Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

27 de noviembre del año 750 - La Ira de Sasha

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04/08/2014, 13:47
Irina Kolyana

-¡Parriwimple, deja que tu tío se vaya! No te conviene que te trate así. Si quieres puedes quedarte con nosotros, seguro que nos eres muy útil en la casa y te trataremos con respeto.

Irina hizo una pausa y se volvió hacia Urik y Ashlyn

-Respecto a las sanaciones, normalmente, nos ocupamos de ellas en casa pero si que tenemos un clérigo residente, Dánovich, pero no creo que sea necesario molestarle por algo así. Hasta ahira nunca he visto a nadie "volverse" zombi por una mordedura. En lo que sí estoy de acuerdo es en lo de quemar los restos, aunque sea solo por razones sanitarias.

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04/08/2014, 14:10
Herr Urik von Teudeldorf

Asiento solemnemente y durante la siguiente hora nos ocupamos de quemar todos los cadáveres, incluyendo el del caballo destripado por los zombis, y de atender a los heridos con alcohol, vendas y algunos puntos de sutura.

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04/08/2014, 20:08
Varikov el Trampero

Pagar… Eso tenía que hacer un enano para tomar una jarra de vino. Esos humanos desgraciados no eran capaces ni de ofrecerle eso.

      Deberías haber dejado a la dominatrix a raptar a las chicas, dijo una voz chillona.

      Podrías haber dado la vuelta y meterte por otra calle, dijo otra.

      Seguro que aún estarían peleando.

      Y muriendo.

Las voces de su cabeza fueron interrumpidas por las otras de las personas que lo rodeaban. Era terrible pensar que los vampiros aprendieran a andar todos de día como esa fulana. Varikov no pensaba en el daño que podrían sufrir los humanos, eso poco o nada le importaba. Le importa su bosque y las cosas que había ahí. No se lo imaginaba lleno de vampiros que paseaban a sus anchas como si fueran los dueños de todo aquello. Había que cortarles la cabeza y eso mismo parecía proponer una chiquilla, la que antes espantó unas cuantas moscas con su espada. Al parecer tenía más huevos que el hombre con quien habló un rato.

Varikov pasó la mano sobre su espesa barba y tiró al suelo un trozo de hueso que había en ella. No era mala idea aquella de quemar los cadáveres, pero él tenía otras cosas que hacer. De eso se podía encargar cualquier humano inútil que miraba los cuerpos como si fuera la primera vez que veía algo así.

Si fuera un enano feliz había soltado una carcajada en cuanto uno propuso no hablar de aquello en la calle. Al parecer no se había enterado de que ya todo el pueblo sabía que pasó ahí. Varikov sabía que entre las pocas cosas que hacían bien los humanos, era la de contar chismes. Una noticia en boca de uno era como una almohada de plumas en la que metes el cuchillo. En cuestión de minutos el viento llena el pueblo entero de ellas y pararlas es imposible.

Definitivamente el hermano de la chica con espada había guardado sus pelotas en alcohol. Le importaba más dormir que hacer algo útil. No era un hombre a tener en cuenta para ir detrás de Strahd.

Grande y placentera fue su sorpresa en cuanto el posadero le ofreció esa jarra de vino que había pedido. Al parecer aún había sentido común entre los humanos, el hombre le ofrecía incluso el desayuno. ¿Vino y desayuno no eran lo mismo? Los gritos de un hombre lo sacaron de sus importantes pensamientos y lo hizo mirar hacía el grandullón que casi muere antes. Si el hombre chillón lo pagaba bien, él podría acabar con el sufrimiento de cualquier ser humano mordido por los zombies, con un golpe de hacha.

      No es asunto tuyo…

      No te metas en los problemas de los humanos.

El Trampero se encogió de hombros y entró en la posada. Su plan era sencillo y claro, matar a Strahd con la ayuda de los humanos. Lo que pasaba con los demás mientras él cumplía sus propósitos, no era asunto suyo.

- ¡Eh, tú, guaja, ven pacá cagando centelles! dijo con su ronca voz en cuanto entró en la posada sin dejar de mover sus ojos en todas partes en búsqueda de peligros. Pon vinu en una jarra hasta que mándete parar y no ándate con pijaes que te doy hasta que te baldo.

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05/08/2014, 07:40
Ashlyn

Aquel anciano grita, retrocendiendo, mientras señala con las manos a su simple y bondadoso sobrino marcándolo ante sus vecinos como un apestado. No, como algo mucho peor. Ashlyn vuelve el rostro a uno y otro lado, viendo el pánico en los ojos de los aldeanos, escuchando sus susurros cargados de terror y odio. Y el joven, frente a él, sollozando sin comprender.

Tras sus ojos se reconstruye un recuerdo, ese recuerdo, padre luchando contra los cadáveres animados que iban a devorarlo, madre protegiéndola y escondiéndola a tiempo. Los restos de padre horas después, humeando al gélido y mortecino sol del amanecer mientras madre, frente al pueblo, herida de gravedad en un costado, suplica por su hija. Y el pueblo asustado, una primera piedra seguida por un torrente de cantos afilados y de golpes con palos esgrimidos sin demasiada habilidad. Gritos de madre ahogados por los insultos de quienes hasta un día atrás eran algo más de unos vecinos.

La turba.

La turba.

Ashlyn avanza hacia Parriwimple, tomándolo de los hombros.

-Ven, muchacho -murmura, conduciéndolo hacia la posada-, hay que limpiar esa herida.

Mientras caminan vuelve el rostro hacia el llamado Bildrath.

-Después de curar a este hombre que ha arriesgado su vida por todos vosotros, volveré a por ti. Si te veo, juro por dios y por la memoria de mis padres que voy a hacerte sangrar.

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05/08/2014, 08:50
Herr Urik von Teudeldorf

- "Hay que cuidar y proteger a los heridos, pero estén tranquilos. Ninguno corre peligro de transformarse en una criatura muerta viviente. Eso sólo ocurre en las historias de miedo, son supercherías." -

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05/08/2014, 09:31
Parriwimple Indirovich

Parriwimple no lo entendía. Lágrimas tan gordas como puños caían por su cara. Sí, tio siempre le había gritado, y le había pegado, pero había algo más hoy. Fuera de casa. ¿Cómo iba a irse de casa? Siempre, desde que podía recordar, había vivido allí. Un convulso sollozo atravesó su cuerpo, y entonces escuchó las palabras amables de ese-hombre-simpático-con-armadura-que-le- había-entregado-la-moneda. Parriwimple miró la moneda de plata un instante y la dejó caer al suelo. Entonce se giró para escuchar también las amables palabras de Irina, a las que luego se unieron las de la otra chica guapa que acaba de llegar, que se lo llevó tras decirle a él y a su tio palabras que, en su confusión, no pudo entender bien. Pero notó el tono.

Parriwimple quiere ayudar a llevar a esos señores dormidos donde dice ese hombre simpático- dice mirando a Ser Urik mientras empieza a contener los sollozos- Pero a la gente tan dormida la ponen en cajas y las llevan al campo de las cajas, para que descansen- explica con lentitud, pensando que a lo mejor los extranjeros buenos no saben como se hacen las cosas allí. Luego mira a la mujer que se lo está llevando- El tio es bueno. Parriwimple tonto, seguro ha hecho Parriwimple algo mal. 

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05/08/2014, 09:41
Ashlyn

-No, Parriwimple: el tonto es él.

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05/08/2014, 11:00
Bildrath

Bildrath da un paso atrás ante las amenazas de Ashlyn.

¿Supercherías? ¡Ja! Son muchos años los que he vivido y en los que muchos hombres de armas desaparecieron por no recelar lo suficiente del Mal. ¡Ahora Parriwimple es vuestro problema! ¡Yo no quiero saber nada!

Y cobardemente corrió hasta su tienda cerrando la puerta.

Los minutos siguientes pasaron tranquilos. Algunos campesinos se quejaron de que al quemar a la familia Verjoban en lugar de darles reposo, sus fantasmas volverían para atormentar a los vivos. Gente sin agallas, que habla desde la distancia mientras son otros los que queman los cadáveres, como justificando esa aptitud de no querer ayudar.

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05/08/2014, 11:10
Gertruda Bogoescu

Fue de gran ayuda la fuerza de Parriwimple, especialmente para cargar con el caballo. Dejando a unos pueblerinos para que vigilen el fuego en el callejón, todos vuelven a la posada. Allí se encuentran con la cara botella Gran Reserva de Andaas vacía. Arik le había dado de beber un poco a Gertruda, para atender sus heridas cuando los demás luchaban en la plaza. El resto se lo bebió Varikov, que al ver la botella abierta en la mesa bebió a pesar de sus heridas.

Irina había dejado de temblar, pero el enano seguía obsesionado con el tema de los vampiros que caminaban a la luz del día. Ismark estaba durmiendo en el piso superior. Mientras Arik preparaba algo menos vitícola para el estómago de Varikov, Gertruda dió su testimonio de lo sucedido.

Fue terrible. Esa mujer apareció en la calle mayor, la que lleva desde la plaza de la posada al sur del pueblo. Venía en un carro rodeado de muertos que caminaban, desde la mansión del Burgomaestre. Elenya estaba ya sobre el carro cuando la vi.

La pequeña Olga se había escondido entre unos maceteros. La bruja la vió y la arrastró tirando de los pelos hasta el carro. Yo volvía a casa con un cubo de agua, pero para llegar tenía que pasar junto al carro. Dejé caer el agua y salí huyendo. Golpeaba las puertas, pero ningún vecino me abrió.

Arreó al caballo y casi me atropella, pasando de largo. Entonces quedé entre los zombis y aquella mujer. Atrapada, traté de trepar por una fachada. La vampiresa trepó por la pared como una araña y me dió alcance. Al abandonar el carro, Elenya se pasó al pescante para conducir. Desde el tejado, la mujer ordenó a los zombis que se comiesen el caballo. Relinchó. Escuché y vi al pobre animal morir. Y la vampiresa me cogió y me llevó al carro.

El enano luchó valientemente contra los zombis para salvarnos. Luego salieron la joven Irina y los demás de la posada, y... ¡HUMO!

Gertruda señala al rellano de las escaleras. ¿De dónde venía ese humo? ¿El fuego del callejón había desembocado en un incendió o venía de la habitación en la que estaba Ismark?

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05/08/2014, 12:34
Herr Urik von Teudeldorf

Escucho atentamente a la mujer relatar lo que ha pasado, pues cuando ocurrió estaba en el interior de la posada sin saber lo que estaba sucediendo en la calle a pocos metros.

Entonces Gertruda grita que hay humo y reparo que procede de la habitación de Ismark, el hijo del fallecido Burgomaestre.

Miro intensamente a Irina Kolyana a los ojos un momento antes de saltar como un resorte, poniéndome en pie y corriendo hacia la puerta de la habitación de la que sale el humo, para ver qué sucede y cómo puedo ayudar a Ismark...

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05/08/2014, 15:27
Irina Kolyana

En cuanto escuchó la palabra "FUEGO" Irina sintió dar un vuelvo a su corazón. Ismarck!

La guerrera saltó de su asiento y se lanzó a la carrera hacia la segunda planta. Su cerebro, sobresaturado de sensaciones la asaltaba con imagenes de un doble funeral, de una vida sin ningún resto de su familia. Sus piernas se movían a su máxima velocidad pero el suelo parecía deslizarse muy lentamente. Tanto, que a Irina le daba la sensación de que ni se movía del sitio.

-ISMAAAARCK!!! -gritó alguien. Pero no era nadie más, era ella misma quien gritaba.

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05/08/2014, 18:39
Varikov el Trampero

Varikov escogió para sentarse una mesa más alejada de la puerta, que el resto, desde donde se podía ver bien toda la posada. Odiaba aquellas sillas altas que tenían los humanos. Era evidente que no tenían en cuenta a los que no eran como ellos. Menos mal que ya desde hace mucho esos inventos infernales dejaron de ser un problema para el Trampero. Había bebido con ansias el contenido de una botella que encontró al alcance de su mano y ahora esperaba tranquilo el prometido desayuno de parte del posadero.

Desde fuera se seguían escuchando gritos. El grandullón lloraba como una chiquilla a la que los malhechores le tomaron “la pureza” a la fuerza varias veces y por todas partes. Pensándolo mejor, el enano empezó a odiarse a sí mismo por no haberle hecho una propuesta al otro para acabar con su vida. Ahora habría disfrutado de menos ruido.

Poco a poco los que salieron antes de la posada volvieron a entrar. Al parecer ya habían acabado sus labores al servicio del resto de la comunidad. A él esas nimiedades no le preocupaban, solo pensaba en la maldita vampiresa diurna. Sabía que para acabar con los vampiros, necesitaba armas de plata y estacas de madera. Debería preguntar por el herrero del pueblo, aunque sabiendo la inutilidad de los humanos, ese sería capaz de decir que solo trabaja con hierro. Entonces ¿necesitaba un platherrero? Gruñó y dejó esos pensamientos para luego. Mientras tanto sus voces seguían dando sus inútiles y no necesitadas opiniones.

Más palabrería salió de la boca de la chiquilla que él mismo había salvado unos momentos antes. Debería haberla dejado en manos de la dominatrix, aunque probablemente otra le había cogido el lugar. Darle a la lengua era otra cosa que se les daba bien a los humanos. Una cosa dijo que atrajo su atención, fuego, y al parecer no venía de la calle. Se apoyó la ancha espalda en el respaldo la silla y esperó a ver que pasaba en la planta de arriba. Intentó no sonreír y lo consiguió, no tuvo tanta suerte con tranquilizar sus tripas que pedían comida. El olor a carne chamuscada que venía de fuera, la había abierto el apetito.

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06/08/2014, 00:27
Parriwimple Indirovich

Le dolía, mucho. Había intentado hablar con el tio, pero este le había acusado de algo que, sinceramente, no terminaba de entender, ¿qué significaba que fuera un problema?, él no era un problema, él era una persona, Parriwimple. Por un instante había pensado corregir a su tio pero, mientras dudaba, había perdido su oportunidad. Su tio se había marchado. 

El corpulento hombretón ayudó a cargar a los fallecidos, y luego se sentó en la mesa de la taberna en donde estaban todos, mientras escuchaba el largo discurso de Gertruda. Largo y difícil, al menos para la mente de Parriwimple, que en un momento determinado, se distrajo jugando a dar pataditas a un trozo de cristal roto que había debajo de la mesa, lanzándolo por el suelo, de uno de sus pies, a otro, y sonriendo algo relajado.

Todo eso terminó cuando escuchó el grito de humo y vio la reacción de Irina y de Ser Urik. El humo era amigo del fuego, y ambos eran peligrosos, hacían daño a la gente y eran peligrosos para los negocios. Parriwimple recordó como había ayudado a su tio cuando fuego y humo habían, hace algún tiempo, intentado hacer daño a la tienda. Se levantó rápidamente y acompañó a ambos a arriba, para luchar otra vez contra fuego y humo. 

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06/08/2014, 10:10
Ashlyn

-¿Y ahora qué...? -se pregunta la paladina corriendo tras sus compañeros en dirección al humo mientras se pregunta dónde demonios se habrán metido sus compañeros Thendrik y Mathilda.

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06/08/2014, 11:13
Madame Eva

El humo bajó las escaleras, como poseyendo vida propia, y algunos llegaron al piso de arriba a tiempo para ver la cola del cometa de gas abandonar el pasillo. No había más humo. No había fuego. Solo una nube espectral que flotó hasta la barra.

El humo se concentró hasta, obtener el tamaño de una persona, y después se disipó dejando un pequeño regalo...

Cof, cof, cof...-tosió la anciana vistana que había salido del humo-Puaj. ¡Qué difícil se me ha hecho el viaje, giorgios! Ejem... Me presentaré. ¡Soy Madame Eva, raunie de la tribu Zaroban y líder del campamento vistani del Tser! Me temo que soy portadora de trágicas noticias: esta mañana, el conde Strahd Von Zarovich atacó por sorpresa el campamento y mató a toda mi familia.

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06/08/2014, 16:30
Herr Urik von Teudeldorf

Me quedo tan anonadado por la aparición hechiceril de la anciana gitana que no soy capaz de articular palabra alguna.

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06/08/2014, 16:34
Irina Kolyana

Cuando vio la lengua de humo, Irina desenvaino la espada pero, con la aparicion de la anciana, se tranquilizo un poco. Aun queria comprobar que Ismarck estaba bien pero lo extraordinario de la aparicion la mantenia de pie ante ella sin saber muy bien que decir.

-Esto... Bienvenida al club. Ese chupasangre tambien ha matado a mi padre, el burgomestre, esta pasada noche. 

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06/08/2014, 16:40
Herr Urik von Teudeldorf

- "Tenemos que acabar con él... Pero no será tarea fácil. Necesitaremos contar para ello con dos reliquias de la antigua Orden del Cuervo: El Símbolo Sagrado de Ravenking, y el Icono de Ravenloft." -

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06/08/2014, 19:08
Varikov el Trampero

Uno tras otro los humanos subían las escaleras hacía el humo. Para Varikov era claro que a estos era suficiente mostrarles el peligro que no se lo pensaban dos veces antes de meterse de lleno en el asunto. Enarcó una de sus frondosas cejas y acarició su barba mientras esperaba ver más cadáveres chamuscados. Por lo menos estos si se quemaban no volverían como zombies, pero hasta el humo huía de ellos.

- ¡Cago en mí mantu! Dijo haciendo los ojos grandes a la vista de la vieja que antes solo era humo. No se asustó, evidentemente, nada asustaba al enano, pero la fealdad de la mujer le iba a quitar el sueño unas cuantas noches. Sus voces tampoco estaban contentas y chillaban como si acababan de ver al demonio, tampoco andaban mal encaminadas. ¡Calla, ho! ¿Quies dicime que más vampiros anden de día?

La noticia tampoco era tan, tan mala. Unos humanos muertos no eran una gran pérdida para el Trampero, el problema grave era que los chupasangre andaban a plena luz del sol. Dio un puñetazo en la mesa mostrando su enfado.

- Hay que matalos a toos y cuanto antes, meyor. Precisamos armes apropiaes, amás de lo que diz el guaje esti, mostró con la cabeza hacía el Caballero Pelos Negros. Podría haber dicho que ese malnacido mató a su lobo. Esa fue una gran pérdida para él, pero tragó saliva y mantuvo la boca cerrada, esos seres inferiores no lo entenderían.

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07/08/2014, 11:04
Madame Eva

¿El Burgomaestre? Sí, a todos nos gusta equiparar la muerte de un político al genocidio de todo un Pueblo...

Cómo son los gitanos. Cuando se ponen a hablar de familia empiezan a juntar primos, tíos y sobrinos y ya cuentan entre doscientas y quinientas almas. Arik vuelve de la cocina con una hogaza de pan duro y dos huevos fritos, que sirve a Varikov, mientras mira con desconfianza la llegada de una vistani a su local.

Todo el campamento gitano, asesinado para luego ser alzados como zombis. ¡Una desgracia! La Muerte llama a la Muerte. Dejaos de Ravenkind y armas, y escuchad la sabiduría que da la vejez...

El Conde Strahd ha firmado un pacto con el Diablo-escupe al suelo al mentar a la bicha, para desagrado de Arik, que es quién luego tiene que fregar-. En una de las torres del castillo se encuentra el Corazón del Día, un rubí del tamaño de un oso. Es el corazón del Diablo-escupe-que dió a Strahd para que los vampiros puedan caminar tras el alba. Si destruimos el corazón del Diablo-escupe-, los vampiros de estas tierras volverán a ser seres de la noche.

¡Por todos los diablos-escupe-, pero eso ni siquiera es importante! Lo que de verdad importa es el otro trato, el que se selló hace centurias, no con el Diablo-escupe-, sino con los Poderes Oscuros. El alma negra de Strahd abandonó su cuerpo y se enraizó en la tierra, en tres cláusulas. Si rompemos la cláusula del Bosque, la cláusula del Pantano y la cláusula de la Montaña, los poderes de Strahd menguarán hasta convertirse en un vampiro normal y corriente. Su piel no será tan dura, sus músculos no serán tan fuertes... Claro que cuando eso pase seguirá siendo un oponente formidable, pero por lo menos se le podrá destruir.

La gitana vuelve a escupir, no porque haya mencionado al Diablo, sino porque se le había acumulado demasiada saliva en la boca, y tragar sería de mala educación.

Hay más cosas necesarias... Existe una espada, azote de vampiros, llamada la Espada Solar. Pero la luz de la espada no hará gran cosa mientras el corazón del Diablo-escupe-no sea destruido.

Notas de juego

El Símbolo Sagrado del Ravenking lo regalan con una whooper y un refresco. Será más útil contra Strahd el Símbolo Sagrado del Ravenkind.