Partida Rol por web

-Jiraiya fue mi primer pokémon, no perderemos. ¿Verdad?

Solo había que mirar a su compañero, firme ante el gigantesco Onyx. Mirándolo fijamente y sin amedrentarse pese a ser obvio que si lo atrapaba, lo aplastaría.

-Aprovecha la lluvia y refuerza tu golpe. Usa Escaldar. ¡Con fuerza!

No lo va a poder aguantar ¿No? Con el poder de Jiraiya, y encima el apoyo de la lluvia...a menos, claro, que disponga también de Robustez. Vaya habilidad molesta.

Para desgracia de Walter, efectivamente Ónix también poseía la habilidad de robustez. Esa parecía la estrategia de Brock. Encargarse de los primeros pokémon que el aspirante sacara, debilitarlos de inmediato y dejar la joya de la corona para el final. Su pokémon más fuerte, resistente y poderoso.

Ónix quedó gravemente debilitado tras volver a explotar tras el golpe de Greninja, pero para sorpresa del líder del gimnasio, Greninja aguantó el golpe.

¡Aggggh! Dijo Brock al ver como su Ónix caía gravemente debilitado y no se llevaba por delante al segundo pokémon de Walter. Esto ya pinta mal entonces. Has entrenado muy bien a tu Greninja, es muy fuerte, rápido y poderoso. Así va a ser muy complicado que logre derrotarte.

De todas maneras, ahora le toca salir a uno de mis pokémon más apreciados. ¡Es tu turno, Soodowoodo! 

Greninja es muy rápido, amigo. Lo he podido ver porque Ónix no ha sido capaz ni de verle. Pero sé que si tú quieres puedes serlo más. Fíjate bien en sus movimientos y cuando sepas lo que va a hacer, encájale un duro golpe bajo para debilitarlo e igualar de una vez por todas este combate. ¡Vamos amigo!

-¡Así se hace Jiraiya! Y ya no tiene más explosiones que utilizar. Acaba con él de un golpe, compañero ¡Escaldar otra vez!

No puede aguantar, es imposible...¿No? Salvo robustez o algo así de nuevo, claro. Pero Jiraiya bajo la lluvia usando un ataque de agua...eso es demasiado para un tipo roca. O eso espero. Si lo debilitan se mosqueará conmigo unos días.

Walter no quería que su pokémon cayese. Aún sabiendo que disponía de uno más, teniendo la victoria casi asegurada. Por ello decidió atacar de la manera más potente que podía en ese momento.

Las condiciones climatológicas terminaron por dar la victoria a Walter. La lluvia había dado ventaja a los pokémon del aspirante por lo que había logrado una clara ventaja sobre un líder cuyos pokémon eran vulnerables al agua. Walter se había hecho con una victoria de una forma rotunda y aplastante. 

A pesar de ello, el líder del gimnasio estaba con una sonrisa de oreja a oreja y le felicitó. ¡Enhorabuena! Dijo sacando a sus dos pokémon que ya parecían estar algo más recuperados. ¡Has logrado alcanzar la victoria! ¡Toma! Le dijo mientras le tendía la medalla Cueva:

Tras agradecer el combate y la comida al líder Brock, Walter tuvo que aceptar quedarse a comer de nuevo mientras los pokémon eran tratados. La amabilidad de Brock, aunque agradable, lo retrasó en su camino por lo que salió a toda prisa para llegar al ferry. Tanta, que al acortar por una zona de montículos cayó con todo su peso sobre la cola de un Tyrunt.

El pokémon, lógicamente enfadado, lo atacó abriendo sus grandes mandíbulas. Sin tiempo siquiera de alcanzar una pokébal, Walter cayó hacia atrás. Pero el golpe final no llegó. Al alzar la mirada para ver que pasaba se encontró con Titania, sujetando al pequeño pokémon y lanzándolo atrás. Furioso, insistió. Lo que le sirvió para ganar un buen golpe de la pinza metálica en la cabeza.

La situación se repitió varias veces hasta que, furioso por la impotencia de verse superado, comenzó a patalear y a golpear el suelo con la cola ¡Y evolucionó!

Sin embargo, cuando volvió a atacar Titania no estaba asustada. Sonreía incluso.

Poco después, se sacudía el polvo de las alas mientras el debilitado pokémon dragón yacía en el suelo con los ojos girando y la pata temblando. Walter no podía perder tiempo en atenderlo si quería llegar al ferry...por lo que le lanzó una pokéball y corrió hacia el río. Sabía que dentro habría un centro pokémon, pues los combates eran habituales en los paseos, o eso había leído.

Finalmente Walter logró tomar el Ferry en el último momento. Estuvo a punto de perderlo pero justo cuando estaba a punto de levantarse la pasarela logró llegar. A penas pasó unos minutos cuando una extraña pareja llamó la atención del muchacho.

Antes de que llegara a su camarote, esa pareja le detuvo el paso y sacó un par de sus pokémon. 

¡Alto ahí! Dijo al tiempo que el primero sacaba un Weezing. ¡Sí! ¡Estate quieto! ¡Danos todos tus pokémon y no te haremos ningún daño! Gritó la mujer al tiempo que sacaba un Arbok espectacular. 

¡Somos el Team Rocket y hemos venido a robar todos los pokémon que encontremos! ¡Así que no nos hagas perder el tiempo y dános todos los que tengas!

-¿Robar los pokémon de la gente? Si queréis problemas, escuchad mi lema. Para proteger al mundo de los robos sin ton ni son. Para unir a todos en una sola canción. Para cazar a los ladrones sin miedo ni pudor. Para mandarlos de una patada a una celda interior ¡Jiraiya! ¡Tatiana! Dadles duro. Y yo soy Walter.

Lanzo mis pokéball, esa pareja de chalados no me van a agriar el día. Estoy contento por haber llegado al ferry a tiempo. Hasta me han inspirado una rima tonta, a ver si se pican y se desconcentran.

El Team Rocket había hecho aparición en el barco en que iba Walter y pretendía robarle a él y al resto de personas sus personajes. Afortunadamente Walter no estaba por la labor de dejarles actuar a su antojo, así que sacó a dos de sus pokémon más poderosos para impedírselo.

¡El combate estaba a punto de estallar!

¡Vaya par de pokémon impresionantes tiene ese mocoso! Gritó la mujer de pelo rosado al ver los pokémon de Walter. Tenemos que hacer todo lo posible por llevárnoslos. ¡Adelante! Gritó a su arbok. 

¡No golpees a ese Scizor, tu veneno no tiene nada que hacer! ¡Usa ácido contra ese Greninja!

Luego el peliazul hizo lo mismo al dar la orden de su otro compañero. ¡Weezing, haz tú lo mismo, dirige el golpe contra Greninja, lanza todos tus residuos!

Tras analizar a sus rivales, Walter se decidió por que estrategia seguir. Jiraiya, como siempre, a por todas.

-Bien chicos, empecemos poniendo las cosas a nuestro favor. Titania, Danza Espada. Jiraiya, Paranormal a ese Weezing.

Con un poco de suerte será KO en un golpe, y si no después no aguantarán el golpe de Titania.

La presencia del enorme Arbok hizo que Greninja y Scizor se amedrentaran un poco al verle. Pero eso no fue suficiente para echarles para atrás del combate. Greninja actuó a una velocidad casi sobrenatural y logró golpear con un ataque mental al Weezing de James. Mientras tanto Árbok escupió un par de chorros de ácido sobre ambos pokémon, pero solo parecían afectarle a Greninja.

Mientras tanto, Scizor comenzaba una extraña danza para subir su fuerza y cargarse de energía para luchar contra sus adversarios. Después Weezing contraatacó con otro suave golpe hacia Greninja. Estaban dispuestos a acabar con él el primero.

Arbok, cambiemos de estrategia, dijo la pelirrosa, golpea con la cabeza a ese Greninja, puede que así le hagamos más daño. 

Weezing, tú vuelve a usar residuos contra él.

-Chicos, no os preocupéis. Parece que mucho hablar pero a la hora de la verdad no van a ser capaces de robar nada...lo siento por esos pokémon, se merecerían mejores entrenadores. Jiraiya, vuelve a usar paranormal, esta vez sobre Arbok. Titania, dale a probar tu puño bala a weezing. Acaba con él antes de que sepa que ocurre.

Debería bastar...aunque la presencia imponente de Arbok haya afectado al ímpetu de Titania.

Confiado en sus decisiones, Walter cruza sus brazos. El combate solo tiene un desenlace posible.

El golpe de Scizor había sido tan rápido que Weezing no había sido capaz de esquivarlo. Le había golpeado de forma violenta dejándolo gravemente herido. Mientras que Greninja optaba por hacer ahora un ataque mental al otro pokémon. Walter estaba seguro de su estrategia y de sus intenciones en aquel combate. No iba a dejar que robaran a ninguno de sus pokémon.

James sacó su pokéball para devolver al campo de batalla a su amigo Weezing. ¡Lástima, lo has hecho muy bien, pero no ha podido ser! ¡Esos dos son muy fuertes! ¡Pero veamos ahora, a ver qué pueden hacer contra esto! ¡Adelante, Victreebel! Gritó el miembro del Team Rocket tras ver como Arbok seguía escupiendo sin mucho efecto a Greninja. 

Rápidamente, el pokémon planta salió corriendo hacia su entrenador para... ¿comérselo?

Victreebell no parecía haberse comido a James en ningún momento, simplemente parecía ser una muestra de cariño. Así que, en cuanto le soltó comenzó a hacer varios movimientos que se parecían bastante a los de Scizor. Estaba subiendo la fuerza de sus próximos golpes. Mientras tanto, Árbok seguía repitiendo la estrategia sin que ninguno de los dos entrenadores tuviera que decir, ni una sola palabra.

Walter sonrió al ver la actitud del victreebel. Se podía notar claramente que le profesaba cariño a su entrenador.

-Uno menos, chicos. Y un nuevo rival, pero no supondrá un verdadero problema. jiraiya, enfríale los ánimos. Rayo hielo al victreebel. Tinatina, no dejes reaccionar al arbok. Puño bala.

Si todo va bien, caerán ambos. Si va regular, solo uno. Al menos, eso creo.

El combate no hacía más que poner en un aprieto a los miembros del Team Rocket, los pokemon de Walter eran demasiado poderosos para enfrentarse a ellos, y no hacían más que ver como sus pokémon caían uno detrás de otro. Esta vez quien cayó fue Arbok, que tras otro gran puñetazo de Scizor le hizo caer completamente debilitado.

La mujer chasqueó la lengua molesta por la situación que estaba tomando el combate, y tras recoger a su pokémon y no decir nada más, lanzó la segunda. 

¡Vamos allá, Victreebell, aguanta todo lo que puedas! ¡Lanza hoja afilada contra esos dos! James estaba emocionado de usar a su pokémon en aquel combate, y con su ataque sumamente potenciado confiaba en que iba a poder acabar con él de un solo golpe.

Seguramente ataque a Victreebell, así que ten cuidado con ese Scizor y usa contraataque. ¡Acabemos con él!