ver emerger a otro grupo de salvajes abalanzarse sobre ellos.

Llegaron, al fin, junto a sus compañeros, al cabo de dos horas. El sol calentaba con fuerza, e iluminaba con esperanza el campamento. Tan solo el viento les recordaba, que aun era invierno.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 619

► Ya puedes marcar a todos. Larrid podría explicar todo, y lo hará si antes no se le adelanta Leofred XD

► En resumen: Las huellas llegan hasta un punto, unos quinientos metros desde la entrada al paso, donde desaparecen a un lado del camino. Ni tú ni Larrid habéis sido capaces de seguirlas, se desvanecen de repente.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 17-06-20

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15/06/2020, 12:37
Gwalin

TURNO 619

El sol comenzaba apretar en aquellas áridas tierras, haciendo que el trabajo fuera de la sombra que proporcionaba el lugar del campamento fuera un suplicio. Más aun si se tenía todos los aperos de batalla encima. Pero Gwalin era un obstinado guerrero fiel al característico aguante y tesón de su raza. Sudaba, pero no le importaba. Prefería mantener puesta la armadura por si acaso aparecían más enemigos y debía combatir con ellos.

El naugrim había organizado el campamento, con sus compañeros en el lugar más fresco, sombrío y seguro, los prisioneros también a la sombra, pero mucho menos cómodos, sus pertrechos a modo de parapetos por si debían cubrirse tras ellos y un fuego para calentar lo que hiciera falta. También le dio tiempo a organizar las pertenencias de los orientales, separando las armas de las armaduras y demás atuendos y pertenencias de estos. Pero eso no le llevó demasiado tiempo, con lo que ahora le tocaba esperar y vigilar.

Aun así no estaba muy a gusto sentado a la espera de acontecimientos con lo que cada poco se levantaba y daba una vuelta por los alrededores para estirara las piernas, recoger un par de palos que echar a la hoguera y observar si venía alguien.

Y fue en una de estas cuando vio que venían dos jinetes. El guerrero se puso inmediatamente en tensión, por si eran enemigos que venían a acabar el trabajo de los suyos. El guerrero apretó su hacha y escudo con fuerza pero no dio la voz de alarma, quería estar más seguro antes de poner en alerta a los demás compañeros. Al observarlos mejor vio que eran Larrid y Leofred que volvían de su rastreo. Gwalin se relajo gruñendo satisfecho y volvió al campamento donde les esperó.

-Me alegra volver a veros -dijo el enano levantándose y acercándose a los recién llegados-. ¿Habéis encontrado huellas o signos de más jinetes que se alejan? -preguntó esperanzado de que así fuera-. Por cierto, no estaba entre las pertenencias de estos la cota que veníamos a buscar -dijo señalando el lugar donde había dejado todo esparcido, en montones diferenciados por artículos, las pertenencias de los orientales abatidos.

-Dejadme las monturas, las llevaré con las demás. Vosotros sentaros en el campamento, bebed algo de agua y hablad con los heridos, se alegrarán de veros de nuevo. Ahora voy yo -dijo y cogió las riendas mientras ellos descabalgaban para hacerse cargo de las mismas.

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16/06/2020, 16:02
Grimbeorn

Turno 619

Como Grimbeorn viera que, por aquel día, no tendría más fuerzas para solicitar los dones de Araw, el animista aprovechó para recostarse de nuevo. El sol brillante en el cielo se acercaba al punto más álgido de su recorrido y, sin embargo, era engañoso pues el viento frío disipaba en parte el calor del astro rey. Por suerte, Gwalin había tenido a bien preparar un fuego cerca de los convalecientes, por lo que la temperatura era aceptable para el descanso.

El norteño se preguntaba cuánto tiempo les dejaría descansar Larrid realmente antes de proseguir con la persecución cuando reparó en que el naugrim se ponía en tensión durante una de los paseos que daba por las inmediaciones. En varias ocasiones había estado tentado a sugerirle que aprovechase mejor el descanso pero, conociendo como lo estaba haciendo a la gente de bajo las montañas, seguramente hubiera sido malgastar aliento. Esa testarudez podía parecer un defecto y, sin embargo, a la vez era una virtud; esa obstinación por superar lo que fuera que se interpusiera en su camino, era difícil para el hombre del bosque que había pasado toda su vida sin sobrepasar los lindes del Gran Bosque y oído sólo relatos decir si era un rasgo exclusivo de Gwalin o se extendía en mayor o menor medida entre todo el pueblo naugrim.

Mas el enano terminó por relajarse, y volvió con Larrid y Leofred como confirmación de algunas palabras que, arrastradas por el viento, había acertado a escuchar el animista.

- He hecho lo que he podido por acelerar la curación con la ayuda del Cazador por hoy. Pero no me quedan fuerzas para seguir solicitando su gracia. - Informó a Larrid para que éste pudiera sopesar mejor sus opciones a la hora de determinar cuánto más podían descansar. - Mañana, cuando esté descansado y más fresco, puedo intentarlo de nuevo y reponer fuerzas y vitalidad a los heridos. Y voy a necesitar algo con lo que sustituir esto. - Y levantó el harapo inútil en que se había convertido su yelmo antes de arrojarlo al suelo, a su lado.

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16/06/2020, 23:24
Leofred

Turno 619

El rostro de Leofred, reflejando la misma expresión de Larrid, ya auguraba a su llegada que no recibirían unas buenas noticias. Al menos fue un alivio comprobar a la vuelta que algunos habían recuperado alguna fuerza, aunque le seguía preocupando que se esforzasen demasiado. Pronto no tendrían oportunidad de descansar.

Desmontó de su montura con agilidad y le cedió las riendas a Gwalin, que amablemente se ofreció a llevarlas junto a las demás. Mientras tanto, les narró las nuevas, que no eran muchas. - Nada útil. Encontramos las huellas de los que cargaron contra nosotros desde el paso, pero al poco de adentrarnos en el camino, estas desaparecieron; borradas. O eso, o a sus caballos de pronto les han crecido alas y escaparon volando. - se sentó cerca de los heridos y aprovechó para dar un gran trago de agua, después de todo aquello, estaba más sediento de lo que creía. - En fin, no está todo perdido. No podrán ocultar su rastro eternamente, y siempre tenemos a aquellos dos para que nos den indicaciones. -

Echó una mirada de circunstancias a los orientales. No estaban en peligro de muerte, pero seguían inconscientes; ya llevaban dormidos bastante tiempo, lo suficiente para que comenzase a sospechar. - ¿Alguien ha comprobado si ya están en condiciones de hablar? - sin esperar realmente a recibir una respuesta, Leofred se acercó con intención de dar un repentino tirón de orejas o un pescozón a uno de ellos. Les habían engañado ya antes un par de veces, no le sorprendería que se hubiesen hecho los inconscientes al descubrirse atados.

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17/06/2020, 11:46
Sven Ed´Rohir (Edan)

Tirno 619 El rohir frunció el ceño ante las nuevas que Larrid y Leofred les traian. Había albergado la esperanza de que su odisea hubiese llegado a un final. El no descubrir la armadura que venian buscando entre las cosas de los orientales lo habia puesto ya sobre aviso, pero todavia confiaba en que su campamento se encontarse cerca, en las inmediaciones. Y que sus conpañeros encontrasen allí el resto de las cosas. Pero parecía que no era así. El desánimo se apoderó de nuevo de él, aquel infierno parecía no tener final, y la voluntad de seguir empezaba a escasear. No entendía a aquellos salvajes. Después de todo, pensó, no eran tan listos como creía. Aquel incesante goteo de efectivos no había hecho más que darles una oportunidad. Si se hubiesen vuelto todos para enfrentarlos, muy seguramente, ahora serían sus cuerpos los que estarían abonando la estéril llanura de la boca del infierno. Daba gracias por ello, ahora estaba convencido de que no podían quedar muchos de ellos. Por muy buenos que fuesen ocultando sus rastros, nisiquiera ellos podrían disfrazar un grupo mucho más numeroso del que apuntaban las pruebas sobre el camino. En total habian neutralizado a 9 enemigos, al precio de 3 bajas entre los suyos. La previsión inicial habia sido de entre 10 y 12 orientales. Puede que alguno más. Estarían mas cansados y con menos provisiones. Por primera vez desde que partieron de Tir Anduin, Edan sintió que realmente, ahora si, ellos eran los cazadores y los Sagath, su presa. No...respondió a Leofred ...esperabamos la llegada de Larrid. De todas formas, yo no esperaria mucho de ellos. Son salvajes, pero su sentido del honor no es muy diferente del nuestro. se habia incorporado hasta sentarse apoyado en una roca inclinada No perdemos nada por intentarlo, pero yo no tendría muy en cuenta lo que nos cuenten... Después de un rato se acercó a donde el enano habia almacenado las pertenencias de los orientales y buscó entre ellas. Cuando encontró lo que buscaba, regresó con Grimbeorn y le ofreció uno de los yelmos de cuero que portaban los arqueros. Ten, éste parece en buen estado, mira si te va bien. tal vez no resultase tan intimidatorio como el del bosquimano, pero cumpliría bien su función.

Notas de juego

Nagredog. Aprovecho para echarle un ojo a las cosas a ver si encuentro algo que me interese. Las lanzas son normales o de caballeria? Cuantas puedo revisar por turno? Tengo que tirar usar objetos? Alguna Secundaria como evaluar armas, etc?

DJ:
- Las lanzas no son de caballería.
- No estamos en modo asalto, por lo que puedes revisar cuanto quieras. En función de lo que hagas y de cuanto tiempo inviertas, tardaras mas o menos tiempo.
- Puedes tirar usar objetos para averiguar si alguna es especial.
- Si tuvieras alguna secundaria como herrería, o algo relacionado con la elaboración de armas, podrías usarla. También alguien que tuviera habilidad para comprar o venderlas.

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18/06/2020, 02:46
Larrid

Turno 619

 

- Veo que estáis bien cuidados, y que os recuperáis rápidamente - dijo el etheod contento por ver a todos recuperados, o al menos conscientes - Hoy pasaremos el día aquí, comeremos caliente, y mañana cruzaremos el paso hasta dar con algún rastro de nuestros enemigos - dijo confiado.

- Creo que queda algún oriental, uno, quizás dos - comenzó a explicarse - si fuesen más, no se habrían molestado en esconder su rastro. - añadió a la información de Leofred - Seguramente habrán quedado guardando sus provisiones - era su opinión, y esperaba estar en lo cierto.

- Pero ya resolveremos todo eso, por el momento considero mas importante que os recuperéis - afirmó decidido - Así que... espero que alguien prepare algo de comer, ¡estoy famélico! - termino por decir en tono jocoso.

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18/06/2020, 04:57
Director

RESOLUCION TURNO 619
 

 

Larrid y Leofred llegaron cuando el sol señalaba ya, que el mediodía estaba cerca. Según pudo informar el bardo, las huellas de los orientales se perdían en el interior del desfiladero. No dijo más, aunque el etheod si que dio su opinión al respecto. Él creía que no podían que dar mas de uno o dos orientales, guardando todo lo que un guerrero no llevaría a la batalla. El intento de sorprenderlos no había sido mas que un ultimo intento por terminar con sus perseguidores. Fuera como fuese, la intención era descansar durante todo el día y toda la noche, y volver a la persecución a la mañana siguiente.

Los dos enemigos capturados seguían inconscientes, y aunque intentaron reanimarles, las heridas sufridas impidieron que volviesen en sí. Tendrían que esperar aún un poco para sonsacarles algo de información.

Mientras Edan revisaba las pertenencias, que el enano se había molestado en separar en varios montones, Grimbeorn comenzó a preparar un guiso con lo que pudo. El rohir le había dado uno de los yelmos de los orientales en sustitución al suyo, que tras el golpe había quedado dañado. Y lo cierto es que no le quedaba mal, la piel de conejo de la visera no era como la del lobo, pero le confería al animista ese aire salvaje al que tenia acostumbrado a todos.

 No tenían muchos productos frescos, pero con unas legumbres, la carne ahumada y un poco de chacinería, Grimbeorn logró dar un poco de sabor al plato. Se acompaño con el pan de centeno que habían comprado, hecho con una mezcla que lo hacia durar fresco por mas tiempo. Aun así, no era el pan más tierno del mundo, de hecho, su sequedad solo pudo contrarrestarse mojándolo en la comida del bosquimano.

La tarde pasó con tranquilidad, Gwalin se mantuvo activo casi todo el tiempo, cuidando de los caballos, y manteniendo una férrea vigilancia de los alrededores. Leofred lo ayudaba, y junto al propio Larrid dejaron que sus amigos descansasen mientras ellos mantenían el lugar a salvo. No es que ocurriese nada, pero toda precaución era poca. Todos esperaban ansiosos el despertar de los orientales, y eso acabo por ocurrir. Primero uno, y al poco el otro, abrieron los ojos para descubrir que estaban atados de pies y manos. Además, otra cuerda rodeaba sus torsos, uniéndolos entre si espalda con espalda.

 

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 620

► Han pasado cuatro horas desde la vuelta de Larrid y Leofred

► Los dos orientales se despiertan.

► Recuperaciones:
- Edan recupera 10 PV’s (mientras revisa las pertenencias solo recupera 1 PV).
- Grimbeorn recupera 10 PV’s (mientras cocina solo recupera 1 PV).
- Hallfrid recupera todos sus PV’s. La herida del muslo sigue provocándole un -10 a la activ. hasta que se cierre. No pierde sangre, pero le molesta bastante al moverse.
- Gwalin recupera 6 PV’s. (Solo pasa 1 hora completa descansando).
- Leofred recupera todos sus PV’s. (Solo pasa 1 hora completa descansando).

 

► Resolución del próximo turno: domingo 21-06-20

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18/06/2020, 11:16
Gwalin

TURNO 620

Gwalin estaba intranquilo. Sus enemigos estaban inconscientes pese a que de vez en cuando se llevaran un tirón de orejas y algún pescozón para despertarles. Quería obtener información de a dónde se dirigían y cuántos orientales eran y si llevaban provisiones abundantes y caballos de refresco, pues en aquel lugar ese tipo de cosas influían mucho. 

Además Larrid dijo algo que le dejó al enano pensativo: "Seguramente habrán quedado guardando sus provisiones", recordó y tras meditarlo él solo en varias idas y venidas en busca de madera y de su paseo de vigilancia del perímetro que él mismo se había marcado, por fin se sentó al lado de Larrid y se lo comentó.

-Has dicho que seguramente habrán quedado guardando sus provisiones -recitó tirando de memoria-. Eso quiere decir que se quedaron mirando, o por lo menos esperando, a ver cómo se desarrollaba la liza -argumentó Gwalin-. Con lo que podría haber huellas en algún sitio lejano pero que pudieran vernos. Y, más importante, si esperaron a ver el resultado, no están tan lejos como suponemos ¿no crees? -concluyó el guerrero mirnado a su líder a ver qué le parecía aquella amalgama de ideas correlativas.

 

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18/06/2020, 16:05
Grimbeorn

Turno 620

El animista se había vuelto a recostar tras preparar algo de comer y llenar el estómago. Recuperar fuerzas con el hambre satisfecha era más óptimo que hacerlo con unas tripas rugientes. Si no fuera porque la cabeza aun le martilleaba ocasionalmente allí donde la lanza le golpeó, Grimbeorn seguramente hubiera cabeceado un rato con una sonrisa en los labios. Pero la tierra de Mordor no invitaba precisamente a aquellas comodidades y las nuevas de Larrid desaconsejaban tal proceder. Quién sabía cuántos orientales más quedaban, o si estaba al acecho esperando sorprenderles y liberar a sus compatriotas. Así que, apoyado contra una roca y su capa enrollada a modo de "almohada", el norteño se limitaba a seguir las idas y venidas de los compañeros activos o a escuchar conversaciones.

- Hay algo en el razonamiento de maese Gwalin que me ha hecho plantearme mis propias sospechas. ¿Nadie encuentra raro que nunca hayamos alcanzado a ver, ni siquiera a lo lejos, una nube de polvo creada por la marcha de los orientales?¿O que parezcan estar tan bien comunicados como para ejecutar un ataque desde dos flancos de forma simultánea? - Tenía algunas cuestiones secundarias más, pero calló, e hizo un gesto invitando al naugrim a hacer lo mismo cuando se percató de que sus "invitados" recuperaban la consciencia. No podía saber si aquellos salvajes entendían la Lengua del Oeste y escucharían lo que ellos hablasen, por lo que le pareció prudente mantenerse en silencio al menos hasta saber hasta qué punto eran comunicativos y recepticos.

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19/06/2020, 20:50
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 620

Todos disfrutaron de la comida. Edan engullía como si llevase días sin probar bocado.
El cansancio, las heridas y la fatiga de la pelea habían consumido muchas energías, y el cuerpo pedía carne y proteínas para reponerlas.

El bosquimano se había esforzado por cocinar para ellos a pesar de su estado, algo que el Rohir apreció dandole las gracias una vez más.

Después de comer se echó de nuevo, con el estómago lleno y el cansancio no tardó mucho en conciliar el sueño vespertino. Un par de horas después se despertó claramente más brioso que antes. La siesta había sido de lo más reparadora y el joven se sentía en forma de nuevo.

Antes de volver con el resto, se acercó una vez más a donde se encontraban las cosas de los salvajes y se detuvo nuevamente en sus armas, prestó especial atencion a sus lanzas y espadas. Las lanzas parecían ridimentarias, no eran muy diferentes de las que el estaba acostumbrado a usar, pero las espadas eran sensiblemente diferentes. Eran curvas, al estilo de las gentes de oriente. Empuñó una y probó su equilibrio con un par de estocadas al aire. Se preguntaba si su forma era un simple ornamento o cumplía alguna función más práctica.

Antes de seguir revisando las pertenencias de los orientales, sus compañeros le llamaron. Los presos se habian despertado ya.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Pues voy a tirar usar objetos para las lanzas y las espadas. Hago 8 tiradas. Dedicó el tiempo que me quede despues de descansar al menos un par de horas.

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20/06/2020, 02:35
Larrid

Turno 620

 

Larrid escuchaba, en silencio, lo que le decían. No era un líder, o al menos no habitualmente. Durante aquel viaje había cometido muchos errores, y su participación se había limitado a lo que sabia hacer, guerrear. Ahora había aprendido a escuchar, y absorber todas las ideas para formarse la suya propia.

- Sí maese Gwalin, los que puedan quedar, se resguardan no muy lejos de aquí. - declaro convencido, en la línea de los pensamientos del enano - Solo tenemos que dar con su rastro - continuo pensativo - aunque se han tomado la molestia de borrarlo, estoy seguro que daremos con él - no habían encontrado nada, pero con ayuda de todos lo harían antes o después.

- Grimbeorn, ninguno de nosotros hemos alcanzado a ver esa nube de polvo, pero eso no significa que no estuvieran delante. - valoraba las palabras del bosquimano - El aire azotaba con fuerza, pudo disipar ese polvo. O tal vez estaban demasiado lejos para verlo, no lo se - se encogió de hombros - Lo único que sé es que realmente estaban delante, y nos esperaban.

- Respecto a su capacidad para coordinarse... no se que decir - se sinceró - no escuche cuernos, ni vi señales luminosas, y aun así atacaron - le dijo al animista - Quizás esos dos sepan arrojar algo de luz al todo esto... - terminó por decir, señalando a los orientales, que acaban de despertar

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20/06/2020, 11:49
Leofred

Turno 620

Tras unos pocos intentos de despertarlos, Leofred quedó convencido de que los orientales no fingían su desmayo y no le quedó más remedio que abandonar, tendrían que esperar pacientemente hasta que se recobrasen. De todas formas sus propios heridos tenían que descansar, de modo que no se sintió como una pérdida de tiempo.

Tras los acontecimientos de aquella mañana no podía agradecer lo suficiente la comida de Grimbeorn; aunque de preparación rudimentaria, resultaba muy sabrosa y ayudaba en parte a sobrellevar el resto del día. Tras haber pasado la noche en vela a la espera de un ataque que no se produjo hasta el mismo amanecer, sin aquellos platos sentía que habría desfallecido hacía tiempo. - Bueno, sabíamos que los orientales nos sacaban ventaja, no sería de extrañar que no llegásemos a tiempo de ver el polvo que pudieran haber levantado en su camino. - respondió el bardo sumándose a la conversación. - Pero me sorprendería que sus compañeros siguieran cerca. ¿Acaso no se dirigían a algún sitio? ¿Porqué no atacarnos con todas sus fuerzas, a no ser que les corra prisa llegar a su destino? - fueron las aventuraciones del bardo, que tampoco comprendía el propósito de los orientales.

Pasó la tarde sin gran novedad, repartiendo las tareas de vigilancia con Gwalin y Larrid, hasta que finalmente los prisioneros dieron señales de despertarse. Advirtieron al resto y se reunieron para ver qué hacían con ellos. - ¿Podéis entendernos? - fue su primera pregunta, para continuar de inmediato - No os haréis ningún favor negándolo. ¿Tal vez en otra lengua? // ¿Ar gali mane suprasti? // ¿Beni anlayabiliyor musun? - les repitió la pregunta en un par de dialectos que conocía.

Notas de juego

Oestron, Adunaico y Logathig, son los idiomas que puedo probar.

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20/06/2020, 21:29
Gwalin

TURNO 620

La conversación que el grupo había establecido sobre los orientales que quedaban solo habían puesto más dudas en la mente del enano. Si bien sabían que habían escapado, no sabían ni cuantos eran ni cuánta ventaja les sacaban. Gwalin miraba de soslayo a los dos orientales que tenían presos. Ellos eran la clave para responder esas preguntas que se debatían en la mente del guerrero.

Por fin salieron de la inconsciencia los orientales que tenían presos. Leofred fue el primero que se acercó para hablar con ellos. Les habló con calma y cuidado, sin amenazarles ni agredirles. Gwalin se acercó y se colocó el guantelete de malla delante de ellos, para que le vieran colocárselo. Quería que supieran que había otras formas de que les dijeran lo que les preguntaban si no era por las buenas.

El guerrero naugrím miró fíjamente a los orientales, callado, serio, esperando a ver lo que decían y preparado para intervenir si era necesario.

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21/06/2020, 04:08
Guerrero Aisdrag

Turno 620

 

Los orientales despertaron al fin. Sus heridas ardían de dolor, y todo alrededor daba vueltas en su cabeza. Cuando por fin recobraron totalmente el sentido, descubrieron que estaban atados, habían sido capturados. Ya conocían el final de la contienda, mientras buscaban sin éxito a mas de su compañeros, entendieron que eran los únicos supervivientes.

Mientras el naugrim clavaba su mirada inquisidora sobre ellos, uno de los hombres le hacia preguntas. Solo entendieron algunas preguntas, no conocían bien la lengua del oeste, salvo las palabras mas básicas. Lo escuchaban no tenia sentido. Sin embargo su mirada, sus rostros, se tornaron en incredulidad cuando vieron como aquel tipo hablaba su lengua, y aunque tenia mucho acento, no lo hacia mal

- ¿Méi Well Ronn Feierwon am, wee koum Stret do? - pregunto con cierto desdén uno de ellos.

- hie an iw'rem erwaacht. - dijo el otro con violencia en su voz, mirando hacia las rocas, para después escupir a un lado.