Partida Rol por web

¡El combate estaba absolutamente interesante! Por un lado estaban Politoed y Gyarados que estaban haciendo todo lo que estaba en sus manos por lograr derrotar al aspirante. Por el otro estaban Dusknoir y Greninja que se negaban a rendirse para que Walter lograra conseguir la medalla coral. 

Dusknoir, a pesar de su velocidad se adelantó con un fuerte golpe que impactó de pleno contra Politoed, tras él Greninja hizo un gesto psíquico que combinado con el ataque de su compañero dejaron gravemente herido a Politoed, prácticamente incapaz de resistir un golpe más. Estaba terriblemente herido y amedrentado, por lo que no pudo continuar el combate.

Así que fue Gyarados, que aprovechando los efectos de la lluvia que quedaban y que Greninja no era un pokémon de tipo agua, golpeó de nuevo con su cola mandándolo por los aires y haciéndoles que se golpeara con prácticamente la puerta del gimnasio. Misty daba por debilitado al tercer pokémon de Walter, pero la sorpresa de todos, incluso de sus compañeros, llegó cuando Greninja, a pesar de las heridas que tenía, aún se mantenía en pie dispuesto a acabar con sus rivales.

Será mejor que te rindas, Walter. Dijo sacando sus dos pokéball para recoger a su Politoed y a Gyarados. Aún no lo había hecho pues estaba esperando la respuesta de su rival. A pesar de lo fuertes que son, están gravemente heridos, y con un solo movimiento de Gyarados puedo acabar con los dos. Dijo mirándole intensamente a los ojos. Has luchado bien, y por eso te mereces la medalla Coral, no dudaré en dártela, pero no te daré ningún otro premio, lo siento. 

Aunque si quieres, puedes seguir intentándolo y viendo como tus dos pokémon caen gravemente debilitados tras la fuerza de mi impresionante Gyarados.

Jiraiya...eres un campeón. Aguantar semejante golpe...debería parar el combate ahora, pero sé que no me lo perdonarías.

Walter observó a sus rivales, un Gyarados intacto y un Politoed casi debilitado...pero que aún podría dar guerra. Y su equipo, Jiraiya en las últimas y Cíclope no mucho mejor. Las perspectivas eran muy escasas, casi nulas, y pasaban más por la suerte que por su habilidad o la fuerza de sus compañeros.

-Lo que daría por un ataque eléctrico...- suspiró -Pero no puede ser. -escuchó las palabras de Misty y asintió. -Es cierto que lo tengo muy complicado.

En su mente, recreó lo que habría hecho.

-Démoslo todo hasta el final, aunque los combates dobles no sean lo nuestro. Cíclope, Sombra Vil sobre ese Politoed. Con suerte caerá. Pero la única posibilidad que tenemos es que logres congelar a ese Gyarados, Jiraiya. Rayo hielo.

-Tienes razón. No me gusta aceptar una medalla así. Siento que no me la merezco. Pero no quiero que se hagan daño. La aceptaré si acabamos el combate ahora, entonces. 

¡Está bien, tú lo has querido, acaba con ellos!

Es la mejor opción. Dijo Misty entregándole la medalla coral a Walter. Puedes continuar tu camino entonces. Ha sido un combate muy duro y la mar de interesante. Me lo he pasado muy bien, y a pesar de no ser un experto en combates dobles, se nota que has disfrutado mucho. 

El siguiente líder de gimnasio te resultará más sencillo, ya lo verás. Pero quizá te interese capturar algún pokémon que hay en el lago. Dijo dándole una caña que no era de una calidad extraordinaria ni mucho menos. 

¡Adelante y buena suerte!

-Gracias, Misty. Algún día te pediré la revancha.- le sonrió antes de marcharse hacia la estación de sanación de la parte posterior del gimnasio.

Una vez sanados, paseó por el borde del lago. Pensativo. Su primera derrota seria...sin consecuencias serias, por suerte. De hecho no solo había logrado una medalla sino también una caña...vieja. 

Difícilmente pescaré nada con esto pero...bueno, lo intentaré.

Lanzó el anzuelo al agua tras colocarle una baya que encontró perdida en la mochila. Y esperó. Casi se vio lanzado al agua de cabeza cuando algo picó. Algo muy fuerte. La sorpresa fue mayúscula al ver a Seaking tirando del anzuelo. Sin embargo, dada la edad de la caña...sin duda era del bisabuelo de Misty...si el fuerte pez seguía tirando, la rompería. Por eso llamó a Jiraiya.

Su pokémon, mosqueado aún por su primera derrota, no dudó en lanzarse al agua y lanzar al sorprendido Seaking a la orilla con un brutal Ida y vuelta. Los ojos del Greninja brillaban de tal manera que cuando su rival los vio de inmediato buscó una salida. Walter quedó sorprendido cuando el Seaking asintió vigorosamente al ver la malla ball que sacó del cinturón. Casi se lanzó hacia ella con tal de escapar de Jiraiya.

-Que curioso...- antes de llamarlo, regresó a Jiraiya a su pokéball. -Veamos...¿Qué sabes hacer amigo? Tengo que pensar como llamarte.

Tras capturar al quinto pokémon, Walter llegó a una especie de montaña sumamente empinada. En lo alto del todo había una especie de agujero que indicaba claramente que había una cueva. Encima de la misma había un símbolo indicando que ése iba a ser su segundo gimnasio.

Esta vez la prueba era algo diferente. Una enorme montaña sumamente empinada y sin apenas apoyos por donde subir. Además, parecía estar formada por roca cubierta de musgo, lo que daba la sensación de que encima fuera muy resbaladiza. 

Esa era la segunda prueba a realizar para poder continuar su viaje pokémon. Ahora solamente tendría que averiguar la forma más fácil de acceder hasta arriba sin perder todo el día en el intento.

Mmm interesante.

Walter observó el reto que tenía ante sí. Tras unos momentos asintió creyendo haber dado con una solución al problema.

-Os necesitaré a los tres, chicos. Titania, Don Carpone, Jiraiya. Tenemos que trepar esa pared. Y lo vamos a hacer así. Don Carpone, haz cascada justo al lado de la pared. Que le caiga la ola de agua. Jiraiya congela el agua con un Rayo hielo de los tuyos. Y tú, Titania, usa puño bala cada metro más o menos. Para hacer muescas y poder apoyar pies y manos.

Cuando estuvo todo listo, comenzó a trepar confiando en su plan.

¡Bienvenido! Dijo un chico que se encontraba justo en la entrada de la cueva. Mi nombre es Brock y soy el líder del gimnasio roca. Dijo mientras acompañaba al aspirante al interior del gimnasio. Veo que has logrado subir con éxito, enhorabuena. Para muchos supone un reto difícil de alcanzar y prefieren seguir hacia delante en busca de otro gimnasio. Me alegra saber que no eres de los que se rinde fácilmente.

Tras andar bastantes metros, Brock acompañó al aspirante hasta una increíble mesa llena de comida y bebida. Espero que disfrutes del festín, porque cuando hayas terminado, te invitaré a un combate.

Estoy seguro que estás interesado en la medalla Cueva, ¿verdad? Tendrás que vencerme en un combate. Será al mejor de tres, podremos usar tres pokémon diferentes y vence el que los debilite antes. ¿Entendido? No se podrán hacer cambios*. Cuando estés listo, ven a buscarme, saca a tu primer pokémon y empezará el combate. Dijo mientras sacaba de su pokéball a un Geodude

Me sorprende, agradablemente, la amabilidad del chico. Misty parecia enfadada con el mundo pero luego resulto ser buena chica. Si él no está enfadado igual al final es mucho mejor.

-Gracias. Me llamo Walter.- acepto parte de la comida mientras lo veo tratar a su Geodude. -Me encantará ese combate.

Medalla cueva. A juzgar por eso y por el Geodude...Será roca o tierra. Son duros pero me viene mejor que el tipo agua. Veremos que ocurre.

Tras descansar de la subida me limpio las manos y saco una malla ball.

-Listo Brock. Cuando quieras. ¡Te toca Don Carpone!

Inicio con Seaking, veamos de que es capaz.

El combate por la medalla cueva daba comienzo. Por un lado estaba Brock, con su pokémon Geoudude, un pokémon de tipo tierra y roca a la vez, sumamente vulnerable a los movimientos de planta y agua, agua que Walter sabía como usar, pues al menos tenía dos miembros de su equipo capaz de hacerle frente con facilidad. 

El combate no iba a estar muy reñido, Walter tenía especial ventaja, y Brock lo sabía, pero él era un amante del tipo roca, y no por eso se iba a dejar vencer fácilmente. 

El campo de batalla estaba compuesto por tierra y multitud de rocas afiladas, para Seaking no era un entorno agradable, además de que encima su enemigo se camuflaba perfectamente en aquel entorno.

Era momento de actuar. 

Walter observó el terreno y a su rival. A priori las cosas no estaban del todo mal, pero tampoco precisamente a favor. Necesitaba más información.

-Don Carpone, hagamos el lugar algo más adecuado para ti. Danza lluvia.

Mejorará su velocidad, pero además veremos de lo que es capaz Geoude. No creo que pueda tumbarnos de un golpe. Pero nosotros a él, y encima con la lluvia...probablemente. Con todo, me inquieta que los tipo roca tienden a tener una gran robustez*. Está acostumbrado a combatir tipo agua, seguro, pues siendo una de sus debilidades...No sería un líder de gimnasio si no fuese capar de solventar este tipo de situaciones.

¡Oh vaya! Ese Seaking se parece al de una buena amiga mía. Dijo mientras la recordaba. Es precioso. Dijo soltando a su Geoudude para que se colocara en posición. Creo que vas a sufrir más de lo necesario con él, así que trata de aguantar lo máximo que puedas y ya sabes como empezar.

¡Encájale un buen golpe con tus puñetazos!

¡Y ya sabes como terminar! 

¡Explota y acaba con él!

-Prácticamente acabamos de conocernos. Estaba pescando después de que la líder del gimnasio Coral y su Gyarados me dieran una paliza.- quizá el Gyarados fuese el más impresionante, pero el que más problemas me causó quizá fue Politoed.

El combate comienza y me concentro.

Auch.

Walter conocía bien ese ataque, lo había utilizado muchas veces con Cíclope, solo podía ponerse peor. Por suerte, no comenzaba muy duro.

-Bien compañero. Intentemos que no te vuelva a dar, por que su siguiente golpe será más duro de lo habitual. ¡Cascada!

Una vez más Seaking fue mucho más rápido que el pokémon de Walter, especialmente bajo la lluvia. Con tanta agua alrededor, el pokemon acuático fue capaz de golpear con una terrible potencia que Brock jamás había comprobado en ningún otro aspirante. Había sido terrible el golpe. Pero por suerte, Brock y Geodude ya habían imaginado aquel movimientos y lograron resistirlo. Fue entonces, cuando un casi debilitado Geodude agarró a Seakin por la espalda y explotó.

Al final del encuentro ambos pokémon estaban completamente debilitados. Colocando un empate en el marcador.

Del más pequeño al más grande. ¡Es tu turno, amigo Ónix! Dijo sacando una gigantesca serpiente de rocas que ocupaba la mayor parte del gimnasio. Era majestuoso y también parecía tener en mucha estima a Brock, pues rápidamente se dirigió a él y restregó su enorme cabeza contra su mejilla.

Tsk...robustez y explosión. Una combinación dura, desesperada eso sí, pues aunque vale para acabar con muchas cosas, elimina a tu propio pokémon. Pero la ha usado bien. ¿Podrá hacerlo de nuevo?

Walter, sopesando sus posibilidades, se toma un momento antes de decidir que hacer y como hacerlo. Termina asintiendo para sí mismo.

-Jiraiya, te toca. Aprovechemos esa lluvia.

El Greninja de walter sale al campo de combate dispuesto, como siempre, a darlo todo.

Brock chasqueó la lengua al ver al segundo pokémon de Walter. No esperaba encontrarme con un segundo pokémon de agua en un mismo equipo. Confiaba en toparme con uno de planta, pero no un Greninja. Esto va a volver a doler, Ónix. No sé muy bien qué podemos hacer. Así que andémonos con cuidado. ¿Entendido? Dijo mientras el Onix se alejaba de Brock y mostraba una cara un poco más amenazadora, especialmente por el gigantesco tamaño que tenía.

No, dijo negando. No hay nada que hacer. No vamos a poder ni aguantar un solo golpe, y mucho menos con la que está cayendo. Dijo mirando el cambio de clima que se había generado en el terreno. Será mejor que sigas con la técnica de Geodude y aguantes y después explotes. Con suerte volveremos a quedar empate y tendremos la suerte de enfrentarnos a un solo pokémon. Luego ya veremos cómo lo resolvemos.