Partida Rol por web

Me moví con agilidad hacia la plataforma e imité su postura con cierta tensión en el cuerpo. 

La única expresión que me permití durante toda la ceremonia a Malek fueron unos ligeros mordisquitos nerviosos en el labio inferior. Eran muchísimos nombres, juraría que eran más de los habituales. Aproveché para echar un vistazo completo a todos los que quedábamos y pude confirmar que apenas habíamos pasado más de la mitad. 

Me mantuve atenta a la selección de los grupos, tratando de recordar todos los nombres que podía de los que eran llamados. 

Observé atentamente al que iba a ser mi nuevo líder de Sección y avancé rápido cuando él dijo mi nombre. Esperé a que nos pusiéramos en movimiento antes de abrir la boca, no fuera a molestarle al líder. 

Posé mis ojos sobre Beren y Bastian y me acerqué a ellos para presentarme. 

—Me llamo Fiora Vossendir, un placer —dije, ofreciéndoles la mano a ambos. La suavidad de mis ojos contrastaba con la inexpresividad de mi rostro al presentarme. 

Tras unos minutos de descanso donde todos los aspirantes que habían conseguido cruzar el parapeto, se reponían, los diferentes líderes de Ala, Sección y Pelotón se presentaron o se dejaron ver.

De hecho eran caras conocidas, pues eran los mismos Jinetes que nos habían ido pidiendo los nombres al entrar en el recinto escolar. En el caso de Beren su grupo era la 4ª Ala liderada por el jinete Alec Monrein, líder de la Sección Cola, cosa que de entrada le dejó más satisfecho, pues la mujer encargada de la otra sección, Garra, le pareció excesivamente prepotente, aun siendo una jinete y líder de otras Alas. Su mirada por encima del hombro a todo aspirante, denotaba una falta de empatía y educación... Eso no ayudaba a "amar" a tu líder...

Alec Monrein fue diciendo los nombres de los aspirantes y en que Ala se encuadraban... Beren profirió una sonrisa cuando comprobó que su nombre y el de Bastian seguían unidos...

Wow!!! esto es una señal querido Bastian, estamos juntos en la misma Ala. Ya te dije que si estabas aquí era por algo.

En estas nombraron a una de las chicas. Una mujer de buena figura, que bien parecía se mantenía en forma y que respondía al nombre de Fiora Vossendir. Ella misma se acercó a nosotros y se presentó.

Bienvenida al Ala 4ª Fiora Vossendir, yo soy Beren Northwind y él es Bastian Baltasar, para mi el más extraordinario de todos los que estamos aquí, ya que teniéndolo, posiblemente, bastante más difícil que el resto, ha conseguido cruzar!!!

Supongo que ya que empezaremos a trabajar juntos, lo más sensato sería colaborar y cubrirnos los unos a los otros y hacer equipo; 6 ojos están más alerta que 2, y no podemos fiarnos de todo el mundo. Prefiero crear una fidelidad en los que vayan a arrimar el hombro a mi lado...

La muchacha era una mujer de cierta altura, ojos oscuros y pelo castaño. Beren se percató en que por la parte de detrás de su cuello asomaba un fragmento de algo...

Sección Garra, Ala 2. 

Aquello ya era una realidad, había pasado el primer filtro y ya habías sido asignado a un ala. Casualmente estaba con Elrick que es con el único con el que había cruzado palabra hasta el momento y con aquel otro sujeto que se veía que no era de cuna noble, pero se veia alguien que sabía moverse por la vida y que era lo suficientemente independiente para saber defenderse solo.

Algo le decía que habría que mantener un equilibrio entre Elrick y asterion, uno muy estirado y uno muy de calle.

En la otra ala, estaban 3 de las.mujeres que había visto cruzar el parapeto, todas se veían confiadas y que sabían lo que hacían. Ya se hirian conociendo.

Cuando la líder de la les ordeno seguirle, Kenneth estuvo listo para avanzar, dejo que pasarán primero los de la primera ala y después de ellos, avanzo con la segunda ala.

Se mantuvo en silencio, no sabía si podían hablar mientras seguían a la líder de sección y se veía lo suficientemente de malas pulgas como para no querer molestarla.

De modo que esas dos chicas lo habían hecho perfecto. Incluso corriendo una de ellas. Despues de pasar la misma prueba que ellas no se podía negar el valor que demostraba correr en ese espacio y condiciones. Mas gente de la que estar atento. La vida le habia enseñado que hasta la mas bonita de las sonrisas era capaz de darte una cuchillada por la espalda.

Sonrisa bonita... ¿Que estaria haciendo Marlee en ese momento? 

Sacudió la cabeza y volvio a la realidad, habria tiempo de pensar  en ella y quedarse embobado, pero el tiempo no era este.

¿Que es lo que estaa rascando la chica mas alta? Habian dicho que se llamaba Fiora ¿Que era esa marca que sobresalia de su espalda en color azul? ¿Seria un tautaje? ¿Una enfermedad?

Genial... dos noblecitos.

Al menos Skylar estaba en su sección, estaba claro que ella era competente, y la tal Samara tambien parecia una chica que sabia sacarse las castañas del fuego, a fin de cuentas no se le habia escapado como se acercó al cofre del noblecito cuando el propio Asterion dio por finalizada sus tareas en el. La tercera en discordia, no la habia visto ni llegar ni cruzar, no le habia prestado atencion.

Hora de seguir a la lider de seccion, Cassandra Blaken, esperaba que en un entorno tan claramente militarizado los nombres de alta cuna no tuvieran demasiados privilegios. Su experiencia le habia enseñado que un mal lider con infulas y pocas destrezas desembocaba siempre en el fracaso. Hasta ahora habia salido siempre airoso de esas situaciones, pero este sitio deberia ser mas simple que la calle, no mas complicado.

Cuando echaron a andar siguiendo a la lider se fijó mas detalladamente, las ropas de Elrik tenian un corte que desprendia opulencia por los cuatro costados. Su porte, actitud, todo en él cumplia a la perfeccion los estandares del noblecito de bien.

Kenneth por su parte... si, el porte y su actitud denotaban noble cuna, sus ropas habian visto dias mejores. Eran funcionales, intentaban aparentar, pero no pasaba por su mejor momento economico. Es posible que él si hubiera doblado el lomo alguna vez en su vida. Al menos sabría como atarse solo las botas.

La joven pelirroja, sofoca por la adrenalina gastada en la prueba, cogía fuerzas agachada, con las manos apoyadas en sus rodillas. Poco a poco el resuello volvió a su cuerpo y se acercó al puesto donde había que dan nuevamente el nombre.

-Skylar -dijo sin más a los jinetes encargados de dicha tarea. 

Fue entonces cuando una voz sonó a su espalda. La mujer se giró preparada para lo que fuera, gajes de la vida en las calles. Pero en vez de una amenaza se encontró un rostro conocido.

-¡Asterion! -dijo sorprendida de encontrárselo allí-. ¿Qué hacen dos hijos de las cloacas en este lugar? -comentó sonriente, dándose cuenta de que hacía mucho tiempo que no sonreía.

-He estado entrenando durante cinco años en una sala cerrada -dijo respondiendo a su pregunta-. Bueno, la verdad es que me raptaron y cuando pensaba que me iban a matar o algo peor, resulta que no sé quien quiso darme esta oportunidad...se cuenta rápido, pero han sido cinco años muuuuuy largos -comentó levantando una ceja y cambiando el rostro pasando a ser más serio. Se notaba que aquello le había marcado.

-Pero, ¡mírate!, si no eras más que un mico la última vez que te vi... lo que has crecido. Seguro que ya no necesitas que alguien te eche una mano para quitarte a unos tipos de encima. Y seguro que...

 ¡En formación!

Aquella orden cortó la conversación de la joven con Asterion, pero mientras se colocaba le dijo en bajo-. Ya hablaremos, suerte y no te rindas.

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Skylar escuchó atenta lo que los jinetes iban diciendo, hasta que llegó el momento en el que empezó el reparto de Alas. Primero las garras, a cargo de la jinete Cassandra Blaken. No tardó mucho tiempo en salir Asterion, que compartía grupo con dos nobles, pero el recuerdo de Elrik llegando tan pomposamente no se le olvidaba. Al poco salió su nombre- Ala tercera, junto con Samara y Mía. Grupo de chicas... va a estar entretenido. Y Asterion también está en las garras, algo es algo -pensó Skylar mientras se acercaba a donde estaba Cass y miraba de reojo a su amigo que estaba en el Alla dos de las garras.

Escena antes de la cerenmoia para dividir los grupos:

            - ¡Samara y Maluma Azkarizade señores!    ¿Cuál es nuestra siguiente prueba? -       Responde Maluma con aparente seguridad pese a haber sufrido un poco el paso de la prueba anterior a los jinetes que les recibieron del otro lado mientras que le sonrió por un momento y se giró para cerrarle un ojo a Asterion por la idea de revisarlo para sacarle algún provecho.

           Por su lado Samara le sonríe un momento a Elric Surmbrighde agradeciendo mentalmente por su involuntario apoyo con las cosas de su cofre cuando se acercaba él para platicar con Kenneth, antes de acercarse a ella el sabio y amable de Beren cuando este le recomendó quitarse el unguento que les había ofrecido antes para cruzar mas seguros el camino angosto del parapeto, antes de que fuera a platicar con Bastian, entonces le responde con una sonrisa y una mirada atenta a ambos mientras que se limpia los pies si hay con que hacerlo: 

            - ¡Hola chicos!    Como ha dicho antes mi hermano nos llamamos Maluma y Samara Azkarizade, hemos venido del sur y nos da gusto conocerlos.     ¡Muchas gracias por tu previa ayuda generosa Beren! -     Entonces Samara saluda con la mano extendida o una sutil ccaravan previa a Beren y después Bastian cuando ambos se aceran caminando hacia este, entonces la chica guarda silencio por un momento, mientras que pone atención y escucha a la pareja de jóvenes y solo tras terminar de escucharles opina con voz entrecortada por recuperar la respiración tras el ejercicio previo:

           - Humildemente yo en lo particular no me animaría a precipitarme para juzgar de prepotentes de manera generalizada a los jinetes ya que solo hemos tratado a muy pocos, por muy poco tiempo y en una situación en  particular en la que podrían estar valorando nuestras reacciones ante su commportamiento, por otro lado yo también he sufrido del tipo de sock al que te refieres Bastian y además de mi hermano tengo a otros dos hermanos y a mi padre, ustedes viven con sus familias? -       Por otro lado mientras Maluma tras haber informado ante los cazadores se queda un momento cerca de ellos mientras que escucha como algunos se han presentado también de manera discreta, pero se aproxima un poco cuando Hielina ha preguntado por sus cosas, entonces el joven le sonríe con sutil confianza y mira al cazador que les recibe para apoyar el cuestionamento de la bella y joven rubia:

           - ¡Mientras que recuperas el aliento te puedo compartir un poco de vino guapa!    ¿Es cierto lo que ha dicho ... Hielina ... ¿Scharnhorst?    ¿Que pasará con las cosas que hemos dejado allá atrás?    ¡Le tengo aprecio a mi caballo y a mis armas! -    Dice el joven con cierto atractivo y acento sureño antes de que Aran y el otro par de instructores tomaran la palabra, mientras que le ofrece una bota de la bebida que carga, entonces ambos hermanos desdde su lugar se acercan como el resto para poner atención cuando son llamados por los jinates de dragón instructores. ... (Continuará)

Todo el alivio que sentí al pasar la prueba volvió a convertirse en nervios y mariposas en el estómago al ver a los líderes acercarse a nosotros y escuchar sus discursos. La verdad cada vez me costaba mas creer que todo esto estuviera pasando y menos haber llegado hasta aquí. Escuché atentamente a los 3 tratando de quedarme con todas las normas y reglas que nos decían. 

Cuando oí mi nombre me coloque en la fila con las otras dos chicas que habían nombrado, al colocarme con ellas las saludé un poco tímidamente por los nervios y hablar con gente nueva. Además no quería que los líderes me echarán la bronca, así que preferí saludar brevemente.

H-hola, soy mía encantada de conoceros a las dos. 

Desde luego era Skylar, ese impetu era reconocible en cualquier parte del mundo, Asterion la miró de arriba abajo.

- ¿Te creeras que soy el unico que ha crecido en estos cinco años? - dió una mirada muy significativa a Skylar - En cualquier caso eso que cuentas parece interesante, a la vez que preocupante.

 ¡En formación!

- Lo mismo digo, luego hablamos Fuego -susurro antes de irse con los noblecitos.

Tras llegar de cruzar el parapeto, después de una para nada calurosa bienvenida de aquellos jinetes allí apostados para recibirnos, y tras observar como algunos de aquellos aspirantes interactuaban unos con otros, dije-suerte a todos-no querían que pensaran que era un noble al uso de esos remilgados estirados, pues me movía la disciplina y el honor y aunque sabía que era de noble cuna, no era de esos antipáticos y estirados nobles ariscos, no obstante de momento sabía que en cualquier momento podrían jugarme una mala pasada alguno de ellos, no debía confiarme demasiado, pero quería demostrar que podía relacionarme y que podrían hablar conmigo.

Entonces a aquella orden de a formar, a aquel grito reaccione con aquella disciplina y me puse firme y en el lugar que me toco, escuché atentamente las normas y luego comenzaron a venir los instructores y decir nuestros nombre formando grupos.

A mi me toco con un chico llamado Sama y una misteriosa chica llamada Hielina, no me gustaba la gente que ocultaba su rostro, demostraban que tenían algo que ocultar, sin embargo no dije nada y me puse en mi sitio, observé que Hielina me miraba, no la quitaría ojos de encima si es que tramaba algo contra mi, más tarde quizá conociera al resto, ahora tenía aun mucho que hacer.

Se nos acercó a hablar la chica sureña, Samara había dicho que se llamaba. Mucho gusto Samara y Maluma, soy Bastian. Vivo con mi novio y mi novia, pero voy a ver mucho a mis dos madres. Me alivia saber que no solo yo estoy en shock. Bueno, osea, no me alegro de que estés en shock, digo, sentirme acompañado, eh... ​​​​​​​Bastian se hizo un lío con las palabras, se avergonzó, y no pudo hablar más.

Al grito de "en formación" Bastian no supo muy bien qué hacer. Estuvo unos segundos meneándose de aquí para allá, hasta que tomó la decisión más sensata: ver qué hacía el resto. Copió lo que hacían sus compañeros, se posicionó frente a la plataforma, se puso recto como colgando de un hilo, y esperó. Durante la corta espera, se comió la cabeza. 

Ahora es cuando me dicen que me vaya a casa. Me señalarán y me dirán que soy demasiado gordo y patoso para estar aquí, que no valgo, que me vaya a comer guiso con mi madre. No me iría mal comer guiso de mi madre, y unos honguitos, para quitarme el estrés. 

Y a pesar de su comida de cabeza, dijeron su nombre. ¡Había pasado la prueba! Pero de verdad. Sonrió de alivio, y luego se le cayó la sonrisa al suelo. Entonces voy a seguir haciendo pruebas más y más duras. Respiró pesadamente. Quizá prefería que lo hubieran mandado a casa. Tuvo un momento de ganas de dejarlo todo, de ir y pedir que lo devolvieran, que era demasiado débil y cobarde para estar ahí, pero se contuvo. Mira el lado positivo, estoy con Beren. Entonces Fiora se presentó, y parecía simpática. Fiora también parece simpática. Beren habló bien de Bastian, cosa que hizo que se sonrojara. Le dio la mano a Fiora, y muy tímidamente se presentó. Hola... soy Bastian, como ha dicho Beren. Entonces se armó de valor para incluir otra frase. Intentaré no ser una carga.

Miré alternativamente a uno y a otro, enarqué ligeramente la ceja por su comentario. No tenía claro si Beren consideraba que Bastian lo tenía más complicado por su peso o por su torpeza pero a mí ese comentario no me parecía ningún halago. 

Ante la sugerencia de hacer equipo le miré con extrañeza.

—Antes de responderte a eso... Dices que no podemos fiarnos de todo el mundo pero sí estás dispuesto a fiarte de mí sin conocerme absolutamente de nada. ¿Por qué soy más confiable que cualquier otro en el cuadrante? —realmente estaba interesada en saber qué respuesta iba a darme a esa pregunta. Confiar tus espaldas a alguien que te podía apuñalar era un error demasiado habitual en Basgiath. 

Me tensé en el momento en el que los ojos de Beren se desplazaron un poco a mi nuca y, con mayor razón, esperé su respuesta. 

Una pequeña arruga se formó en mi ceño cuando él terminó su presentación así. Mi tono de voz sonaba algo frío pero en mis ojos titilaba una ligera preocupación.  

—No me lo has pedido pero creo que necesitas escuchar este consejo: no se te ocurra volver a decir esas palabras ni a dejar que otro hable en tu nombre. No sé cuáles serán las razones que te han traído a elegir este Cuadrante —me detuve un momento, planteándome que quizá por algún motivo él tampoco tuvo opción—, pero muchos no tienen ningún tipo de miramientos a la hora de quitarse al que consideran más débil y, diciendo esas cosas, te pones una diana en la espalda. 

De hecho, estiré un poco el cuello tratando de comprobar si el líder de Sección había escuchado algo de esa conversación. Bastian no iba a empezar nada bien en el Cuadrante si sus propios superiores le consideraban débil e inseguro. 

              - ¿Osea que tienes un par de novios y de madres? ....   ¡Vaya anecdotas interesantes que debes poder contarme más adelante Bastian!  -      Le susurra Samara curiosa al sonrojado y nervioso joven robusto antes de que la llamada  de los instructores los llamaran a formación y tras escuchar atenta Samara al tiempo que se acercaba a su hermano, a quien le escribe una nota para darsela por debajo antes de terminar de escuchar a los tres jinetes de dragones con cierta admiración y suspicacia mientras que reconocía como se iban formando los diferentes grupos y con una atención repartida recnoció que a ella y su hermaano les tocarían diferentes grupos, identificand a otro per de chicas en el grupo que a ella le tocaba, entonces con un silencioso pero fraterno abarazo se despidieron los hermanos Azkarizade  y pronto Samara reconoció las enormes diferencias entre la parlanchina, menuda y carismática pelirroja llamada Skylar, así como la discreta, tímida y aparentemente más distinguida Mia Baxter a quienes saluda Samara con una sonrisa antes de responderles:

             - ¿Hola chicas!    ¿Has venido hasta acá sola Mía Baxter?    ¿O veniste acompañada como nosotras?   Espero que después nos cuente Skylar por favor una historia interesante acerca de su antiguo galán infante de cloacas ... jajaja, se puede poner interesante el cotorreo si te relajas un poco guapa -     La sureña aspirante a jinete dragón cotillea con el par de chicas con las que comenzará su entrenamiento o continuara ls pruebas para tratar de relar un poco el ambiente y ganar algo de confianza entre ellas, pero evita ser mas escandalosa para no ser rápidamente reprendida por Cassandre Blaken, quien parecía ser de pocas pulgas o por otro de los guapos instructores, entre los que cree reconocer que Asterion parece un poco incómodo entre un par de jovenes mas refinados que él y se alegra de que Beren y Bastian hayan coincidido, ojala su hermano le tocara con ellos

—Antes de responderte a eso... Dices que no podemos fiarnos de todo el mundo pero sí estás dispuesto a fiarte de mí sin conocerme absolutamente de nada. ¿Por qué soy más confiable que cualquier otro en el cuadrante? —

Vaya, vienes fuerte... si tu intención era romper el hielo, tienes una manera muy particular de hacerlo.

En primer lugar, no podemos fiarnos de nadie, pero estamos en un "equipo" y para tu suerte o tu desgracia, o la nuestra, nosotros 3 estamos en el mismo  "equipo". Esto es lo que es un ALA, un equipo. No necesitamos ser amigos, de hecho me da en la nuez que eso será improbable, pero si podemos ser serios y profesionales y procurar funcionar como un BUEN equipo.

Aunque tengo la impresión de que eres una mujer autosuficiente, a parte de desconfiada por naturaleza, y posiblemente seas individualista, por aquello de no depender de nadie. En tal caso, y preferiría estar errado, estar en un equipo no es lo tuyo y a mi no me parece buena cosa compartir mi talento con quien lo desprecia de antemano.

Tienes razón, no tengo ningún motivo para fiarme de ti más que de otros, excepto la necesidad de desear que ya que estamos en el mismo equipo, nos brindemos camaradería. No obstante me tomaré tu pregunta/respuesta como una declaración de intenciones.

—No me lo has pedido pero creo que necesitas escuchar este consejo: no se te ocurra volver a decir esas palabras ni a dejar que otro hable en tu nombre. No sé cuáles serán las razones que te han traído a elegir este Cuadrante —

En cuanto a Bastian, tus consejos le ayudan bien poco... No todo el mundo es igual. Demuestras tener empatía cero. Te crees que todos los que triunfan son los que son como tu? Craso error. Bastian está aquí por méritos propios, nadie le ha ayudado a cruzar el parapeto, y sólo ha de confiar, él mismo, un poco más, en sus capacidades.

El mero hecho de reprenderle por su forma de ser, sólo le hace creer que es menos que el resto, y lo realmente destacable es que por encima de todo eso... él está aquí, y es nuestro compañero de ALA. No es débil, si lo fuera no hubiera cruzado, y además, si necesita mi ayuda la tendrá. Si alguien pretende algo contra Bastian, lo pretende contra mi ALA y eso me inmiscuye y me involucra directamente... El que quiera eliminar a uno, igual se tendrá que pensar que hacer con el otro...

Beren se percató como la mujer se dio cuenta de que él se había fijado en esa marca o lo que fuera en su nuca... En realidad, el joven, tenía la habilidad de fijarse en cosas que podrían pasar desapercibidas para otros...posiblemente debido a sus muchas horas de estudiar su entorno como cazador... 

Igual me estoy equivocando, pero parece que te has tensado cuando me he fijado en tu cuello... Simplemente suelo fijarme en muchas cosas que quizás otros omitan... posiblemente es uno de mis "defectos", pero estate tranquila, para mi no significa nada, ni bueno ni malo. Yo valoro por los hechos que veo, no por comentarios, leyendas o juicios de valor de otros, sea quien sea ese otro...

Solo se puede ser honesto con los demás, si se es honesto primero con uno mismo...

El consejo de Fiora dejó a Bastian como una piedra. Duro de miedo. Llevo una diana en la espalda... No pudo evitar mirar a todos lados, buscando miradas enemigas, gente apuntando a la diana. Fiora tiene razón, tengo una diana en la espalda. Gracias por el consejo... lo aprecio.

Luego tuvo la sensación de que se estaba desencadenando una pelea. ¡Por él! Se volvió rojo como un tomate, y deseó aberse traído unos buenos hongos mágicos como nunca antes. Se imaginó la escena con hongos. Él hacía algún comentario conciliador, ofrecía unas setas a su equipo, y en poco rato estaban riendo como buenos y drogados amigos. Pero no tenía hongos, y no estaban riendo como buenos y drogados amigos. Se le hacía raro que Beren hablara de él mientras estaba delante, pero por otro lado sus palabras parecían bonitas... al menos quería creer que lo eran. Quiso poner un poco de paz, pero no sabía como hacerlo. Seguía rojo.

Lo bueno de ser tres, sabía Bastian, es que cuando dos se pelean, hay uno que puede estar de buenas con los otros dos. Lo malo es que cuando se pelean los tres es un desastre. Así que debía detener la disputa. Se lo propuso. Se lo puso entre ceja y ceja. De rojo, pasó a morado. se mareó un poco. Mucho más bruscamente de lo que pretendía, dijo lo primero que se le pasó por la cabeza. ¡Vamos a llevarnos bien! Se recordó a su madre, y se sorprendió. Tuvo una sensación de alivio enorme. El color de su carne se iba recuperando, y no quiso desaprovechar esa sensación tan valiente. Dijo una cosa que su madre decía: No os peleéis, que sois buenos. Fiora tiene razón, no hay motivo para fiarnos de nosotros más que de nadie, y su consejo era bueno. Y Beren también tiene razón, ya que vamos a formar equipo, podríamos tratarnos con camaradería. Y yo... Le volvió la vergüenza, y estuvo unos largos segundos sin saber qué decir. En esos segundos se dio cuenta de lo que había diho, y le entró el pánico de que se metieran con él. Yo me haré más fuerte... y no necesitaré que hablen en mi nombre... y confiaré más en mi... y no diré cosas como "intentaré no ser una carga"... y... ya me callo...

Y todavía añadió una cosa más. Le salió del alma a la boca, directo sin pasar por el cerebro. Acostumbrado a los buenos afectos, tenía una necesidad. ¿Alguien quiere un abrazo?

Llevé a los aspirantes hasta un patio secundario del cuadrante aunque más que un patio era un balcón grande que daba a la nada. Parecía que varios de ellos no se daban cuenta de la realidad de la situación y de que a partir del día de mañana, pondrían sus vidas en riesgo.

Esperé a que los reclutas se posicionaran a lo largo del balcón y me acerqué hasta el borde donde no había barandilla ni ningún saliente a parte de las piedras desniveladas que formaban un semicírculo dándole forma al balcón. Me concentré un momento en mi mente y me di la vuelta dándole la espalda al vacío. 

- Mañana comenzará vuestra formación y entrenamiento, así que será mejor que aprovechéis bien para descansar hoy por que a partir de mañana pondréis vuestra vida en cada minuto que paséis aquí.- suspiré viendo como algunos no parecían apreciar la seriedad mis palabras.

Como si me leyeran la memoria, un dragón ascendió del vació y se posó sobre el borde del balcón con una garra a cada lado de mi cuerpo. Algunas piedras se desmoronaron por el peso del dragón que se había posado, alzó su cabeza viendo por encima de los reclutas. Sus ojos dorados comenzaron a revisar a cada uno de los cadetes que tenía en frente de mi buscando cualquier rastro de debilidad entre ellos, como si los estuviera analizando. Era un dragón verde oscuro, aunque sus escamas tenían cierto brillo dorado que muchos podrían considerar hermoso y como algunos sabían los dragones verdes no eran los más letales pero si los más inteligentes y solo con una mirada parecía que podía ver dentro de cada uno de ellos.

- Aprenderéis que no soy de las que le gusta mentir ni engañar a mis cadetes, ni me hace falta hacerlo... pero, no dudaré de soltar el lastre que pueda entorpecer. Ni yo ni ninguno de los que estáis aquí son vuestros amigos, aliados o colegas. Sí, tendréis que trabajar juntos en algunas pruebas pero eso puede cambiar en cualquier momento, no se espera que se mantengan los grupos tal cual están, habrán muchos cambios según los candidatos que no vayan superando cada prueba.- miré a todos los candidatos que estaban allí. 

El dragón gruñó por encima de mi cabeza y no me moví ni un ápice cuando este bajó la cabeza para examinar al escuadrón delante de mi uno a uno.

No le di especial atención a ninguno de los candidatos, les pedí que me siguieran hasta un pequeño patio secundario en la zona este del cuadrante y ni me giré a ver si me seguían el que quiera venir que viniera y el que no, que se sacara las castañas del fuego solito. No era ningún niñero, aunque para algunos así parecía... ''Maldito sea, Aran...'' aprendí a regañadientes el último año que si quería sobrepasarle tendría que hacerme notar. Era yo quien debía tener el puesto de Líder de Pelotón, aunque encargarse de un grupo de mocosos no era mi pasión precisamente pero era el mejor camino para conseguir un puesto de jefe de escuadrón una vez salgamos de esta maldita escuela.

Una vez llegamos, me giré hacia los aspirantes a mi cargo y aproveché para caminar alrededor de ellos examinándolos, intentando ver si veía alguna posible habilidad que pudiera pulir... Quitando a las dos aspirantes que parecían tener algo de potencial el resto no parecía que fuera a dar mucho de si.

- Seguramente ahora cualquiera esperaría que diera un discurso que motivara a los equipos para trabajar juntos, ¿no? - solté una pequeña carcajada, por que hablaba más para mi mismo que para ellos.- Veamos... creo que la gran mayoría de vosotros habéis tenido suerte en lograr llegar hasta aquí pero, os aseguro que a partir de mañana la suerte no ayudará en nada ni mucho menos yo lo haré, no esperéis que haya compasión ni alianzas, aquí todos estamos por el mismo objetivo y para conseguirlo habrá que eliminar a cualquiera que se ponga en vuestro camino, es bastante fácil, aunque... no veo que ninguno esté preparado...- miré a cada uno de los aspirantes y me fijé en el más llamativo de ellos.- Por ejemplo, tu...- señalé a Bastian.- si tú, el gordito... ¿se puede saber que es lo que pretendes hacer aquí? Si lo que te interesa es servir como carne para alimentar a los dragones te puedo asegurar que tienen un gusto muy particular con su alimentación, ¿no es así, Art...? - no pude terminar la frase cuando un dragón de color azul oscuro apareció agitando sus alas mientras frenaba su caída y posaba sus patas sobre el muro que rodeaba el patio. 

Las piedras donde se había posado el dragón no aguantaban su peso y caían como si fueran hojas, el dragón tuvo que moverse hasta encontrar una zona que no se desprendiera. Cualquiera diría que los muros estaban hechos de arcilla para que cayeran de esa manera pero todos sabían de cuando llegaban al parapeto, que esos muros eran de roca sólida y que tenían un grosor de casi 3 metros y ni un cañón los podría derribar tan fácilmente pero ahí estaba, un dragón tan grande como una casa derribando el muro como si nada.

Los ojos dorados del dragón se posaron en el grupo que estaba formado en frente de Alec y un pequeño rugido salía de su garganta.- Habrá que llamar nuevamente para que vuelvan a arreglar ese muro...- dije con un sonrisa mirando hacia donde estaba el dragón posado. Me quedé un momento en silencio como si pensara en que decir, miré al dragón detrás de mi y aquel bajó la cabeza poder mirar con sus ojos dorados a cada uno de los aspirantes como si pudiera leer lo que había dentro de cada uno.

Enarqué una ceja ante el tono y la contestación de Beren. ¿Realmente tenía un mínimo de idea de dónde se estaba metiendo para hacer ese tipo de comentarios? Mi pregunta tenía como único objetivo que se diera cuenta de que con esa mentalidad solo lo tendrían más fácil para acabar con él. ¿Nadie le había dicho que durante el primer año no existen equipos como tal? Hasta no tener un dragón, cualquiera puede querer quitarte de en medio. No sabía cuántos dragones estarían disponibles ese año pero si el número era inferior al de los aspirantes, los demás pronto empezarían a querer quitarse a gente de en medio. 

Además, ¿quién ha dicho que desprecie su talento si no le conozco de absolutamente nada? No tenía nada de sentido lo que me estaba diciendo y, por un momento, me quedé pensando si decirle lo que realmente pensaba o ignorarle esperando que el tiempo le demostraría dónde estaba y lo equivocadas que estaban sus ideas. 

Según Beren continuó hablando de Bastian mi mirada se fue enfriando mientras le recorría. Flaco favor le hacía queriendo destacarle de esa manera delante de los demás. Además, ¿acaso pensaba que podría salvarle de alguna forma en las esteras? Cualquiera podría matarle cuando todo eso empezase y él no iba a poder hacer nada, igual que no podría protegerle de un dragón. 

Finalmente, decidí hablar cuando Beren terminó su discurso. 

—Deberías pensar mucho mejor lo que dices cuando hablas. Si realmente te crees todo lo que acabas de decir, eres un peligro para ti mismo y para cualquiera que esté cerca de ti. 

Mi mirada se suavizó al mirar Bastian cuando él empezó a hablar. Desde luego parecía estar muy fuera de lugar aquí, su ternura no encajaba nada bien dentro de un cuadrante de personas que no tendrían ningún escrúpulo en deshacerse de otros por su propia supervivencia. Por un momento su comportamiento me trajo ciertos recuerdos y mi máscara se resquebrajó ligeramente con una enorme preocupación. Seguramente yo hubiera dicho ese tipo de cosas si mis circunstancias hubieran sido diferentes.

Cuando iba a responder a su ofrecimiento de un abrazo, el líder de sección comenzó a hablar. Cerré la boca, no sin antes dirigirle a Bastian una nueva mirada de preocupación. 

Me cuadré para escuchar lo que pensé que serían nuestras nuevas instrucciones pero parecía que nuestro líder de sección solo quería recordarnos nuestra posición aquí. Mantuve mi mirada todo el rato fija en él intentando ver lo que nos esperaba estando a su cargo. ¿Sería de los que nos hacen la vida imposible? ¿Habría escuchado algo de la conversación con Beren y Bastian? En cuanto su atención se desvió al propio Bastian, me tensé un poco. No podía decir que no me lo esperase de un jinete pero la actitud de mi nuevo compañero solo iba a empeorar las cosas, sobre todo con su nuevo intento de guardaespaldas. Más aún si decidía ignorar mi consejo. 

La aparición del temible dragón hizo que mi corazón palpitase a toda velocidad pero no me moví ni un mínimo. Había escuchado rumores de que algunos morían justo la primera vez que se plantaban delante de un dragón. No sabía cuál era el criterio que seguían los dragones para eliminar a candidatos pero ese podría acabar con cualquiera de nosotros en un segundo. 

En cuanto los ojos dorados nos empezaron a recorrer sentí la marca en la nuca picarme. Era pequeña cuando me la hicieron pero aún recordaba el miedo que sentí. Sin embargo, habían pasado años y pensaba que había aprendido de ello. Mis ojos se encontraron medio segundo con los del dragón y los bajé respetuosamente, sin agachar la cabeza. ¿Qué es lo que sería capaz de percibir de cada uno de ellos? 

Seguí junto al resto de aspirantes a aquel jinete, arisco o esa sensación me dio, aunque no esperaba mucho de cada jinete, pues ni la bienvenida había sido adecuada, más bien ruda, aunque aquello no me molestaba, no di muestras de desagrado, estaba alli para aprender para ser un jinete de dragón, el jinete , aquel llamado Alec nuestro instructor comenzó a hablar en tono a mi parecer arisco y despreciativo tras examinarnos, y pude escuchar el comentario hacia Bastian, con fria disciplina aguante aquellas provocaciones hasta que escuché el rugido de un dragón y vi a un enorme dragón azul como derribó el muro detrás de nuestro instructor, como sabía que era una insolencia sostener la mirada a un dragón durante mucho tiempo, pues no había que desafiarlo mis ojos se encontraron unos instantes con los ojos dorados del dragón para mostrar mi valor, sabía bien  lo que mi padre me advirtió sobre estas criaturas bajé mis ojos entonces en señal de respeto, no sabía como describir aquel encuentro con aquel dragón¿que era lo que pensaría de cada uno de nosotros?, parecía estar examinándonos con la mirada, sentía fascinación miedo y emoción y por supuesto mucho respeto, pero también debías mostrar que no eras un cobarde, por eso le sostuve durante aquellos instantes antes al dragón la mirada antes de bajar mis ojos en señal de respeto.