¿De dónde salían aquellos pájaros?
Mi caballo, asustado y deseoso de no pisar a las aves para no resbalar o torcerse una pata, comenzó a saltar y cabriolar. Con esfuerzo, me levanté sobre mis estribos para no salir catapultado por la montura. Tirando firmemente de sus riendas, intenté detenerlo. El oso no valía la pena si me partía el cuello en una caída desafortunada.
Mangel, Mangel, ¡espera!
Pude ver a Rodric, detrás de mi, que también tenía problemas similares. Intenté dirigir mi montura hacia la suya y ayudarlo a controlar a su caballo, pero no sabía si podría con las dos monturas.
Corres detrás del oso que huye despavorido al oír el ladrido de los perros. Rápidamente la jauría persigue al animal salvaje sin atender a tus razones y se pierden detrás del oso. Al poco rato pierdes de vista al Oso y los perros. El sonido de sus ladridos retumba por todo el bosque y te es difícil orientarte. Miras hacia los lados y te das cuanta de que el Viejo Garr ha salido detrás de los perros y no lo ves. Ni a tus compañeros tampoco.
Drest intenta sostener al caballo de Rodric, pero este no atienda a razones y tira a su jinete al suelo, que rueda debajo de las patas del animal para no ser lastimado. Rápidamente Drest controla al caballo y Rodric puede levantarse con algunas heridas leves sin importancia. Cuando levantáis la vista, tanto Mangel, el Viejo Garr como la jauría de perros la habéis perdido de vista.
Rodric, sufres 1D6 de daño.
Tras un buen zurriagazo se empieza aponer en pie.
- Gracias Drest. Comenta agradecido: - Nuestro Señor te ha puesto en ese lugar para salvar mi vida. Misericoridioso sea. Terminan mirando al cielo, y acto seguido corre a tomar las riendas de su montura. No se imaginaba que esas aves pudieran asustar tanto al caballo, pero se aprendía de los fallos. Intentaba disimular sus daños, que habían sido interesantes, pero nada grabe. Algún morado nuevo para la colección.
Estaba tan desorientado que se conformaba con conseguir montar otra vez. Ni escuchaba a los perros ni sabía nada de nada. Por ahora esperaría en ese lugar, por lo menos, hasta tener información o que su compañero que dijera que hacia un sitio u otro.
Motivo: daños
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: cazar
Tirada: 1d20
Resultado: 18
La gratitud de Rodric es cálida y bien recibida, pero inesperada. Lo cierto es que he actuado por instinto, sin valorar los riesgos o los daños que podía haber sufrido yo al tirar de la otra montura.
Imagino que así ha sido. Demosle pues las gracias al señor. comento con tono humilde Yo sólo he sido su marioneta, su brazo ejecutor... suyo es el mérito y la misericordia.
Se sube de nuevo al caballo, como debe ser. Un futuro caballero no puede tener miedo al animal después de una caída, por mucho que sea tan aparatosa como esta. Nos encontramos de nuevo frente a frente.
¿Has podido ver algo? le preguntó a Rodric Le he pedido a Mangel que esperase, pero no debe haberme oído. ¿Por dónde deben estar él y el padre Garr?
¿Que hacemos? ¿Tirada de caza o de orientación? ¿O podemos deducir que hay que seguir hacia el norte? ¿Se ven las pisadas recientes de sus caballos o los perros?
Confesó avergonzado: - Sólo vi las aves salir entre las patas del caballo. Nada más. Pero tiró de memoria, ya que sus sentidos en estos momentos andaban bastante mal ... al igual que su trasero: - Lo único que recuerdo es que teníamos que salir hacia el norte. No más hermano.
Me gustaria ir a reunirme con los compañeros. ¿ como hago?
Vuelves sobre tus pasos, al trote con el caballo para no perder la señal de tus huellas y rápidamente encuentras a tus dos compañeros. Ambos están charlando con los caballos parados.
Veo retroceder a Sir Mangel. Freno mi caballo y observo por un momento a la jauría de perros que corren detrás del Oso y valoro la situación y pego un chiflido avisando a mis perros de que vuelvan conmigo. Y continúo el camino sin perder de vista a Mangel.
Motivo: Cazar
Tirada: 1d20
Dificultad: 21-
Resultado: 4 (Exito)
Me uno a la expedición procurando no salir ni marchar de ellos.
Tras haberse perdido torpemente, Mangel entendió que igual eso de ir por libre, no era la mejor forma de proceder. Empezaba a ponerse nervioso el futuro caballero, pero afortunadamente, volvio a oir el ruido de perros, que a él le sonó a musica bendita. Desandando el sendero busco a los suyos y parece que los encontró.
Casi me echo en los brazos de aquel hombretón al verlo llegar. Bendito sea el señor.
¡Mangel! ¡Mangel! Nos habíamos perdido, hermano... unas aves distrajeron a nuestros caballos...
Al menos, posé mi mano en su antebrazo. Bajé el tono para añadir:
Rodric estaba un poco nervioso y me quedé para ayudarlo... luego ya no os vi.
Entoncés miro más allá del hombro de Mangel y no veo a nadie.
¿Y el padre Garrrr?
Aquel viejo nos la había jugado, después de todo...
Siguiendo la pista de Sir Mangel, veo que ha localizado a los otros dos escuderos. Cabalgo más rápido para ponerme a su altura. Había perdido un poco de tiempo en recuperar a los perros. Cuando llego a su altura comento.
- Aún es temprano, deberíamos de intentar cazar al oso antes de que la hora del almuerzo nos llegue.
Tambien se le notó aliviado a Mangel, pues la asuencia del grupo, más bien perdida de él, se le estan haciendo más cuesta arriba de lo que parecia.
Repartió , no un abrazo, pero si un golpe en el hombro ,varonil y rudo, a todos sus camaradas escuderos.
ya estan todos juntos.
tras mirar al viejo, mangel le dice.
¿ y agora qué, para donde enderezamos?
Más que nervioso estaba cabreado. Se había estampado, y gracias a Dios, no se había herido más que el orgullo. Y algo sucio.
- Hagamos un nuevo intento antes del almorzar. Si no lo logramos, después del almuerzo podríamos intentar otra vez, para que no nos pille la noche. Esta vez hemos estado apunto de cogerlo.
Mangel manso y tranquilo, se coloca tras el viejo Garr. se mantiene a la expectativa, y desde un lugar secudario.
Rodric espera ordenes concisas. No sabía que es lo que se quería hacer ni lo que se esperaba de él, así que, pacientemente, miraba al resto, con la esperanza de que pronto el líder del grupo dijera que hacer.
El anciano sacerdote me desconcertaba una vez más.
¿Ahora hemos estado a punto? le contesté ¿Queréis decir?
No estaba muy seguro de ello. Sin embargo, la pregunta de Mangel era más fácil de responder.
Yo continuaría hacia el norte. Quizá deberíamos volver a rastrear, por si ha variado de rumbo, pero en caso de duda, esa fue la última dirección conocida que tomó...
Si el oso era un peligro por que atacaba a los que cruzaban aquella zona no deberían tardar tanto en encontrarlo. ¿Acaso se ocultaba de las personas ahora? Algo no cuadraba en todo aquello... era como si el oso supiera que lo buscaban. Pero sólo era una bestia, ¿o no?
- Si. Es una animal peligroso, pero no demasiado inteligente. Huye de los perros. Pero le daremos caza. Me parece buena idea ir hacia el norte. ¡Vamos!