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Et in Barcino Ego Origins

Trasfondo: La Ciudad de Barcelona

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07/05/2010, 16:09
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El nombre de Barcelona

El cronista medieval Pere Tomic cuenta, en su Históries i
conquestes dels escellentíssims e cathólichs reys d'Aragó,
que la ciudad de Barcelona fue fundada gracias a Hércules,
el cual se encontraba descansando de su lucha contra
los Geriones en el valle del Llobregat, lugar donde recibió
una embajada griega que venía a suplicarle que participara
en la guerra de Troya. La embajada estaba formada por
diez barcos, pero uno de los mismos, concretamente el noveno,
embarrancó ante los acantilados del Mont Jovis
(Montjuic). Sus tripulantes decidieron quedarse en la región,
y fundaron una pequeña ciudad llamada, precisamente,
Barca Novena (Barca Nona), y que posteriormente, en tiempos
romanos, fue rebautizada como Barcinona o Barcino.

Descripción de la ciudad

Leyendas aparte, las descripciones de viajeros de la época
(como Hieronymus Münzer o Francesco Guicciardini) ha-
blan de una Barcelona medieval situada en una zona agradable,
pero no demasiado fértil. A Poniente de la ciudad se
encuentra el rió Llobregat, que desemboca en el mar a una
distancia de unos siete mil pasos de la ciudad. Esta zona
es pantanosa y llena de aguazales, ya que el rió es traicionero
y engañador, y acostumbra a salirse de su cauce cuando
crece. No obstante, en verano estos terrenos son aprovechados
por los ganaderos como pasturas para las bestias.
Hacia el Levante se encuentra el rió Betulo o Besós,
de caudal mucho más reducido y de carácter más manso,
muy aprovechado por los campesinos para el regadió. Multitud
de pequeños riachuelos y zanjas, surcos y acequias llevan
el agua a los campos de cultivo, a los molinos de agua
o incluso a algunos edificios. La ciudad, de todos modos,
se encuentra bien abastecida de fuentes y pozos de agua potable.
Posee tres murallas: la Romana, la de Jaume 1, que
rodea la ciudad por tres de sus cuatro lados, dejando libre
toda la franja de la ciudad que da al mar; y la de Pere III,
que amplía el recorrido de la anterior cercando un gran espacio
conocido como el Raval, destinado casi exclusivamente
a la agricultura, para abastecer a la ciudad en caso
de que ésta sea sitiada. No existe un puerto propiamente dicho,
y los numerosos barcos que arriban a la ciudad deben
atracar en la misma playa de La Ribera, el barrio marinero.
Aunque dicha playa está protegida por un par de islotes
cercanos, en caso de que se levante mala mar los barcos
deben abandonar la ciudad para refugiarse en el puerto
de la cercana población de Sitges.

La Población

La ciudad tiene un perímetro de unos 25 estadios, casi las mismas
dimensiones que la ciudad de Nápoles, pero está bastante
menos poblada: apenas 35.000 habitantes (en su época
de máxima prosperidad, antes de las epidemias de peste).
La población se divide en tres estamentos, denominados
Mans (Manos):
La Má Major (Mano mayor) está formada por la élite social
de la ciudad: un grupo reducido de familias enriquecidas
gracias al gran comercio, muchos de ellos actualmente
rentistas, cuya forma de vida no tiene mucho que envidiar
a la de la nobleza. Acaparan los principales puestos
del poder político, aunque apenas son el 5% de la población
total de la ciudad.
La Má Mitjana (Mano mediana) está constituida por los
notarios, escribanos, médicos, maestros gremiales y comerciantes
menores. Forman el 15% de la población.
La Má Menor (Mano menor), denominada también poble
menut comprende el 80% restante de la población. Agrupa
a los escuderos, criados, esclavos liberados, campesinos,
artesanos menores y menestrales (trabajadores de oficios
humildes).
Aparte de estos tres grupos existen en la ciudad tres grupos
marginales más:
Los Judiós, confinados en un barrio propio, el Call.
Los Esclavos, en su mayoría sarracenos procedentes de tierras
africanas, que constituyen una servidumbre doméstica
muy apreciada entre las clases privilegiadas de la ciudad.
Su posesión es considerada un rasgo de distinción social,
por lo que existe un activo comercio de compra-venta
de esclavos, especialmente floreciente durante toda la Baja
Edad Media.
Los esclavos pueden obtener su libertad simplemente convirtiéndose
al cristianismo, pero previamente su amo debe
dar fe ante las autoridades eclesiásticas de que realizan
la conversión de buena fe.
En el último lugar de la escala social se encuentran los
mendigos, numerosos en la ciudad, que sobreviven gracias
a la caridad pública, y las denominadas Gents de mal viure
(gentes de mal vivir): Prostitutas, ladrones, jugadores y
alcavots (alcahuetes), a veces tolerados y a veces perseguidos
por la autoridad municipal.

Gobierno de la ciudad

Los oficiales reales (el Batlle y el Veguer) están asesorados
por un comité de cinco Consellers (Consejeros, Regidores),
con los que se reúnen dos veces por semana. Tres
de los Consellers deben pertenecen a la Má Major, otro a
la Má Mitjana y el quinto a la Má Menor, y ocupan el cargo
durante un año entero. En caso que surjan problemas extraordinarios
el Veguer (a petición de los cinco Consellers
o del Rey) puede convocar al Consell de Cent (Consejo de
Ciento), órgano consultivo formado por cien ciudadanos elegidos
por los cinco Consellers. En un principio las reuniones
municipales se realizan en diversos conventos, posteriormente
se construye una sede municipal, denominada Casa de la Ciutat.

Guía del viajero

El forastero que quiera gozar de las comodidades de tan bella
ciudad deberá en primer lugar abonar el correspondiente
i mpuesto de paso antes de entrar en ella, ya sea en una de
las nueve puertas de la muralla, o en los pequeños barcos
que conducen a tierra a los que llegan a la ciudad por el mar.
Si el forastero desea aliviar a su bolsa de este gasto, siempre
puede entrar en la ciudad introduciéndose en el mar
para entrar por el barrio de la Ribera, donde no hay murallas.
Sin embargo, es peor el remedio que la enfermedad,
pues el agua salada estropeará sus ropas, y se verá sometido
a las burlas y el escarnio de los ociosos que contemplen
su tan poco digna entrada.

El viajero que carezca de alojamiento puede solicitar habitación
en cualquiera de las numerosas posadas de la ciudad,
las cuales se encuentran en tres barrios: Ribera, Menestral
y Mal Viure. Las del barrio Menestral son un poco
más caras, pero también más limpias y seguras que las del
Mal Viure y no apestan a pescado como las de la Ribera.

Las posadas suelen tener un establo adosado para guardar
las caballerías, aunque es interesante acordar de antemano
con el posadero si en el precio de la estancia está incluida
la manutención de las monturas o no. En las posadas se
suelen servir comidas sencillas, aunque pueden prepararse
banquetes especiales si el comensal paga de antemano
las viandas. Para saciar rápidamente los gruñidos del estómago
hambriento, sin embargo, lo mejor es visitar los
puestos de comida del Mercadal, donde se puede restaurar
el cuerpo por poco dinero.

Múltiples son las distracciones que ofrece la ciudad para
el ocioso: desde templar los humores del cuerpo bebiendo
jarras de buen vino en las tabernas hasta retozar con las
prostitutas del barrio del Mal Viure, aunque es más aconsejable
(y más caro) recurrir a las muchachas de los Banys
Vells. También puede distraerse viendo los espectáculos de
teatro, música, danza y poesía que se ofrecen cada día en
el Corral de les Comedies. Si por el contrario quiere enriquecer
su cultura puede dirigir sus pasos hacia el Estudi General,
donde los doctos maestros le enseñarán los secretos
de las letras y de la ciencia. Si lo que quiere es reparar su
maltrecho cuerpo puede dirigirse al Hospital de la Santa
Creu, donde competentes físicos le devolverán la salud con
sus remedios. Si por último está preocupado por salvar su
alma, no faltan en la ciudad santos varones, repartidos en
monasterios e iglesias, que le reconciliarán nuevamente
con el Señor.

Por último, para aquellos que deseen ejercitar sus brazos
con las armas, se celebran casi diariamente torneos y justas
en el lugar denominado Born, situado en el barrio Menestral.
Aquellos que prefieran poner a prueba su ingenio
pueden competir en el torneo denominado Dels Jocs Florals.
Se realiza durante el mes de Mayo, y consiste en un
certamen poético en el que los juglares y trovadores deben
declamar sus mejores composiciones. Se conceden tres
premios: el tercer premio es una violeta de plata, el segundo
una rosa de oro, el primero es una rosa auténtica, pues
ningún orfebre puede hacer nada que supere la naturaleza.
Cuatro son las principales festividades que se celebran en
la ciudad: Santa Eulalia, patrona de la ciudad (12 de Febrero)
Carnestoltes (durante los cinco días anteriores al miércoles
de ceniza), Corpus (segundo jueves tras Pentecostés) y
Llibertats (el 28 de Diciembre). También son importantes
la Feria de santo Tomás, que se celebra a partir del 21 de
Diciembre y dura 20 días, y las fiestas nocturnas de San Joan
(23 de Junio) y Nit Bona (24 de Diciembre).

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07/05/2010, 16:11
Director

Desde el siglo XIII, el territorio se encontraba dividido en
18 Veguerías, en cada una de las cuales se encontraba un
Veguer encargado de administrar la justicia Real. La capital
de la Veguería se encontraba siempre en un municipio,
cuyo Batlle (Alcalde) era el encargado de la administración
económica (recaudar impuestos, controlar las obras públicas,
etc). Ambos personajes dependían directamente de la
Corona.
Paralelo a este sistema, la alta nobleza tenía derecho a administrar
justicia en sus dominios (a menudo rurales) como
considerase oportuno, por lo cual la justicia del Veguer
solamente se aplicaba de manera efectiva en el ámbito
urbano. Como lo normal era que la Corona reclutase a
Veguers y Batlles entre las filas de la nobleza y del patriciado
urbano, ambos sistemas no eran opuestos sino complementarios.
En el mundo rural la mayor parte de los campesinos no
eran poseedores de la tierra que trabajaban, recibiendo el
nombre de campesinos remença o simplemente Remença.
Dicha tierra formaba parte de un señorío o posesión, normalmente
bajo el poder de un señor feudal o de una orden
religiosa. A cambio del uso de la tierra el dueño de la misma
recibía unas prestaciones económicas (una parte de la
cosecha) y tenía derecho a una serie de servicios por parte
del campesino: Los Remença tenían que trabajar gratis
para el Señor si éste lo requería (por ejemplo para realizar
obras como fortificaciones o puentes en sus dominios), debían
hospedar gratuitamente al Señor y a su séquito si pasaban
por la residencia del Remença, y debían de ir a la guerra
si su Señor Feudal lo exigía. Asimismo, los Remença
debían pagar tasas extra por el uso de los servicios del Molino
y la Herrería, posesiones del noble por ser tradicionalmente
un monopolio señorial.
Del mismo modo el Señor Feudal tenía una serie de derechos,
(llamados Usatges) sobre sus Remença, que ejercía
en mayor o menor grado según su conciencia o capricho:
Derecho a administrar justicia (del cual ya se ha hablado),
el "Ius primae noctis" o Derecho de Pernada; Derecho a cobrar
indemnizaciones en metálico en caso de mala cosecha
o pérdida de la misma por desastre natural (como incendios
o plagas); Derecho a prohibir la boda de un Remença si lo
consideraba oportuno; Derecho a maltratar físicamente a sus
vasallos; y Derecho a quedarse con una parte de los bienes
materiales del Remença si éste moría sin hacer testamento.
Estos derechos recibían coloquialmente, entre los campesinos,
el nombre de Mals Usos.
Aún peor trato recibía el llamado Remença afocat, campesino
que estaba sometido a una situación servil hereditaria,
estando además adscrito a la tierra que trabajaba, no
pudiendo ausentarse de la misma sin permiso directo de
su Señor.
Durante los siglos XIV y XV, los Remença protagonizaron
diversas revueltas contra los Señores intentando mejorar
su situación, hasta que finalmente Fernando el Católico
abolió su servidumbre en 1486.
Paralelamente en el mundo urbano las clases humildes también
peleaban por mejorar su posición frente a la oligarquía
de privilegiados que gozaba del poder. En el caso concreto
de la ciudad de Barcelona, dicha oligarquía era denominada
Biga (que significa Viga de madera, sostén de un
edificio) y estaba integrada por rentistas y grandes comerciantes,
que habían controlado el gobierno municipal (Consellers
y Consell de Cent) desde siempre. Estaban emparentados
con la nobleza barcelonesa, y contaban con el
apoyo de la nobleza catalana en general, con la jerarquía
eclesiástica y con las oligarquías urbanas de otras ciudades.
Frente a ellos se formó el partido o grupo político denominado
Busca (que significa Viruta de madera), en la cual
se agrupaban comerciantes menores, artesanos y menestrales
(trabajadores no cualificados), los cuales acusaban a la Biga
de corrupción (venta de cargos, compra de votos, pago
de salarios municipales excesivamente altos...) exigiendo
una política comercial y económica más favorable a los
intereses de las clases humildes, así como una participación
de dichas clases en el gobierno de la ciudad. Los enfrentamientos
entre partidarios de ambos grupos pronto teñirían
de sangre las calles de la ciudad.

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07/05/2010, 16:14
Director

El Medievo Oscuro es un tiempo apocalíptico en que los párrocos avisan que los signos del Juicio Final están por todas partes y que los diablos tientan a píos y santos. Los pueblos y aldeas existen en un aislamiento completo, rodeados por profundos bosques llenos con los horribles aullidos de hombres-bestia y los cánticos de brujas practicando artes malditas.

A lo ancho de Europa, las ciudades amuralladas han florecido con la falsa promesa de seguridad y libertad. En verdad, sus tortuosas calles adoquinadas y callejones laberínticos son prisiones virtuales de las cuales ni siquiera los muertos pueden escapar.

El aislamiento y la desolación se notan en el ambiente de esta época. Vastas millas de tierras salvajes separan las aldeas de las ciudades y esconden cosas que son mucho peores que los monstruos.

Los bosques son lúgubres extensiones, cubiertos por sombras durante el día e iluminados por la débil luz de la luna de noche. El viento aúlla atravesando los castillos, centinelas solitarios cuyas almenas se han manchado de sangre.

La superstición y el miedo mantienen tanto a nobles y plebeyos confinados en sus hogares, encogidos de miedo a la débil luz de las velas hasta el alba. En universidades y monasterios, los estudiosos luchan para atravesar esta oscuridad incierta con antiguos fragmentos de verdades recordadas a medias.

Reyes y condes libran una guerra desesperada para mantener a raya a las tinieblas mientras la Iglesia trata de difundir la luz a la Cristiandad por medio de cruzadas mal pensadas y los Cainitas rigen la noche.

Las guerras bañan de sangre los campos de toda Europa y Ultramar, mientras los Señores feudales conquistan territorios para obtener más poder, mientras la Iglesia comienza los horribles excesos y cazas de brujas, preparándose para tratar con enemigos tanto mundanos como sobrenaturales. Infieles y Herejes caen bajo el poder de la cruz, arrastrando a Cainitas y demás seres que son descubiertos en nombre de Dios.

En 1233, el papa Gregorio santificó a Domingo de Guzmán y nombró a la Orden de los Frailes Predicadores como Santo Oficio de la Inquisición, para convertir a los herejes y erradicar la herejía por todo el mundo con una dedicación absoluta.

La superstición domina el Medievo Oscuro tanto como los monarcas y papas. Es una era donde la religión y la fe proporcionan esperanza y salvación, pero igualmente se predica sobre el Diablo y sus servidores que acechan en la noche. Para la población de Europa, esto no es un dogma, sino una realidad. La gente sabe que los bosques oscuros esconden algo más que meras sombras, y creen, tal como creen en Dios, que existen los espectros, demonios y vampiros.

En esta era, los granjeros oyen misa, rogando perdón y salvación, y luego se reúnen en los campos para pagar tributo y aplacar a los Viejos Dioses; no porque no tengan fe, sino porque creen absoluta y completamente. Creen que malvadas brujas y nigromantes pueden dar órdenes a los espíritus de los muertos, llamándolos desde su lugar de descanso para atormentar a los vivos. Cuando regresan de sus peregrinajes, tanto plebeyos como nobles han visto extraños símbolos grabados en piedras y han oído música etérea durante la luna llena. Saben que el Diablo aguarda para tentar a los fieles con el pecado, condenándolos a una eternidad de tormento carnal y aflicción.

De aquí es de donde la Iglesia saca poder, promulgando un camino hasta el Cielo, mediante los diezmos y el arrepentimiento. Socavando así a nobles y campesinos, sus brazos se alargan hasta los más altos señores y monarcas, llegando a ser en muchos lugares el “poder tras el trono”.

En el más puro punto de vista Cainita, la Larga Noche concluyó tras la caída de Constantinopla, para dar paso a lo que se conoce como la Guerra de los Príncipes, haciendo aún más conflictiva cada una de las noches venideras…

VIVIR EN EL MEDIEVO OSCURO

La vida medieval tiene lugar en su mayor parte durante el día, y sus rutinas giran en torno a la salida y la puesta del sol. Para gente acostumbrada a levantarse al alba y retirarse al anochecer, la llegada de la noche no es sólo una molestia o una señal de que ha terminado el día. La noche trae muchos horrores y amenazas invisibles al mundo, que se hace de repente hostil y extraño.

Debido a que sólo pueden actuar de noche, los Cainitas están apartados en gran medida del mundo mortal. Su contacto con los vivos está grandemente restringido, y muchos recuerdan sus propios temores mortales sobre monstruos acechando en la noche. Cuando a esto le sumamos el hecho de que una de las actividades sociales más importantes de un vampiro es cazar y alimentarse, acabamos con un gran abismo entre los vivos y los sin vida.

Otro factor importante es la iluminación de los tiempos medievales, el fuego (o la luz del sol), y para un Cainita esto significa la Muerte Definitiva. Es probable que los mortales con los que los vampiros se topan quieran permanecer cerca de los fuegos y antorchas, para iluminar habitaciones oscuras y en general estar cerca de una de las pocas cosas que pueden destruir de verdad a un Cainita.

Todos estos aspectos, incluyendo a las criaturas sobrenaturales que también deambulan por el mundo y los siervos de la Iglesia que se dedican a exterminarlas, hace que las noches del Medievo Oscuro sean una aventura en sí mismas, y por tanto un peligroso terreno donde cualquier momento puede ser el último.

LA CIUDAD DEL MEDIEVO OSCURO

Imagina una oscura e imponente muralla de fría piedra férreamente labrada, de unos 15 metros de altura, que rodea una extensa superficie de tierra, con torres de guardia en cada una de sus curvas. Ahora imagina que el espacio entre esos muros está atestado de cientos de edificios terriblemente estrechos, el más alto de los cuales tienen dos pisos y oculta toda la luz de sus calles. Solo las angostas, ominosas y desigualmente empedradas calles contrastan frente a las en apariencia interminables hileras de toscas casas de madera, tiendas gremiales, tabernas y posadas. Incluso entonces, las calles son impredecibles, retorciéndose y girando sin ninguna coherencia.

Ahora imagina una población humana de 7.000 individuos, abriéndose camino impacientemente unos por encima de otros a lo largo de esas abigarradas calles y avenidas y atestando los puestos de la plaza del mercado, vociferando y regateando con los numerosos mercaderes. Los putrefactos restos de los criminales pueden ser vistos suspendidos sobre la plaza en jaulas herrumbrosas, infortunadas presas de la ley feudal. Añade a esta imagen los pertinaces olores de la carne quemada, los desechos humanos, el estiércol de caballo, el humo y la sangre. Por último, imagina un gran y amenazador castillo elevándose frente a las desesperadas construcciones de la ciudad. Las murallas del torreón están recorridas por antorchas que marcan sus límites y puede verse a los centinelas armados recorriendo las almenas.

Así es la vida en el mundo del Medievo Oscuro… el mundo al que los Cainitas llaman hogar. Dado que los vampiros son criaturas de la civilización, la mayor parte de sus vidas se desarrollan entre los muros de la ciudad, aunque su ambiente sea el nocturno…La noche deja la ciudad desierta. El toque de queda que existía en muchas ciudades comenzaba a las 9 de la noche, por lo que todos los locales debían cerrar a esa hora, dejando la ciudad vacía de vida, renaciendo con el alba.

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13/10/2010, 10:46
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Notas de juego

Mapa de la ciudad de Barcelona. Espero que os sirva.

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23/10/2010, 13:48
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Las Nueve Puertas 

 

 

 

Hay nueve puertas para entrar en la ciudad de Barcelona:
Drassanes , Trentaclaus , Boqueria , Portaferrissa
, Orbs , Santa Anna , Jonqueres , Portal Nou
y Sant Daniel. Cada puerta está flanqueada por dos torres,
en las que viven una docena de soldados al mando de
un oficial. Su misión consiste en vigilar la puerta durante
el día, cuando está abierta, y patrullar por su sector de muralla
por la noche, cuando las puertas están cerradas. También
están encargados de cobrar el impuesto por entrar en
la ciudad, consistente en un croat de plata por persona y tres
por montura o carro. Están exentos del impuesto de paso
los nobles, los miembros del clero y los comerciantes en
tiempo de feria, pero no sus acompañantes. Aunque dependen
nominalmente del Consell de la ciudad, la vida de
los soldados de las puertas suele ser bastante tranquila, y
son poco amigos de buscarse problemas.

 

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23/10/2010, 13:52
Director

 

BARRI REAL

Este sector de la ciudad recibe su nombre por albergar en
su interior el palacio de los reyes de la Corona de Aragón.
Tanto si el monarca se encuentra en la ciudad como si está
ausente, esta zona es siempre un hervidero de cortesanos,
guardias reales, criados, soldados, burócratas de la administración
real y pajes. El acceso al recinto es restringido,
pues solamente pueden residir en él altos dignatarios
de la Corte (como el Veguer o el Lugarteniente Real) nobles
cortesanos y burócratas de alto nivel. Su proximidad
al Mercadal hace que los mercaderes de la ciudad tiendan
a colocar sus puestos en su interior durante los días de Feria,
costumbre que los monarcas catalanes suelen permitir
siempre que el Palacio no albergue en esos días a ningún
inquilino de la Casa Real. Esta invasión anual provoca la
exasperación de cortesanos y escribanos reales, los cuales
solicitan periódicamente al monarca la construcción de un
nuevo Palacio real, situado al lado del mar y lejos de los
mercaderes.
Existe la costumbre de que los escribanos de la Cancillería
Real y los burócratas de alto nivel sean elegidos entre
los miembros de las familias de los Sancliment, los Marc
o los Metge, las cuales monopolizan estos cargos desde
hace más de dos siglos.

 

Lugares de interés :

Palacio Real :

 

 

 

 

Residencia principal de los condes de Barcelona desde el
siglo XII, se encuentra en el fondo de una plaza empedrada
a la cual se accede por una única calle para facilitar así
su defensa. Tiene una sobria fachada en la que destacan
los grandes arcos adosados, formados por la unión de los
contrafuertes, y la escalinata en semicírculo por la que se
accede al interior. El afortunado forastero al que se le permita
el paso puede admirar la amplia Sala Mayor o Saló del
Tinell, de más de 17 m. de ancho por 34 de largo, dónde
los monarcas conceden audiencias y convocan parlamentos.
También es digna de admirar la capilla de palacio, dedicada
a Santa Agata, a la cual solamente puede accederse
desde el interior del mismo. No obstante, se proyecta abrir
una nueva puerta en la capilla para que sea practicable su
acceso desde la plaza (cosa que se hizo en el año 1400)

 

 

 

 

 

Palacio de la Inquisición

 

 

 

Muy cercano al Palacio real, en la calle Tapinería, se encuentra
un edificio sobrio, de modestas proporciones, que
alberga en su interior el Tribunal de la Inquisición. Este
organismo, creado en el siglo XII por influencia francesa,
está dirigido exclusivamente por monjes dominicos, y su
función consiste en investigar (y si es preciso, castigar con
dureza) aquellos casos de satanismo y brujería que le sean
denunciados previamente por las buenas gentes temerosas
de Dios. Sus condenas, sin embargo, son benignas, consistiendo
las más de las veces en el pago de alguna multa,
azotes o el destierro. Solamente en contadas ocasiones se
ejecuta una condena de muerte. A diferencia de otros países
Europeos, en Catalunya se suele ahorcar a las brujas en
lugar de quemarlas. (Todo esto cambia, por supuesto, en
1478, cuando los Reyes Católicos y Torquemada crean la
Inquisición Española, bastante más conocida que su homónima
catalano-medieval).

 

 

 

 

Catedral de Santa Eulalia

 

 

 

La ciudad se encuentra actualmente construyendo un gran
templo a mayor gloria de Dios y de la Santa Patrona de la
ciudad, Santa Eulália, cuyas reliquias se encuentran depositadas
en una cripta situada debajo del altar mayor, en el
centro de la Catedral. La construcción fue diseñada por el
obispo Bernat Peregrí en tiempos de Jaume III (1298), pero
su construcción no empezó hasta el año 1317. En su impaciencia
para oficiar los sacramentos en tan santo lugar,
el Obispo de la ciudad ha consagrado ya al culto la cripta
y algunas de las capillas menores, ya terminadas.
Los trabajos no se reanudaron hasta bien entrado
el siglo XIX).
Adosado a la catedral se encuentra el edificio de la Pía almoina
(Limosna piadosa) donde los buenos sacerdotes reparten
diariamente comida gratis a los mendigos de la ciudad.

 

 

 

 

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23/10/2010, 14:03
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BARRI HONRAT

Recibe su nombre de las gentes que en él habitan, las cuales
son honradas porque poseen Honras, es decir, Honores
y posesiones. En otras palabras, en este sector de la ciudad
vive la élite de la ciudad: nobleza menor y mercaderes
enriquecidos, normalmente rentistas, que controlan el
gobierno de la ciudad y del país. Este patriciado urbano
está formado por apenas dos mil personas, las cuales están
emparentadas directa o indirectamente con alguno de los
siete clanes familiares más importantes de Barcelona: los
Dufort, los Sesfonts, los Burgués, los Fiveller, los Dusay,
los Llull y los Vallseca.
Viven además en el barrio unas ocho mil personas más,
encargadas de servir a esta élite como criados, escuderos,
palafraneros, guardias armados, pajes o simplemente esclavos.
Los grandes palacios que pueden contemplarse en esta zona
tienen un aspecto exterior poco hospitalario, casi desagradable,
ya que parecen estar diseñados más como fortificación
que como vivienda: gruesos muros, ventanucos
estrechos, fuertes puertas de madera y hierro... La sensación
desaparece, no obstante, una vez se accede al interior,
ya que el Palacio está construido alrededor de un patio central
bellamente decorado, la mayor parte de las veces con
esbeltas columnas góticas. Es costumbre que en la planta
baja del palacio se encuentren las habitaciones y salas destinadas
a servidumbre, almacén y servicios, mientras que
en el primer piso se hallan la zona residencial de los señores
y los salones de ceremonia. Desde la gruesa puerta principal
se accede directamente al patio interior, y allí una escalinata
(a menudo graciosamente decorada con arcos) conduce
al piso superior.
Aparte de los guardias personales que cada familia posee,
el barrio está estrechamente vigilado por los Jurats del Batlle
de la ciudad, por lo cual los robos son poco frecuentes.
Lo son bastante más los asaltos nocturnos y los asesinatos,
pues existe un estado de guerra casi permanente entre la mayor
parte de estos clanes familiares, producto de rencillas
políticas y económicas.

 

Lugares de interés :

 

Castell 

 

 

 

Esta fortaleza es la residencia del Batlle de la ciudad, y
cumple las funciones de cuartel de los Jurats (Guardias armados
encargados de mantener el orden en la ciudad). En
los sótanos del castillo hay unas mazmorras, húmedas y
sórdidas, en las que son encerrados los delincuentes que esperan
juicio. El Castell es uno de los edificios más viejos
de la ciudad, pues está construido aprovechando restos de
la muralla romana. Hay quien dice que sus sótanos están
plagados de pasadizos secretos, y que en ellos se encuentran
grandes tesoros. También hay quien dice que en dichos
pasadizos vagan horrores salidos del infierno, que esperan el
día de volver al exterior.

 

 

 Banys nous

 

 

Se trata de unos lujosos baños de agua caliente, construidos
con un estilo que pretende imitar al de los antiguos baños
romanos. Son propiedad de un judió llamado Abraham
Bonastruc, el cual debe entregar más de la mitad de
sus beneficios al Conde de Barcelona. Las autoridades eclesiásticas
censuran el bañarse más de dos veces al año, ya
que un excesivo cuidado del cuerpo es considerado sinónimo
de una dejadez del alma. Por ello estos baños, más
que un centro de higiene, es utilizado como lugar de reunión
de las élites de la ciudad: un buen lugar para beber vino
y hablar en privado, con tranquilidad, lejos de las ruidosas
tabernas de otras zonas de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 Palacio episcopal

 

 

 

 

Residencia del Obispo de la ciudad y sede de la autoridad
eclesiástica. Es un edifico sobriamente románico, achaparrado
y monolítico, más parecido a una cueva que a un palacio,
aunque en su interior alberga un buen número de lujosos
tapices, pinturas, joyas ornamentales y otras obras
de arte cedidas a la Iglesia de Barcelona por los piadosos
creyentes de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

 

Palacio de la condesa de Palámos

 

 

 

Al igual que el Castell, este palacio también está construido
usando parte de las murallas romanas: concretamente algunas
de las torres de fortificación, que sirvieron como basamentos.
Por supuesto, la tradición popular afirma que
castillo y palacio están comunicados mediante túneles subterráneos,
y que el palacio está maldito o encantado, aunque
es dudoso que alguien piense seriamente que la anciana
condesa, viuda ya hace muchos años sea una bruja o
una mujer maldita.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Casa de la Ciutat

 

En este edificio reside la sede del gobierno municipal de
la ciudad. Como en otros palacios, la fachada es rectilínea
y sobria, aunque no extenta de cierta elegancia. En la planta
baja del edificio se encuentra la Escribanía, donde un
pequeño ejército de burócratas redactan la documentación
de la gestión municipal. En los pisos superiores se hallan
los salones dedicados a reuniones y debates, siendo el más
importante de los mismos el llamado Saló de Cent, muy parecido
al Saló del Tinell, aunque de dimensiones más reducidas.
Como su nombre indica, en el Saló de Cent (de
Ciento) se celebran las reuniones del órgano consultivo
llamado Consell de Cent

 

 

 

 

 

 

 

Iglesia Santa María del Pi

Esta iglesia recibe su nombre del pino centenario plantado
frente a la puerta principal, y que según la tradición popular
no es otro que el bastón o maza de Farell, el gigante
mítico, compañero de Guifré el Pilós. La leyenda asegura
que en caso de que un gran peligro amenace la ciudad un
descendiente de Guifré debe golpear tres veces con el puño
cerrado el tronco del árbol, mientras grita el nombre del
gigante en voz alta. Entonces Farell despertará de su sueño
mágico y acudirá a grandes zancadas.
Leyendas aparte el aspecto de la iglesia es imponente: en
su lisa fachada destaca el enorme rosetón, desproporcionado
en relación con la anchura del edificio. Bajo él, y enmarcando
la única puerta, se encuentran las estatuas de los doce
apóstoles, severos y terribles, colocados cada uno en su
correspondiente hornacina. Su interior es bastante espacioso
(aprox. 50 metros de largo por 16 de ancho) y consta
de una única nave central, con catorce capillas adosadas,
colocadas de tal manera que es relativamente fácil para un
intruso esconderse en ellas.
Esta iglesia es tradicionalmente la favorita de la élite de la
ciudad, por lo cual ha protagonizado buen número de intrigas
y sucesos violentos, entre los que destaca el asesinato
del lugarteniente del gobernador general de Menorca, que
fue eliminado por sicarios de una facción rival a golpes de
candelabro ante el mismísimo altar mayor.

Cargando editor
23/10/2010, 14:32
Director
BARRI GREMIAL

En él viven, trabajan y venden sus productos los artesanos
de la ciudad, agrupados por calles según el gremio al que
pertenecen. Los gremios son asociaciones formadas por
los Maestros artesanos de un mismo oficio, y se encargan
de regular los derechos de los trabajadores, supervisar su
aprendizaje, establecer un mínimo de calidad en el producto
artesanal y fijar su precio de venta. Negocian sus
privilegios directamente con el monarca, a cambio de lo cual
deben colaborar en la defensa de la ciudad en caso de crisis,
organizando a los trabajadores en milicias urbanas al
mando de sus oficiales gremiales.
Para trabajar como artesano independiente es necesario tener
la autorización del gremio, ya que de no ser así el trabajador
se expone a no poder vender su trabajo, o que éste
sea destruido y que él mismo reciba una paliza o algo peor.
Dicha autorización se obtiene diseñando y construyendo
una obra de alta calidad, que es examinada rigurosamente
por la asamblea de maestros del gremio en cuestión. Si la
obra es considerada válida, el aspirante es reconocido como
Maestro Artesano, con derecho a ingresar en el gremio
local y a establecer un taller propio en misma calle que sus
compañeros, para que así el cliente pueda comparar el trabajo
de todos y elegir según su gusto, sin tener que recorrer
toda la ciudad.
Los talleres son pequeños, y los maestros no suelen tener
a la vez más de un par de aprendices. Ocupan normalmente
la planta baja de la casa del artesano, reservándose la planta
superior como vivienda. Si hace buen tiempo existe la
costumbre de trabajar en la calle, ante la puerta de la casa,
que también cumple la función de tienda. Así los compradores
pueden examinar los productos en venta y curiosear
sobre cómo son realizados.
Los gremios estan a su vez agrupados en cofradías religiosas,
que tienen el nombre del santo patrón de su oficio.
La cofradía más poderosa es la de los Elois, a la cual pertenecen
los herreros, cuyo patrón es San Eloy. Cada miembro
de la cofradía debe pagar una cuota mensual que se
emplea en ayudar a los cófrades que no pueden trabajar
por enfermedad o accidente.
Además, el gremio vigila la calidad de los productos de sus
afiliados mediante unos inspectores denominados Veedors,
encargados de supervisar el trabajo del artesano. Si encuentran
un trabajo defectuoso, la costumbre exige que lo
destruyan en el acto, colgando los restos de la puerta del taller,
para vergüenza del artesano. Oponerse a esta medida
es sinónimo de ser expulsado automáticamente del gremio.

Lugares de interés :

 

Calle Llibreteria

 

 

En esta calle encuentran las profesiones relacionadas con
la escritura: encuadernadores y restauradores de libros, copistas,
iluminadores (ilustradores), escribanos, traductores
e incluso vendedores de libros de segunda mano viejos o
parcialmente estropeados. Al tener que realizarse de forma
manuscrita, la mayor parte de los libros se realizan por encargo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Calle Argenteria

 

Esta calle se llamaba hace años del mar, pero cambió de
nombre al instalarse en ella el gremio de plateros y joyeros
Este es el lugar indicado para comprar o vender cualquier
joya de valor. En previsión de posibles robos, la calle
está permanentemente vigilada por los Jurats de la ciudad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Iglesia de Sant Jaume

 

Este templo de estilo románico está situado justo frente a
la puerta principal del Call judío. A su lado se encuentra
un pequeño cementerio parroquial, donde tradicionalmente
los gremios entierran a sus Maestros Artesanos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Calle Espasería

 

La voz popular dice que con las armas y armaduras que se
fabrican en esta calle en solo un mes, se podría equipar
perfectamente a un ejército. Evidentemente, es una exageración.
No obstante, en esta calle se encuentran los mejores
espaderos (fabricantes de armas) de Barcelona, y se
pueden encontrar todo tipo de armas y armaduras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cargando editor
23/10/2010, 14:51
Director
BARRI DE LA RIBERA 

 

Tradicionalmente es el barrio marinero de Barcelona. En
él viven las gentes cuyo oficio está relacionado con el mar:
pescadores, macips (estibadores), marineros, companyons
(guardias) y mercaderes.
Al llegar a esta zona de la ciudad, lo primero que llama la
atención del forastero son dos hechos curiosos: las calles
van a morir prácticamente en el mar, ya que todo este sector
carece de muralla. Además, tampoco existe un puerto
donde desembarcar en condiciones. La playa tiene tan poco
calado que cualquier Coca o Carraca que intentara llegar
a tierra encallaría con toda seguridad. Solamente naves
de quilla baja, como las Galeotas o las Galeras, pueden
acercarse hasta una distancia razonable. Los pasajeros llegan
a tierra desembarcando en naves más ligeras, mientras
que la carga es transportada por los Macips de Ribera, hombres
famosos en toda la ciudad por su corpulencia, cuyo oficio
consiste en cargar y descargar los barcos. Las embarcaciones
permanecen ancladas al abrigo del islote de Maians,
situado frente a la playa, aunque en caso de que amenace
temporal suelen dirigirse al vecino puerto de Sitges. Existe
un pequeño puerto de origen romano al pie del Montjuic,
pero en la actualidad está tan lleno de cieno que es prácticamente
inservible. Algunos mercaderes alarmistas solicitan
regularmente al Consell de la Ciutat la construcción
de un puerto en mejores condiciones, pero la idea aún no
ha prosperado.
Los argumentos en contra de la construcción del puerto
son que éste sería una vía de penetración a la ciudad para
cualquier flota enemiga, mientras que ahora unas cuantas
galeras de guerra (que siempre se encuentran ancladas
ante la playa) pueden perfectamente detener cualquier desembarco
el tiempo suficiente para que venga desde Sitges
la flota completa. Muchos piensan, sin embargo, que la realidad
es otra: la existencia de un puerto obligaría a levantar
igualmente el sector marítimo de la muralla, lo cual
perjudicaría muy mucho los intereses de los mercaderes,
muy aficionados a desembarcar sus mercancías en la playa
e introducirlas rápidamente en la ciudad, a espaldas de
los funcionarios municipales.
Medio en broma medio en serio, los habitantes de Barcelona
añaden que cualquier invasor que intente desembarcar
en la playa está loco, pues corre el peligro de que los
del barrio se enfaden.
Esta afirmación se debe a que los vecinos de la Ribera tienen
fama de salvajes en el resto de la ciudad, y no falta
quien afirma que ese sector no forma parte de Barcelona,
sino que es una población aparte. Hasta los Jurats se lo
piensan dos veces antes de poner un pie en el barrio. Este
temor (absolutamente justificado) por parte de la población
se debe a que buena parte de los vecinos de la Ribera
se ganan la vida comerciando con los pueblos del otro
lado del Mediterraneo, y las relaciones no siempre son tan
cordiales como deberían ser: es por ello que, del mismo
modo que los artesanos guardan sus herramientas, marineros
y companyons (hombres armados que viajan en los
barcos) guardan en sus casas sus armas y armaduras. Así,
cuando hay disturbios en el barrio, es más que probable
que los contrincantes desenvainen algo más que una simple
daguita.
La élite social del barrio la forman los mercaderes, dueños
y a menudo capitanes de sus barcos mercantes. A diferencia
de sus colegas del Barri Honrat, no son rentistas, sino
que basan su pequeña fortuna en su esfuerzo personal. Los
mercaderes más poderosos de la Ribera pertenecen a las familias
de los Gualbes, los Bussot, los Sapila, los Ros y los
Mitjavila. Todos ellos tienen relaciones económicas con
los clanes honrados de la ciudad, por lo cual es frecuente
que se vean inmersos (a su pesar) en las numerosas intrigas
que sacuden la ciudad.
La relación entre el mercader y su tripulación es muy estrecha,
casi como la de un señor feudal con sus soldados:
los hombres del mercader pueden contar con su protección
y su ayuda económica en caso de apuro, y éste, a su vez,
puede contar con su apoyo armado si es necesario.

 

Lugares de interés :

 

Santa Maria del Mar :

 

Esta iglesia es, después de la Catedral, el mayor templo
cristiano con que cuenta la ciudad. Tiene un aspecto sencillo
y sólido, tan sobrio como los habitantes del barrio
donde se encuentra. Su único ornamento son las gárgolas
de piedra del tejado, que se proyectan hacia fuera como si
fueran gritos de la misma roca.
Las obras de construcción se iniciaron en 1329, siendo su
Maestro Mayor Berenguer de Montagut. En el mismo lugar
donde se encuentra se alzaba antiguamente una vieja
capilla, llamada Santa Maria del Arenys (de los Arenales)
por su proximidad a la playa. En dicha capilla se encontraba
la tumba de Santa Eulalia, cuyos restos fueron trasladados
posteriormente a la cripta de la Catedral