Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 2: Pérdidas y bienvenidas

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23/12/2014, 23:49
Andrea Youngblood

-Eh, no me estaba masturbando. -dije boquiabierto y con cara de no entender su reacción- ¿De donde sacas eso? Estaba a punto de ducharme, de hecho justo cuando has entrado tenía la mano en el pomo del grifo.

Cuando contó que pensaba que era un demonio no pude evitar reírme un poco. -No soy un demonio, solo alguien que ha sido interrumpido por dos personas cuando se iba a lavar. Pero entiendo que algo así -señalé mi virilidad y asentí enarcando una ceja- pueda hacerte imaginar ciertas cosas, pero no, no me estaba masturbando.

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24/12/2014, 00:13
Émille Lalique

Sólo me detuve un segundo cuando el memo habló. Pensándolo bien, no sabía contra qué tendríamos que luchar, y hacerlo cargándole sería un incordio. Me sorprendió que pensase que lo hacía por si se escapaba: no tenía la más mínima posibilidad de llegar a ningún lado.

- Haz lo que tengas que hacer para no quedarte atrás. - Le dije antes de echar a correr hacia el pìso superior.

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24/12/2014, 00:16
Nora Leiva

-¡Y una mierda! ¿Qué clase de persona entra en el baño cuando otra está dentro y no avisa de que está también allí? Además, sabías que me iba a duchar porque estabas en el pasillo cuando Milton me explicó donde estaban el cuarto de baño y las toalla.- Miré a Milton con expresión de súplica, esperaba que me creyese.- Creía que estaba sola…¿y si hubiese salido sin la toalla? Una persona en su sano juicio habría advertido de que entraba, sobre todo en un baño mixto. A no ser, claro está, que pretendiera ocultar algo. Cuando salí de la ducha revisé todo buscando lo que fuera que se ocultaba en el baño, esa fue la última puerta que miré y tardé lo bastante como para que hubiera hecho algún ruido o abierto el grifo, pero no lo ha hecho. ¿Por qué, si no es porque está haciendo algo en lo que no quiere que le pillen? Y además no ha dejado nada fuera de la ducha que evidenciase que estaba aquí. Yo he dejado la ropa ahí y se podía ver la toalla desde fuera colgada de la puerta, pero él nada de nada.

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24/12/2014, 00:24
Milton Carstairs

Milton no parecía tener problemas para decidir a quién iba a creer. Su ceño se frunció y su mirada expresó el asco que le provocaba Andrea, mientras se colocaba ligeramente delante de Nora con actitud protectora. 

- Eres repugnante. - Dijo, con voz suave y bien modulada. - Eso es lo que eres. Un cerdo repugnante. ¿Te ibas a lavar? ¡Pero si te acabamos de ver pasar por delante de la habitación de Nora! Venías de esta dirección, tenías el pelo todavía húmedo y llevabas un neceser en la mano. - Los músculos de su brazo seguían en tensión, aunque había bajado la punta de la espada. - ¿Y por qué entrar a hurtadillas si sólo te ibas a lavar? 

En ese momento entró Émille a toda velocidad con expresión alarmada y unos segundos después apareció Ethan, apoyándose en el marco de la puerta y pálido.

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24/12/2014, 00:25
Narradora

Émille echó a correr hacia el piso superior y Ethan lo fue siguiendo a duras penas, esforzándose por no perderlo de vista. Con cada paso se sentía más débil y mareado, e iba apoyando la mano en la pared, pero parecía determinado a seguir al otro muchacho lo mejor que pudiese.

Una vez en el pasillo del primer piso voces airadas parecían salir de detrás de una puerta. Y al abrirla los dos muchachos se encontraron en un baño.

A pesar de que las paredes seguían siendo de la misma piedra clara que las del pasillo, el lugar parecía reformado para ofrecer las comodidades necesarias. El diseño tenía un aire anticuado, pero todo el mobiliario era moderno y funcional. En el centro de la sala se podía ver un grupo de lavamanos colocados en círculo, cada uno con una toalla colgando debajo y en una de las paredes había pequeñas repisas con espejos. Al fondo pequeñas cabinas con puertas parecían indicar que allí se encontraban los inodoros o las duchas. En otra de las paredes había varios armarios cerrados.

La escena que se presentó ante sus ojos resultaba cuanto menos llamativa. Milton, con la espada desenfundada en la mano, tenía pinta de acabar de llegar, igual que ellos. En cambio, Nora estaba vestida tan sólo con una toalla y tenía el pelo mojado. A sus pies había dos escobillas de WC y parecía muy alterada. Frente a ellos dos, medio metido aún en una de las cabinas, estaba Andrea completamente desnudo, con las manos en la cintura con una pose victoriosa y luciendo una virilidad de buen tamaño, que parecía estar muy alegre.

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24/12/2014, 00:31
Milton Carstairs

Milton dedicó una mirada muy breve a los recién llegados y luego volvió a mirar a Andrea para hablarle con un obvio tono despectivo. - No sé de qué lugar salvaje provienes, pero aquí no nos espiamos unos a otros en las duchas. Te voy a avisar sólo una vez. - Dijo, haciendo una pausa y mirando al italiano con ojos centelleantes. - No te acerques a ella. O te la cortaré yo mismo. - Añadió, con un leve gesto hacia abajo.

Se giró entonces hacia Nora y su expresión se suavizó un tanto. - No te preocupes. Gareth se encargará de él hasta que se arrepienta de haber sido un cerdo. Lo importante es que estás bien.

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24/12/2014, 11:34
Andrea Youngblood

La operación Nora había sido un rotundo éxito, sin embargo ahora tenía que aguantar la chapa y daños colaterales que pudieran echarme en cara. Por suerte era un experto poniendo caras de arrepentimiento, así que lentamente asentí a las palabras de Milton con una fingida mueca de culpabilidad. Poco a poco fui abstrayéndome de la realidad, sus quejas se volvían difusas y lejanas hasta que logré centrarme únicamente en mis pensamientos.

Si fuera invisible como Ethan, si tuviera esa habilidad todo habría salido a pedir de boca. ¿Y donde está Carlo? Tenía que explicarle todo con pelos y señales, algo así no podía quedármelo yo solo, tenía que compartirlo con mi colega. Debería haberle dicho donde iba, así podríamos haber venido juntos... Bueno, la próxima vez.

Aprovecho y sin dejar de mostrar arrepentimiento me doy media vuelta y empiezo a vestirme de espaldas a ellos, ya había enseñado suficiente al pequeño Andrea.

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24/12/2014, 14:14
Ethan Evans

Apoyado en la pared a la entrada del baño, me quedé mirando la escena, incrédulo. Nora parecía recién salida de la ducha. Aún no terminaba de entender la razón de las escobillas a sus pies. Milton había desenfundado el arma y Andrea se encontraba frente a ellos, completamente desnudo y con una erección importante. Muy importante.

Al escuchar las palabras del intento de chino lo comprendí todo. Algo tan infantil como espiar en las duchas... Y él ni siquiera se preocupaba por desmentirlo. Algo en la amenaza de Milton me hizo creer que la llevaría a cabo si Andrea volvía a intentar algo parecido. Menudo desperdicio.

Negué con la cabeza con desaprobación antes de dar media y vuelta y salir del lugar. Y se suponía que estos eran los serios guerreros que nos iban a proteger de los demonios. Menuda panda de ineptos. Aunque bueno, con esa cara no creo que le quedase otra opción que espiar. Ni siquiera su masculinidad podía tapar eso. Era probable que fuera la primera mujer que veía desnuda, a excepción, tal vez, de su madre. Para alguien así hasta Nora podría parecerle atractiva. Pobre diablo.

¿Dónde me vas a enseñar a usar mis habilidades? Dije antes de salir, pero sin darme la vuelta. No iba a estar en aquel lugar más tiempo. No con aquella compañía al menos.

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24/12/2014, 14:43
Narradora

Te resultaba completamente evidente que el arrepentimiento de Andrea era fingido. No sentía ni una pizca lo que fuese que había hecho y podías notar un pequeño brillo triunfal tras su falsa máscara arrepentida. No te sorprendería lo más mínimo que lo volviese a repetir cuando las aguas se hubiesen calmado.

- Tiradas (5)
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25/12/2014, 12:27
Émille Lalique

Al ver la escena que tenía delante cuando entré en los baños no pude evitar sentirme enfadado. Habernos hecho venir para esto infantil en todos los sentidos. Y de todo tenía la culpa el macarroni, eso estaba claro. Ver a Milton enfadado era algo extraño. No sabía todo lo que había pasado, pero era evidente dado el estado del miembro del pervertido que tenía que ver con espiar en las duchas. La verdad es que si le llega a hacer algo así a Amber y yo me enterase probablemente ahora ya estaría muerto. O con el miembro cortado, tal y como Milton había apuntado.

Ver su actitud fingida y entender que se sentía triunfal sólo hizo que sintiese más desprecio por él. Sin embargo sabía que Milton se cortaría con nosotros delante, y yo tampoco tenía demasiado que hacer ahí. De modo que fue algo bueno que el rubito se encaminase hacia la puerta.

- En la sala de entrenamiento. - Dije, girándome yo también. Lo mas interesante de todo esto sería cuando Gareth se enterase. Luego me dirigí a Milton. No estaba seguro de lo que iba a decir, pero un escarmiento no le vendría mal al asqueroso y dejarle con Milton en ese estado podía ser una buena manera. - Me parece a mí que no era lo único que quería hacer. - Enuncié con severidad, dejando claro que no era una broma sobre tocarse, o algo parecido. - Pero yo me voy con este. Os dejo solos. - Afirmé antes de dirigirme a la porculera. - Vamos a investigar qué habilidades tiene. Si te quieres venir, estamos en la sala de entrenamiento.

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26/12/2014, 01:12
Nora Leiva

Me alegré de la reacción de Milton. Era consciente de que probablemente se debía a que le vieron después de su verdadera ducha, pero para mí era suficiente. No sabía que habría echo si no me creyeran, en ese preciso instante, el Instituto era el único lugar seguro en el que podía estar. Habría sido horrible que me echaran por culpa de un puto italiano pervertido, salido y mirón.

Para colmo, el muy cerdo parecía orgulloso, como si su plan hubiera salido exactamente como planeó. Tomé nota mental de bloquear la puerta durante la noche, no pensaba arriesgarme a que se colara en mi dormitorio durante la noche. Había visto en un documental sobre psicópatas que, entre la perversión sexual y el asesinato solo había una delgada línea. Ese tipo tenía todas las características de los enfermos mentales que mencionaron en el documental.

Mientras el cerdo se vestía quise dejarle claro lo que pensaba de él y le hablé con todo el desdén del que fui capaz.- Te lo advierto pervertido. Como te vea demasiado cerca de mí, note alguna expresión que no considere correcta o te vea rondar cerca de mí o de cualquier otra chica del Instituto, te vas a arrepentir. No lo verás venir, pero Emille será un angelito en comparación.

La voz de Ethan me distrajo. No me había dado cuenta de que él y Emille habían entrado en el cuarto de baño. A pesar de que su gesto evidenciaba que la escena le resultaba desagradable, no podía evitar ver que parecía aburrido, como si no le importara. Estaba claro que nunca nos llevaríamos bien, ese chico se daría un palo tremendo cuando se encontrase con la cruel realidad de que no era el ombligo del mundo.

Emille, por el contrario, debería estar contento de que el italiano hubiera demostrado que su interior era igual de feo y desagradable que su exterior. Después de cómo le había tratado dudaba que fuera precisamente su persona favorita en el mundo.

A pesar del mal rato que había pasado, la ducha y el susto me habían espabilado. La propuesta de Emille de ir a la sala de entrenamiento me resulto muy atractiva. Aún no había decidido si quedarme o no, pero necesitaría saber defenderme si iba a ser un imán para demonios. Además estaba totalmente dispuesta a mantener lo que le dije al salido, así que debía aprender a rebanar carne flácida.

-Sí, claro. Si me voy a tener que defender, tendré que aprender a usar cosas que cortan.- Miré al pervertido dando a entender claramente a qué me refería.-Id delante y ahora voy yo. Como me han interrumpido de una forma tan desagradable, aún no he terminado de asearme. No tardaré mucho.

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26/12/2014, 01:24
Milton Carstairs

Milton entrecerró los ojos al escuchar las palabras de Émille y volvió a mirar a Andrea mientras éste se vestía. Después asintió hacia Nora. 

- Te había dejado algo de ropa en tu habitación. Si quieres puedo traértela y quedarme vigilando hasta que termines. No me fío de él. - Añadió, señalando al italiano con la cabeza. - Si Émille tiene razón y quiere hacer algo más... 

Dejó la frase en el aire, pero no era necesario terminarla. El tono de su voz dejaba claro que no dudaría en actuar si Andrea intentaba algo nuevo.

Miró al italiano y tan sólo pronunció una palabra, cargada de desprecio, mientras señalaba la puerta con la espada. - Lárgate.

Mientras tanto Émille y Ethan salieron por la puerta y se alejaron. 

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26/12/2014, 02:14
Narradora

Subisteis las escaleras hasta el ático, donde estaba la sala de entrenamiento que ya habíais visitado un rato antes ese mismo día*. Ya no hacía falta correr, así que ambos podíais caminar al ritmo de Ethan, que a pesar de su mareo seguía subiendo cada escalón sin descanso. 

Cuando llegasteis a la sala de entrenamiento escuchasteis ruido dentro y al abrir la puerta delante de vosotros encontrasteis a Carlo, el otro chico italiano, vestido todavía con el traje negro de combate y saltando con soltura de una plataforma a otra a unos cinco metros de altura. Un muñeco de entrenamiento se encontraba en el suelo, atravesado por varios cuchillos y antes de que pudierais entrar en la sala el chico cayó dando una voltereta en el aire, justo encima del muñeco, con sus dos espadas cortas por delante. 

Notas de juego

*Si necesitáis que repita la descripción, sólo tenéis que pedirlo ;).

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26/12/2014, 02:21
Carlo Greymark

Se quedó un breve instante arrodillado antes de ponerse en pie y sacar las dos espadas del cuerpo del muñeco, girarse hacia vosotros y dedicaros una media sonrisa divertida mientras las enfundaba en su espalda. Se secó el sudor de la frente con el antebrazo y se os acercó. 

- Esta sala está increíble. - Dijo, con su marcado acento italiano. - Es mucho mejor que la del Instituto de Florencia. Émille... Y Ethan, ¿verdad? - Preguntó, antes de señalar hacia la pierna del rubio. - ¿Cómo está tu pierna? 

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26/12/2014, 19:43
Andrea Youngblood

No iba a esperar otra invitación para irme, y menos cuando el chino parecería ansioso por darme una paliza. Así que con lo puesto me largué hacia mi habitación, no sin antes dedicar una última mirada al resto con una sonrisa y arrugando la frente. Hay que ver como se han puesto, que exageración. 

Tal vez encontrara la forma de continuar con el espionaje en las duchas de algún modo, tenía que ser mucho más sigiloso... ¡Tenía que entrenar duro para ser prácticamente invisible!

O podría instalar cámaras ocultas, si, eso es otra opción. 

Habían muchas morenas más en el instituto, no podía simplemente volver a Italia sin haberlo intentado con todas.

-Ruego mi scusi mi falta de modales, si me necesitáis estaré en mi habitación. -dije desde el umbral de la puerta antes de salir.

Iba por el pasillo con cara de angelito, suspirando repetidas veces a la par que rememoraba lo sucedido.

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26/12/2014, 20:38
Andrea Youngblood

La verdad es que me urgía encontrar a Carlo para enseñarle lo que se había perdido por escoger a las rubias. Si lo encontrase de camino a mi habitación perfecto, si no, picaría a la puerta de la suya a ver si ya vuelve a estar en ella. Si no lo encontrara en ninguna parte iría a mi habitación a descansar un poco.

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26/12/2014, 20:59
Narradora

No te cruzaste con nadie en el camino hacia tu habitación. Llamaste a la puerta de la habitación de al lado, pero no se abrió ni salió de ella ningún sonido que te indicase que Carlo había vuelto de su excursión. Cuando la abriste para asomarte viste que estaba vacía, la mochila de tu amigo estaba tirada encima de la cama y ya había ropa revuelta por el suelo. 

Una vez en tu cuarto viste que allí todo seguía tal y como lo habías dejado antes de salir hacia el baño.

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28/12/2014, 00:29
Andrea Youngblood

Ahora solo faltaba esperar a ver que decía mi tito sobre todo aquello de espiar a chicas. Apenas lo conocía pero imaginaba que quizá me pediría que volviera a Italia, en ese caso sería un viaje más corto de lo que habría pensado nunca. Pero en el fondo ya lo preveía, toda aventura tiene sus riesgos y no sería de extrañar que quisiera proteger la intimidad de una de sus protegidas. 

El cansancio empezaba a nublarme la vista, me obligaba a pestañear casi sin parar. Lo único que hice fue tirarme sobre la cama y abrir los brazos en cruz. -Auff... -bostecé mientras cerraba los ojos y me echaba una pequeña siestecita antes de que viniera alguien.

¿Y ahora están entrenando aquel par? ¡Qué pereza! 

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28/12/2014, 23:12
Nora Leiva

No se me había ocurrido pensar que Andrea tuviera alguna otra intención además de mirar. Cuando Emille lo mencionó y Milton sugirió que tal vez tuviera razón, se me pusieron los pelos de punta. Solo pensar que ese pervertido me pusiera las manos encima de cualquier forma, me provocaba nauseas. No obstante, ahora que ya sabía a qué me enfrentaba estaría preparada. Esperaba que Gareth se lo tomara en serio y le pusiera en su lugar.

-No creo que sea necesario, sería estúpido si lo intentara de nuevo.-Comencé a andar hacia la puerta pero me detuve a medio camino. El pervertido ya se había marchado y estaba sola con Milton.- Te lo agradezco, de verdad. No sé qué hubiera hecho si no me hubieras creído. –Le dediqué una pequeña sonrisa a la vez que me ruborizaba. A pesar de la toalla y de que sabía que estaba totalmente a salvo con Milton, empezaba a sentirme un poco incómoda.- Ya había terminado de ducharme, solo tengo que vestirme y peinarme. Me gustaría empezar a entrenar. Golpear a ese cerdo solo con las escobillas ha sido bastante patético. Aunque dudo que hubiera intentado algo más, esto me ha hecho darme cuenta que mi vida ha cambiado. Ya sea un pervertido o los demonios que me persiguen, necesito saber defenderme… y cuanto antes mejor. – Recogí la ropa que me había quitado y me dirigí a la puerta.- No quiero que estés de aquí para allá por mi causa, bastantes molestias te he causado ya. Me cambiaré en la habitación, no tardaré mucho. Si no te importa, ¿me puedes acompañar a la sala de entrenamiento? No estoy segura de ser capaz de encontrarla. –Sonreí ampliamente, no quería que Milton le diera demasiada importancia a lo que había pasado. Bastantes cosas tenían  todos en la cabeza como para preocuparse por un pervertido. Me costaría tenerle cerca rondando, pero no era necesario que Milton lo supiera.

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29/12/2014, 16:53
Ethan Evans

Porqué habrá invitado a la marginada esta. No quería tener que aguantarla en el entrenamiento y, francamente, sus habilidades me daban exactamente igual. Por mi como si se lo montaba con el pervertido en las duchas. Seguro que eso la animaría, a saber cuanto tiempo llevaba sin hacerlo. Si es que lo había hecho alguna vez, claro. Con esa actitud y esa mentalidad lo dudaba.

Al entrar en la sala vi como el amigo del pervertido estaba allí, realizando ejercicios altamente peligrosos con una soltura increíble. No pude evitar abrir la boca, sorprendido, mientras observaba sus movimientos. El chico es atractivo. Además, el sudor que hacía que su rostro brillase y la habilidad que demostraba luchando le concedían un atractivo extra. Cuando acabó lo miré con interés. 

Vaya, eso ha sido increíble. Concedí. No me gustaban los halagos, bueno, los que no iban dirigidos a mí. Raramente los usaba, pero aquel chico me había sorprendido. Seguramente fuese porque acababa de presenciar la escena que había demostrado su amigo en los baños y le había metido en el mismo saco. 

Está mejor, gracias. Solo me siento un poco mareado. Mañana me encontraré mejor. Continué, dedicándole una sonrisa antes de bajar la vista a la pierna. Nunca me habían apuñalado y hoy lo han hecho dos veces. Dije, lanzándole una breve mirada a Emille. Supongo que vengo aquí para evitar que vuelva a pasar. Comenté, en medio en broma medio en serio. No pensaba volver a acabar pinchado.