Partida Rol por web

por unos instantes lo quedó mirando con ojitos de esperanza, sus labios se entreabrieron queriendo decirle que sí a todo lo que le decía, y sus manos se rozaron cuando él se le acercó para hablarle. Ese roce la recorrió por completo, la estremeció y sus mejillas se encendieron nuevamente, debiendo bajar su vista color lavanda, intentando serenarse aunque algo le decía que Renall sabía perfectamente lo que producía en ella e imaginaba que producía verlo ser cariño con otras chicas.

— igual sigo creyendo que estarías mejor con otra chica, incluso esa emplumada — le susurró, sonriéndole — era obvio que se darían cuenta, pero no lo asumiría— suspiró pesadamente — y me lastime bastante, me disloque el hombro — de ahí el dolor que aún sentía — pero no quiero que me cures, Tempi ya lo hizo y fue aún más terrible... creo que la magia sacra me produce mucho... demasiado dolor de hecho — bajó otra vez su mirada, era realmente ese dolor el que la había puesto así, tan distraída y triste, el demonio no le había dado tregua y estaba muy agotada a esa alturas del partido.

— deberíamos salir... no vas a dejarme en paz... y me gustas mucho, pero debe ser un secreto, tu padre odia a mi abuelo y viceversa...  y mi abuelo me ordenará matarte en cualquier momento... así que te ayudaré a hacerte fuerte para que puedas detenerme cuando ejecute su orden — sonrió de medio lado justo antes de que Tempi los interrumpiera. Quizás cambiaría de opinión, o se arrepentiría, pero necesitaba algo de tranquilidad y sentirse reconfortada. 

Estaba conversando algo realmente íntimo al parecer que incluso hizo que se sonrojara mientras cruzaban palabras, pero lo que fuera que Euphemia le hubiera dicho a Renall, la respuesta del chico se vio interrumpida por Tempi, la chica se había comportado muy cercana al pequeño, así como con Aura, a la cual buscaba cada vez que tenían tiempo libre en esos dos largos días.

— ¿ummm? Ah... bueno, gracias — se inclinó había Tempi y puso su mano sobre su frente en un gesto casi cariñoso — ve con cuidado, sigo pensando que eres muy blandito para andar en estas misiones, así que procura volver con vida, o te tendré que ir a rescatar — por muy dulce que pareciera ser, seguía siendo Euphemia.

Logras notar un movimiento furtivo entre la vegetación, aparente se trataba de un par de jinetes a caballo, los cuales parecen estarse acercarse hacia su posición.

Lanza Iniciativa, si superas la mía, entonces actúa sino, pues no ye tomo por sorpresa.

¿Quién va segundo?

Mientras buscan llegar a terreno alto, logras ver movimiento en una cueva cercana, aparentemente se trataba de dos figuras bastante corpulentas, una de las cuales se interna rápidamente en la cueva.

Posiblemente se trate de un vigía que ha notado su presencia o tal vez no sea nada.

Las dos primeras respuestas de la teniente no me preocuparon demasiado, al suponer que tiene experiencia como para dictaminar eso, pero la última distaba de ser satisfactoria. De no ser por las conversaciones con Darius, de hecho, es tirando a probable que mandase todo a hacer puñetas, y se me notó en el rostro la seriedad al respecto.

- No creo que ni yo, ni la mayoría de los que aquí estamos, veamos con buenos ojos la idea de colaborar en masacres por un puñado de guiles, teniente. -respondo con serenidad, a pesar de todo- Continuaré con la misión sin decir más al respecto solo porque tengo una duda razonable sobre lo que está pasando aquí. Pero si en verdad es tal como dice a lo que se dedican ahora los SeeD, es probable que renuncie. -concluyo finalmente con seriedad, esperando por si dice algo más antes de hacer un saludo y marcharme.

Las formas de referirse a la batalla de ambos me hacen rememorar la batalla, y me doy cuenta de que ha quedado bastante fragmentada en mi cabeza, hay muchas partes que no tengo 100% claras.

- Entiendo a qué os referís ambos, y creo que lo del cuerpo es una mezcla de las dos cosas... De haber estado en tensión y trabajando al doscientos por cien a apenas poder moverme del remolque a la cabina y de la cabina al remolque, el cuerpo está diciendo que ya vale. -reflexiono- Y aunque volvería a meterme a esa batalla las veces que haga falta por proteger a quienes pudiese, no tengo ganas de meterme de nuevo a una. Lo pasé fatal, estaba todo el rato preocupada por aquellos a los que no veía, -lanzo una mirada de reojo a Darius, aunque no es exclusivamente a él: a Tempi lo perdía de vista cada dos por tres aunque le dije que se quedase cerca, a Euphemia también la perdí de vista un momento hasta que seguí su rastro...- casi me aplasta una pierna un robot enorme, aquella bala... -ahí miro a Ruby, recordando esa imagen que se me había grabado a fuego- Y para rematar casi me congelo. Espero que tarde en llegar la siguiente. -concluyo sobre ese tema.

Poso para el selfie junto a ambos, con mi mejor sonrisa, y al terminar, respondo:

- Vaquera, pirata, da lo mismo, solo quiere hacerse selfies con chicas alrededor. -total, el calificativo es lo de menos.

Aunque siempre podemos subir una foto del sombrero a las redes y que discutan sobre si es de vaquero o de pirata.

Tras ver que Darius pasa sin problema, asiento para mí misma y le digo a Ruby:

- Adelante, mejor abrir y cerrar la marcha con un combatiente cuerpo a cuerpo, por si acaso. -sugiero, de nuevo escrutando el bosque.

Asentí, resoplando ligeramente cuando Darius me recordó lo del combate honorable, asintiendo- Es verdad. Aprenda honor y ética con Darius, volumen 3. - dije, dándome un par de toquecitos en la sien, para acabar entornando la mirada, intentando hacer memoria. Si yo le había enseñado a él palabras que lo petaban, él había hecho lo propio, inculcándome su propia filosofía, su manera de ver el mundo y a la gente que lo habitaba. Y habia que decir que, a pesar de mi reticencia inicial, había conseguido calar hondo en mi- Espera... ¿cómo era? Uhm... No hay honor en el juego sucio. Una batalla debe ser una respetuosa pelea con el contrincante, y debemos hacernos merecedores de su respeto...  - dije, de memoria, acabando por esbozar una enorme sonrisa, mirando al ronso- ¿Lo he dicho bien? - añadi, casi con el tono de un niño que busca la aprobación del profesor.

Entonces Aura hablo, y negué, poniéndole una mano en el hombro, cuando rememoró lo sucedido en la batalla- No pienses en eso ahora. Piensa en que estamos vivos, que es lo que importa. Y que, en gran parte, fue gracias a ti. - le dije, con un guiño, para acto seguido correr a ponerme en el selfie de Darius, sonriente- ¡Luego me la pasas! Como mola. - dije, alzando mi pulgar.- Que por cierto, la nueva melodia lo peta muuuuuuucho mas. Luego tienes que enseñarme como se cambia, que ya sabes que yo no controlo mucho todavia... - le dije, acabando por alzar una ceja ante el comentario de Aura sobre Darius y sus fotos con chicas.

-Oh, así que vas por ahi pidiendo selfies a todas.... Y yo pensando que era especial... - dije, mirándolo con excesivo drama, y muy bien interpretado por cierto. De hecho, habia estado dispuesta a seguir la broma de no ser porque, mientras Darius pasaba por el puente, algo llamo mi atención.

-Espera Aura. - dije, bajando repentinamente el tono, y haciendo una señal que ambos pudieran ver para mantenerse lo más sigilosos posible. -Ahi hay alguien... - añadi, mirando en dirección a la vegetación- Dos jinetes a caballo, y vienen hacia aquí... - añadi, desenfundando lentamente mi arma, mientras hacía una señal a Darius de nuevo, en direccion a donde había visto a los jinetes- Pasa hasta el otro lado, corre. Yo me quedo a cubriros. - indiqué a Aura, amartillando mis dos pistolas para disparar ante la más mínima hostilidad- ¡Corre!- le apremié, consciente de que los jinetes no podrían cruzar aquel puente.

De pronto dos centauros irrumpieron a todo galope desde uno de los lados intentando apresar a las chicas.

Por fortuna Ruby fue capaz de ver a los centauros a tiempo lo que impidió que la tomarán desprevenida, lamentablemente Aura no tuvo la misma suerte.

Cuando la semi elfa se gira para ver que es lo que habia alterado a su compañera, se encuentra cara a cara con un enorme centauro que se abalanza sobre ella para secuestrarla.

El disparo de Ruby impacta de lleno en el pecho del centauro que cargó contra ella, mientras que el segundo centauro se abalanzó sobre Aura, levantándola como si se tratase de un muñeco de trapo.

Lamentablemente, el grito de Ruby no bastó para que Aura pudiera evadir la carga del centauro quien se alejó rápidamente del lugar con Aura en brazos.

Al ver que no cruzaban, Darius se giró hacia las chicas para ver si cruzaban o no. Y le extrañó que Ruby se quedara mirando hacia el infinito, hasta que levantó la voz con aquellos dos jinetes, lo que hizo que se pusiera a la defensiva. Para cuando Ruby le gritó a Aura que cruzara, los jinetes, que eran en realidad centauros, ya se les habían echado encima. - ¡RUBY! ¡AURA! - gritó Darius al ver que se lanzaban a por ellas, y trazó mentalmente la parábola del salto de forma mental.

Flexionó con fuerza las patas, mientras tomaba la lanza para dar un salto que no solo le ayudara a cruzar de golpe, además le hiciera aterrizar contra uno de sus enemigos. Fue cuando comenzó a caer, que vislumbró que uno de ellos apresaba a Aura, mientras que Ruby conseguía zafarse de su atacante.

No conseguiría alcanzar al que huía, pero si derribaba al atacante de Ruby, esta podría derribar con las pistolas al otro centauro desde la lejanía. De esta forma, cuando comenzó su caida, interpuso la lanza entre él y su enemigo, dispuesto a aterrizar sobre él con 132 kilos de ronso y una lanza recién afilada directamente a la columna del hombre-caballo.

El camino iba bien, y sonrío ante la forma de Ruby de tratar de decir las mismas frase de Darius. en cierto modo, me alegra ver que intenta asimilarlas, aunque aún fuese más algo de memoria que tenerlo interiorizado. Su forma de hablarle con respecto a la batalla hace que sonría con un poco de apuro. A ella sí la había ayudado allí, pero prefiero no volver a eso. No sé si es verdad que protegí a tantos, y en cualquier caso, sigo sintiendo que no fue suficiente.

Antes de poder reaccionar a la advertencia de Ruby de mayor manera que girándome, me encuentro "abrazada" por un torso musculoso (por llamar de alguna forma al tipo de presa que me había hecho ese tipo), y siendo llevada a gran velocidad por el mismo.

- No me vas a soltar para darme un combate honorable, ¿verdad? -pregunto, casi de manera retórica, y en caso de respuesta negativa (o que no responda en unos segundos), añado- "Y aquellos que sean malvados, han de conocer el calor de mi pico." 

Tras esas palabras, dado que calculaba como casi imposible hacer que me soltase con la fuerza de mis brazos, empleo otra bien distinta, la de mi boca. El poder de la palabra es grande, pero el poder de un mordisco a mala hostia en pleno pectoral, también es digno de ser tomado en cuenta.

Suspire y baje un poco la cabeza lo cual hizo que al levantarla tuviera un par de pelos frente a los ojos los cuales soplé de nuevo a su sitio debido a que tenía las manos ocupadas. Iba a decir algo pero entonces llego Tempi por lo que me callé y pase por su lado, tal vez si el pequeño estuviera atento podría escuchar un apenas audible "Gracias".

Ahora me tocaba montar las tiendas, realmente no eran del modelo que conocía pero mas o menos todas era iguales... ¿verdad?... 

- ¿Euphemia puedes conseguir una gran cantidad de hojas? A lo mejor podemos ocultar el camión entre la vegetación con ellas y corteza de los árboles, no necesitamos en realidad no necesitamos muchos la pintura hace un muy buen trabajo ya de por si* -dije mientras me ponía a montar las tiendas de campaña a unos cuantos metros del camión, la idea era formar una especie de circulo con ellas por estética mas que nada

Los ojos de Tempi divisaron algo, pero siguió caminando como si nada para no levantar sospechas. - Chicos, hay alguien en esa cueva, son dos y bastante corpulentos.- Advirtió. - Seguramente nos hayan visto, uno de ellos ha entrado. ¿Qué hacemos?.- Realmente no sabían si eran enemigos o no, por eso preguntó a sus compañeros cual creían que era la mejor opción.