Partida Rol por web

Et in Barcino Ego Origins

Preludio : Roger de Aquitania

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18/06/2010, 20:12
Montçada

El tablero de ajedrez presenta una autentica carnicería en pleno centro, las fichas colocadas con suma estrategia por ambos magistri, más aun no ha caído ningún peón ... pronto lo harán ... pronto, a veces para avanzar hay que sacrificar piezas en pos de una mejor.

-Interesante ... interesante- musita observando el tablero detenidamente, esta vez no se apresura tanto a mover.

Su mano se mueve distraidamente sobre el tablero, pasando de una ficha a otra. Finalmente adelanta uno de los peones amenazando al alfil, de comerse al peón uno de los caballos eliminaría al alfil a expensas de ser eliminado por un peón blanco.

-Por favor dejad el asunto de mi chiquilla, me causa cierto ... - pausa -malestar- dice saboreando la palabra -además tenemos asuntos más importantes que debatir-.

El obispo exhala un suspiro, pensativo calla ¿concentrado en el juego? tal vez ... pero ¿en qué juego?.

Sonríe -¿difícil elección querido amigo?- dice haciendo alusión al tablero.

No todas las respuestas son contestadas, algunas son tan obvias que podrían ser consideradas como retoricas, el guardián de la fe no pierde el tiempo contestando estas, tal vez dándolas por sentado o simplemente por prudencia.

-Algo sé de Cneo, pero no tengo el placer de conocerlo personalmente- dice acariciándose el mentón -es un Escipión el primer romano en poner pie en la península, se gano su abrazo tras derrotara Asdruval Barça en la batalla de Dartosa- silencio

-Polanco ...- musita -buen cristiano, pero bastante temperamental ... tanto que pasa ciertos detalles por alto, está tan enfrascado en su tira y afloja con Tercio Bravo que no es capaz de ver a dos palmos de sus narices, lo poco o mucho que sabe Polanco es lo que nosotros le queremos contar nada más ... - Montçada te mira directamente tras hacerte esta pequeña confesión, sonríe cómplice antes de bajar la mirada al tablero.

-Obviaré lo que pudiera decirte Polanco, qué será más bien poco ...- dice con cierta chanza -Cneo tiene más de mil años ... y es bastante paranoico, controla las instituciones de la Corona de Aragon hasta el punto que podría decirse que es el señor indiscutible del reino-

Tras esta revelación comienzas a sentir más y más inquietud, pero el guardián de la fe confía en ti y aquellos cuyos nombres protege y adivinas, y eso es algo.

-Muchos cainitas están llegando a Barcelona tardará un tiempo en investigarlos a todos, en cuanto a vos habéis pasado años en letargo dudo que os dé demasiada importancia, sobre todo si tiene algún brujah en su corte, tengo entendido que les tiene cierta .... manía-.

Tras hacer tu movimiento se apoderá de una pieza blanca con uno de sus peones negros, tranquilo la sitúa a su lado.

-Su senescal es Roldán de los Ventrue, chiquillo de Geoffrey príncipe de París, no nos gusta como se están desarrollando los acontecimientos, apenas participa en la reconquista ... lejos de buscar alianzas con Castilla dirige su mirada fuera de la península, el actual rey es descendiente de Doña Violante un peón de los Arpad ...  no nos gusta- pausa -Iberia es y debe de ser nuestra no podemos permitir que los patricios metan sus narices en nuestros asuntos como tampoco podemos permitirnos flaquear ahora que estamos tan cerca de la victoria, debemos de mostrar un frente unido y para ello Cneo debe de desaparecer- dice en tono serio.

 

Notas de juego

Perdón .... no es fácil interpretar al gordo, es mucho gordo :(.

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18/06/2010, 21:18
Roger de Aquitania

Notas de juego

¿Perdón? ¿Por qué? A mi me parece que lo haces muy bien, no seas memo, yo me lo estoy pasando de puta madre. Pero te entiendo, jugar a los personajes famosos es muy jodido y siempre deja ese gusto en la boca de "lo estoy haciendo para que me peguen tres tiros" por muy bien que salga. ¡Que difícil es ser máster! :(

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18/06/2010, 22:16
Director

Notas de juego

Sí, es lo que tiene narrar personajes famosos como bien dices, por algún motivo están en un pedestal muy alto, y no es fácil dar esa sensación.

Genial Montçada en sus breves apariciones en la novela del clan LaSombra de Mascarada, como dirigue el tipo una operación desde Madrid, mandando nada menos que al sabueso a vigilar a Vykos y compañia, genial su conversación con Ibrahim, un grande.

 

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19/06/2010, 01:28
Roger de Aquitania

 

-Interesante, así es – asiente el otro Lasombra – Mucho pensáis vuestro próximo movimiento y no hemos hecho sino empezar.
 
-¿Tanto te desazona que tu chiquilla sea un poco díscola? ¿O se trata de algo más? Hmm. Curioso que puedas controlar tantas cosas y no a ella, aunque todos tenemos alguna debilidad y tu mismo eres la de tu Sire. Pero sin duda hay asuntos más importantes que tratar esta noche, si, más que tu joven dama.
 
El álfil se retira prontamente de su posición en busca de una mejor. Si, las fichas se mueven y ya hay varias situadas en el centro y lejos de su lugar. Demasiadas, pronto algunas abandonarán el juego para favorecer el movimiento del resto. Como en batalla. Solo que hay que elegir cuales sacrificar pues a veces, deshacerse de un peón puede ser una ventaja, aunque el otro ajedrecista no lo vea.
 
-Toda elección implica un riesgo, ahí radica la emoción del juego – contesta Roger tras su movimiento – bien se trate de desplazar un álfil o un Magister.
 
Calla el jugador de las blancas para escuchar al Obispo. Dicen que en ocasiones es una bendición permanecer sumido en la ignorancia, y Roger piensa que bien podría ser ésta una de ellas. Si el Príncipe de Barcelona fue abrazado tras derrotar a Asdrúbal Barça ello significa que tiene alrededor de mil quinientos años. Oh, señor, el adversario ideal para un Neonato. Si, debe ser bastante ¿precavido? ¿cauto? ¿desconfiado?. Sin embargo son las palabras sobre el Príncipe de Toledo las que, por ahora, más le impresionan.
 
-Oh, cielos, mi buen Luis. ¿A que juegas y con quien? ¿A quienes te refieres con ese ‘nosotros’ y hasta donde llega vuestro poder para eludir a Polanco y contarle solo lo que os interesa? Cneo, Eliaser, ambos son Amici y antiguos Magistri, y habláis de ellos como si fueran dos simples peones más. Como yo lo soy.
 
-Sin duda que otros Vástagos se instalen en la ciudad en esta época ayudará – asiente el capitán – al igual que mi letargo. Si, muy bien pensado, mas no es que me investigue lo que temo. No tengo mucho que ocultar – sonríe un poco – comparado con otros de nuestros hermanos. 
 
-Salvo que odiaba a mi Sire, que tengo por amigo y algo más que eso a aquel que le destruyó, y que los Amici, a los que el mismo Cneo pertenece, me envían para espiar y arruinarle la existencia, si tengo éxito.
 
-Tampoco yo siento demasiado afecto por los Celotes – continua hablando - recordad que pasé dos años en Portugal luchando contra ellos, cuando nuestro Clan decidió combatirles en aquellas tierras, y supongo que ellos nos tendrán en la misma estima.
 
Roger levanta una ceja cuando uno de sus peones cae bajo el ataque de su homónimo negro. Ladea la cabeza y se acaricia la barba, frunce las cejas un instante y acaba por sonreír de nuevo.
 
-Y he aquí la primera de las víctimas. Un peón, por supuesto – se queda mirando el tablero aunque sin verlo, todavía meditando lo expuesto por Monçada - siempre son los primeros en caer. Si bien a veces un peón culmina exitosamente un jaque mate. Mal está que nuestro Señor de Barcelona no se interese por la Reconquista, siendo ésta una de las prioridades de nuestro Clan en Iberia. Y mal está que les permita a los Ventrue llegar tan lejos. El Mediterráneo, al menos en lo que concierne a las costas europeas que baña, pertenece a los Magistri, e Iberia no es la excepción – Roger sacude la cabeza, negando - Poca influencia y territorios tienen los Patricios aquí, y esa situación debería mantenerse. 
 
-¿He dicho yo eso? Si, Hugo tenía razón cuando dijo que cada uno se debía a su Clan y... Un momento. ¿Ha dicho que Cneo debe desaparecer? 
 
-No he de ser yo quien cuestione la decisión de hacerle desaparecer, si tan mal gobernante resulta y contrario a nuestros intereses – contesta mientras levanta su caballo con dos dedos – pero Luis, ¿no hay posibilidad de... reconducirlo? ¿Y si es la influencia de los Ventrue de su Corte, de ese Senescal suyo, lo que lo ha alejado de nosotros? – el caballo se mantiene en el aire - ¿Se ha intentado hablar con él? ¿O con los otros Lasombra de Barcelona?.

Tres a la derecha y dos abajo. El caballo blanco desciende sobre el tablero y manda al caballo negro fuera del tablero. Posiblemente el peón negro que queda en diagonal tome venganza, y en ese caso otro peón blanco vengará a la caballería, con lo que dos caballos y dos peones habrán caído.

 

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19/06/2010, 08:04
Montçada

 

Las piezas comienzan a caer lentamente al principio, con el centro ocupado es cuestión de un movimiento o dos.A ambos lados del tablero yacen las mudas victimas de sus verdugos, peones y caballos... primero caen los más débiles como en la vida misma.... .

-Vuestra experiencia con los celotes también ha sido tomada en cuenta querido Roger- dice haciendo alusión a tus años en Portugal -seguro que tendréis mucho de lo que hablar en futuras noches-.

El caballo blanco cae bajo la espada de uno de los peones negros, para luego ser vengado por su homónimo blanco -ojo por ojo y diente por diente- musita distraído el obispo.

Miedo, acaso el miedo atenaza al bravo capitán, tal vez si tal vez no, dicen que el miedo y la prudencia son hermanas, y cuando se trata de tratar con un LaSombra hay que ser prudente más si el LaSombra en cuestión es antiguo, su eminencia gira su fofo cuello junto con su cabeza para negar.

-No, es la respuesta a todas tus preguntas- dice mientras permuta la posición de la torre y el rey  -más no os preocupéis por tales cuestiones, vos no seréis el encargado de tan ardua y desagradable tarea-.

La respuesta a tus sospechas no se hace tardar, para el obispo parace bastante obvia,curioso levanta la mirada del tablero para mirarte directamente a los ojos.

-Su senescal ... ojala sea tan sencillo, si nuestro Cneo ha caído bajo su influencia tardarás bien poco en estar entre nosotros, ¿un Ventrue? ... ¿controlando a un magíster?, debéis de tener una vena cómica querido amigo- sonríe -mucho debe de haber crecido el temerario Roldán para rivalizar en ingenio con un magíster, más si se trata de uno tan antiguo como Cneo ... aunque tal vez apuntéis en la dirección correcta- silencio.

-Cneo no siempre fue príncipe de Barcelona, ocupo el cargo después de la expulsión de nuestros hermanos ashirra y los temidos assamitas, estos últimos dieron cuenta de casi todos los antiguos de la ciudad- pausa -Cneo escapó y resistió en los pirineos hasta que Alexander intervino a través de su marioneta Carlo Magno-.

Tras un rápido vistazo al tablero, decide avanzar otro de sus peones, en esta ocasión el que está en frente del otro alfil, poniendo de paso en peligro el peón que elimino a su caballo.

-Ser rey a cualquier precio- musita distraido mientras sus peones avanzan por el campo de batalla causando estragos, en frente cerrando filas tienen a las temidas torres guardianas inquebrantables, alfiles despiadados y la toda poderosa reina -no puede haber dos reyes querido amigo, no podemos tener dos caballos tirando del carro cada uno en una dirección, no si queremos tener éxito en nuestra empresa- ¿una empresa imposible? no si la mano que los guía juega bien.

-No desaprobamos el que se negocie para alcanzar una mayor posición, el tiempo pone a cada uno en su lugar, solo hace falta paciencia- sentencia -Alexander cayó bajo el complot de su débil chiquillo ... así que ... Cneo se ha librado del control de este, lo que nos lleva al siguiente punto-pausa -¿por qué mantiene al chiquillo de Geoffrey como senescal?,el encargado de vigilar a Cneo impuesto por el propio Alexander, ¿acaso no hay hermanos capaces de desempeñar mejor papel? o simplemente teme a sus chiquillos-.

El conocido confesor te lanza una de sus miradas cómplices -es aquí donde entráis vos en juego, cumplid bien y seréis recompensado con creces-.

Tras hacer tu movimiento decide mover su único caballo cobrandose un nuevo peón blanco favoreciendo el avance de sus peones a través del tablero.

 

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20/06/2010, 00:56
Roger de Aquitania

-Mi experiencia me dice también – dice Roger levantando los ojos del tablero para mirar a Monçada – que los Príncipes y en especial los que han cumplido el milenio hace mucho son poco dados a hablar con simples Neonatos, Eminencia.

-Si, ojo por ojo y diente por diente, dicen las Sagradas Escrituras. Mas el Hijo de Dios no vino al mundo para hablarnos de venganza, sino de perdón. Sin embargo mal cristiano soy, cuando soy el primero que no perdona al que me convirtió en lo que soy y me arrebató cuanto poseía, ni siquiera ahora que no es más que cenizas.
 
-Bien está que no sea yo quien tenga que hacerlo desaparecer – una media sonrisa divertida tuerce sus labios – porque sería harto ¿difícil? que pudiera hacerlo y no, sospecho, mi buen obispo, que poca o nula es mi vena cómica. No seamos tan orgullosos como para pensar que un Patricio no puede controlar, o influir, a un Magister. – Roger se acaricia un momento la barba – sobre todo si el Ventrue tiene ideas afines o simula tenerlas. O tan solo conoce bien a su Príncipe y le dice lo que quiere escuchar. Estas cosas siempre han sucedido. Sus intereses pueden correr parejos, quien sabe lo que se cuece en aquella cocina. Por mucho que nos duela la verdad no la hará menos verdad, y si bien es cierto que el Clan Lasombra gobierna muchos territorios en estas tierras y otras del Mediterráneo, hay que admitir que los Patricios controlan muchas otras en el resto de Europa y será por algo.
 
-Ah, que mala es la vanidad y que gran enemigo es el orgullo, la arrogancia, la prepotencia. Cuantas batallas, ciudadelas y guerras se han perdido por menospreciar al enemigo - el joven Lasombra menea la cabeza de lado a lado - Yo he sido testigo de ello e incluso he cometido tales pecados. Baste decir que uno de ellos me arrebató cuanto tenía, y el último nos costó perder toda nuestra flota, gran parte de nuestro ejército y a algunos hermanos y a mi dos décadas de sopor que podrían haber sido muchas más - observando el movimiento de las negras, el jugador de las blancas avanza uno de sus peones. Si el negro ataca, uno blanco morirá, pero será vengado.
 
-Vos mismo apoyáis mis palabras, Luis – continúa Roger – hablando de Alexander, antiguo Príncipe de Paris. Tan alto estaba, tan inalcanzable era su posición, y ya véis cual fue su fin, traicionado por su propio chiquillo que, según cuentan, apenas puede hacer frente a las conspiraciones de los Toreador, Brujah y Tremere de su Corte. Mas esa no es nuestra guerra, ¿verdad? – dice sonriendo y mientras espera el siguiente movimiento. En realidad, ni siquiera ésta es su guerra. Pero la del tablero si que lo es, cada vez son menos las piezas sobre él y más las que resposan a ambos lados, piezas de las que ya se ha dispuesto – Pero si que puede tomarse a dos caballos y uncirlos de modo que tiren del carro a la vez y en la misma dirección. Más entiendo lo que queréis decir.
 
-Pero ¿ser rey a cualquier precio? ¿Y si ese precio es el alma inmortal? ¿Dónde, cual es el límite?.
 
-De modo que Cneo fue peón de Alexander pues le ayudó a sentarse en el trono y nombró su precio. Interesante – la matanza entre blancas y negras prosigue, feroz, ninguno de los dos bandos dan cuartel ni lo piden - ¿Y os extraña su falta de diligencia para con sus hermanos? ¿Dónde estaban los Magistri cuando los necesitó? ¿Véis adonde quiero llegar? Aunque parezca que ejerza de abogado del diablo. Ahora bien, que todavía conserve a su lado a ese senescal impuesto por las circunstancias – Roger se encoge de hombros, sonriendo - Tal vez sea al contrario y es el Príncipe el que manipula al Senescal, tengo entendido que a veces son tan... molestos e incluso peligrosos que tener a uno controlado es un don del cielo. Tanto como lo es un Príncipe inepto en manos de un Senescal... capaz.  
 
Roger apoya los codos sobre la mesa, cierra las manos y apoya el mentón sobre ellas. Sus ojos se mueven del tablero a los ojos de su amigo y asiente. Ojos que comprenden la situación pero a pesar de ello están cargados de honestidad, tanto como de preocupación.
 
-Mas no puedo decir sin conocer ni el tablero ni las piezas. Solo Dios y él mismo sabe porque Cneo actúa así – el capitán vuelve a asentir – Sabéis que haré cuanto esté en mi mano, Luis, y no espero más recompensa que la satisfacción del deber cumplido, aunque estas palabras suenen huecas o falsas, pero no lo son en mis labios. Iré a Barcelona y me instalaré allí, y si tuviera que abandonar la ciudad no regresaré a Toledo, ya nada me ata allí. Mi destino, para bien o para mal, queda allá... o algún lugar ignoto y olvidado de Dios y la cristiandad. 
 
El caballo negro le arrebata un nuevo peón, pero Roger no parece preocupado por ello. Mientras los peones enemigos avanzaban las torres y los álfiles han tomado posiciones, prestos a defender a su rey y a vengar a sus atacantes. Un peón blanco se encarga de vengar a su hermano caído, sin duda a costa de su propia vida. O no, pues en su vértical queda la Dama Blanca, la Reina.
 
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20/06/2010, 12:07
Montçada

 

El intercambio de piezas comienza a ser algo frecuente, el peón negro da muerte a su homónimo blanco colocándose frente a la reina, una muerte segura sin embargo en la diagonal lo cubre uno de los alfiles y este a su vez por una torre.

-Comprobarás que estimo bastante a los peones que llegan lo bastante lejos- sonríe

¿Coincidencia?, un peón negro avanza seguro respaldado por un clérigo representado por la pieza que recibe el nombre de alfil.Haciendo memoria recuerdas que el peón que avanza fue el que sostuviese pensativo momentos antes de la partida, será una coincidencia tal vez sí tal vez no... .

Por momentos tienes la sensación de que la partida se desarrolla según los deseos del ex obispo, salvo quizás alguna que otra pequeña sorpesa, lo cual lo complace sobre manera.

-Bravo capitán- sonríe levantando la vista del peón para mirarte -sabia que no me equivocaba con vos-silencio.

Cita:

¿Y os extraña su falta de diligencia para con sus hermanos? ¿Dónde estaban los Magistri cuando los necesitó?

Palabras poco afortunadas pronunciadas con la mejor de las intenciones borran la sonrisa afable del buen obispo, su cara se torna sería y compungida tanto que parece que le hubieses clavado un puñal en su ancho vientre, lentamente con tono serio y crítico comienza a hablar, su mano agarra su hábito a la altura de su muslo retorciéndolo con fuerza.

-Tened cuidado vuestras palabras podrían ser tomadas como acusación de pereza o dejar de hacer contra vuestros hermanos mayores- reprende con dureza -fueron tiempos difíciles para los nuestros, nos esforzamos por sobrevivir y a la vez contrarrestar la influencia de los Ventrue, lo sencillo habría sido abrazar el Islam y pasarse a las filas del enemigo- pausa -algunos lo hicieron pero no lo todos ... gracias a ello, ciertos sacrificios, una buena política y paciencia estamos en una posición privilegiada y así debe continuar ... no lo olvidéis, el comportamiento de Cneo no es excusable de ninguna manera, su lealtad es para con el clan ... eso significa ser LaSombra y por añadido amici noctis-

El tiempo se detiene al cabo sientes una breve opresión, no sabes a ciencia cierta si se trata del aura que despide el hombre santo, sus duras palabras o el sentimiento de que has sido negligente y el buen obispo está pasando el hecho por alto ahorrándote posiblemente los mismo problemas en los que se ha metido Cneo, pero a diferencia del príncipe de Barcelona tu no eres un antiguo con milenios a sus espaldas, no eres un amici noctis, hacerte desaparecer sería tan sencillo como susurrar unas palabras al oído de uno de los tantos jóvenes ambiciosos que claman por la sangre de sus antiguos en las Cortes de Sangre, y tu sangre ... tu sangre es muy preciada, de ello se ocupo bien el por siempre maldito Godofredo.

-En virtud de nuestra amistad pasaré por alto estas palabras fruto de la influencia del diablo- dice a regañadientes, su mano deja de retorcer su hábito situándose ahora sobre la mesa.

 -¿Cuanto hace que no os confesáis?- en el tono de voz del guardián reconoces cierto reproche como si fuera capaz de ver los pecados que manchan tu inmortal alma.

 

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20/06/2010, 13:32
Roger de Aquitania

 

-Yo estimaría más al que fuera capaz de llegar al otro extremo del tablero y regresar convertido en caballo, torre, álfil o reina – responde el capitán – si no se le permite aproximarse al rey lo suficiente para hacer un jaque mate. Claro que un peón, solo, no tiene muchas oportunidades de hacerlo, no si cuenta con el respaldo de otras piezas mayores – Roger queda un momento estudiando el tablero.
 
Si la Dama Blanca mata al peón negro será destruída por el álfil. Pero entonces la torre blanca lo sacaría del juego. ¿Merece la pena perder a la reina por un peón y un álfil? Las blancas mueven y la caballería blanca avanza, tres adelante, dos a la derecha, protegiendo así a dos de sus infantes, uno de ellos peligrosamente cerca del Rey. Si avanzara una posición en el próximo turno haría Jaque, aunque no Mate, a menos que el Obispo desee perder y, conociendo a Monçada, no lo hará. Tampoco el jugador de las blancas se dejaría matar sin defenderse.
 
-Muy seguro estáis de mi, Luis – dice mientras espera el movimiento del Obispo de Madrid, pero al levantar los ojos del tablero se encuentra con los de su hermano, con su faz traspuesta y sus palabras.   
 
-Y he aquí lo que sucede cuando se habla abiertamente lo que se piensa.
 
Culpable. Roger se siente culpable por sus palabras y haber causado la desazón de Monçada, su amigo, que ha confiado en él para la importante tarea a desarrollar en Barcelona, Monçada, que siempre le ha demostrado su amistad desde que se conocieran décadas atrás, cuando él solo era un joven Neonato recién llegado a Castilla, y que siempre le ha abierto las puertas de su refugio. Y a pesar de todo le perdona.
 
-No soy digno de entrar en vuestra casa – murmura – mas una palabra vuestra ha bastado para sanarme.
 
El hijo de Godofredo de Narbona sacude la cabeza.
 
-Mis palabras no han sido fruto de ninguna influencia maligna sino de mi propio orgullo – dice en voz baja, inclinando la cabeza – y de pretender imponer mis ideas sobre otras más válidas y poderosas. Algo sé de historia y sé que aquellos fueron tiempos muy duros, de los que solo la unidad de nuestro Clan guiado por expertas manos nos permitió salir y llegar hasta este momento – asiente – Ni el comportamiento de Cneo ni el mío propio tienen excusa. Efectivamente nuestra lealtad es por y para el clan, sobre todo la mía, pues sin su apoyo, quien sabe que habría sido de mi.
 
-Se ocuparon de mis intereses, nos buscaron en cuanto tuvieron una oportunidad. Y yo no soy desagradecido, eso es propio de mal nacidos y yo no lo soy. Tampoco ellos fueron culpables de los actos de Godofredo.
 
-Disculpad mis precipitadas palabras que tanto desasosiego os han causado, mi querido amigo – continúa el capitán – y de nuevo quedaré en deuda con vos. No era mi intención disgustaros. En cuanto a vuestra pregunta – titubea, mostrándose vacilante antes de contestar – no puedo recordar cuando fue la última vez que acudí a recibir el sacramento de la confesión, aunque imploro el perdón de Dios nuestro Señor cada noche al levantarme. Pues mis pecados son tantos, y tan graves, que no hay poder en la tierra capaz de perdonarlos.  
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21/06/2010, 18:23
Montçada

La cara del obispo se mantiene sería durante unos segundos, poco a poco sus facciones comienzan a relajarse mostrando su habitual faz de serenidad y sosiego.

Su mano derecha se mueve sobre el tablero tanteando las piezas, analizando las futuras jugadas así como las consecuencias de uno u otro movimiento.

El caballo negro se mueve en forma de ele invertida, eliminando otro peón blanco, a penas quedan piezas en el tablero, ambas torres intactas, la caballería en ambos lados está menguada, los nobles se mantienen a ambos lados mirándose con desconfianza, al igual que ambas damas, sin embargo por el momento los obispos blancos han estado ausentes de la partida a contrario que sus homónimos negros quienes ya se han cobrado varias victimas, la partida parece estar igualada, sin embargo el jugador de las negras conserva tiene más peones a su disposición avanzando poco a poco sobre el tablero.

-Jesucristo murió en la cruz por nuestros pecados, en su agonía pidió perdón para sus hermanos- pausa -perdonalos padre porque no saben lo que hacen- recita .

-Y Dios nos perdonó ... Dios es misericordioso Roger, así como te perdono yo, él sabrá perdonar tus pecados si te arrepientes de corazón por muy graves que estos sean-.

La partida avanza el despiadado Monçada no da cuartel ni lo pide, la reina negra sale dejando en manos de las torres la vida del rey, las jugadas se suceden, las piezas comienzan a cambiar de dueño con asombrosa rapidez.

Uno de los obispos cae bajo la todopoderosa reina blanca, para ser rematada por su homónima negra, una muerte real, a manos de su par, Todos los peones caen quedando solo el peón negro que avanza lentamente, la reina negra vuelve a cobrarse una víctima, en está ocasión una de las torres blancas, pero el caballo blanco se venga presto.

Jaque sentencia Montçada moviendo un alfil en la diagonal del rey, el rey huye buscando el amparo de la otra torre, pero todo es inútil, la torre cae bajo su homónima.

Jaque repite de nuevo, tenaz el rey se afana por vivir, pero sus esfuerzos son en balde, el peón negro llega al final de su recorrido y se convierte en una dama.

-Jaque Mate- sentencia -os dije que tengo en gran estima a los peones que llegan lejos- recuerda con una sonrisa bailando en los labios.

Sobre el tablero queda una torre blanca, un caballo, y un alfil, del otro lado dos torres, una dama, un caballo y un alfil.

-Has jugado bien, bastante mejor que la última vez- felicita mientras vuelve a colocar las piezas en su posición.

Terminadas de colocar las piezas, levanta de nuevo la mirada del tablero para encontrarse con la de su viejo amigo.

-No dejaré que partáis a Barcelona sin daros la paz que vuestra alma tanto ansía- con gran esfuerzo levanta su pesado cuerpo de la silla, la madera suspira aliviada emitiendo un característico crujido -In nomine patris, et Filii, et Spiritus sancti- pausa -arrollidese hijo mio para recibir el sacramento de la confesión, decidme ¿cuales son vuestros pecados?-.

 

Notas de juego

Lo siento tenia ganas de terminar con la partida :). Ha estado bien.

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21/06/2010, 21:26
Roger de Aquitania

Notas de juego

Mejor, mejor, yo no se jugar al ajedrez, solo mover las piezas XD Y me he dado cuenta de que los avisos de umbría no me funcionan, o gmail tiene un lag de 3 pares, porque no me ha llegado notificación del post.

EDITO: ¿Y Roger será tan capullo que le contará sus pecados? Es una pregunta retórica, no respondas.  

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21/06/2010, 23:46
Roger de Aquitania

Monçada nada dice a las palabras de Roger y este tampoco tiene nada que añadir. Si que percibe, aliviado, que la severa expresión del Obispo desaparece, dando lugar a su usual beatífica faz.

-Temía este momento. Son muchos los hermanos que acuden a él a confesar sus faltas, pero no creo que puedan compararse con las mías. No, no pueden. Gracias a Dios no ha insistido en ello.
 
El juego continúa, blancas y negras enfrentadas en cruel y sangrienta batalla. Ojo por ojo y diente por diente van cayendo las piezas, y su número desciende drásticamente. Muy pronto solo quedan media docena de piezas por bando. Muy pronto las negras tomas el control. Y Monçada habla de nuevo pero Roger, inquieto, calla, intenta olvidar la opresión en el pecho y mueve una pieza, casi sin pensar en el movimiento que ha realizado, y que resultará fatal para las blancas.
 
-Si Jesucristo bajara de nuevo a la tierra, volverían a crucificarlo, por hereje. Si, Dios puede ser misericordioso, pero solo si te arrepientes de tus pecados... y hay pecados de los que no puedo arrepentirme.
 
Sigue la partida y las negras aprovechan el error del general de las blancas, y a pesar de que ambas damas caen, pronto una renace de sus cenizas, cuando un flamante peón negro, el único que queda indemne, alcanza su objetivo y se transforma en una cruel y vengativa reina. Los Jaques se suceden, y a pesar de la desesperada defensa de las blancas el Rey cae, vencido y derrotado.
 
-Igual que cayó Bèziers... y yo mismo.
 
-Verdaderamente así es, ese peón se merecía llegar a lo más alto – Roger asiente, sus ojos clavados en el blanco y negro del tablero. Blanco y dorado era el escudo de los Trencavel y negro los corazones y las almas de Amalrico y los suyos – He jugado bien, si, pero al final cometí un error y los errores se pagan. No obstante no me quejaré, pues siempre es un placer jugar con vos.
 
Las piezas vencidas vuelven a ocupar su lugar, resucitadas, borrada de la memoria sus recientes muertes, cuando el obispo retoma el tema que el capitán creía ya olvidado. Monçada se levanta, pesado, de su silla, acercándose a Roger, invitándole a confesarse, pero el joven Lasombra sacude la cabeza lentamente.
 
-Es inútil, Luis, no puedo ser perdonadomurmura no... puede ser.
 
Pero Monçada se alza frente a él, y dice las palabras con las que da comienzo y fin cualquier acto religioso, desde un bautizo hasta una misa de difuntos. Instintivamente, llevado por las enseñanzas que recibiera de niño, Roger se santigua. Levanta la cabeza para mirar a su amigo, que ya no es su amigo, sino un Obispo ungido por la Santa Madre Iglesia. Las ideas paternas se enfrentan a las maternas, Poitiers contra Trencavel. Ambas tan válidas, porque las ideas siempre son válidas, son los hombres los que las corrompen. Y despacio, con el mismo esfuerzo con el que Monçada se levantó de su silla, Roger cae de rodillas desde la suya frente a su Eminencia, la cabeza gacha, las manos entrelazadas, en actitud penitente, entonando el Confiteor.
 
-Confíteor Deo omnipoténti… –susurra una voz que no parece la suya – Yo, pecador, me confieso a Dios Todopoderoso...
 
Empieza entonces a contar sus pecados. Su prepotencia y arrogancia al pensar que podría defender Bèziers o convencer a los cruzados de que no la atacasen. Su orgullo al negarse a rendir la plaza, causando la muerte de miles de inocentes. Su ceguera al creer que su esposa e hijos estarían a salvo mandándolos a Carcasona, demasiado tarde, y no a Aquitania, cuando todavía estaban a tiempo, condenándolos a una muerte segura. Si, de todo ello se ha arrepentido hace muchos años, aunque no haya recibido el perdón de Dios.
 
Obvia los detalles de su Abrazo pero menciona su propio horror al saber en lo que se había convertido, acusando a Dios de haberle abandonado y permitido que le convirtieran en un monstruo, hasta que abrazó la Via Caelis y aprendió a convivir con ello. Se acusa de todos aquellos que cayeron bajo sus colmillos por desear satisfacer un ansia irrefrenable de sangre, una sed que nunca puede ser saciada. Si, de todo ello se ha arrepentido hace muchos años, aunque no haya recibido el perdón de Dios.
 
Vienen entonces historias de mil guerras y batallas, de falta de caridad y misericordia, de todos los que cayeron bajo su espada o por sus órdenes, muchos eran culpables, si, y quiso ver en ello que no hacía sino cumplir la voluntad de Dios, convertido en su ejecutor. Pero hubo otras víctimas, las primeras en caer en los asedios, por el hambre, el fuego o el acero que no entiende sino de segar vidas: ancianos, mujeres, niños. Si, de todo ello se ha arrepentido hace muchos años, aunque no haya recibido el perdón de Dios.
 
Confiesa haber sido siempre un buen cristiano, o por lo menos por tal le tenían, aunque su familia materna protegiese a los cátaros. Aunque su esposa y la familia de ésta hubieran abrazado el catarismo hacía muchos años. El nunca llegó a dar el paso, pero no le cabe duda de que lo habría hecho de no haberse desatado la cruzada albigense para destruir a los Trencavel. Y por último llega lo peor. Lo peor que Roger puede confesarle a un hermano de clan.
 
Le habla de su odio por Godofredo, su Sire, un odio que empezó en el mismo momento de su forzado Abrazo, que permaneció inalterable durante sus treinta y cinco años de esclavitud, pues siempre se negó a liberarle, y hasta el mismo instante de su destrucción bajo el acero enemigo. A pesar de que se sienta culpable por no haber acudido a tiempo para salvarle, o ayudarle, como era su deber, no puede evitar odiarle, pues todavía lo hace, tanto que nunca, jamás, le perdonará por lo que hizo, no solo por haberle Abrazado, que ya no le importa, sino por el asesinato de su familia. De haber tenido una oportunidad, lo habría destruído sin compasión. No, de ésto nunca se arrepentirá, nunca perdonará a su Sire, seguirá odiándolo y por ello no recibirá el perdón de Dios.
 
-Orare pro me ad Dominum Deum nostrum. Amen – concluye Roger - Rogad por mí a Dios nuestro Señor. Amén – se hace el silencio - ¿Comprendéis ahora, Eminencia, porqué no puedo ser perdonado?.

Notas de juego

Lo que me ha costado escribir esto solo yo lo sé, pero media vida por lo menos. Yo que solo piso las iglesias cuando hago turismo, ya me vale. He usado el "Yo, confieso" (flípalo, en la wikipedia está en latín y todo XD) porque la última vez que lo hice fue como 25 años atrás o más, ya no me acuerdo de como funciona el tema, creo que con el ave purísima pero chico... ni idea XDD Y antes de que me lo preguntes, lo de Hugo no se lo cuenta entre otras cosas (que ya te las puedes imaginar XD) porque no es un pecado, aunque muchos Lasombra dirían que si :P

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22/06/2010, 07:11
Montçada

 

De rodillas, las palabras comienzan a salir tímidas al principio, narrando la tragedia de Beziers, la matanza de cientos, miles de inocentes, la perdida de tu familia, tu abrazo y condena, sumiéndote en una maldición eterna, arrogancia ... orgullo, odio.

Las palabras comienzan a tomar fuerza, saliendo en un torrente sin fin, las narraciones de miles de batallas, ríos de sangre derramada bajo el cruel acero, asedios que condenan a una muerte horrible por inanición, niños que lloran escuálidos mujeres impotentes que sostienen hijos muertos, hombres con ojos muertos mirando al cielo, festines sin fin de cuervos ... no matarás.

Murcia, la destrucción de Godofredo, cenizas esparcidas a los cuatro vientos, odio y más odio, alivio y liberación, pero el odio... eterno prevalece por aquel que te creara... honrarás a tu padre y a tu madre.

En silencio el obispo escucha tu espeluznante relato, sin reproche alguno, sin juzgarte, para cuando terminas apoya su pesada mano sobre tu cabeza.

Sumido en el dolor sollozas, lágrimas carmesíes caen por tus mejillas, son tantos y tan graves tus pecados, es tanto el peso con el que cargas que una vida de penitencia no sería bastante, pero tu condición y tu naturaleza es pecadora, sabes que debes seguir pecando para seguir existiendo.

-Lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo; y lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo- recita el hombre santo -muchos y muy graves son tus pecados, orgullo, odio, deshonras la memoria de tu padre en las tinieblas- pausa -no matarás, honrarás a tu padre y a tu madre- recita dos de los diez mandamientos.

-Dios es misericordia infinita, ora a Dios por su perdón- pausa -ora un padre nuestro y un ave maría antes de retirarte al descanso durante todos los días de tu vida- su mano se levanta de tu cabeza -Ego ti absolutio in nomine Patriis, et Filii, et Spiritus Santis- su mano se levanta bajando lentamente para luego girar de izquierda a derecha haciendo la señal de la cruz -levántese-.

Tus lagrimas dejan de brotar, te sientes liberado quitándote un gran peso del alma, poco a poco te incorporas, te sientes limpio, con la conciencia tranquila después de confesar tus horribles pecados y ser perdonado, en verdad Dios es misericorde.

-Dios tiene un plan para todos nosotros- pausa -incluso para vos ... un plan infalible- silencio.

El obispo extiende su mano tal como hiciera en su vida mortal, un anillo brilla en su dedo anular –ve en paz hermano…  esperaré impaciente vuestras noticias sobre el asunto que nos acucia-.

 

 

 

Notas de juego

Pues anda que a mi que soy ateo :(.

Bufff, si que me ha costado escribir esto,

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22/06/2010, 10:43
Roger de Aquitania

 

Tras la tempestad de emociones encontradas viene la calma, la calma de haberse desprendido de un gran peso, aunque no reciba el perdón de sus pecados, la calma que invade un corazón, aunque sea muerto, y un espíritu que arrastraba la carga de numerosos pecados.
 
Monçaca permanece en silencio y Roger no se mueve, permanece en actitud penitente arrodillado frente a él, esperando... algo, un grito, un golpe, una condena eterna, pero solo recibe silencio durante unos momentos que parecen no tener fin. En este juicio el juez calla, no reprocha, no acusa, ya que obtuvo la confesión del criminal. Al final siente sobre su cabeza un nuevo peso, este físico, la mano de su hermano, Juez y Obispo.
 
De su garganta escapa un sollozo y lágrimas oscuras caen de los ojos entrecerrados, mientras Monçada recita frases del sagrado Libro de Dios, y confirma la gravedad de sus pecados: el orgullo, el odio, la deshonra al padre que le obsequiara con el beso oscuro y la inmortalidad. Pero luego siguen otras palabras que garantizan la misericordia divina para aquellos que son sinceros con el Creador, cual es el caso de Roger. Una más que leve, misérrima penitencia, es impuesta, y sus pecados son absueltos, así en la tierra como en el cielo. Y Roger queda liberado.
 
-¿Liberado? No del todo, no para siempre, porque un pecador puede recibir el perdón de Dios y de sus hermanos, pero eso no limpiará su conciencia, y la gravedad de sus actos, si el hombre es honesto, pesará sobre él hasta que exhale el último suspiro o su existencia quede reducida a un puñado de cenizas.
 
-Sé que así es, que el Todopoderoso ha dispuesto sus planes para todos y cada uno de nosotros – reconoce el Lasombra – mas ¿cómo saber de su gran plan y de estar obrando según sus designios, sin dejarse engañar por los dictados del orgullo y la vanidad? Aún así, sea lo que sea que haya dispuesto para mí lo aceptaré de buen grado, pues solo un loco osaría luchar contra su destino.
 
-En paz partiré pues y, como de costumbre, deudor vuestro - aún arrodillado toma la mano que el Obispo le extiende y besa su anillo, demostrando su gratitud y sometimiento a las leyes divinas y cainitas – Si bien algún día encontraré la forma de devolveros tanto favor. Confío en que pronto recibáis noticias mías desde el reino de Cneo. Buenas noches y que Dios os guarde, Luis... Eminencia. Rezad por mí.
 
Roger se levanta, arregla su capa, ajusta la espada al cinto y tras hacer una reverencia, un punto más profunda de la que corresponde, abandona la habitación. El monje que aguarda en el pasillo le guía hasta la salida y, gracias a la mirada que le ha dirigido, el Lasombra recuerda las lágrimas vertidas y el rostro manchado de Vitae. Antes de abandonar San Nicolás se limpia la cara con un pañuelo y luego entra en la noche madrileña, que le abraza y envuelve en su oscuridad.
 

Notas de juego

¿Tu, ateo? No veas yo XD

Ha sido una escena preciosa, muchas gracias :')

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23/06/2010, 11:44
Director

La noche de Madrid de te vuelve a recibir con la luna sonriente y las estrellas brillando en el negro tapiz, tranquilo tras tu encuentro con tu viejo amigo avanzas por las callejuelas hasta llegar a la posada donde tus hombres aguardan para re emprender el camino.

Todo está listo para vuestra partida, por lo que no os demoráis más de lo necesario, dentro del carruaje junto a Fadrique,tu criado, avanzáis por el camino que conduce a Álcala de Henares, el hombre no se atreve a comenzar una conversación tras lo sucedido en la habitación.

Tras seis largos y  tortuosos días de viaje llegáis a Tarrassa, un viento de mil demonios sopla, es raro, pues hace un momento el cielo estaba despejado, la lluvia comienza a caer con fuerza, al poco la tierra mojada se torna barro, dificultando el avance del carruaje.

Mudos destellos azules cruzan el cielo, luego llega el estruendo de su brutal acometida, prueba de su presencia y barbarie.

El viento comienza a soplar con mayor fuerza, el carruaje se detiene , Fadrique sale para ver que ocurre, al poco vuelve, empapado, sus pies cubiertos de barro.

-Domine, un árbol ha cortado el camino, no podemos seguir- dice gritando para hacerse oír sobre el infernal ruido.

Al salir, ves una gran tronco humeante, bloqueando el camino, todo a punta que el cruel rayo lo ha derribado.

Los caballos pifian nerviosos, el cochero maldice -esta tormenta no es normal, el diablo está detrás de esto- se santigua.

Un jinete cae al suelo al ponerse de manos su caballo,el animal huye perdiéndose en la noche los otros dos jinetes tienen dificultades para controlar a sus monturas.

Fadrique se acerca al pobre desdichado -no hay nada que hacer, se ha partido el cuello- sentencia -¿Domine que hacemos?-.

Notas de juego

¿quién dice que los viajes no están exentos de eventualidades? ... por cierto has contratado un seguro de viajes ...xd.

Si pones los dos sonidos a la vez te harás una mejor idea de lo que os está cayendo encima.

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23/06/2010, 16:11
Roger de Aquitania

Nos vamos a mojar :P ¿Algún Tremere está jugando con el clima? :P

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23/06/2010, 17:40
Director

Notas de juego

Ya estas mojado hasta los huesos ... :) , aqui todo el mundo juega ... .

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23/06/2010, 22:18
Roger de Aquitania

 

Viajar en esta época no resulta ni sencillo, ni fácil, ni rápido. Los caminos no son buenos, los coches son pesados y lentos, pronto la fatiga del camino se convierte en lo cotidiano, todo huele y sabe a polvo, desde la ropa hasta la propia saliva. Los que todavía saliven, naturalmente, pero incluso Roger percibe ese gusto seco en su boca, más que los humanos que viajan con él. Peor lo tienen los que no viajan en coche y lo sabe bien, pues han sido muchas las noches que ha viajado a lomos de un caballo, con sus armas, y no con esta comodidad.
 
Pero al menos no han sufrido ataques de bandidos, ni de enemigos, gracias a Dios sean dadas, ni han sufrido percance alguno. De posada en posada, algunas buenas, otras tan indignas que ni tal nombre merecen, Barcelona queda cada vez más cerca, ya solo quedan dos jornadas. Esta finalizará en Tarrasa, a la que están a punto de llegar, y la próxima noche entrarán en la antigua Barcino.
 
El cochero y los jinetes se muestran contentos ante la perspectiva del próximo final del viaje. Hasta Fadrique, que ha permanecido silencioso gran parte del camino, un silencio que Roger ha agradecido. Tras lo sucedido en Madrid no solo contiene su lengua más de lo que tiene por costumbre, sino que no ha vuelto a llevarle una presa como aquella, limitándose a buscar merectrices cuando ha sido posible, o gentes de mal vivir sin ninguna dama de la noche estaba disponible.
 
El primer signo de que el tiempo está cambiando y de un modo inesperado e intempestivo viene en forma de un fuerte viento que les coge a todos por sorpresa, como si la furia de Eolo se desatase en aquella calzada. El coche se sacude y las pesadas maderas crujen bajo las embestidas del aire, aumentadas por la propia velocidad del coche que cada vez es menor. Poco después llega la lluvia, que se huele en el aire antes de que empiece a caer sobre la tierra, y con furia similar a la del viento que les acosa.
 
La oscuridad se rompe cada vez que un relámpago cruza el cielo nocturno e instantes antes de que la bóveda celeste estalle bajo el infernal chasquido del rayo y no transcurre mucho tiempo antes de que el carruaje se detenga. Con un gesto de la mano, Roger envía a su criado a ver que sucede, casi resignado y temiéndose lo peor: que no puedan avanzar por cualquier motivo: una súbita riada, un puente roto... cualquier cosa es posible.
 
-Y ya es mala suerte, no es que el viaje haya resultado placentero, pero a fé mía que no estaba resultando tan malo. Y con lo cerca que estamos.
 
Cuando Fadrique regresa y le informa frunce el ceño, deja caer la cortina con un gesto malhumorado, aparta las pieles que cubren sus piernas y abre la portezuela, saltando al exterior. Automáticamente sus botas se hunden varios centímetros en el barro, algo esperado. Sus ojos buscan el árbol cáido, que todavía humea. De no ser por la fuerte lluvia estaría en llamas, espectáculo que no siempre es apreciado por los Hijos de Caín.
 
-¿Y quien ha dicho qué no podemos seguir? – grita el capitán para hacerse oír - ¿Pero tu crees que un simple tronco nos va a detener? – por su tono de voz no se requieren demasiadas luces para entender que no se encuentra precisamente contento. Solo lleva uno o dos minutos fuera del coche y ya está completamente empapado.
 
-¡Deja de mentar al diablo, Ramiro! – le grita al cochero con las cejas fruncidas y gritando de nuevo, por fortuna tiene una voz potente  – ¡El diablo tiene mejores cosas que hacer que venir a desatar una tormenta en nuestro honor! – justo en aquel momento los inquietos caballos se encabritan y uno de ellos, tras desembarazarse de su jinete, escapa de allí.
 
Roger sacude la cabeza, a punto de ordenar a los otros dos jinetes de que salgan tras la huida montura, pero escucha a su criado comunicarle la muerte de aquel que fuera lanzado al suelo. ¿Cómo se llamaba? Ah, si. Enrique.
 
-¡Maldita sea! ¡Es lo que nos faltaba! Lo siento por el muchacho, pero tendría que haber sabido controlar mejor a su caballo.
 
-Martín, Fernando – se dirige a los otros dos jinetes - recoged su cadáver, envolvedlo en una manta y ponedlo atrás, junto al equipaje, bien sujeto. Cuando lleguemos a Tarrassa dispondremos que sea cristianamente sepultado. Luego id con Ramiro y Fadrique – mira a su criado y al cochero – y quitad ese maldito tronco del camino. Si entre todos no podéis con él, yo os ayudaré. ¡Vamos! ¡No tenemos toda la noche y la ciudad queda cerca! ¿Qué esperáis? ¿Una invitación?.
 
Roger mira vigilante alrededor, con la mano descansando en el pomo de su espada. Aquello es una tormenta como cualquier otra, pero nunca se sabe.

 

Notas de juego

Si no pueden con el tronco, Roger les ayuda, si siguen sin poder, gasta Vitae para subir Fuerza a 5. Y que Dios nos coja confesados, bueno, Roger ya lo está :P

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23/06/2010, 23:37
Director

Notas de juego

Maravilloso post, mañana si tengo un hueco responde.

Un saludete :).

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24/06/2010, 17:14
Roger de Aquitania

Notas de juego

Gracias :) Se me olvidó decirte anoche, con las prisas por bajar a la verbena, que lo de pinchar las dos piezas de goear a la vez acojonaba al más pintao XD Tres puntos pa' ti XD

Ahora no te ensañes mucho que estoy resacoso, que triste es esto de hacerse mayor ;(

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24/06/2010, 17:37
Director

Notas de juego

Ok, yo ando más o menos igual, listo de papeles ... :)