Partida Rol por web

Lyon y Elicia se miran, y la muchacha te responde antes que él pueda hacerlo, —Pensamos que no querías entrar ahí, pero si es tu intención no te lo vamos a impedir de ninguna manera.
Nerine asiente a lo que dices —No es prudente hablar de eso aquí, Lyon, —agrega— vamos.

Te da un escalofrío cuando, al alzar los lentes y ver a través, notas a alguien que te devuelve la mirada. Un ojo con el iris de color rojo, en un rostro que no te resulta del todo familiar, pero a la vez sí, aunque está demasiado cerca y no consigues ver el resto de la cara. Parpadeas y ya no está allí.
—¡No te pongas eso! —te grita Lyon, cosa que llama la atención de Mélima— ee... están rotos, te puedes lastimar. Cuidado.

Elicia le dedica una mirada condecendiente a su amigo mientras se levanta del asiento y va hasta afuera. Nerine y Lyon te esperan a ti antes de seguirla.

Parpadeé un par de veces ya con las gafas quitadas, como si no acabara de creerme lo que había visto. ¿Era... el fantasma? ¿Sus ojos para ser exactos? Sacudí la cabeza mientras mi mano alejaba las gafas. Ya intentaría averiguar que tenían aquellas gafas mas tarde.

-Y no quiero.- Responde con una triste sonrisa a Elicia antes de que se vaya.- Pero es mi casa, en algún momento tendría que ir ¿no?.- apoyándome en la mesa procedo a levantarme para no hacer esperar de mas a mis compañeros. Antes de salir me acerco a Melima para agradecerle de alguna forma antes de finalmente marchar del local para subir una vez mas al edificio. Solo esperaba que no empezaran a ocurrir cosas extrañas de nuevo.

Se te hace eterna la corta caminata al edificio de al lado. No hay nadie en el recibidor, todo está igual que hace un rato, las luces se han encendido para iluminar las escaleras y todo está sumido en silencio.
—¿Las damas primero? —silencio que rompe Lyon, intentando alegrar el ambiente tenso con su triste intento de "alivio cómico".

—Ya, déjame ir a mí, que si llega a haber algo no serás tú el que nos proteja —espeta Elicia, adelantándose. Avanza ella con decisión, su coleta larga meciéndose de lado a lado mientras va subiendo.

Tan pronto pones un pié en la escalera sientes una punzada de dolor en la cabeza y te asalta una visión. Estás durante un instante en un sitio muy caluroso, escarpado, lleno de formaciones rocosas. Hay lava ardiendo por todas partes, y de tanto en tanto saltan columnas de fuego.
Debajo, a tus pies, ves lozas de un color rojo oscuro con inscripciones, y algo a lo lejos hay una estructura en forma de cúpula.
Y no parece fácil llegar hasta allí desde tu ubicacion, hay montones de subidas, bajadas, saltos, precipicios.
La visión se disipa casi tan pronto como vino, y el dolor de cabeza se te quita. Lo que sí sientes es un calor intenso, como si te hubiera venido una fiebre de golpe, y te hace traspirar.

—Ey, ¿vas a venir? —Elicia volvió a bajar hasta dodne estabas y sientes su mano en tu hombro —Mira que yo también tengo miedo, ¿eh? Siéndote sincera, es la primera vez que oigo de un evento raro fuera de la academia.

Mi mano avanza rápidamente a mi sien cuando las visiones empiezan a aparecer en mi cabeza. Cuando empiezan a desaparecer escucho al voz de Elicia pero tengo que apoyarme en la pared mientras mi respiración es agitada y pesada.- Re… Remiel… ¿Vi… viste eso?

Hago un movimiento a Elicia con la mano pidiendo que espere mientras intento ordenar mis pensamientos. Mi mano se va a la frente donde aparto el flequillo. Noto como el calor me inunda y como las cicatrices de las quemaduras arden como si se acabaran de hacer. Finalmente acabo apoyando toda la espalda en la pared.- Darme… un momento..- Finalizo la frase. 

No sabía si había tenido una visión, pero de ser así había sido demasiado realista. Aun notaba el calor sofocante de la lava. Mire con recelo de nuevo el primer escalón, como si el pisarlo de nuevo me fuera a trasportar a aquel lugar de nuevo.- Acabo de…- Negué con la cabeza aunque les dijera lo que había visto no me creerían.

Me tomaría un momento para ver si conseguía calmarme y lo intentaría de nuevo. Ya fuera para subir o para ver aquello de nuevo e intentar averiguar qué demonios había sido.

—Lo ví, y me sentí rara, como una especie de nostalgia. ¿Será que hace tiempo que no pruebo nada picante?

—¿Acabas de qué? —Elicia te pone las manos en los hombros— Hana, estás temblando horrible, ¿segura que no quieres tomarte un descanso?

Hace unos cuantos siglos ocurrió un cataclismo que repercutió en la esencia sobrenatural del mundo, uno de los tantos resultados fue la separación planar de Gaïa, formando diversos interregnos separados por barreras imposibles de atravesar. Purgatorium parece ser uno de ellos, sólo que se ve demasiado trastornado como para pensar que alguna vez formó parte de Gaïa.
No se ha descubierto forma alguna de cruzar esas barreras, pero aún los estudiosos no se atreven a darlo por imposible. ¿Tal vez haya algunos sitios donde sea más débil? ¿Tal vez si existe una relación entre entidades presentes de un lado y del otro? Y te viene a la mente el pensamiento esperanzador de que pueda tener algo que ver con tu tío Kurosu y que quizás no se haya borrado sino que sólo se ha ido a otra parte, o más bien se lo han llevado.

Nerine y Lyon no saben que hacer, se han quedado mirándote preocupados.

Acabo de ver otro lugar.- Digo aun apoyada contra el quicio de la puerta.- Como si fuera otro mundo, lleno de lava y fuego. Había inscripciones haciendo mención a purgatorium.- Si era sincera no quería continuar al interior del edificio, pero había algo en mi que quería saber que era lo que estaba sucediendo. Aunque ello conllevara ver otra vez aquel paraje.

Mire durante un momento a Remiel ante sus palabras sobre nostalgia. No sabía si al ser ella un ser de fuego echaría de menos aquellos escenarios o el hecho de que hubiese sido convocada y ligada a mí en mitad de un incendio era lo que crearía su nostalgia. Di un pequeño suspiro.-No, puedo continuar. Quiero saber que está pasando. -Respondí a Elicia mientras me separaba de mi punto de apoyo y con cierto cansancio empezaba a avanzar.