Partida Rol por web

Ciertamente los combates se están saliendo de madre y causando destrozos por doquier pero eso solo consigue que mi sangre hierba más de lo común viendo como luchan la mayoría de los presentes y queriendo poner a prueba mi propio cuerpo en ello

- Vamos a centrarnos en uno de ellos y terminar esto rápido, te parece?.- Comento a Wil tranquilamente, pero en un tono de voz en el que Keira y Demetrio no me escuchen por las buenas, aunque no es una estrategia tan complicada como para que no se la esperen.- Te daré una apertura desde la distancia en cuanto Osvaldo dé la señal, aprovéchala como prefieras.- Sonrío, pero es una sonrisa más de emoción de ponerme a prueba que la típica sonrisa que siempre tengo. Al llegar a una distancia en la que yo mismo reconozco como suficiente me dirijo directamente a mis contrincantes

- Hey! La verdad... preferiría que esto hubiese sido la final.- Espeto sin darme cuenta en absoluto de la falta de respeto que puede presentar a los otros participantes pero Keira era la única a la que había visto luchar y fue capaz de mantener el tipo contra Momohime incluso en esa situación.- Espero que no os contengáis y vengáis con todo. Hagamos de esto un buen duelo.- termino, quitando el trapo de mi katana, tirándolo a las gradas y colocándome en posición de combate, un poco por detrás de mi compañero  

Casi en el mismísimo instante en el que Osvaldo pita para comenzar, Yuri alza su espada gritando el nombre de su técnica, y la baja con extrema violencia, produciendo una ráfaga de viento huracanado que va arrasando con el parquet del gimnasio en su camino hacia Keira.

—Oye, tranquilo, viejo.

Keira se cubre como puede, resultando en que el vendaval la rodea y empieza a dejar tajos por todo el cuerpo, destrozando con ello su uniforme.

—La gente aquí no se anda con chiquitas, eh?

Wil ya está corriendo hacia Demetrio mientras desenfunda una katana. Su tajo es detenido entre las manos del adversario, que empiezan a sangrar profusamente.

—Mecacho! Lo siento, Keira, me distraje por un segundo.

Esperaba que Yuri se lanzara contra mí enarbolando su bate para detenerlo y aprovechar la apertura para romper su defensa. Sin embargo, no estaba preparada para lo que pasó. Cientos de golpes se arremolinaron a mi alrededor, desgarrando ropa y carne, y todo lo que pude hacer fue ponerme con los brazos en cruz para evitar que tocaran zonas peligrosas. No lo conseguí del todo, pero afortunadamente salí viva de aquello.

Golpeada de repente por la totalidad del impacto, escupí sangre al suelo, la cual también salía profusamente de todas mis heridas. Caí de rodillas al suelo, apoyándome con las manos para no terminar de caer.

- ¡Me rindo! - grité con fuerza para asegurarme de que ese cabeza hueca se enterara -. ¡Me cago en la puta, podrías haberme matado, cabronazo! ¡¿Se puede saber que coño tienes en la cabeza?!

Respiraba agitadamente, con las pupilas rasgadas y los colmillos afilados por culpa del miedo. Por un momento creí seriamente que iba a morir.

Como cabía esperarse de Keira fue capaz de bloquear mi ataque sin tener graves daños, aunque realmente la he dejado sangrando a causa de los impactos. Al mismo tiempo mi compañero ignora completamente la estrategia de centrarnos en una única persona para terminar el combate rápido.- Wil, a donde demonios vas? A la otra!!- Grito mientras poso bien mis pies para arrancar en una carga directa contra Keira. Esta vez intentaré dejarla inconsciente sin hacerle mucho daño... las heridas sufridas deberían ser suficientes para que no se pueda defender al 100%. Comienzo mi carga, dejando una pequeña marca en el suelo por el impulso repentino pero esta, de forma inesperada, se rinde directamente por lo que ,cuando intento frenar mi carga doy un traspiés y comienzo a rodar por el suelo de forma cómica dando volteretas y termino por quedarme apoyado contra una de las paredes del gimnasio, con cara de tonto mirándola

- En serio?- Comento trastornado al no esperarme eso viniendo de ella.- Pero si ni siquiera lo he puesto todo aún!- Relajo mi posición mirando mi arma. Realmente ni siquiera la había puesto en su modo de combate, por lo que no debería haber causado cortes de extrema gravedad a diferencia de si fuese a cortarla en dos... no quiero causar una sangría a quien me cae bien, después de todo... otra cosa sería si me hubiese enfrentado a otro de los aquí presentes, que si le tengo algo de ganas.- Lo siento si me he pasado. supongo que... me emocioné viendo el combate anterior?.- Sonrío como un bobalicón mientras me acerco a ella con calma y le tiendo una mano, colocando mi espada de madera en el cinturón a forma de vaina para que no moleste.- Venga, te ayudo a ir con el señor Kamigawa, seguro que estarás perfectamente en pocos minutos.- Le comento, poniendo mi mejor sonrisa.

Osvaldo se queda mirando fijamente a Yuri un rato, muy seriamente, como si estuviera escudriñándolo. —Bueno, se ha rendido, la victoria es para ustedes dos —dice finalmente señalando al par de muchachos con espadas.
—Déjenme llamar a Taisei.

—No será necesario, déjalo tranquilo, que debe estar muy ocupado ahora mismo.

Lyla se adelanta, y apoyando gentilmente la mano sobre la cabeza de Keira pronuncia unas palabras y la muchacha siente como si le cayera un baño de agua tibia, una luz verde sale de la profesora y le recorre el cuerpo, cerrándole todos los tajos a la vez, y también remendando su ropa.
—Yuri Ishiakawa, no? Deberás aprender a contenerte, o no podrás participar de torneos amistosos —una vez finalizada la recuperación, se dirige a Yuri en un tono muy severo —como castigo te quedarás al final del día a limpiar junto con Kotor Huan. De ocurrir esto de nuevo en los futuros desafíos de los sábados te pondremos castigos más severos.

Osvaldo, que todavía miraba a Yuri, hace sonar el silbato para llamar la atención y se pone a comunicar en voz alta —estimados! tendremos un descanso antes de comenzar la semifinal, que será a las cinco de la tarde. Aprovechen para descansar y recuperarse.

No puedo evitar sonreir cuando la directora reparte castigos ¡Ayudante gratuito! Ademas de que imagino que me seguiran pagando lo mismo, mi trabajo ha sido reducido a la mitad.

-Ahora nos toca un descansito-comento a Kaoru-Yo estoy bien, pero tu pasaste bastante mal antes, tal vez no seria mala idea pasar por la enfermeria, no queremos feas sorpresotas-le doy una palmada en la espalda, animandolo a acompañarme

Despiertas en la enfermería, te duele mucho la cabeza y te cuesta abrir los ojos. Has estado en cama desde ayer al mediodía debido a una fiebre alta que recién se está yendo.

Ves a tu izquierda en la cama de al lado a Momohime profundamente dormida, con una venda cubriéndole la frente y otra en el brazo, y también a Belita en otra cama más allá, ya despierta, mirando el techo sin hacer nada, también con la frente cubierta de vendas.

—Buen día —tienes a Cross sentado en una silla a tu lado, y más atrás está Taisei organizando unos frascos de medicina.
—Te desmayaste en la pelea con Momohime y te vino una fiebre bastante alta, pero no te preocupes, Kamigawa dice que ya estás mejor.

Mis ojos tardaron en abrirse un momento, se sentían pesados finalmente el parpado derecho consiguió levantarse para mostrarme un techo blanco que no reconocía. Mi otro parpado se abrió antes de empezar a levantarme. La cabeza me dolía ligeramente mientras intentaba ubicarme. Cuando el saludo de Cross llego a mis oídos mi inicial movimiento lento se volvió uno rápido para incorporarme y girarme hacia el con sorpresa. Ni que decir tiene que dicho movimiento no fue del todo recomendable. La cabeza me empezó a dar vueltas y perdí ligeramente el equilibrio haciéndome apoyar un mano sobre el colchón de la camilla mientras la otra se colocaba en el lateral de mi cabeza como si esta pudiera precipitarse al suelo como una pelota.

Ah...- Solté una pequeña queja mientras mi pelo tapaba la mitad de mi rostro, no peinado en un flequillo como era habitual, si no mucho más salvaje debido al haber estado durmiendo un día entero y no haber sido peinado. No era muy distante del aspecto que solía tener recién levantada y que arreglaba antes de desayunar, con la excepción de que allí ni había desayunado ni tenía un aseo donde arreglarme. Por otro lado, mi mente no tenia nada de aquello en cuenta, bastante tenía con intentar recuperar el equilibrio y que las cosas dejaran de moverse solas.

Empezaba a estabilizarme cuando el resto de la información llego a mi cabeza. Mi mirada busco rápidamente varios objetivos en primer lugar Momohime, posteriormente Remiel,  luego mi mirada se dirigió por toda la enfermería. Tenia muchas preguntas, pero la boca me resultaba pastosa y, por muchas preguntas que quisiera realizar mi mirada se enfoco en algo junto a la mesilla de la camilla. Un vaso de agua.

Mi mano se alargo para agarrar el vaso y empezar a aliviar la sequedad de la garganta. Con medio vaso resulto suficiente. Mis labios se despegaron de este pero mis manos no soltaron el vaso.- Co...como esta?.- Dije mirando a Momohime que parecía dormida o inconsciente. Recordaba a tramos lo que había pasado el día anterior. Recordaba una pelea, estaba Keira, Yuri aparecía, Momohime se ponía furiosa porque... Mis ojos se abrieron y miraron por el suelo de la habitación antes de mirar a Cross. Recordaba el golpe que le habían dado a Toto y como mi hechizo no había funcionado. Recordaba la frustración de ello y después... no recordaba nada mas.-¿El... el cachorrito?.- Pregunte con miedo de saber una respuesta que no quería.

Mi hechizo no había funcionado y el pequeño no tenia pulso. La mano que estaba sobre la camilla se apretó agarrando las sabanas y mi mirada ubico a Belita. Por un lado sentía furia, pero sabía que había otro sentimiento mucho mayor que inundaba mi cuerpo. Frustración. Para que servía aprender hechizos para curar si luego no podía usarlos en el momento apropiado y... ¿Porque estaba en la enfermería? No recordaba haber recibido ningún golpe.

Tras el hechizo de Lyla me sentí mejor de lo que me había sentido en aquella larga semana. Respirando profundamente mientras mis rasgos volvían a ser completamente humanos, me dejé caer sobre el suelo y me dí la vuelta, respirando ahora con tranquilidad.

- Gracias... - dije con un hilo de voz.

Me puse de pie de un salto, más tranquila. Me sentí tentada de darle un puñetazo a Yuri ahora que había bajado la guardia como venganza, pero me contuve.

- Te lo voy a dejar pasar por esta vez porque me salvaste el lunes, pero tras esto considero que ya estamos en paz. Y como consejo, si no se trata de una situación de vida o muerte mide primero la fuerza de tu oponente antes de decidir si usar fuerza letal. Te ahorrará cargos de asesinato.

Me dirigí entonces hacia Demetrio, con las manos en los bolsillos intentando actuar de forma casual.

- Parece que no hemos podido lucirnos, pero si era lo bastante idiota como para empezar así el combate lo era como para seguir en esa línea. Y sinceramente, morir en un combate de exhibición me habría resultado muy anticlimático después de lo que he pasado estos últimos días. ¿Vamos a almorzar? ¿O al médico a que te mire las manos?

—Qué cachorrito?

Junto al vaso de agua hay una bandeja con un plato de comida servido, esperándote a que lo almuerces. —Luego de comer intenta levantarte, no te hará bien estar tanto tiempo en la cama si ya estás consciente, el dolor de cabeza que puedas tener tiene que ser a causa del hambre, que llevas un día entero sin comer nada.

—Había un perro cuando fui a recoger a los caídos, estaba muy asustado, escondido detrás de un árbol, lo más probable es que se haya metido en el bosque.

—No, creo que estoy bien, son solo moretones que se irán solos. Te parece si vamos a almorzar?

...

—Ah, no, no te preocupes, es solo un corte, iré por un desinfectante.
Demetrio va a los vestuarios a buscar un botiquín, y se pone a envolver su mano en vendas.
—Listo, vayamos a comer, y olvidemos lo de recién, ese muchacho es muy bestia, no hay nada que hubiéramos podido hacer.

...

—No sé qué harás tú, pero yo me voy a almorzar —espeta Wil a Yuri —trata de no asesinar a nadie en el camino.

Miro con desconfianza a mi compañero. Antes estaba claramente saturado de problemas y ahora ¿"Creo que estoy bien"? No amigo, no me convences

-Kaoru-le sujeto de las manos-Eres una persona muy importante para mi, no quisiera que nada malo te pasase ¿Estas seguro de que estas bien? No es molestia alguna que vayas a la enfermeria, no hace falta que finjas estar bien para no preocuparme

Me quede sentada con las piernas extendidas sobre la cama intentando asimilar toda la situación mirando la comida de la mesilla. No pronuncie nada y, ya que tampoco realice ningún movimiento mi estómago tomo la palabra y con un ruido bastante poco educado reclamo la comida que esperaba allí.  Mi mano izquierda se fue al estómago algo avergonzada mientras la derecha se extendía para tomar la bandeja.

La respuesta de Cross sobre que cachorrito me hizo dudar, lo último que recordaba era haberlo tenido en las manos y el hechizo no había funcionado. Probablemente el cachorrito había muerto y Cross no quería decirlo. Mi mano cogió el panecillo de la bandeja y le di un pequeño bocado mientras una pequeña lagrimilla empezaba a aflorar. Fue en ese momento cuando Taisei hablo.

Mi cabeza giro hacia el con los ojos abiertos en una expresión entre la sorpresa y la alegría.-¿Estaba vivo?.-Era una imagen bastante curiosa, ya que al estar recién despertada, el usual flequillo que solía tapar uno de mis ojos estaba desplazado pudiéndoseme ver la cara completa. El lateral derecho tenia las cicatrices del incendio las cuales llegaban a escasos milímetros del ojo.

-Intente curarlo pero el hechizo no funciono y…¿Qué me ha pasado?.-Agite negativamente la cabeza. Aquello en aquel momento no me preocupaba en demasía pues finalmente parecía que Toto había sobrevivido.-Tengo que ir a buscarlo.- En un rápido movimiento empecé a comer lo que había en la bandeja con prisas, quería ir al bosque a buscarlo para que no le pasara nada. Tales fueron las prisas que me atragante con uno de los pedazos y tuve que pedir socorro de lo que restaba de agua en el vaso.

Tras terminarla saque los pies de la cama y al estos tocar el suelo eche en falta las zapatos, tarde poco en ponerme a buscarlos con la mirada pero no tarde mucho mas en darme cuenta que llevaba un día durmiendo, mi aspecto quizá no fuera el mejor. Primero mire con que iba vestida asi como el aspecto que tenía, tenía prisa por ir a buscar a Toto, pero tampoco quería pasearme por medio de la escuela con aspecto de loca.

Hey, hey, como que castigado hasta el final del día? Tengo un negocio y entrenamiento con Ifi-sensei!- Protesto efusivamente cuando escucho las palabras de la profesora.- Si quieren que haga otra cosa durante el horario de la academia no tengo problema, pero tengo que trabajar para vivir y llevar mi negocio para adelante!!.- Mi rostro se torna serio. Realmente no me importaría faltar a un entrenamiento con Ifi-sensei si no fuese por su mala leche y esta vez sí tendría razones para partirme la escoba en la cabeza y mandarme de vuelta con mi abuelo, pero el trabajo con la forja si que no lo puedo dejar de lado. Tengo nuevo proyecto y más armas que diseñar y forjar y no son precisamente simples... dudo que haya algún herrero en este continente que sea capaz de forjarlos por las buenas y es la mejor oportunidad que tengo para dar a conocer mi negocio- Y de todas formas no entiendo la postura.- Sigo replicando, pero ahora ante la razón por la que me están echando la bronca.- Como puede contenerse alguien en un combate? Acaso pretenden la posibilidad de un accidente y perder la vida por ello?.- Esa era una situación que había visto innumerables veces. Subestimar al enemigo o controlarse por buscar algo más que una victoria limpia y terminar mordiendo el polvo porque el rival tuvo incluso un poco de suerte.- Por no hablar del honor y el respeto a tu rival. No puedo contenerme contra alguien digno; eso es un insulto imperdonable a tu rival, peor que la muerte.

Mientras tanto la gente va dejando el lugar, ya sea para comer, la enfermería o simplemente pasar el tiempo. Por lo tanto me despido de Wil cuando este me dice que va almorzar antes del combate.- No es mala idea, nos veremos en la cafetería. E insisto en que no tengo intención alguna de matar a nadie. Solo no pienso faltar al bushido por una estupidez como esta.- Espeto cuando este se va yendo y yo me dirijo a una esquina del salón. Lo primero será meditar un poco y recuperar las energías gastadas en ese ataque, después ya comeré algo antes del combate para tener fuerzas de sobra.

Al final a Hanako le explican que hoy no hay clases porque se desarrolla un torneo raro en el que compiten algunos alumnos. Dicho torneo continuará a las cinco de la tarde, y hasta entonces todos tienen la tarde libre, incluso con permiso para salir de los terrenos de la mansión y andar a sus anchas por donde quisieran estar.

La tarde transcurre sin contratiempos ni nada interesante, cada uno almuerza donde le place, y luego, tras un largo descanso ya está por comenzar la segunda ronda de esta competición, seguida por la final. Varios alumnos ya se empiezan a reunir en el gimnasio para ver los combates y Osvaldo ya está allí esperando junto a su fiel acompañante Tobe.

Después de terminar el almuerzo, adecentarme como pude y preguntar por el estado de Momohime, no tarde mucho en tomar dirección hacia el bosque en busca de Toto, no tenia mucho interés en aquella competición de la que hablaban. Había tenido bastante pelea por hoy… por ayer mejor dicho, aun no me hacia a la idea de haber dormido durante un día entero.

Tras almorzar con voracidad, pues tras recuperarme del susto tenía mucha hambre, me dediqué a familiarizarme un poco más con el instituto con la ayuda de Demetrio, pues no había tenido mucha oportunidad de hacerlo en los pocos días que llevaba. Una vez siendo más o menos capaz de orientarme sin dificultades, me dediqué a seguir practicando la técnica de respiración de Lord Rondinelli hasta la hora de comer.

Para matar el tiempo que quedaba, busqué a alguien que pudiera ayudarme con las clases de akerón, pues seguía bastante perdida al respecto. Mi primera opción era Hanako, pero sino cualquier otra compañera de clase podría valerme.

Hanako estaba cerca de la entrada al bosque siguiendo el sendero no muy lejos del lugar de los eventos ocurridos ayer. Está algo más pálida que de costumbre y se la nota dispersa o abrumada.

Tras preguntar por ella algunas veces para ubicarla, Keira encuentra a su compañera de clase Hanako en el lugar descrito en el párrafo anterior.

—Bueno, a continuar con esto. —Comenta Kaoru tras un largo suspiro.

—Ganaha, Drake, Kotor y Kaoru, favor de acercarse. —Osvaldo hace sonar su silbato para llamar la atención de los competidores, que de a poco se van acercando al centro del gimnasio.

Las dos muchachas ya están esperando a sus rivales con sus armas listas en mano.

Las espadas habian pasado bien su prueba de combate y yo me sentia comodo con ellas, asi que, durante el descanso, fui a avisar a la subdirectora que me las quedaba, cosa que creó una bonita deuda a pagar, creo que deberia empezar a pensar en hacer horas extra...

Tras un descanso, fui al gimnasio y me quede esperando en una esquina a que comenzara el proximo combate, pensando que estrategia usar contra las chicas, que no parecen para nada debiles

-No te preocupes, al contrario que los anteriores rivales, este encuentro parece que será un 2 vs 2, no un 2 vs 200, si te teletransportas por el campo mientras disparas no deberias recibir daño de sus ataques, que no parecen tener ataques a distancia, incluso podrias derrotarlas tu solo con esa estrategia -le digo a Kaoru, tratando de animarlo

Al acercarme al centro del gimnasio, donde nos esperaban nuestras rivales, hago una pequeña reverencia de respeto y, al igual que con nuestro anteriores adversarios, les digo

-Tengamos un combate divertido, si?-sonrisa inocente