Partida Rol por web

 Tres éxitos!!!! ¿me sirven de algo?

A simple vista es una moneda de oro, irregular, nunca has visto una moneda igual. Esta muy gastada, tanto que las inscripciones apenas se ven.

- Aparte de que es quizás una moneda demasiado antigüa como para que tres mortales distintos la poseyesen, no veo nada más inusual- dijo finalmente Aspasia- Está demasiado gastada cómo para poder ubicar su procedencia...al menos con mis conocimientos...- concluyó en tono humilde posándola de nuevo sobre la mesa, la luz parpadeante de las velas destacó su brillo dorado y apagado. Miró al resto- ¿quizás alguno de ustedes pueda aportar algo más?- preguntó cortésmente.

El alguacil asiente en silencio a las palabras de Aspasia -a parte de lo obvio ,¿alguién más puede aportar algo sobre la procedencia de esa moneda?-.

 Cuando la mujer terminó de examinar la moneda, Carles alargó la mano diciendo:

-¿Me permiten?

Con la moneda en la mano, la examinó diciendo:

-Si, bueno... es antigua, mucho, el acuñado es muy extraño, creo que sobrepasa los cinco siglos de antiguedad, es más, me atrevería a decir que diez siglos de edad no sería desacertado... Esto de detrás parece un caballo... la moneda probablemente sea hispana, antes, hispania era famosa por sus corceles...  Sin embargo aquí hay algo curioso, no parece romana, el tallado no concuerda... ¿Cartaginesa quizás? No lo se, mis conocimientos no llegan a tanto. Lamento no poder darles más detalles, pero soy alquimista, las monedas no son lo mío. 

Sin decir más, esperó la respuesta del resto del grupo.

La cara del alguacil cambia por un segundo, entre la sorpresa y el miedo. Rapidamente recuperara su acostumbrado porte -bien, eso ya es algo- dice indiferente -¿algo más?- añade mirando al resto de los presentes.

Aspasia observó atentamente el cambio en la expresión en la cara del alguacil y lo anotó mentalmente. Mostrar tal descontrol de las emociones de uno era algo condenable en uno mismo pero algo sumamente útil para saber sobre los demás. Ella misma estaba soprendida. No sólo por los conocimientos mostrados por el tremere, que sin duda habían superado a los suyos. Demasiadas distracciones...no puedo permitirme perder facultades se recriminó duramente por no haber sido capaz de sacar esa información ella misma. Pero sobre todo estaba sorprendida por la procedencia de la moneda. Fue como si una campana sonase en el interior de su mente. ¿Cartagines? Instantáneamente un nombre acudió a su mente. Asdrúval...¿seria esa moneda una pista acerca de la presencia del hombre en la ciudad? Quizás si la sigo me seguirá a él...Cneo está enemistado con el hombre...¿estará moviendo los hilos el cartaginés para acabar con su antiguo enemigo? Mientras contemplaba esa idea esperó pacientemente a que el resto diese su opinión. Su mente bullía, súbitamente alerta, pero nada de eso se traslució en su rostro, que permaneció tan sereno como siempre.

El rostro de Aspasia permaneció serio e inexpresivo, las manos cruzadas ante sí tras escuchar el informe del tremere. Con un leve gesto de la cabeza inclinó la cabeza hacia éste, en señal de agradecimiento por haberles iluminado un poco más. Luego se volvió a mirar al resto, aguardando.

Postea en consecuencia Andrei.

Doy por echo que coges la moneda para examinarla mejor.

No eres capaz de añadir nada más a lo dicho por el Tremere. De hecho de no haberlo dicho no habrias distinguido el caballo. Estas deacuerdo en el acuñado.