Partida Rol por web

Un placer caballero. Le dije saludándolo secamente con la cabeza mientras mantenía las manos donde debían estar, sujetando todo el equipo que llevaba a cuestas. No solía dejar que nadie se encargara de mis cosas, era muy paranoico en esos aspectos. ¿Así que todos los servicios que deseemos em? Pregunté arqueando una cejar. ¿Incluida discreción? Era algo bastante importante, que rara vez lograban proporcionar, pues a todos les gustaba comentar que su nave había servido a la causa del imperio haciendo las veces de transporte para inquisidores, o en este caso sus agentes. Rápidamente me di cuenta que la cara y los gestos de aquel hombre no me gustaban en nada. Había algo que no sabía determinar, pero que me ponía un tanto nervioso al verlo.

Zachariah asiente mientras sigue al hombre.

¿Hay terminal de datos en la nave?

- Por supuesto pero me temo que normalmente están restringidos al uso de la tripulación, responde con sonrisa maliciosa.

Me pareció que Tarkov estaba pajareando con aquel extraño personaje, incluso empecé a creer que quería algo de nosotros.

Con disimulo olisqueé mi sobacos, y poniendo un poco de mala cara, busqué un sitio para sentarme y ver como estaban jugando al tira y afloja para conseguir alguna información...

Claro, pero no todos los días se tiene la oportunidad de que un adetus mechanicus tan competente como mi compañero se conecte a uno de esos terminales para hacer un pequeño diagnóstico por el bien de todos, el espíritu de tan gloriosa máquina lo agradecerá. Incluso aunque pueda acarrear algunos costes sería un dinero bien invertido.

El arbites miro a Zacharian esperando que no se tomara a mal su intromisión, pero estaba claro que aquel zalamero era tan corrupto como el culo de un adorador de Slanesh y que por algunos créditos les dejaría acceder al terminal.

- Desde luego sería de agradecer pero eso lleva mucho papeleo para autorizar el acceso, avisar el Machanicum de la nave de que otro colega quiere acceder, por no decir que si pasar algo yo saldría perjudicado pues le permití conectarse....y no me gusta salir perdiendo, dice con cara de avaricia.

Octus dedica una lúgubre sonrisa y mira a Zacharian, encogiéndose de hombros.

¿Y el Machanicum de la nave estaría libre para que pudiera conversar con él? Hace tiempo que no puedo intercambiar impresiones con alguien dedicado a ese sagrado menester.

Victus que tras la salida de la horrenda cueva estaba sumido en un inteso yo interior, como si estuviese conectado con la disformidad, poco a poco volvía en si mismo.

A ver que el sobrecargo no paraba de hablar intervino algo peliaguado

-Y bien, nos lleva o no a nuestro habitáculos, además tengo hambre.

- Por supuesto, responde a Zaddion mientras comienza a andar. Transmitiré su deseo al explorador de la nave, añade a Zachariah

Por que no me dejas pincharle las pelotas?así comprobaremos si es mas respetuoso con la inquisición.-Le dijo a su compañero Tarkov en un tono de voz bajo, letal...

Sebek continúa el paseo camino de vuestro camarote. Queda patente al llegar que no están acostumbrados al transporte de viajeros: un camarote de paredes oxidadas atestado de incómodos catres, mobiliarios desiguales y lámparas incandescentes que a veces se apagan durante tiempo indefinido.

- Las comidas son en la cocina pero no se preocupen que vendré a buscarles. Los pasajeros no tienen permitido deambular solos por la nave por lo que si quieren salir no duden en decírmelo, comenta con rintintín

Por mi no te cortes. Le contesté a Yuri mirandole fijamente. Luego en nuestro lenguaje secreto le dije en voz baja poniendome a su lado. Esto cada vez me da peor espina, es como una carcel. ¿No te parece? Creo que no dudaré mucho tiempo escoltado a todos lados y vigilado. Menuda mierda. Sabía que tampoco era algo que mi compañero fuese a aguantar, pues era de aquella clase de gente a la que encierras y acaban reventando. Y con razon... Pensé mientras caminaba por aquel lugubre lugar.

Jajajaja. Claro, amigo, nos quedaremos aquí encerrados pensando en el orco que contratasteis como decorador de interiores. Salvo que tenga hambre, que ir al baño, ir a rezar a la capilla, hacer un poco de deporte o me quede sin tabaco... pero para lo demás, te avisaremos.

Dijo Octus onservando el escaso mobiliario y las oxidadas paredes.

Zachariah tocó casi con reverencia las paredes de la nave según iban dirigiéndose al camarote. Alzaba la mano en dirección a cada una de las lamparas maltratadas y parece como si los aparatos sintieran la cercanía del sacerdote y por un instante lucieran más y sin parpadear, pero en cuanto se alejaba volvían a su anterior rutina.

Me encantaría escuchar tu historia, pequeña...